Publicación 30 de septiembre 2024.

El ambiente es tenso en ese momento.

Troy se encuentra en silencio mientras mantiene su ceño fruncido. Enojado.

Louis caminando de un lado hacia el otro, nervioso mientras afloja el nudo de su corbata.

Los hospitales le ponen los pelos de punta, le dan pavor.

—Detente. No camines tanto, estás embarazado. —Troy jala el brazo del omega, siendo seco con sus palabras.

—Estoy embarazado, no inválido.

Harry le iba a dar un trago a su café, Troy se lo arrebata y no duda en tirarlo en la basura. El omega lo mira con el ceño  fruncido, aunque no dice nada, simplemente se gira para ir en busca de otro pero el alfa parece tener otros planes.

—Quédate quieto.

—No quiero. —Harry se quiere zafar de su agarre pero claramente Troy es más fuerte. —¿Qué quieres?

—Que te quedes quieto. Bastante nervioso estoy como para que quieras ponerme más nervioso aún.

Harry bufa.

—Ya te dije que lo lamento, no debí convencerlo de acompañarme, ¿no crees que ya me siento lo suficientemente culpable?

Troy no dice nada, siquiera lo mira a los ojos. Harry se cruza de brazos y no deja de mirarlo de esa forma, el alfa lo mira por fin.

—Te estoy hablando.

—Que te sientas culpable no cambia el hecho de que William está allí dentro.

—¡Basta Troy!

Louis alza su voz, acercándose a ellos con su semblante serio e intentando calmar sus nervios. El otro alfa lo mira sin decir nada.

—Podemos hablar de esto después, ahora solo queda esperar a ver qué nos dicen sobre el estado de Will. No debemos discutir, por favor.

Harry no dice nada, Troy tampoco dice nada pero de todas formas asiente, intentando mantener la calma.

Louis se sienta en los asientos de la sala de espera. Troy mira a Harry, quiere tocarlo, pero el omega no se deja y eso le molesta.

—Supongo que ustedes son familiares del paciente Tomlinson.

El médico los mira a los alfas una vez que sale de esa habitación donde se encuentra William.

—Sí, somos nosotros.

Louis se levanta de inmediato, Harry también lo hace seguido de Troy.

—Él ya se encuentra estable, fue más el susto que otra cosa. Hemos colocado una venda por el golpe que ha recibido.

Todos asienten un poco más tranquilos ante las palabras del doctor.

—Igualmente por hoy no puede levantarse ni hacer esfuerzo, por precaución hoy debe pasar la noche aquí para que podamos vigilar que todo esté yendo bien.

—No puede entrar ninguno de ustedes, así que lo mejor sería que vuelvan mañana. Con permiso.

Es lo último que dice el hombre antes de alejarse de allí hacia otra dirección.

—Bueno...—Suspira Louis con cansancio. —Mañana vendré a buscarlo, ahora vamos a llevarte a casa.

Eso último lo dice mirando al omega que se mantiene en silencio, pero con tranquilidad al saber que William se encuentra bien.

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—¿Sabes que estuviste mal al hablar así a Harry?

Louis mira a Troy.

Cuando ayer dejaron al omega en su casa,
creyeron que Harry les pediría que se queden con él esa noche, pero solo se quedó en silencio y agradeció que lo llevaran a su casa.

—Tengo derecho de haberme enojado, no tenían nada que hacer en la fábrica, ya ves la clase de personas que van.

Troy aprieta el tenedor, evitando mirar a Louis frente suyo del otro lado de la mesa.

—No sé por qué razón fueron a verte, pero no fue culpa de ellos que un imbécil se pase de listo. No hay justificación.

—Solo me nublé, de solo pensar si les hubiese pasado algo mucho peor yo no me lo perdonaría...

—Te entiendo. Aunque Harry se puso muy mal por la discusión que tuvieron, deberías ir a hablar con él personalmente.

—Iré.

Por supuesto que iría.

En la noche casi no pudo dormir, en su mente rondando la discusión que tuvo con Harry, lo mal que reaccionó. Sabía que el omega se sentía culpable, él no debía crucificarlo por lo que sucedió.

Intentó llamarlo pero sabía que el omega no le iba a responder.

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Su ceño fruncido, su cara de disgusto al verse en su espejo de cuerpo entero, sus manos en su vientre al verlo levemente abultado. No deseaba tener que ver como la barriga le crece y crece cada vez más.

Debe comenzar a hacer ejercicio, debe buscar un entrenador que se dedique especialmente a los omegas embarazados.

Se termina de colocar su suéter y se sienta en la cama con su laptop en su regazo, no tarda en buscar lo que tiene en mente.

Lo primero que le sale como resultado es "Brad Gould"

No tiene tiempo de entrar a su página ya que el timbre retumba por las paredes.

No tiene idea de quién puede ser, pero no duda en caminar hacia la puerta de entrada, todo mientras mantiene una mano en su vientre.

Al abrirla puede ver de quién se trata.

—Perdón.

Es lo único que sale de su boca.

Harry no tiene tiempo para decir nada cuando el alfa se adentra a su loft.

Cerrando la puerta detrás suyo.

No sabe qué decir cuando Troy apoya su cabeza en su hombro y sus manos buscan acariciar su vientre. Harry se deja porque es uno de los padres y por supuesto no se lo negaría.

—No debí haber reaccionado como lo hice, estaba nervioso, no tuviste la culpa de nada, ¿lo sabes, verdad?

Harry sabe lo que le cuesta a Troy pedir disculpas, por eso asiente, no queriendo discutir más con él.

Aunque sabe que esta no será la última vez que discutan ya que sus personalidades chocan y por sus diferentes formas de pensar, no siempre van a estar de acuerdo con el otro.

Solo deben intentar llevar la fiesta en paz.

