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Siete

Publicación 11 de noviembre 2024.

A la mañana , Harry despertó lentamente, sintiendo la calidez de las sábanas a su alrededor. Se estiró con un suspiro, sintiéndose relajado y satisfecho tras la intensa noche.

Sin embargo, al mirar a su alrededor, se dio cuenta de que estaba solo en la cama.

La ausencia de los trillizos lo hizo sentir un pequeño vacío, pero no pasó mucho tiempo antes de que su celular sonara, rompiendo el silencio.

Tomó su celular y vio que era una llamada de su entrenador, Brad. Con una sonrisa, respondió.

—¡Hola, Brad! —dijo Harry, sintiendo una chispa de energía al oír la voz familiar.

—¡Harry! —exclamó Brad con entusiasmo.

— ¿Cómo estás, omega? Solo quería recordarte que nos vemos al mediodía para la práctica. Tengo algunas cosas nuevas que quiero que probemos.

Harry soltó una risita, disfrutando de la conversación.

—Estoy bien, gracias. ¿Qué novedades tienes para mí?

Mientras hablaban, la risa de Harry resonó en el pasillo.

Sin embargo, desde detrás de la puerta, Troy escuchaba cada palabra, y su expresión se fue tornando seria. Un nudo de celos se formó en su pecho al escuchar la complicidad entre Harry y su entrenador.

No podía evitar sentirse protector y un poco posesivo.

Finalmente, Harry terminó la conversación, despidiéndose con un toque de alegría en su voz.

—Perfecto, Brad. Nos vemos al mediodía.

Cuando colgó, Troy decidió que era el momento de entrar. Se aclaró la garganta antes de abrir la puerta, pero su expresión permanecía tensa.

—Buenos días, Harry.—dijo Troy, tratando de sonreír, aunque sus ojos traicionaban una sombra de celos.

Harry se giró hacia él, iluminándose al verlo.

—Buenos días, Troy, ¿dónde estabas?

—Solo esperando para sorprenderte. —Respondió Troy, acercándose con un plato en la mano. —Te he traído tu desayuno favorito. Cortesía de William.

Harry frunció el ceño de manera juguetona.

—¿Y qué tal está eso?

Troy sonrió, dejando el plato sobre la mesita de noche y mostrando una apetitosa porción de panqueques con frutas frescas y jarabe de arce.

—Panqueques. William sabe que te encantan.

—Esto se ve increíble...—dijo Harry, sus ojos brillando al ver el desayuno.

Harry fue al baño, hizo lo que necesitaba, se lavó sus dientes y volvió a la cama, todo mientras cargaba una gran sonrisa.

Mientras Harry se sentaba y empezaba a comer, Troy lo observaba, tratando de deshacerse de la sensación de celos.

No podía evitarlo; su instinto de protección lo hacía querer mantener a Harry cerca, lejos de cualquier distracción que pudiera apartarlo de ellos.

—¿Estás emocionado por ver a Brad? —Preguntó Troy, su tono más serio de lo habitual.

Harry lo miró de reojo, notando la tensión en su voz.

—Sí, un poco. Es un gran entrenador. Siempre tiene buenas ideas para mejorar mis entrenamientos.

—Hmm… —murmuró Troy, sintiendo un ligero escozor en su pecho.

—¿Te molesta? —preguntó Harry, levantando la vista con curiosidad.

Troy se encogió de hombros, intentando no mostrar lo que realmente sentía.

—No, solo… me preocupa que pases mucho tiempo con él.

Harry soltó una risita, divertida por la reacción de Troy.

—¡Vamos! Es solo mi entrenador. No hay nada de qué preocuparse.

Troy se acercó, sentándose a su lado y mirando el desayuno.

—Lo sé. Solo quiero asegurarme de que estés bien. A veces, cuando estás con otros…

Harry le dio un suave golpe en el hombro.

—Troy, no tienes que preocuparte por eso.
Estoy cargando esta pesada barriga, lo último en lo que pienso es en otros alfas.

—Está bien, entonces —Dijo con una sonrisa más genuina. —Solo recuerda que estoy aquí para ti.

Troy se acomodó en la silla mientras observaba a Harry disfrutar de su desayuno. La imagen del omega saboreando los panqueques lo llenaba de ternura, pero la mención de Brad seguía resonando en su mente como un eco inquietante. Mientras Harry comía, Troy sintió que una sombra se cernía sobre su buen humor.

