Días después:

Harry últimamente ha estado muy atareado. Ocupándose de la florería, hablando con obreros para hacer ciertas modificaciones. También con distribuidores para conseguir las flores y las rosas.

Por supuesto que ha ido de visita a la casa de los trillizos para poder ver a William. Llevándole pasteles y muchas cosas dulces que él sabe que a William le gustan. Se aseguró de que estuviese bien toda una semana completa.

Pero hace días no ha tenido mucho tiempo para reunirse con nadie, así que se puede decir que muchas personas lo extrañan.

Justo ahora se encuentra en una cafetería, comiendo un pedazo de pastel de chocolate, esperando tener una entrevista con el que si corre con suerte, sería su entrenador.

No se le antoja café, solo se le ha antojado una gran rebanada de pastel.

—¿Harry? Soy Brad Gould.

El omega de inmediato alza su mirada cuando escucha que alguien lo llama por su nombre. Qué vergüenza, allí se encontraba el entrenador mirándolo con una gran sonrisa mientras le tiende la mano para presentarse.

—Ugh hola, perdón por esta primera impresión.

Harry le aprieta la mano como un saludo y lo invita a tomar asiento frente a él.

—No pidas perdón, es algo normal, el pastel de chocolate es muy bueno aquí.

Brad ha sido quien planificó que ambos se encontraran en esta cafetería. Seguramente viene muy seguido.

—Aunque no debería seguir comiendo esto. —Harry empuja el plato lejos de su vista para no seguir cayendo en tentación. –Ya tuve suficiente.

Brad no deja de mirarlo con esa sonrisa amistosa.

—¿Te digo algo? Cuando vi tu foto, te recordé de una publicación que vi por parte de Tyler Venturi.

Harry frunce su ceño al no entender, pero luego recuerda y todo lo que sucedió golpea su mente. Esos días donde Troy le dio tan duro, tan brusco y caliente.

"Qué cosas piensas justo ahora"

Su omega interior retándolo.

—¿Eres fanático de Tyler?

—No no —Niega Brad Gould. —Yo en varias ocasiones peleé contra él. Tiempo pasado.

—¿Eras boxeador? –Harry pregunta con curiosidad genuina.

—Sí, pero ya me retiré, es como mi pasado oscuro.

Harry cree que ese hombre es bastante alegre. Sonríe apenas cuando no le quita la mirada de encima, mirándolo con curiosidad.

—¿Puedo preguntar de cuántos meses estás? Porque si tengo que hacer una rutina para ti, debe ser la adecuada.

–Mhm...—Harry levanta sus hombros. —¿Un mes? No lo sé, no llevo la cuenta de los días, tampoco me he ido a chequear con un médico.

Brad asiente ahora un poco más serio.

—Bien, si puedo armar una rutina para ti, no será difícil con el tema de la comida porque por lo visto si te decides en dejar algo a un lado, lo haces.

Harry sabe que se refiere a ese pastel de chocolate. Aunque la verdad está esperando a que se vaya para terminarlo, porque realmente quiere seguir comiendo.

—Si, por supuesto.—No hace mal mentir de vez en cuando.

—¿Entonces cuántos días quisieras entrenar en la semana? Viéndote, puedo decir que empezando con dos días a la semana está más que bien.

—Tú eres aquí el que sabe. —Harry sonríe. —Entonces serán dos días.

—Combinado con una buena alimentación. —Agrega Brad, continua cuando Harry asiente. —¿Dónde te sentirías mejor haciéndolo?

—¿Qué cosa?

Brad vuelve a tener esa sonrisa en su cara.

—El entrenamiento. Puedo sugerir la idea de que sea en mi casa, allí tengo todo lo necesario, además es más privado que en un gimnasio.

—Oh bien...—El omega asiente de acuerdo. —¿Cómo sería el tema del pago?

—Una vez al mes, cuando tú puedas pagarme entonces lo haces, tolero hasta un mes de atraso. —Explica Bred abriendo su botella con agua, dándole un trago mientras lo mira.

—Está bien. Si puedes pasarme toda la información por mensaje lo agradecería.

—Eso haré, te mandaré todo detalladamente.

—Bien. —Harry no sabe qué más decir.

—¿Deseas comenzar hoy?

Propone Brad y eso al omega lo toma por sorpresa. Se mira a si mismo y se da cuenta que no está vestido como para entrenar.

