La guerra es un acto cruel, que templa el cáracter y ensordece la razón... Tan solo los más valientes consiguen entrar en ella y salir victoriosos, pero eso no quiere decir que no queden secuelas...

Me llamo Troja, y no me pregunten el significado de mi nombre porque no tengo idea de cuál es...Muchas personas me cuestionan las razones por las que entre a las filas de la guerra... Y no quiero parecer una iluminada, pero les aseguro que durante un sueño se me reveló mi destino: caían brazas ardientes de los cielos, tan rojas como mis cabellos, y el suelo rugía como si estubiera muy hambriento y deseara devorarme... Entonces vi a un niño llorando en medio de la tragedia y fue en ese instante cuando una guerrera de doradas armaduras, montada sobre un corcel pardo, apareció en el horizonte y blandiendo su espada, rescató al pequeño de las llamas... Cuando desperté, decidí que yo sería esa guerrera y fue así como me  incorporé al Ejército Rubíe.

El Ejército Rubíe fue creado para defender a la familia real del Reino de Los nueve cuarzos, y acudir ante cualquier desastre para salvar a los débiles... Desde que Troja se integró a sus filas, se destacó como una de las más valietes, pero sin darse cuenta perdió las buenas maneras y la sensatez, era un tanto socialista para su época y mientras sus camaradas bajaban la cabeza ante el rey, ella permanecía erguida, imitando los gestos del monarca.
- Haz una reverencia al rey, por favor- Le solicitaba su superior el Capitán Murilo, que la apreciaba como a una hermana, pero Troja siempre preguntaba por qué el rey no bajaba la cabeza también...

Ya hemos ganado tantas batallas, derrotamos a los ejércitos del reino de Hierro, cuando quisieron invadir Los nueve cuarzos; hizimos trizas los campamentos de los piratas del Norte y vencimos al ejército de la bruja negra Mnemicua... nombre raro ¿no les parece? ... esos son unos pocos ejemplos de nuestra labor... Hoy me siento especialmente feliz porque el Capitán Murilo me mandó citar por la mañana, debo admitir que siempre he estado enamorada del Capitán Murilo, si bien me parece muy galante, lo que más me atrae de él es su valor para luchar, daría la vida por una causa justa. Por tales razones me gustaría que el encuentro con el Capitán fuese una cita romántica, pero lo dudo, él no tiene ojos para mí... Supongo que quiere encargarme una misión especial, jamás he tenido una, y me siento especialmentente intrigada...

-Pasa Troja, ¡toma asiento por favor!- exclamó el Capitán Murilo cuando la guerrera peliroja cruzó el umbral de su tienda.
- Me imagino que tiene una misión especial para mí, Capitán...
- Tú siempre estás un paso adelante muchacha, y yo creyendo que te daría una sorpresa...
- Disculpe, me deje llevar por la emoción...
-Descuida, en efecto tengo una misión para ti... Aún no es oficial pero corre el rumor de que el Príncipe está en grave peligro, parece que alguien quiere desacerse de él...
-¿De cuantos hombres hablamos?
- No troja, no se trata de un ejército, es más bien un infiltrado que se oculta en el palacio...
-¿Y quién es?
-No lo sabemos, es lo que debes averiguar...
-¿Cómo se supone que haga eso?
- Quiero que cuides al Príncipe de cerca, ya hablé con él y con sus padres, les dije que eras una maestra de guerra, que enseñará al joven y a sus dos hermanas tácticas de defensa...
-Entiendo y... ¿Cuántos años tiene el Príncipe?, ¿once?, ¿quince?...
- Treinta...
¿Qué?, usted pretende que yo sea la guarda espaldas de un hombre que ya debería saber cuidarse solo?, Hay tantas ancianas y niños desbalidos...
- No he solicitado tu opinión, Troja...

Ese día Troja empacó sus cosas, entre ellas un pesado vestido rojo, con una suerte infinita de alambres, regalo del Capitán Murilo, para que lo utilizara en actos solemnes...

No he usado un vestido en años, no se cómo rayos piensan que camine con estos zapatos de cortesana,y parezco atracción de circo con este sombrero de papagayo disecado... Quisiera decir que detesto al Capitán Murilo por encomendarme esta misión extrafalaria, pero me temo que aún lo quiero igual... Nunca he visto a este tal Príncipe Blanco, así lo llaman, porque según cuentan, sienpre viste de ese color. Espero descubrir pronto quién es el cospirador, para volver a mi vida de siempre.

-Buenos días soy Troja, la maestra de guerra, el rey y la reina ya saben de mi llegada.
-Si claro- contestó uno de los guardaa que resguardaban la reja- pase por favor, sus majestades la esperan...