Veinticuatro
Publicación 31 de mayo de 2023.
Editado 8 de julio 2024.
El camino hacia la casa de los trillizos fue tenso y silencioso.
Louis se mantuvo en los asientos traseros sentado junto a Harry, Troy fue quien decidió manejar. Su semblante era totalmente serio, duro como una roca.
Sus dedos apretaban el volante.
Su alfa interior estaba gruñendo por dentro. Rasguñando su interior, queriendo salir y hacerse notar.
Molesto porque rechazó la ayuda del omega.
No quiso que le curara el ojo.
Su orgullo siempre presente.
Su alfa interior no estaba de acuerdo con su actitud.
Por otro lado, Louis pudo darse una idea de por lo que está pasando su gemelo.
Pero él decidió no entrometerse, sabía
que Troy no iba querer hablar con él ni con nadie. Él solo se dedicó a admirar el perfil de Harry, en un punto quiso acariciarle su entrecejo ya que estaba fruncido.
Lo acompañó una linda trompita.
Lucía molesto.
Él apoyó su mano sobre el muslo del omega.
Haciéndole saber que él estaba ahí.
Harry solo le sonrió apenas.
Ahora en este momento están todos sentados alrededor de la mesa.
William preparó lasaña, una muy deliciosa.
Aunque cuando entraron pudo sentir el ambiente tenso.
Además, él pudo sentir molestia en su pecho, pero no por él, sino que era un sentimiento de uno de sus gemelos.
Por lo que vió pudo darse cuenta que era Troy.
—Entonces cuéntanos, Harry. —Comienza a hablar Troy cruzándose de brazos después de haber empujado el plato. —¿Quién te dio esas rosas?
—Troy...—Dice William ya sabiendo lo que se venía.
—Yo también quiero saber, si no es molestia.
Bueno, Louis tampoco ayudaba mucho con la situación que ya planteó Troy.
—No tienes que responder si no quieres. —William mira a Harry con esa mirada donde le pide disculpas por el comportamiento de sus gemelos.
—Tranquilo...—Harry le responde a William, dejándole un tierno beso en su mejilla. Luego mira a los otros dos. —Ya les dije que mi amigo Zayn me las dió, en realidad eran para su cita no para mí. Como su cita le canceló a último momento, no pudo dárselas.
Harry evita contar lo otro.
—¿Y era necesario que apestara toda tu casa con su olor?
Los dos alfas restantes lo miran enseguida a Harry.
El omega jamás les dijo que buscaba algo serio con un alfa, mucho menos con tres.
Ellos comenzaron a confundir las cosas, Troy y Louis fueron quienes comenzaron a celar a Harry sin siquiera tener un lazo.
—Miren chicos, voy a ser sincero con ustedes. Yo hace poco he salido de una relación con un alfa, no terminamos bien, por ahora no estoy buscando nada serio con ustedes. No es solo sexo lo que busco con ustedes, porque me caen bien, me parecen agradables y quisiera una amistad.
A Harry no le tiembla la voz al decirlo.
En ese preciso momento como si fuese mentira, el celular de Harry comienza a sonar. Él lo toma y acepta la llamada de su padre, el cual no demora en preguntarle en dónde estaba.
El ambiente estaba tenso.
Los gemelos al tener una conexión entre los tres, pueden sentir lo que el otro siente.
Es un bombardeo de emociones entre ellos.
—La comida estuvo deliciosa, Will. —Harry le sonríe con timidez al gemelo con lentes.
—Me alegra oír eso. — William se siente triste después de haber escuchado las palabras del omega.
La culpa la tiene él, Harry jamás dijo que quería algo serio, él se ilusionó solo. El omega jamás tendría la culpa de nada.
—Ya debo irme.
A Harry se le cambia la cara al sentir el ambiente tenso, quizá el omega que tiene dentro pudo captar cierta tristeza.
Debe ser su imaginación.
Seguro que es eso.
Los alfas no pudieron retener al omega.
A Louis le costó dejarlo salir del auto cuando lo llevó de vuelta a su casa.
Aunque hizo todo lo posible para guardarse el aroma de Harry cuando este se acercó para despedirse con un beso en la mejilla.
Harry no tiene que saber que él cuando estuvo en su baño, le robó uno de sus lazos para el cabello.
Si en algún momento Harry no quiere saber nada más de ellos, al menos puede tener una pequeña cosa suya.
╭──────────────────♡
Harry se remueve en su cama cuando siente el sonido de la notificación de la laptop que le avisa que tiene una videollamada.
Como puede se levanta, acomodándose un poco el cabello antes de sentarse en la silla del escritorio, para ver que es su gemelo Edward quien está llamando.
—¿Acaso estabas durmiendo? —Edward le pregunta desde el otro lado de la pantalla.
Su ceño fruncido y los ojos oscuros, sin el mismo brillo que caracteriza a los ojos de Harry.—¿No tienes que ir a estudiar?
—Edward, yo no voy a estudiar cuando me siento mal, lo hago en casa.
—A mí no me digas Edward. —Gruñe su gemelo. Harry frunce el ceño. — Deja de fruncir el ceño y dime Ed.
—Agh. —Harry dice con fastidio. —Ed, dime qué sucede, ¿para qué llamas tan temprano?
Harry se refriega sus ojos con sus puños.
Se siente cansado, cansado por haber pensado toda la madrugada en lo que les dijo a los alfas en la noche.
—Creí que te alegraría saber que en unos días estaré de visita por allá. Podré cuidar de ti.
—Claro, ¿cómo no me alegraría tenerte a ti controlándome? — El omega habla con sarcasmo.
—No uses el sarcasmo y no seas malcriado. No te olvides que sigo siendo un alfa.
—Ya sé que eres un alfa, tu carácter me lo recuerda constantemente.
—Si que eres un omega desobediente, desafiante. Tendrás que aprender a comportarte si no quieres ser un omega rechazado.
–¿Qué quieres decir con eso?
Harry pregunta con cansancio.
Era demasiado temprano para escuchar las estupideces de su gemelo.
—Quiero decir que ningún alfa quisiera estar con un omega que no acata órdenes, que lo esté desafiando constantemente.
—Eso es algo me preocupa todos los días de mi vida. —Harry nuevamente usando el sarcasmo. —No me importa si un alfa no me quiere.
—Tú dices eso porque sabes que eres bonito y sabes que cualquiera alfa aceptaría soportar tu actitud de malcriado con total de tener un lindo omega para presumir.
—Cuando te preguntes la razón de que aún no tengas omega, recuerda las cosas que acabas de decir y allí tendrás la respuesta.
—Que gracioso que eres. —Edward finge una risa. Luego vuelve a su cara seria.—Espero que cuando esté allí me atiendas como se debe.
—Tú a mí no me pagas ningún sueldo, así que no tengo que servirte. Ahora si ya has dicho todo lo que tenías para decir, tengo que cortar.
—¡Espera! —Edward habla de golpe, acercando más la cara a la pantalla, Harry suelta un bufido. —¿Eso que tienes en el cuello es un chupón?
—¿De qué hablas?—Harry se pone nervioso. Enseguida atina a taparse el cuello. —Claro que no.
—¡Se lo diré a papá!
—¿Qué me tienes que decir?
Harry se tensa al escuchar la voz de su padre detrás suyo.
¿QUÉ OPINAN DE EDWARD?
Chicas, demoro en actualizar porque no tengo casi tiempo por mi trabajo (si, trabajo, tengo 22 años jaja)
Pero trato de escribir en los pocos tiempos libres :)
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