—Por cierto, ¿cuál es el apellido de tu entrenador? —Preguntó Troy, intentando sonar casual, aunque su voz traicionaba un leve tono de preocupación.

—Oh, su apellido es Gould. —Respondió Harry, masticando un trozo de panqueque y mirando a Troy con curiosidad.

En cuanto el apellido salió de los labios de Harry, Troy palideció. Una oleada de recuerdos lo golpeó con fuerza, y su expresión se tornó seria. Se pasó una mano por el cabello, tratando de organizar sus pensamientos.

—¿Qué sucede? —preguntó Harry, notando la repentina cambio en la actitud de Troy.

Su rostro mostraba preocupación.

Troy se sintió obligado a compartir su historia.

—Es solo que… —se detuvo un momento, buscando las palabras adecuadas.— Brad me ganó una pelea de boxeo hace algún tiempo. Fue una pelea amistosa, pero… bueno, yo estaba vomitando. Se aprovechó de la situación.

Harry frunció el ceño, sorprendido.

—¿En serio?

—Sí, desde ese momento lo detesto. —Respondió Troy, su voz tensa. —No me gusta la idea de que estés con alguien así.

Harry lo miró, comprendiendo de inmediato la inseguridad de Troy.

—Troy, no tienes que preocuparte por eso. Él es mi entrenador, y solo eso. No hay nada más.

—No sé… —Troy se cruzó de brazos, sintiendo una mezcla de celos y protectividad.— Tal vez deberías buscar a otro entrenador.

Harry dejó de comer, sintiendo la seriedad en la mirada de Troy.

—¿Estás bromeando? No puedo cambiar de entrenador solo porque a ti no te gusta. Brad es muy bueno en lo que hace. Me ha ayudado mucho.

—Pero…

Insistió Troy, su tono se tornó más intenso.

Aunque sabía que no debían dejar que sus recuerdos le nublen los pensamientos.
Harry no tenía nada que ver con lo sucedido, no quería discutir con el omega.

—Si él te hace sentir incómodo en cualquier momento, quiero que me lo hagas saber.

Harry tomó un respiro profundo, sintiéndose un poco frustrado pero también conmovido por la preocupación de Troy.

—No me ha hecho sentir incómodo. Solo es un entrenador, Troy. No es más que eso.

—Aún así, yo no confío en él. —Dijo Troy, inclinándose hacia adelante, su mirada fija en la de Harry. —Quiero que estés a salvo, y si eso significa que necesitas un nuevo entrenador, entonces lo haremos.

Harry se sintió abrumado por la intensidad de la declaración de Troy. En su interior, sabía que estaba siendo irracional, pero también podía ver que la celosía de Troy provenía de un lugar de cariño y cuidado.

—Está bien, lo pensaré. —Dijo Harry finalmente, tratando de calmar la situación. —Pero no quiero que esto se interponga entre nosotros.

Troy suspiró, su expresión suavizándose un poco.

—Lo sé. Solo quiero lo mejor para ti. Prometo tratar de no ser tan posesivo.

Harry sonrió, sintiéndose reconfortado.

—¿Quieres comer algo? Queda un poco de panqueque.

Troy sonrió, sintiendo que su celos se estaban disipando lentamente.

—Sí, claro.

୨ৎ

Troy sabía que lo que estaba haciendo estaba mal. No debería estar siguiendo a Harry, pero la inquietud en su pecho lo llevó a hacerlo de todos modos. Desde la seguridad de su coche, observó cómo el omega se alejaba, sintiéndose culpable por la desconfianza que le estaba causando su propia inseguridad.

Harry caminó con paso ligero hacia un parque cercano.

Al llegar al parque, Troy se estacionó a una distancia adecuada, manteniéndose alerta mientras observaba a Harry con una mezcla de curiosidad y celos.

Cuando Brad apareció, una punzada de celos atravesó a Troy.

El entrenador sonrió mientras se acercaba a Harry, quien lucía radiante.

Desde su escondite, Troy los vio reír y hablar animadamente, y la visión de Harry disfrutando de la compañía de Brad lo llenó de una frustración difícil de manejar.

—¿Por qué está tan fascinado con su panza?

