Edward de verdad que está haciendo su mejor esfuerzo para no volverse loco en ese momento, pero Roderick no le pone las cosas fáciles. Se las complica.

—Dijiste que íbamos a hablar de negocios y lo primero que mencionas es a mi hijo.

Habla con fastidio.

Golpeando su escritorio, logrando que algunos objetos se muevan.

—No sé qué es lo que te molesta de que me interese, es un omega y merece tener un alfa. Ya está en edad de tener cachorros.

Edward aprieta sus puños, siente calor en su cuerpo, las ganas de matar a Roderick se intensifican.

—Si pero jamás dejaré que mi hijo tenga hijos con un viejo rabo verde como tú. —Edward se inclina en su escritorio para hablarle cara a cara.

—Lo llegas a tocar y te corto la garganta. No me provoques.

Roderick claramente se pone nervioso.
Edward es un alfa imponente.
Su presencia es fuerte, se hace notar por su gran altura y sus fuertes músculos.

— Mi hijo Troy me ha dicho algo similar, ¿lo puedes creer?— Roderick se hace hacia atrás, sonriendo cuando Edward lo mira confundido. — Mi hijo diciéndome que me cortaría las manos si llego a intentar tocar a ese precioso omega.

—Estoy seguro que yo preferiría a tu hijo joven para que esté con Harry antes que a ti. Zorro viejo.

Edward ya sabía que Roderick lo quería provocar, no mostraría alguna reacción ante sus palabras.

—No hables incoherencias, mi hijo es boxeador, es bueno en lo que hace, pero nadie sabe lo que puede suceder si recibe un mal golpe. No querrás que tu hijo tenga un destino trágico con mi hijo.

Edward se queda en silencio ante eso.

—Además, mis hijos comparten pareja, no querrás ver a tu hijo envuelto en una relación así, ¿verdad?

¿Qué carajos?

—Eres un hijo de puta.

Roderick sonríe al ver que sus palabras han afectado a Edward.

—Decido no creerte. Sé que harás cualquier cosa para que yo te acepte como alfa de mi hijo, cosa que jamás va a suceder. Guárdate eso en la cabeza.

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Edward siente que no está siendo buen padre. Harry le oculta muchas cosas, él quiere saber qué es lo que tiene a Harry escapándose y mintiendo diciendo que está en casa de amigos. Porque por supuesto que ya no le cree a Niall.

Claramente es por un alfa, pero se niega a que sean varios alfas, específicamente los trillizos Tomlinson. No los conoce, tampoco quiere conocerlos.

A Louis lo estima, pero no quiere que esté cerca de su hijo si es para tener una relación de varias personas. Lo puede ver solo a él como pareja de su hijo, sin sus gemelos al lado.

Se rehúsa a que los alfas estén tocando a su hijo sin siquiera haberlo cortejado antes.

No ha visto a Harry con regalos, no ha revisado su cuarto porque es la privacidad de Harry, pero está seguro que siquiera ha recibido una carta.

Lo tiene con los nervios de punta.
Intenta estar tranquilo cuando elige un collar para su hijo, uno con diamantes, que luzca precioso en su hijo.

—¿Pago en varias cuotas o una sola?—Pregunta la señorita detrás del mostrador lleno de joyas. Ella sonríe cuando el potente alfa le entrega una tarjeta negra.

Una con monto ilimitado.

—Una sola, por favor.

Edward espera que a su hijo le guste.

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Harry en su trabajo se siente útil.
Cuando su padre le consiguió ese trabajo, al principio creyó que era una mala idea, pero fueron pasando los días y él le fue agarrando el gusto a ganar su propio dinero. Aunque un día se sintió terrible ya que otras personas necesitan ese trabajo porque tienen que sobrevivir, él vive con su padre, entonces le dijo al dueño que no le diera el pago, decidió renunciar y dejarle el lugar a una persona que realmente lo necesite.

Hoy sería su último día trabajando allí.
Después se lo explicaría a su padre, él sabrá entender su punto.

En ese momento se encuentra pasando el trapo en la mesada, cantando bajito una canción, ya debía cerrar el local, ya no quedaban clientes. Frunce su ceño cuando alguien abre la puerta a pesar de que estaba el cartel de "cerrado" sonríe un poco sorprendido al ver a Louis y William entrando al local.

—¿Nos das una mesa y nos sirves de tu rico café? — Le sonríe Louis, sus bromas siempren logran que Harry se sonroje y suelte una risita.

—¿Cómo están chicos? — Harry le pregunta a ambos, dejando el trapo a un lado para darle la vuelta al mostrador y caminar hacia la puerta para cerrarla con llave. Luego se gira para mirarlos con otra bonita sonrisa. —Vengan.

Harry tira de las manos de los alfas.
Estos son muy dejados, yendo detrás del omega, dejándose llevar, entrando en el depósito. El omega se sienta sobre una mesa que hay allí, sus piernas colgando y una sonrisa que parece ser inocente.

—¿Y qué los trae por aquí?

—Queríamos darte algo. —William no sabe la razón por la cual tiembla mientras le tiende una cajita al omega.

Harry no entiende nada, aunque abre la cajita, su delicadeza es total, aunque casi se le cae al ver lo que había allí dentro.

—Uno lo eligió William y el otro yo.

Comenta Louis, su alfa rugiendo de orgullo al ver la felicidad en la carita del omega.

—¿Son diamantes reales? Digo, si no son reales no importa, los usaré igual, ¡están hermosos!

