—Lo siento, Jungsuk.

Taehyung es quien habla primero, su padre seguramente iba a decir una babosada ya que su padre sí que era un alfa que no respetaría a su socio con tal de tener a ese omega.

—¿Y tú Taeyang?— Jungsuk se dirige a Taeyang, este simplemente se levanta de la silla para luego acomodarse la corbata, dándole una mirada al omega que está cabizbajo. —No lo mires. No te hará caso.

—Entonces no tenemos nada más de que hablar.— sentencia. —¿Acaso no sabes que los omegas necesitan a un alfa?

—Sí, pero no un viejo ruco como tú.

—Papá…— Jungkook habla bajito, tocándole el brazo de su padre para llamar su atención, calmarlo.

—No pasa nada cielo. Taeyang ya se iba, ¿verdad?

Jungsuk tiene su mandíbula tensa, aprieta sus dientes, siente que en cualquier momento mataría a mordidas a Taeyang. Sacando todo su pellejo.

—Sí. Aunque te veré pronto.

Taeyang se dirige a Jungkook, Taehyung tiene que ponerse entre medio de Jungsuk y su padre antes de que Jeon se le tire encima para atacarlo.

Su padre abandona la oficina no sin antes darle una mirada profunda a Jungkook, haciendo que este tiemble en su lugar.

Taehyung en ese momento solo quiso abrazarlo entre sus cálidos brazos.

—Como disculpas por lo que acaba de hacer mi padre, ¿aceptarían ir hoy a cenar a mi casa con mis hermanos?— Taehyung mira entre Jungsuk y Jungkook.  —Por supuesto que no estará mi padre.

Jungsuk niega de inmediato. Taehyung se siente triste por un momento, mira a Jungkook y este lo único que hace es levantar sus brazos sin saber qué decir.

—Yo no podré. Iré a la empresa de Yoona. Aunque Jungkook si quiere puede ir.

Bueno, después de todo no estaba todo perdido.

—¿De verdad, papi?

Mierda.

Kim.

¿Qué pasa por tu sucia mente?

—Claro cariño, siempre estás con tus amigos de siempre, te hará bien cambiar un poco de ambiente.

—Está bien.— Jungkook le sonríe a su padre y luego mira a Taehyung. —¿Y cuándo nos vamos?

Eso toma por sorpresa a Taehyung, el cual no sabe qué responder, simplemente se ha quedado mirando a Jungkook. Este lo mira sin entender su silencio.

—Pueden irse ahora si quieren. Como la charla con Taeyang se ha cancelado, iré personalmente a hablar con Yoona. — Jungsuk estaba mirando a su hijo, después mira hacia Taehyung. —¿Qué dices? ¿Lo cuidarás?

—Por supuesto.— Taehyung dice sin dudarlo.

—No muy tarde lo llevas a casa. No quiero nada de taxi o uber, necesito que tú lo lleves, eso me dejaría más tranquilo.

—Claro que sí, señor Jeon.

Taehyung vuelve a asentir sin dudarlo ni un segundo.

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El viaje hacia la casa fue divertido, Jungkook colocó la música que le gusta a través de los parlantes del auto de Taehyung.

Este sonreía al verlo feliz, cantando y bailando. Le alegraba que Jungkook ya haya tomado confianza, quiere decir que el omega no lo ve como un atacante.

—Que hermosa.— Jungkook habla con fascinación al ver la casa de los chicos, bajándose del auto cuando Taehyung le abre la puerta del copiloto.

Como todo un alfa caballero.

—¿Verdad que si? Vante la diseñó. Hasta ayudó a los obreros con el trabajo.

Jungkook después de escuchar esa información, estaba más fascinado aún.

—Debió estar motivado. Realmente le quedó preciosa.

Jungkook le agradece con un gesto a Taehyung cuando este lo deja pasar a la casa.

El omega de inmediato se siente seguro, no entiende la razón de que le guste los aromas que siente a su alrededor.

—Sí, él quería una familia…— quizá Taehyung habló de más, por eso se queda en silencio cuando Jungkook lo mira sin entender sus palabras.  —¿Vamos a ver si están por alguna parte de la casa?

—Por supuesto.

Jungkook le sonríe a Taehyung cuando este le pide la mano, el omega se la da mientras sus mejillas se colorean de rosa.

“Nos dejó tocarlo”

El alfa interior de Taehyung le habla.

Él lo intenta ignorar porque está comenzando a sentirse con esos conocidos síntomas para él, pero no quiere espantar al omega, cree que esa noche va a poder controlarse.

Su celo puede esperar.