—En mi casa puedo darte ropa adecuada. Si quieres, claro.

—Supongo que no tengo excusa.

Harry se ríe y es lo mismo con Brad.

୨ৎ

Brad ha sido quien manejó hacia su propia casa.
Harry confía en él, no es que lo conozca de toda la vida, pero antes de reunirse con él lo investigó.
Incluso habló con personas que Brad entrenó/entrena. Todas las personas dijeron maravillas sobre él, un excelente entrenador con paciencia y dedicación en cada alumno.

El viaje fue tranquilo, solo Brad preguntando su edad, de qué trabaja o si tiene un alfa.

A Harry no le incomodan esas preguntas, peor es el silencio incómodo.

—Linda casa.

Opina Harry una vez que ya se encuentran dentro. El omega no puede reconocer ningún aroma dentro de la casa, Brad sí tiene un aroma a menta fuerte y fresca.

—¿Te gusta? Es bastante grande y cómoda.

Pregunta Brad.

—Sí, es hermosa, es grande y espaciosa.

Harry continúa admirando su living.

Minimalista pero no roza lo aburrido, es solo lo elegante lo que la hace verse bonita.

—Gracias. —Sonríe Brad. —Acompáñame, te daré algo para que te cambies.

—Bueno.

Harry va detrás del alfa mientras continúa admirando su alrededor. Grandes pasillos, cuadros y plantas.

Para de caminar cuando el alfa abre la puerta de la que parece ser su habitación. Allí se hace a un lado para dejarlo pasar.

—Bien, buscaré una remera y un short para ti, algo que no te quede muy grande.

Harry asiente sin saber qué más decir.

El alfa abre su armario, buscando entre los estantes.

—Esto te quedará perfecto.

Brad se gira para mirarlo mientras sostiene unas prendas.

—Puedes probarte esto en ese baño de allí.

El alfa con la mirada le señala el baño, Harry camina hacia él y con un pequeño "Gracias" toma las prendas y se aleja para caminar hacia el baño.

Una vez dentro, puede ver que le ha dado una remera blanca que le queda un poco grande y un short azul que también le queda bastante holgado, por eso debe apretar el cordón que tiene para que no se le caiga.

Dobla su propia ropa y se vuelve a colocar sus converse. Sale del baño y se encuentra con Brad sentado en su cama, pero al verlo se para enseguida para caminar hacia él.

—¿Te sientes cómodo? De verdad que intenté encontrar ropa de tu talla pero eres bastante pequeño.

Harry con un gesto le resta importancia.

—No importa la ropa, lo importante es hacer ejercicio, estoy cómodo de todas formas.

—Está bien, debo preguntar si sabes cuánto pesas, si te has pesado en estos días.

—La última vez que me tomé el peso, estaba en cincuenta y ocho, pero con este embarazo no sé cuánto he ganado de kilos.

—De acuerdo. —Asiente Brad. —¿Te molesta si veo tu panza? Debo ver qué tan grande es, para saber qué ejercicios puedes hacer sin que la barriga te lo impida. No queremos hacerle daño al cachorro.

Harry asiente de acuerdo.

No es que le encante mostrar su panza, pero este hombre es un profesional, no lo va a juzgar ni mirar con otros ojos.

El omega se levanta un poco su remera, lo suficiente para que se vea su barriguita.

Harry jadea al sentir su mano tocando su vientre, tiene su mano fría y eso ha sido lo que le dio escalofríos.
—Creo que tienes más de un mes, podría decir que rondas los dos meses.

Opina Brad aún con su mano en su panza.

—Sí, cuando esté listo debo ir al médico, pero aún no me siento cómodo para hacerlo.

—Estás en todo tu derecho. Después de todo, tú quien carga a ese o esos cachorros.

Harry asiente con una pequeña sonrisa.

୨ৎ

—Viejo, afloja ese ceño, te vas a arrugar.

—Creo que te hace falta sexo para aflojarte un poco. —Agrega.

Logan, compañero de trabajo, se burla suyo mientras se encuentra sentado frente a él en su oficina.

Se encuentra tenso, eso no lo va a negar, hace días no puede concentrarse correctamente.
Se le pasan las cosas, no es el hombre centrado de siempre, tiene la cabeza en las nubes.

No específicamente en las nubes.

Piensa en Harry, lo mucho que lo extraña, los días estando juntos en su casa, lo pasaban increíble, pero ahora el omega está muy ocupado para siquiera responder llamadas.

