⌗𝟏𝟑.
꒰ ♡ ꒱
—¡Oh, madre! Jaehyun ya se tiene que ir a casa, ¿Verdad que sí?
Jaehyun dirige su mirada hacia al pelinegro y asiente con nerviosismo, no sabe porque razón pero también se encuentra muy avergonzado de la situación en la que se han metido.
—Eh, sí, disculpen. —Expresó observando la hora en su lujoso reloj, la madre de Doyoung coloca una cara triste al saber que va a marcharse tan rápido. —Tengo un par de cosas urgentes que hacer de inmediato o no terminaré.
—No hay problema, muchacho. —Contestó Dan sonriéndole cálidamente antes de brindarle un abrazo, el pelinegro adolescente abre sus ojos con impresión y controla las pequeñas risitas que quieren salir de sus labios al ver los gestos de Jaehyun.
—Papá, ya déjalo.
El castaño le agradece con la mirada una vez que el señor Kim lo suelta, se acerca por primera vez en la historia tímidamente a Doyoung. No tiene idea de como despedirse de él si sus padres están presentes y atentos a cualquier movimiento suyo.
—Te veo luego, niño. —Le dice revolviendo sus cabellos negros hasta dejarlo totalmente despeinado, se ríe tan bonito que Doyoung siente que quiere oírlo un poco más, sólo un poco. —Por cierto, le diré a mi hermano que tiraste su horrible peluche. Es que no le oculto mentiras, sabes.
El chiquillo de ojos verdes alcanza oír lo último muy apenas, sus padres se encuentran desconcertados al no escuchar nada.
—Adiós, Jaehyun. —Se despide agitando su mano levemente y el castaño repite la acción sonriéndole enormemente, incluso sus propios padres se despiden eufóricamente de él ocasionando que Jaehyun se meta aterrorizado a su automóvil. —Haha el peluche, espera yo no tiré nada...¡Jaehyun!
Cuando intenta gritarle groserías, el automóvil arranca dejándolo con la palabra, ¿De verdad este hombre era el CEO estricto y educado que tenía a tantas personas suspirando por él? Definitivamente debieron equivocarse porque era todo lo contrario.
ꕤ
AL SIGUIENTE DÍA.
—¿A qué hora va a llegar?
Jaehyun se toca el puente de la nariz con frustración, se echa para atrás sus rizos oscuros.
—¿Cuántas veces tengo que repetirte todo? Doyoung llega en una hora, Jeffrey.
—¿Y por qué él está aquí? Es domingo, ¿No debería estar leyendo libros o en sus exposiciones de nerds?—Expresó señalando de mala gana a Jaehyuk quien se encontraba en el sofá tranquilamente viendo un programa de las antigüedades en egipto.
—¿No deberías estar saliendo de la cama con una enorme resaca?—Refuta el joven profesor acomodándose sus gafas de manera correcta, Jeffrey hace un puchero y le susurra: idiota.
—Ya dejé eso, considérame como alguien rehabilitado.
—Qué buen chiste, ha sido tan bueno que olvidé reír.
Jeffrey camina relajadamente hacia su hermano mayor y le arrebata uno de sus libros, Jaehyuk se queja poniéndose de pie para intentar quitárselo.
Jaehyun suspira observando a ambos chicos, se sienta en el otro sofá libre y acomoda su corbata cuando la ve desordenada. El timbre suena dejándolos pálidos a los tres hermanos, todos se quedan quietos sin realizar ningún tipo de movimiento.
—¡Aún no estoy listo! ¡Doie no puede verme así de vagabundo!—Gritó Jeffrey alterado desapareciendo por las escaleras, lo único que se escuchó fue el portazo de su habitación.
En cambio, Jaehyuk toma su libro con calma y vuelve de nuevo a su lugar. Él no tenía porque preocuparse, se veía bien con lo que portaba o al menos eso quería creer.
Además, ¿por qué pensaba en verse bien?
Definitivamente estoy muy raro. —Pensó.
—¿No vas a abrir la puerta?—Le cuestiona el joven de gafas a Jaehyun un poco extrañado de que no se levantara, él contrario se niega con una expresión de burla adueñándose de su rostro.
—¿Crees que soy la sirvienta o qué?
—Pero es el alumno Kim.
—Entonces abre la puerta tú, es tu alumno, ¿No?
Jaehyuk frunce el ceño con enfado por unos instantes pero cuando se da cuenta de que podrá ver al pequeño pelinegro, decide relajarse, acomoda su cabello de la manera típica en la que lo usaba y se subió las gafas un poco. Cuando se dirigió hacia la puerta para abrirla pudo verlo, estaba ahí luciendo tan adorable como siempre.