Se dedican a caminar por toda la casa, al primero que encuentran es a Vante. Haciendo ejercicio en el pequeño gimnasio que tiene cerca de su cuarto.

Jungkook no debería mirar como sus músculos se marcan al estar haciendo flexiones, el alfa está jadeando y gruñendo.

El omega interior de Jungkook se regocija al tener esa escena en frente.

Vante de inmediato levanta la mirada cuando siente ese aroma que ya tuvo el placer de poder oler en otras ocasiones.

Jazmines en plenitud.

—¿Qué quieren?— habla de mala gana. Mirando a ambos mientras toma de su botella con agua.

“Lo mismo que tiene de bonito, lo tiene de tonto”

Su omega interior otra vez se hace notar.

Las manos entrelazadas de ambos no pasan desapercibidas por Vante.

—Ni al caso, vamos Jungkook.— Taehyung lo intenta mover de su lugar para salir de la habitación, pero no puede ya que el cuerpo del omega se queda quieto.

Cuando se vuelve a girar, ve a Vante ahora dejando un beso húmedo en la mejilla sonrojada de Jungkook.

—Perdón. Hola, Jungkook.

¿Y a este qué le pasa ahora?

Se pregunta Taehyung al ver ese beso.

Aunque no esperaba sentir calor en cierta parte de su cuerpo cuando se oye un jadeo por parte del omega.

Oh no puede ser.

Aprieta la mano de Jungkook, este enseguida lo mira sin entender, frunciendo su ceño cuando puede ver a Taehyung rojo, su ceño fruncido y su labio inferior siendo mordido con fuerza.

Vante entiende enseguida lo que sucede.

—Yo creo que será mejor que te sueltes.— Vante miraba la escena preocupado, demasiado cuando su gemelo le comienza a gruñir bajo cuando Vante intenta separarlos. —Jungkook inténtalo.

Jungkook no entiende nada.

Aunque cuando lo intenta, jadea de sorpresa cuando el alfa se aferra más a él.

—Omega.— la voz de Taehyung ahora es firme, dura y sin otro tono que no sea dominante.

—Taehyung, si te queda alguna parte racional, por favor suéltalo.

Todo pasa muy rápido realmente.

Jungkook se queda estático cuando Taehyung lo suelta y corre rápido hacia su habitación.

Encerrándose después de un portazo que se oyó por toda la casa.

—¿Acaso él…?

—Sí.— asiente Vante un poco nervioso. —Yo debería llevarte a tu casa, tu aroma lo va a volver loco.

—Déjame ayudarlo.— Jungkook no sabe de dónde sale eso. Aunque está seguro de lo que está diciendo.

—¿Por qué quieres ayudarlo?— Vante está demasiado sorprendido. Tiene ganas de besarlo cuando ve a Jungkook así tan indefenso, preocupado y dulce.

—Él me parece una persona increíble. Además, nadie debería pasar sus celos estando solo, es lo peor, hablo por experiencia propia.

—¿De verdad? Tienes que estar seguro de lo que vas a hacer.

Vante quiere estar seguro de que Jungkook sea consciente de lo que está pidiendo.

—Claro que sí. Ya he ayudado a otras personas con sus celos.

Jungkook estuvo con otros alfas. No recibió nudos, ninguna penetración, simplemente toques y orales.  Aunque jamás lo hizo con Mingyu.

—¿Seguro?— vuelve a insistir Vante.

—Sí Vante, muy seguro.

—Está bien. Él aún tiene una parte consiente, logró soltarte cuando se lo pedí, así que podemos pedirle que te deje entrar, tampoco creo que se le haga muy difícil. Ven conmigo.

Vante quiere tomarlo de la mano, pero no se siente con la confianza de hacerlo, ahora Jungkook está pensando en ayudar a Taehyung, no en darle la mano.

Ambos caminan hasta llegar a la habitación de Taehyung. Detrás de la puerta podían oír gruñidos, maldiciones y golpes.

—Yo estaré aquí detrás de la puerta por si me necesitas.

Insisten en que Taehyung les abra. Pasan unos largos segundos, hasta que la puerta se abre de golpe, revelando a el alfa solo con su boxer puesto, la ropa en el suelo y un mueble tirado en el suelo con todo desparramado. Respiraba pesado mientras miraba a Jungkook con mirada hambrienta. Sus ojos ya no estaban cafés, ahora eran pura oscuridad.

Vante se arrepiente de no haber llevado a Jungkook a su casa cuando Taehyung jala al omega por su brazo para que entre a la habitación y así encerrarse.

Jungkook queda parado en el medio de la habitación, sintiendo la nariz del alfa recorriendo su cuello, guardándose todo el aroma posible.

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