Soñador y dulce, esas dos palabras son perfectas para describir al hermoso tritón que yace bajo las profundidades del mar. Creció bajo el cuidado de su tío fuera de la cuidad de Atlantis, donde no hay habitantes de la misma especie, solo eran ellos dos.

Kang Choi Hyung, cometió el peor error hace dieciséis años atrás, misma edad que tiene Minnie en la actualidad, se arrepentía de aquel incidente que marcó su vida para siempre. Pero Trataría de emendar aquella equivocación criando al pequeño tritón como si fuera el sobrino que nunca tuvo.

ㅡ¿Cómo crees que sea el palacio real? ㅡpreguntó meneando la aletita de un lado a otroㅡ. Dicen que cada rincón está decorado con hermosas perlas, y no cualquier tipo de perlas, son las perlas más brillantes de todo el mar.

ㅡNo es gran cosa, pequeño. Ese lugar es horrible, así que ya deja de pensar en eso ㅡno sabía porque su tío detesta tocar ese tema. Cada vez que hablaban de ello se ponía muy nervioso.

Dejó a un lado el bolso de caracola que tenía en la mano, para poder llenar algunos objetos que serían útil en el camino a la cuidad de Atlantis. Fue llamado por Jeon Young Soo, primo legítimo del rey, sabía que ese llamado solo traería problemas, pero no podía negarse a una petición real, ya que podría tener un severo castigo.

ㅡ¿Por qué no puedo ir contigo? ㅡcuestionó por decima vez en el día, su sueño siempre fue conocer Atlantis, tener amigos y quizá conocer el amor.

ㅡEl camino es peligroso ㅡsuspiró profundoㅡ. Hay fosas oscuras, algas marinas venenosas, monstruos marinos y peces mortales, podría pasarte cualquier cosa ㅡel mayor temor que tenía, era perder a ese pequeño que fue su compañía por dieciséis años.

ㅡNo me pasará nada, estaré seguro si voy contigo ㅡmovió la cabecita hacía un lado, mostrando una dulce sonrisita.

ㅡNo insistas más ㅡacarició delicadamente la pomposa mejilla del sobrinoㅡ. Cuando regrese te traeré las hermosas perlas que tanto te gustan.

Se quedó callado.

Cientos de perlas de todos los colores y tamaños adornaban su precioso hogar, ¿Para qué quería más? Un simple recuerdo de Atlantis no lo dejaría tranquilo, quería explorar cada rincón del lugar por él mismo, sus hermosos orbes color avellana tenían que ver lo hermoso que era esa cuidad en las profundidades del mar. Minnie despertó cierta curiosidad por un reino que en su momento fue próspero y tenue.

ㅡRegreso en dos días ㅡinformó preocupadoㅡ. Se un buen tritón y no hagas travesuras.

ㅡSiempre me porto bien ㅡesbozó un adorable puchero. JiMin tenía la habilidad de trasmitir paz y confianza mediante esos lindo gestos inocentes.

Esta vez hará lo que nunca se atrevió hacer, ya no se conformaría con solo mirar y quedarse en un mismo lugar, ahora iría en busca de una aventura, una aventura que quizá cambie su vida para siempre.

Esos dos días bastarán para ir al reino de Atlantis y regresar a su hogar como el tritón obediente que es. Para no levantar sospechas, dejaría que pase un corto tiempo antes de comenzar la pequeña aventura. En el interior sabía que no estaba haciendo bien, no quería decepcionar al único familiar que tenía, pero la curiosidad que sentía era más grande que todo.

JiMin movió la aletita con precaución, nunca se había alejado tanto de su cálido hogar, no negaría que siente algo de miedo al estar solito en medio del océano, ¿Y si su tío tenía razón? ¿Podría algún monstruo marino devorarlo?

Se golpeó mentalmente de inmediato, ese pequeño cerebro no dejaba de imaginar historias absurdas, si seguía así, no llegaría nunca.