Murmura Troy entre dientes, sintiendo cómo el calor de los celos lo consumía. Harry era suyo, y la idea de que alguien más lo mirara de esa manera lo ponía en guardia.

Mientras observaba, Troy se dio cuenta de que la risa entre ellos se volvía más intensa. Brad se inclinó hacia Harry, haciendo una broma, y ambos estallaron en risas.

Troy se preguntó cuánto tiempo más iban a estar así, bromeando y riendo, y cuándo iban a empezar a entrenar de verdad.

La escena lo enfurecía, pero también lo hacía sentir impotente.

Luego, para su horror, Brad se colocó detrás de Harry, mostrándole un ejercicio. Con movimientos cuidadosos, el entrenador guió a Harry en una posición, asegurándose de que su postura fuera correcta.

La imagen de Brad apoyando su cuerpo contra Harry, ajustando su forma mientras le susurraba consejos al oído, hizo que el corazón de Troy se acelerara en un torbellino de emociones.

—¡Esto es ridículo! —Exclamó Troy en voz baja, su frustración creciendo al ver cómo Brad sonreía y le daba instrucciones.

La imagen de Harry obedeciendo a Brad lo enfurecía.

¿Por qué tenía que ser tan cercano?

¿Por qué parecía que compartían un momento tan íntimo?

Troy sintió que la ira burbujeaba en su interior, y la necesidad de proteger a Harry se volvió abrumadora. La imagen de Brad tocando a Harry, incluso con las mejores intenciones, era demasiado para él. Con cada risa, con cada susurro, sentía que algo en él se rompía.

Finalmente, decidió que no podía quedarse más tiempo observando. Tenía que intervenir, aunque no sabía si su impulso era racional. Respiró hondo, tratando de calmarse. No quería que Harry se sintiera incómodo, pero la preocupación por el omega lo llevó a actuar.

Con determinación, se dirigió hacia el parque, decidido a reclamar lo suyo.

Troy avanzó hacia el parque con una mezcla de determinación y celos ardiendo en su interior.

Sin embargo, justo cuando estaba a punto de cruzar el camino hacia Harry y Brad, su celular sonó, interrumpiendo su impulso. Gruñendo, se detuvo y sacó el dispositivo del bolsillo. Al ver el nombre en la pantalla, su frustración aumentó.

—¿Qué quieres, Math?

Respondió Troy, su voz cargada de descontento mientras se acomodaba otra vez en el asiento del auto.

—Troy, amigo, tengo que decirte que esta noche tienes pelea .—Dijo Math, la voz de su entrenador sonando animada al otro lado de la línea. — Hay mucho dinero en juego, y sé que ganarás porque eres el mejor.

Mientras escuchaba, Troy no podía apartar la mirada de Harry. Lo vio sonreír mientras Brad le mostraba un ejercicio, su corazón latía con fuerza por la frustración. Sin poder contener su rabia, le respondió a Math.

—¿Voy a la pelea? ¿Te parece que tengo ganas de pelear? —su tono era brusco, y la frustración era palpable.

—Vamos, Troy. No dejes que nada te distraiga. Este es tu momento para brillar.—Math insistía, sin saber lo que estaba ocurriendo en la mente de Troy. —La gente está apostando por ti.

—Apostando, ¿eh? —Troy frunció el ceño mientras observaba cómo Brad se acercaba aún más a Harry, la sonrisa en el rostro. — ¿Y qué pasa con lo que estoy viendo ahora mismo?

—¿A qué te refieres? —preguntó Math, sin entender las razones de sus palabras.

—Solo... —hizo una pausa, sintiéndose cada vez más frustrado. —Solo necesito terminar con esto.

Al mirar nuevamente a Harry y Brad, su estómago se revolvió. Los celos lo consumían, y su ira se estaba convirtiendo en un fuego incontrolable.

—Voy a la pelea. —Dijo finalmente, sin dejar de mirar a Harry. —Necesito desquitarme.

—Perfecto, estaré allí para prepararte. Confía en tus habilidades, Troy. Eres el mejor, y esta pelea es tuya. —Math respondió, su voz llena de confianza.

Troy colgó, sintiendo cómo la frustración se desbordaba en su interior.

Gruñendo en voz baja, intentó calmarse, pero la imagen de Harry disfrutando de la compañía de Brad seguía presente en su mente.