Hace días no se hablan, se pregunta si el omega se ha enojado por algo. No entiende nada.

Por supuesto que no irá a su casa, por alguna razón el omega quiere estar solo, debe respetar eso. Aunque se muere ganas de hacerlo.

—¿Y a ti qué te hace falta para que cierres el hocico y te pongas a trabajar?

Dice de malhumor.

—Uh eso me dolió. —Logan finge una mueca de dolor mientras se toca el pecho. —Eres grosero, ¿lo sabías?

Logan se inclina para tomar un bolígrafo del lapicero de Louis.

—Sí lo sé, pero no me interesa.

Continúa con lo que estaba haciendo, terminando de mirar unos curriculums de personas que se postularon para puestos en su empresa. Se supone que Logan lo ayudaría, pero este solo estaba mirando su celular.

—Definitivamente deberíamos contratar a esta.

Logan le muestra la foto del curriculum de una chica.Tez morena, labios gruesos y ojos color verde esmeralda. Ese color de ojos...

Cierra fuerte sus ojos y se hace hacia atrás, su espalda contra el respaldo de la silla mientras intenta no pensar en el omega.

—¿A ti no te gustaban los omegas?

Pregunta ahora mirando a Logan.

—Sí, definitivamente me gusta este que tienes aquí.

Logan tiene esa sonrisa, tomando el marco de la foto donde está ese omega al que se refiere con sus palabras. Una foto de Harry.

Su hermosa cara en primer plano, con sus dientes bonitos, piel blanquecina, labios rojos, ojos verdes brillantes y sus tentadores hoyuelos.

Ese es el omega que a cualquiera puede enloquecer.

—Suelta eso antes que te tire fuera de mi oficina.

Logan sigue jugando con su paciencia, hasta que se cansa y decide ayudarlo con lo que estaba haciendo. Aunque Louis sigue pensando en Harry, ha dejado la foto mirando hacia otro lado, pero no funcionó porque está en su mente.

Lo encuentra en todas partes.

¿Qué puede hacer?

Quiere verlo, pero no lo quiere molestar.

୨ৎ

Su pincel cobra vida cada vez que en su mente aparece la imagen de ese precioso ángel.

Sus pinturas son de varios tonos de verde, todo lo que ha pintado, son paisajes inspirados en su color de ojos. En su personalidad dulce, en lo carismático de su ser, lo gracioso y tierno.

También encuentra belleza cada vez que frunce su ceño y se cruza de brazos. Con un puchero tierno que no lo hace ver caprichoso, lo hace ver irresistible.

Aunque con sus alumnos, debe contenerse de pintar lo que él realmente quiere; la cara de Harry.

—Recuerden que lo que sienten, debe quedar plasmado en la pintura, déjense llevar.

Les recuerda mientras camina detrás de cada uno. Observado con detenimiento.

Se acerca a un alumno y toma su mano, ya que al tenerla temblando, sus trazos se verán desprolijos. Afirma su mano para darle confianza, aunque se aleja cuando su alumno le sonríe con cierta coquetería.

—Debes tener confianza al mover tu pincel, si bien puedes estar sintiendo miedo u otra emoción avasalladora, no tiene que verse desprolijo porque te verás constantemente como principiante.
Le habla a su alumno pero también a todos los demás.

De repente siente dolor en su cabeza.
Se disculpa con sus alumnos y sale del salón para tomar aire fresco. Apoya su espalda contra una columna y de su bolsillo del jean saca una caja de cigarros. No es muy fanático del cigarro, solo cuando se siente un poco ansioso es cuando recurre a ese método de relajación.

Solo está pensando en Harry, preguntándose por qué hace días no se deja ver.

୨ৎ

—De verdad Troy, discúlpame por favor, pero estabas distraído y fue sin intención.

Con Math, su entrenador, estaban practicando golpes de puño sin guantes ni protección bucal. Resulta que Troy se encontraba con la mente en otro planeta cuando Math golpeó su boca, haciéndole una herida bastante grande en su labio inferior.

—Eres un imbécil. Ahora tendré a William dándome cientos de sermones sobre las peleas.
Si solo supiera que ha sido un imbécil descuidado.

Troy de mala gana empuja lejos la mano de Math. El cual se encontraba intentando curar su herida, con un algodón y iodofon.

—¿Sabes? Te veías igual de distraído que la vez que peleaste con Brad y perdiste porque estabas vomitando.

