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— Siento informarte que el alumno Kim no necesita tutor, Jeffrey. —Jaehyuk se apresuró a responder, la directora seguía observando embobada a su hermano menor.

— Oh, ¿de verdad? El cuatro en su exámen no dice lo mismo, hermanito. —Le respondió paseando la hoja del exámen por el rostro del avergonzado Doyoung.

— ¡Dame eso ahora mismo!

El pelinegro le quitó la hoja con rapidez mientras sentía el calor aumentando en sus mejillas sonrojadas, de inmediato la guardó en su mochila ante la burlona sonrisa de su nuevo tutor.

— Joven Jeffrey, tengo que retirarme para resolver algunos asuntos en la junta ejecutiva de padres. —Informó la directora del plantel llamando su atención, el cenizo de inmediato se puso de pie tomándose el atrevimiento de dejarle un suave beso en la mejilla como despedida. — Los alumnos son afortunados de aprender algo de sus conocimientos, le confío el grupo a usted y a Jaehyuk.

Jeffrey sonrió de manera victoriosa dedicándole una mirada de reojo a su asombrado hermano, se había salido con la suya con facilidad.

— No se preocupe, directora Mindy. No podré hacer un gran trabajo como usted pero daré mi esfuerzo.

— Oh, joven Jeffrey, es realmente adorable y dulce. —Murmuró Mindy avergonzada por las palabras del nuevo y encantador tutor, le brindó un corto beso de vuelta en la mejilla antes de retirarse. — Buena suerte.

Jeffrey esbozó una amplia sonrisa antes de acercarse al alumno, la mirada atenta de Jaehyuk estaba sobre él.

—¿Y bien? ¿Comenzamos contigo, Kim Doyoung?

— Yo estoy en medio de unos apuntes, ¿Sabes? —Se apresuró a poner excusas el adolescente con nerviosismo tomando la libreta de apuntes de Mark, el pálido le dejó tomarla ayudándole en la mentira como buen amigo. — ¿Ves? Aún no termino, ¿por qué no ayudas a otro?

— Esos no son tus apuntes, ni siquiera escribiste algo. —Habló Donghyuck desde su butaca sin que nadie se lo pidiera, Mark le dedicó otra mirada de enfado.

— Bueno, pero es la clase del maestro Jaehyuk y aún no termina su hora de clase.

— Eso es cierto, estamos en clase de historia y aún falta tiempo para que termine, Jeffrey. —Le dijo su hermano con fastidio, Doyoung suspiró y le agradeció con una pequeña sonrisa en sus labios. — Un tutor es después de clases.

Jaehyuk abrió sus ojos con temor cuando se dió cuenta de lo que dijo, la sonrisa maliciosa de su hermano Jeffrey no se hizo esperar. Realmente lo había metido a la boca del lobo, era un total tonto.

— ¡Gracias por informarme, hermanito! Kim Doyoung, te veo después de clases para ayudarte. —Expresó con entusiasmo levantándose de la butaca en la que estaba sentado, le dedicó una mirada al grupo antes de salir. —Sigan estudiando bien mocosos, no quiero ser el tutor de ustedes, me fastidiarían.

Donghyuck frunció el ceño cuando el cenizo se retiró del aula y de inmediato el salón se echo a reír.

— Guarden silencio, no le veo el chiste. —Regañó Jaehyuk malhumorado para posteriormente sentarse en su silla de vuelta al escritorio. — Quiero tres cuartillas ahora sobre la prehistoria.

Todos se quejaron en contra del profesor y Doyoung sólo pudo llevarse sus manitas a la cara maldiciendo por su mala suerte.

Al finalizar las clases, Doyoung intentó escabullirse del enfadoso de Jeffrey pero era inútil porque su nuevo "tutor" estaba justo al frente viéndolo con una sonrisa victoriosa, ¿Por qué tenía tanta mala suerte? ¿Acaso en su otra vida hizo algo malo para merecer esto?

— ¿Así que te escapas de mí, Kim Doyoung?—La coqueta voz del joven cenizo inundó sus oídos, Doyoung bufó con un puchero entre los labios. — Olvidé decirte que soy bueno atrapando a mis presas, en especial a conejitos tan lindos como tú.

— Yah, por favor, sólo vas a ayudarme en historia y ya. —Le advirtió acomodándose la mochila en el hombro, Jeffrey palideció cuando escuchó sus palabras. Era cierto, tenía que enseñarle historia y él muy apenas se sabía los números romanos. — ¿En dónde queda tu casa?

— Oh, sí, sube al automóvil. Las hermosuras van primero. —El joven tutor le abrió la puerta de su preciado Lamborghini y Doyoung frunció el ceño antes de entrar por la puerta del copiloto. — Entraría yo porque también soy hermoso, pero si hay alguien más hermoso que yo entonces afirmo que eres tú.

El pelinegro lo ignoró posando su mirada en la ventana, no pudo evitar sacarle el dedo de en medio a Donghyuck cuando lo vio caminar a la parada del bus.

Maldito Donghyuck castroso.

Jeffrey soltó una gran carcajada cuando notó el gesto, emprendió marcha al automóvil dispuesto a no perder más tiempo. Todo minuto con ese bonito niño era valioso, en especial si quería conquistarlo y hacerlo novio del grandioso Jung Jeffrey.

— ¿De qué te ríes?—Le cuestionó Doyoung malhumorado, sus ojitos miraban con fastidio a su tutor.

— Hey, primeramente deberías respetarme porque soy mayor que tú y porque soy tu tutor.

El adolescente le ignoró olímpicamente de nuevo y sacó su móvil dispuesto a no hacerle caso en todo el camino pero sus planes se fueron a la borda, Jeffrey no era especialmente un tipo callado.

— Tienes que decirme hyung.

— No.

— Dime hyung o le digo a la directora que no pones atención a mis tutorías. —Expresó Jeffrey serenamente manteniendo su fija mirada en la avenida.

— ¡Decirte hyung no es una tutoría, tonto!

— Lo es para mí, dilo ahora.

— No. —Volvió a repetir el pelinegro negándose rotundamente decirle así al fastidio de su tutor.

— Bien, sacaré mi móvil y le diré que no estás interesado en pasar la materia.

El tutor de cabello cenizo sacó su móvil fingiendo que llamaba a la directora Mindy, Doyoung arrugó su naricita probablemente más enfadado que nunca.

— ¡Está bien! ¡Está bien, hyungie!

— Cosita adorable. —Murmuró Jeffrey deteniéndose un momento por el cambio del semáforo a rojo, se dedicó a mirarlo con una sonrisa burlona al ver su carita molesta. — Ahora dime futuro esposo.

Y Jeffrey mentiría si dijera que el manotazo que Doyoung le dio después de decir eso no le dolió.

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