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Después de lo sucedido con sus dos hermanos, Jaehyuk muy apenas y cruzaba palabra alguna con sus hermanos. Sólo cuando coincidían en algo, reuniones familiares o por mensajes de texto. El que menos se molestaba en hablar era Jaehyun, a él parecía importarle un rábano la vida de los demás a excepción de la suya. Por otra parte, Jeffrey había comenzando a mandarle uno que otro mensaje en donde le pedía el número de su estudiante. Por supuesto que el profesor se negó rotundamente a su petición, no dejaría que su tonto hermano seductor jugara con su inocente alumno.

— ¡Buenos días, profesor Jaehyuk! —Saludó entusiasmado Lee por otro día de clases, no esperó mucho y se sentó en su butaca.

El joven profesor se acomodó sus gafas mirándolo con extrañeza, Lee era el único joven que amaba asistir a la preparatoria.

— Buenos días, Lee. —Correspondió el saludo antes de girarse y comenzar a anotar en la gran pizarra.

El resto de los alumnos llegaban tarde como normalmente hacían los demás, Jaehyuk seguía sin lograr comprender como es que los jóvenes que vivían en el sector llegaban tarde, era irónico.

— ¡Doyoung-ah! ¡Siéntate aquí! —La voz entusiasmada del castaño hizo que Doyoung se animara a ir al lugar donde su compañero le señalaba.

— Buenos días, Mark. —Saludó amablemente el adolescente de ojos verdes, dejó sus cosas acomodándose en la butaca.

— Hoy luces muy bonito y adorable, ese gorrito rosa te hace lucir como un bebé. —Señaló con una pequeña sonrisa entre sus labios, Jaehyuk seguía anotando cosas en la pizarra tratando de concentrarse en lo suyo.

Doyoung soltó una risa ante el comentario de su compañero, Mark Lee era muy amable y risueño. Sin duda ambos podían llevarse de maravilla aunque otros dos pensaran lo contrario.

— Tú también luces muy bonito, Markie. Tus mejillitas son como masita que dan ganas de comerlas.

Donghyuck frunció el ceño cuando notó a Doyoung tocar los cachetitos de Mark así que con toda la intención de parar la romántica escena según él, levantó la mano llamando instantáneamente la atención del profesor.

— ¿Qué sucede, Lee? —Le cuestionó Jaehyuk prestándole atención con el marcador en las manos aún.

— Doyoung y Mark no dejan que pueda concentrarme, sus risas se oyen hasta México.

Los chicos mencionados se giraron a verlo con enojo, Jaehyuk los observó por un segundo.

— Kim, tolero su impuntualidad, pero no toleraré su indiferencia a mi clase. —Le dijo el castaño claro acomodándose las gafas por segunda vez, las risas de los alumnos se escucharon y Jaehyuk los miró con seriedad ordenando que guardaran silencio. — También usted, Lee. Por favor, pongan atención.

Donghyuck se sintió mal cuando Mark le dedicó una mala mirada, se supone que en sus planes de boda sus lindos ojitos no deberían mirarle con enojo.

Doyoung bufó restándole importancia al regaño del profesor y se dedicó a anotar cada palabra de la pizarra, cuando Jaehyuk terminó se dispuso a regresar al escritorio supervisando con la mirada que todos trabajaran. Claro que su mirada se desviaba bastantes veces en Doyoung, su estudiante.

— ¡Yah, qué aburrido! ¿Por qué apenas van diez minutos de la clase y ya estás torturando a tus alumnos con trabajo? —Jaehyuk abrió sus ojos con horror cuando notó la presencia del tonto de su hermano menor ahí y aún más cuando lo vio sentarse en una de las butacas cerca de Doyoung y Lee.

Tener a Jeffrey sólo significaba una cosa: un total desastre.

El joven profesor se levantó de su escritorio caminando con rapidez hacia a su hermano, la clase veía con impresión a los dos hermanos, Doyoung se reía de lo sorprendido que se encontraba Jungwoo a unas butacas más. ¿Así de tonto se había visto él?

— ¿Qué haces en mi clase, Jeffrey? Sal de aquí ahora mismo. —Le ordenó seriamente, a pesar de lo tenue y relajada que se escuchaba la voz del castaño, Jeffrey podía notar que su hermano estaba hecho una furia. No le agradaban las visitas al trabajo al parecer.

— Vamos, hermanito. He pedido permiso en dirección, me excusé con unas tonterías. —El cenizo le sonrió de manera coqueta a Doyoung cuando notó su mirada en él, el adolescente pelinegro le ignoró olímpicamente. — Yah, ¿acaso no puedo pasar tiempo de calidad con mi hermano favorito?

— Jeffrey, más vale que...

— ¡Profesor Jaehyuk! No me había dicho que tenía un hermano, es increíble. —El joven profesor quería estrellar su cabeza contra el escritorio en cuanto notó la presencia de la directora. — El joven Jeffrey me ha dicho que viene a realizar unas prácticas para su trabajo y le he dado permiso.

Jaehyuk soltó una carcajada observando a Jeffrey. ¿Trabajo? Su hermano era un vago, él no tenía un trabajo.

— ¿Permiso? ¿Qué se supone que va a hacer en mi aula, directora Mindy? —Cuestionó tocándose el puente de la nariz con frustración, respiró intentando calmarse. Doyoung le miró con extrañeza por su presencia así que le sonrió de manera divertida refiriéndose a la situación y fue correspondido de vuelta por el pelinegro.

— Será tutor de los alumnos que no vayan bien en su materia, profesor. O también para prepararlos en su próximo examen.

Jeffrey miró disimuladamente a Doyoung quien parecía estar nervioso, bingo, sabía que nadie pasaría así de fácil la materia de historia puesto que nadie quería leerse el libro.

— Será un honor brindarles conocimientos, creo que empezaré por el chico pelinegro que por su expresión parece estar angustiado por el examen. —Habló Jeffrey formalmente ganándose el corazón de la directora y de algunas alumnas, Jaehyuk frunció el ceño a no poder más y Doyoung escondió su rostro en la libreta.

Estaba perdido aguantando a los dos hermanos.

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