—Joven Kim, buenos días. ¿Gusta pasar? Sea muy bienvenido. —Le dice mientras muestra una sonrisa cálida, su sonrisa se cambia a una expresión de confusión cuando puede observar a otro chico acompañarlo.
—Profesor Jaehyuk, buenos días. Yo... lamento no haberle avisado, pero él insistió mucho y no iba a dejarme venir sin traerlo.
Jaehyuk niega levemente ocultando su incomodidad, él no tenía porque recibir explicaciones. Los deja pasar a ambos adolescentes y después cierra la puerta una vez que entran.
—Jaehyun, ya llegó el joven Kim y su acompañante.
—Ah, que bien. —Respondió revisando su celular como si fuera lo más importante del mundo, después de unos segundos apaga su celular y dirige su mirada hacia las nuevas visitas. —¿Acompañante?
—Lo siento, señor Jaehyun. Pero tenía que traerlo o entonces no me dejarían venir a su casa. —Se disculpa con los mofletes tiernamente sonrojados, se siente apenado y aún más cuando el chico que lo acompaña mira a los hermanos extrañado.
—¡Hey, Doie! Pero que bonito bomboncito eres, ¿Puedo darte un pequeño besito de saludo?
Doyoung se sonroja nuevamente al ver bajar a Jeffrey por las escaleras, tiene el cabello muy reluciente y peinado, ni hablar de su ropa haciendo contraste con su lindo cuerpo.
Eso no es muy rockstar de tu parte, Doyoung.
—¿Por qué le hablas de esa forma?—Habla por primera vez el acompañante de Doyoung desde el fondo, el pelinegro que está a su lado le advierte con la mirada que no se atreva.
El cenizo baja completamente las escaleras observando de la cabeza a los pies a aquél chico castaño.
—¿Y este quién es?
—Este a quien ven tus ojos tiene su nombre, me llamo Kun y vengo con Doyoung. —Le responde de la misma forma grosera ganándose una mala mirada por parte del trillizo menor, Jaehyuk se acomodas las gafas un poco tenso. Sabe como es de irritante su hermano así que no duda en que cualquier momento se enojaría.
—Compórtate, Kun. —Lo regaña Doyoung brindándole un golpe al hombro, el castaño se queja mirándole con un ligero enfado.
—No me interesa tu nombre, ¿Qué eres del bomboncito? ¿Si sabes que soy su futuro esposo? Será el dueño de mis quincenas.
Jaehyun gruñe con molestia callando a su hermano menor, se levanta del sofá con seriedad y se dirige a pasos cortos hacia a ambos adolescentes.
—El chico vino a estudiar, ¿De acuerdo? Te sugiero que si vas a comportarte como una distracción entonces vuelvas a tu casa, me desagradan las personas que distraen a otros. —Expresó empujando su lengua dentro de su mejilla con ímpetu, Jaehyuk esta vez no quiere reírse por el gesto, al contrario el también chasquea su lengua no muy contento con la situación.
Ese chico está de grosero con su hermano menor.
Kun se ríe en su cara asintiendo una única vez antes de dirigirse al sofá para sentarse sin permiso alguno, Jeffrey se sienta a un lado de él empujándolo con su cuerpo un poco hasta dejarlo en la esquina del sofá. Doyoung se sienta a un lado del cenizo quien suspira exageradamente al verlo, dios no, que no haga eso ahora.
—¿No necesitas mucho espacio, verdad? Es que yo voy aquí y el bomboncito a un lado de mí, así es el protocolo.
—De hecho no, Doyoung va a sentarse acá para que comience con las clases. —Se apresura a contradecir Jaehyuk mirándolo a los ojos, Jaehyun niega con la cabeza extendiendo su mano para el chiquillo de ojos verdes.
—Uh, está bien. —Asiente Doyoung a punto de darle la mano, pero Jeffrey está en contra así que de un manotazo quita la mano del mayor.
—Olvidan que yo soy el tutor, hermanitos.
Jaehyuk y Jaehyun le dedican una mirada enojo al más joven de los trillizos por presumirles de manera descarada, después ambos se miran con malicia compartiendo la misma cruel idea.
—Entonces como eres el tutor de historia para que Doyoung apruebe, ¿Qué tal si empiezas con la clase ahora y nos explicas acerca de la cultura maya esta vez?
Jeffrey sólo puede pensar en dos cosas mientras siente las miradas de todos en él.
Malditos sean sus dos hermanos y maldito Kun cara de popó.
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