La pelea era su única salida, y no podía esperar para liberar toda esa tensión acumulada.

—Esto no puede seguir así.

Murmuró para sí mismo, mientras se preparaba para ir a la pelea.

La necesidad de reclamar su lugar y proteger a Harry se había vuelto urgente, y esa noche, él desquitaría su frustración, sin importar las consecuencias.

୨ৎ

Troy se había convertido en una bestia en el ring.

La adrenalina corría por sus venas mientras se enfrentaba a su oponente, cada golpe que lanzaba era preciso y poderoso.

El público rugía con cada movimiento, y él se sentía imparable.

Cuando la campana sonó al final del último asalto, él ya había demostrado que era el mejor; su victoria era clara.

Sin embargo, la euforia de la pelea no podía ocultar el dolor que sentía en su cuerpo. Estaba bastante lastimado, con la sangre cayendo de un corte en su ceja y un moretón comenzando a formarse en su costado.

Con una mezcla de orgullo y agotamiento, salió del ring, recibiendo vítores de la multitud, pero su mente solo podía pensar en Harry.

Mientras se limpiaba, miró su celular y se dio cuenta de que tenía varios mensajes de Harry.

Su corazón dio un vuelco al leerlos.

"Ven a mi loft, por favor, es urgente"

Había una urgencia en sus palabras que lo hizo sentir una punzada de culpa.

Montó en su moto, acelerando por las calles hacia el edificio donde vivía Harry. La emoción y la preocupación se mezclaban en su pecho mientras se dirigía a su destino.

Troy manejó a toda velocidad.

La adrenalina y los golpes que había recibido lo mareaban un poco, pero no iba a dejar que eso lo detuviera. Necesitaba llegar a donde Harry, costara lo que costara.

Un momento de distracción fue suficiente; apenas vio el auto que se cruzaba en su camino.

La colisión lo tomó por sorpresa, y el impacto lo lanzó por los aires.

Troy salió disparado de la moto, y en una fracción de segundo, sintió el pavimento raspando su piel y el dolor abrasador que se apoderaba de su cuerpo.

El suelo parecía tragárselo, y el mundo alrededor se volvió borroso y distante.

Mientras yacía en el asfalto, sin fuerzas para moverse, el dolor lo envolvía como una manta opresiva.

Los sonidos de las voces y los pasos que se acercaban comenzaron a desvanecerse.

Todo se volvía silencio, y la imagen de Harry cruzó su mente justo antes de que los párpados le pesaran demasiado.

El mundo se apagó en un susurro, y Troy quedó inconsciente, con el eco de la última mirada de Harry como un recuerdo lejano.

El mundo se desvaneció para Troy en una oscuridad impenetrable, llevándolo a un estado donde el tiempo y el espacio no parecían tener sentido. La realidad quedó suspendida, y, en su inconsciencia, las imágenes de su vida se mezclaban en un desfile confuso de recuerdos y fragmentos de su pelea reciente.

La figura de Harry aparecía y desaparecía entre sombras, su rostro marcado por la preocupación que Troy había percibido en su mensaje.

En algún lugar lejano, escuchaba ecos de sirenas y fragmentos de voces distantes que hablaban apresuradamente. Sentía manos desconocidas que lo movían, intentando evaluar los daños, pero él solo quería luchar por abrir los ojos, por regresar a la realidad, donde aún tenía una deuda con Harry.

A medida que pasaban los minutos, las imágenes en su mente se hicieron más erráticas y entrecortadas, hasta que solo quedó el vacío.

Un equipo de paramédicos trabajaba a toda prisa, estabilizándolo, mientras las personas susurraban entre ellas. Pero Troy no escuchaba nada de eso; atrapado en la inconsciencia, se hallaba en una calma profunda.





୨ৎ

Hola, cómo se encuentran?

He demorado en publicar porqué con lo que todos sabemos que sucedió, no tenía ganas de escribir, no sentía que podía hacerlo.

Aunque se que no puedo abandonar algo que ya he empezado, algo que también me distrae, entonces he decidido volver a escribir.

Gracias a las personas que me escribieron por Instagram, preocupadas y preguntando cuándo volvería a publicar capítulos y si me encontraba bien ❤️

Los quiero, espero que se encuentren bien.

Nos vemos en el próximo capítulo.

Sofía Nadal 🥀

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