🔱🔱🔱

El pequeño tritón sonreía por cada ser vivo que encontraba en el camino, no podía describir la felicidad que sentía cuando veía cada criaturita acercarse, no es tan malo como su tío le había contado. Un cardumen de peces cirujanos azules nadaron alrededor suyo haciéndole leves cosquillas con sus aletas dorsales.

Ese tipo de pez, no se acerca a cualquier tritón que encuentra mientras migra, suele ser muy desconfiando y temeroso con cualquiera, pero con Minnie fue completamente distinto, ese pequeño inspiraba confianza.

Ante eso, no pudo evitar sonreír ampliamente, todo es como lo imaginó desde un principio. El océano es un deleite que hay que añorar con ansias, porque la vida como el mar, propicia encuentros caprichosos.

Movió la aletita en respuesta a la muestra de afecto de los pececitos, agradecía la preocupación que mostraban esos ejemplares. Era como si lo reconocieran de algún lado, o quizá solo sea una simple coincidencia.

ㅡNo se por donde ir ㅡmurmuró algo asustado. El océano es enorme, como encontraría una cuidad que nunca vio en la vida, es más, ni siquiera conocía la ruta. Pero aún así decidió arriesgarse.

Ya estaba lo suficientemente lejos del calor de su hogar como para volver. Cuando planeaba seguir adelante, un delfín bebé corrió hasta sus bracitos, prácticamente el animalito se desesperó al verlo.

ㅡTranquilo pequeñito ㅡarrugó la naricita para tratar de descifrar la situación.

ㅡOye tú, deja a mi delfín ㅡun tritón casi igual a él se acercóㅡ. Holly, ven aquí ㅡllamó al travieso delfín.

ㅡTe pareces a mi ㅡMinnie se emocionó. No estaba acostumbrado a ver otros tritones, ya que siempre se crió aislado de todo.

ㅡEres extraño ㅡno dudó en responder. El tritón de aleta azulada nunca lo había visto, y eso que conocía cada rincón del océanoㅡ. ¿No eres demasiado pequeño para ser un tritón?

ㅡSomos casi del mismo tamaño ㅡinfló sus mejillas rechonchitas.

El acto poco común que realizó, hizo que el príncipe de Xebel lo relacionara con un pez algo peculiar.

ㅡTu pariente es el pez globo ㅡmolestó.

ㅡYa no somos amiguitos ㅡchilló enojadoㅡ. Pececito malo.

En silencio se quedó admirado la belleza que poseía ese pequeño tritón, lo que más sorprendió, fue su adorable actitud. Lo común es encontrar tritones vanidoso y molestos, pero él es distinto en todos los sentidos.

ㅡ¿Eramos amigos? ㅡcuestionó sarcásticoㅡ. Dime, ¿Dónde está tu familia? ㅡcambió de tema.

ㅡNo debo hablar con extraños ㅡmeneo su dedito gordito enfrente de él en señal de negaciónㅡ. Ni siquiera se tu nombre.

ㅡ¿No sabes quién soy? ㅡel contrario negóㅡ. Debes estar jugando, todos saben quien soy.

ㅡTodos menos yo, tritón vanidoso. ㅡtrató de seguir su camino, pero ese pequeño delfín se lo negó.

ㅡ¿Acaso vives debajo de una...? ㅡel pequeño agarró un puñito de algas marinas y se las metió a la boca, era la única forma que encontró para callar a ese tritón hablador.

Escupió esas algas de inmediato, no tenían buen sabor. Son horribles. Después de ese bochornoso incidente, JiMin se encontraba riendo por aquella escena.

ㅡ¡Eres un pez globo insoportable! ㅡse defendió. Nunca había sido humillado de esa manera.

ㅡ¡Y tú eres muy lindo! ㅡsonrió haciendo que sus ojitos desaparecieran.

Las mejillas del tritón enojón se tiñeron de un hermoso color carmesí. Inevitablemente, eso hizo que el enojo que tenía disminuyera.

ㅡLlévame a la cuidad de Atlantis ㅡvolvió a pronunciar algo de timidezㅡ. Pero antes dime tu nombre.

"Soy Min YoonGi, príncipe de Xebel."

Mincoony18~ 🐣