Comenta Math como lo más casual del mundo después de haber partido un labio.

—Ese idiota se aprovechó de que yo estaba vomitando para darme el último golpe, ese maldito abusivo.

De solo recordarlo, siente que quiere tener una revancha.

Aunque sabe que no sucederá ya que ha oído de que Brad ya se retiró, justamente después de la pelea que tuvieron.

Math iba a responderle pero ambos alfas miran hacia la puerta del gimnasio cuando se abre.
Ya todas las personas se habían ido porque ya estaban por cerrar, no pueden adivinar quién es, pero ese aroma golpea sus fosas nasales y Troy se tensa.

Bred.

—Aquí viene tu damisela en apuros. —Se burla Math. —No me digas que ha sido a este a quien has embarazado, puedo morirme en este momento.

—Ya cállate. —Troy se levanta de golpe y camina hacia Bred antes de que este llegara más lejos.

—Troy...
—¿Qué quieres? Ya te he dicho que no te aparezcas por aquí. No somos amigos, tampoco quiero serlo. No me interesa.

Bred lo mira con los ojos llorosos, Troy no entiende qué le sucede.

—Necesito hablar contigo, solo serán unos minutos, por favor.

—Hablemos aquí, que sea rápido porque debo curarme esto. —Troy señala su labio inferior.

—Yo puedo curarte, como los viejos tiempos...—Bred propone pero al ver la cara de Troy, deja ese tema de lado. —Estoy teniendo problemas con mi alfa.

Troy frunce el entrecejo al escucharlo.

—¿Y acaso yo soy un terapeuta de parejas? —Troy de verdad no puede creer para lo que ha venido Bred. —No tengo un jodido consultorio, vete al carajo.

Troy se está por dar la vuelta pero el rubio lo toma del brazo para detenerlo.

—Yo...lo siento Troy pero necesitaba hablar con alguien y tú siempre me has entendido más que nadie.

Troy de verdad no lo puede creer...

—¿Acaso se te olvida que tú nos dejaste a nosotros? Me parece que se te olvida que nos engañaste con ese alfa que ahora estás teniendo problemas.

Bred no tiene qué responder.

—Será mejor que encuentres otra persona con la que hablar. Porque cada vez que vienes a mí, recuerdo todo lo que vivimos y como lo jodiste todo.

El alfa aprieta sus dientes.

—Además, ya hay otra omega en mi vida.

Troy se zafa del agarre en su brazo para caminar lejos del omega.

—Voy a volver a tenerlos.

Murmura Bred.

୨ৎ

Harry intenta regularizar su respiración, de verdad que necesita una bocanada de aire para poder tranquilizar su cuerpo. Sus mejillas rojas, el sudor lo hace sentirse incómodo, pero sabe que es gracias al esfuerzo físico.

Bred lo mira con sus ojos profundos, mirando cada parte de su cuerpo.

Debía controlar que esté haciendo bien el último ejercicio del día para dar por finalizada la primer clase.

—Harry, toma.

Brad le ofrece una botella con agua y el sediento omega la toma para darle un gran trago.

—¿Quieres una toalla? —Ofrece el entrenador.

—Sí, por favor. —Harry detesta el sudor. —¿Puedo ir en busca de mis cosas?

—Claro, acompañame.

Al caminar siente que sus piernas le tiemblan, debe tomar una fuerte respiración para poder continuar. Al llegar a la habitación, Brad le ofrece la toalla.

Iba a hablarle pero su celular suena avisando que tiene una llamada entrante. Se disculpa con Brad y se da la vuelta en busca del aparato, se encuentra dentro de su bolso y no duda en atender cuando puede ver que es Louis quien lo está llamando.

—¿Lou estás bien?

—¿A ti se te olvida que tienes alfas?

Ese tono duro. Dominante.

Louis es posesivo en lo sexual.

Está en problemas.

୨ৎ

Los trillizos están muy enamorados de Harry 😍
Pero él no de ellos 🤦‍♀️😂

(Es broma lo último)

Cada uno de los trillizos tienen una estética muuuy diferente ❤️

Gracias a todas las hermosas que votan y comentan, tienen un lugar en mi corazoncito y son quienes me inspiran a seguir escribiendo.
No importa si solo me lee una persona, al menos se que hay personas a quien les gusta lo que escribo a pesar de ser cero profesional ❤️

Sofía Nadal 🥀