—Verte así de vulnerable me volvió loco.

Troy esconde su cara en su cuello, Harry se siente más tranquilo al sentir al alfa cerca. Desde ayer se encontraba tenso por la discusión que tuvieron, pero ahora se siente relajado cuando las manos del alfa lo guían hacia su propia habitación.

Él se deja caer en su cama, el castaño se sube encima, evitando aplastarlo, abriendo sus piernas para quedarse entre medio.

Besa repetidas veces su cuello, lamiendo y estirando levemente su piel con sus dientes. Harry jadea, sus brazos en los hombros del alfa, apretando sus piernas a los costados del cuerpo fuerte del mayor.

—Cuando te enojas conmigo, odio que me ignores y no me dejes tocarte.

Troy lo mira ahora con ojos más oscuros, Harry no sabe qué decirle, pero lo mojado que está le hace saber a Troy muchas cosas. Más cosas de las que sus palabras pueden expresar.

—¿Me deseas tanto como yo a ti?

Una de sus manos se cuela debajo del suéter, Harry toma su mano que se encuentra en su vientre y la aleja de allí.

Troy no entiende la razón, pero no dice nada y en su lucha acaricia sus puntos sensibles. Al omega parece gustarle, muerde su labio inferior y entre cierra sus ojos al sentir que aprieta sus pezones.

—Te deseo Troy, de verdad que lo hago.

Eso es suficiente para que Troy pierda la poca cordura que tiene cuando se trata de Harry.

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Sus frentes están pegadas, labios ajenos comparten respiraciones.

Harry se encuentra en el estado favorito de Troy; vulnerable.

Es considerado con el omega, porque él no quiere ser bruto con sus penetraciones, pero el omega entre suspiros le pide que sea más rápido y duro con él.

Sus uñas rasguñando su espalda, sus piernas entrelazadas en su cuerpo empujando hacia adelante para sentirlo más pegado de lo que ya se encuentra.

El alfa se aleja un poco, colocando sus manos apoyadas a los costados de la cabeza del omega para poder tener una mejor visión de su rostro mientras es jodido por él.

—Quiero que cada uno de los cachorros tengan tu carita. Tu hermosa cara.

Si es posible, el omega se moja aún más con esas palabras que dan justo en lo más profundo de su ser. Le encanta.

Troy se lo come con la mirada, estudiando su cara, mirándolo con fijación porque siente esa obsesión por el omega.

Sus mejillas sonrojadas y sus rulos desordenados, el sudor haciéndolo ver aún más apetitoso para Troy.

Cuando se corre sin siquiera tocarse en lo más mínimo, tira de su cabeza hacia atrás, ofreciendo su cuello para el alfa, sumiso.

Es el placer que lo nubla y no se da cuenta de lo que esa acción causa en el alfa.

El cual aleja su mirada de esa zona en específico. Controlandose.

Se abstiene de correrse dentro suyo, lo hace sobre su vientre, echando su cabeza hacia atrás y por su garganta saliendo ese gruñido varonil que a Harry le encanta.

Se recuesta a su lado mientras intenta regularizar su respiración agitada. Ambos se encuentran en el mismo estado de relajación después de lo que ha sucedido.

No se dicen nada, pero no es un silencio incómodo, simplemente disfrutando de la compañía del otro sin estar gritándose.

Aunque se oye el celular de Harry sonando, el omega no se lo pide, pero es tan insistente que el alfa se hace cargo.

Cuando toma su celular de la mesita de luz, puede ver que "Zayn❤️" lo está llamando.

¿Era necesario guardar su número con ese estúpido corazón?

—¿Por qué es tan insistente para que lo atiendas? Qué insoportable.

Troy gruñe por lo bajo, volviendo a subirse sobre el omega, le encanta como todo Harry huele a su aroma a alfa.

Aunque siente una molestia en su pecho al ver que no paran de llegar mensajes y llamadas.

—Deberías decirle que estás conmigo.

—Estoy malditamente embarazado de ti y tus hermanos, ¿por qué me celas?

Harry habla perdiendo la paciencia mientras silencia las notificaciones.

—No veo la necesidad de que tengas mejores amigos. Yo estoy justo aquí.

Troy se traga todos los gruñidos que quieren escapar de su garganta.

—Tú no me caes bien para ser mi amigo, siempre me tratas mal.

Bromea Harry para intentar alivianar el ambiente.
El alfa no parece captar que es una broma por parte del omega.

—¿No te caigo bien? —Se le escapa un gruñido bajo, Harry lo mira con grandes ojos porque lo tomó por sorpresa. —¿Qué es lo que no te gusta de mí?

Harry no tiene tiempo de responder porque está anonadado.

—No me importa si no te caigo bien. No te vas a librar de mí. Que se jodan tus mejores amigos.

—¡Troy!

Harry no puede negar que le gusta un poquito la forma en la que Troy es celoso.

—Cada vez que vengo aquí, hay aromas de esos alfas que tienes como amigos, y me jode la mente porque no somos tus alfas y tú puedes estar con quien quieras.

—Pareces ignorar el hecho de que estoy embarazado.—Harry voltea sus ojos.

—Los alfas nos sentimos altamente atraídos hacia omegas embarazados, porque sabemos que son fértiles y pueden cargar más bebés de los que ya cargan. No dudo que los alfas te encuentren más atractivo aún.

—¿Te atraen otros omegas embarazados? —Harry tiene su ceño fruncido y por supuesto que su famoso puchero se deja ver.

—Oh no hagas eso omega. —Troy niega varias veces.—Sabes como me siento respecto a ti como para mirar a otros omegas.

—¿Y cómo te sientes respecto a mí?

No lo culpen, son sus hormonas descontroladas que lo hacen sentirse inseguro.

—Loco. Me vuelves loco.

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