Harry chilla de felicidad, estira sus brazos y con sus manos tira de ambos alfas, los cuales no hicieron fuerza, se dejaron tironear por el omega feliz.

A ambos los llena de besitos en la mejilla por el agradecimiento, los alfas internos de cada uno, rugen de orgullo al estar haciendo feliz al omega de Harry.

—Nos agrada saber que los usarías igual, pero si son reales, todo lo mejor para ti.

Comenta tímidamente William.

—Aquí lo importante es saber si te gustó más el que eligió William o el que elegí yo.

Por supuesto que Louis está bromeando.

—Ambos son bonitos, Louu.

Sonríe aún más.

Aunque su sonrisa disminuye un poco al notar algo.

—¿Y Troy?

Ambos alfas se miran enseguida.

Troy no quiso ir con ellos a comprar un regalo, no les dijo de inmediato el por qué, pero después de la insistencia, dijo que Harry no aceptaría un regalo como cortejo.

Estaba errado.

Ellos saben que Harry no quiere nada con ellos, solo quisieron tener un bonito gesto con el omega. Lejos de querer ponerlo en una situación incómoda cuando Harry ya les dejó claro que no buscaba una relación.

—Tuvo que ir a entrenar y no tuvo tiempo de acompañarnos. Pronto tiene una pelea importante y debe estar preparado.

Es real lo que dice Louis.

Aunque se siente terriblemente mal por decirlo, porque ellos querían que Troy esté presente para darle ese regalo.

—Oh esta bien...—Harry sonríe a penas, hasta que cree que no es justo hacer eso cuando tiene a dos alfas amables y hermosos frente a él. —¿Gustan hacer algo? Yo ya estaba por cerrar.

Ellos estaban por contestar antes que sonara el celular de Harry. Este se queja y lo saca del bolsillo de su delantal para ver que es un mensaje de su padre.

"Ya estoy en casa. Necesito hablar contigo, ven pronto."

—Es mi padre...—Bufa. Porque él realmente quería pasar la tarde con los alfas. —Me debo ir ahora mismo.

Los mira apenados.

Ellos se sienten de igual forma.

Querían llevar a Harry a cenar, tenían preparada una salida perfecta, pero ahora sienten a sus alfas internos totalmente decepcionados por no poder mantener cerca al omega.

—Podemos vernos otro día.

Propone con ilusión de volver a ver a sus amigos alfas.

—Podemos llevarte a tu casa si quieres.

Harry acepta con una linda sonrisa.

╭──────────────────♡

Harry entra a su casa con una sonrisa.
El viaje en auto con los alfas fue entretenido, prometieron verse el siguiente día para ir al lago Vittoria.

Él quedó en preparar algo para comer para los alfas, estos encantados aceptaron.

—Hijo, ¿cómo estás?— Saluda su padre parado en el medio de la sala.

—Papá, hola.

Saluda, cruza sus brazos detrás de su espalda y ronronea cuando su padre le acaricia sus rulos de esa forma paternal como siempre ha hecho.

—Tengo algo para ti. Cierra los ojos.

Harry de inmediato cierra los ojos.

Cuando Edward está por colocarle el collar, sus músculos se tensan al ver ciertas marcas, chupones en el cuello de su hijo.

—Dime qué es esto.

Harry enseguida comienza a sudar frío.

—¿Mosquitos?

Harry lo intenta.
Fallando totalmente.

—¿Qué te enseñé yo de pequeño? Cuando Edward te trataba mal y tú jamás nos contabas a tu madre ni a mí.

Edward se cruza de brazos.
Harry hace un bonito puchero.

–¿Qué te enseñé? —Insiste.

—A no mentir. Decir la verdad sin importar cuan terrible sea.

Harry se sabe ese discurso de memoria.

—¿Entonces cuándo me ibas a decir que estás saliendo con un alfa?

—No estoy saliendo con nadie.

Harry niega de inmediato.

—Peor entonces, no tienes siquiera algo serio y ese alfa te marca el cuello porque si.

—Papá ya estoy grande, no tengo que dar explicaciones.

—Entonces todo el esfuerzo que hice para criarte fue en vano.

Edward guarda el collar en la cajita.
Harry de verdad no esperaba oír algo así por parte de su padre.

—No tienes que decir eso, no estoy haciendo nada malo. Edward sale con omegas y no veo que haya algún problema con eso.

Su padre se queda en silencio, procesando lo que dice su hijo, con sus brazos cruzados y su ceño fruncido.

—Siempre creí que tú eras diferente a él.
Los alfas en nuestra naturaleza solemos ser protectores, siempre queremos proteger a los omegas, es mi deber cuidar de mi hijo omega pero tú no me dejas hacerlo.

—Claro que te dejo.

—Entonces dime quién es el alfa.
Prometo que no haré nada, ¿es el tal Troy?

Harry se tensa en cuestión de segundos

¿De dónde sacó esa idea su padre?

—De ser él, estaría terriblemente decepcionado, me opondría a la unión, por supuesto.

Debe pensar algo rápido, mierda.

—N-no es...–Piensa algo rápido, lo primero que se le vino en mente. —Louis.

—¿Sales con Louis?—Su padre se ve sorprendido mas no enojado. —Oh...

—¿Qué? —Harry está sumamente nervioso.

—Me ha tomado por sorpresa, pero no me desagrada la idea, es un alfa trabajador que perfectamente puede darte una buena calidad de vida a ti y a tus futuros cachorros.

¡¿Qué?!

¿Su padre se ha vuelto loco?

Aunque no dice nada.