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—Entonces, ¿Qué me cuentas? ¿No se supone que hoy debes impartir clase como tutor?

Jeffrey dejó su teléfono en la mesa de la sala y miró a su hermano mayor.

—Hoy toca clase pero Doie no vendrá porque estará ocupado en algo, probablemente venga el fin de semana para tomar sus clases. —Respondió jugando con la pajilla de su limonada, Taeyong se rascó el cuello nervioso por el plan que tenían, estaba seguro de que terminaría por arruinar todo.

—Oh, ¿de verdad? Que interesante.

—¡Muy interesante!—Repitió Taeyong en voz alta, Jaehyun le dio un golpe disimulado en la pierna porque ahora estaba actuando demasiado obvio. Aunque le agradece a los cielos que Jeffrey no sea tan listo como para notar algo.

—¿Y qué cuentan ustedes?—Les cuestionó el cenizo observándolos con detenimiento, especialmente a Taeyong que no dejaba de reírse de cada cosa que decía. —Oye, amigo. ¿Qué cosa es tan graciosa? No es muy lindo reírse de las personas, ¿sabes?

Jaehyun maldice en voz baja pero en ningún momento deja su estado de tranquilidad, sólo espera que Taeyong no abra su bocota o entonces no tendrán ninguna pista sobre la cita.

—¡N-No! Yo...no me reía de ti. —Se excusó Taeyong más nervioso que nunca, miró unos cuantos segundos a su jefe gruñón el cual le susurraba algo como: Piensa en algo para distraerlo, es un tonto pero no tanto. O al menos eso fue lo que entendió. —Lo que sucede es que yo...me encuentro nervioso porque es la primera vez que veo a alguien como tú, ¡c-como usted!

Jeffrey alzó una de sus cejas de manera interrogativa y Taeyong sintió que el alma se le saldría del cuerpo por esos ojos que le observaban, ¿por qué había sugerido sabotear las citas? Era un pésimo plan, uno muy malo.

—¿De qué hablas? Todos los días le observas la cara al tonto de mi hermanito Jaehyun, ¿cómo qué es la primera vez que ves a alguien como yo?—Se rió con ganas el trillizo menor, demasiado divertido con las ocurrencias del empleado de su hermano, Jaehyun suspiró aliviado.

Su hermano aún no sospechaba nada.

—Oh, sí, yo...me refería a su personalidad extravagante. —Se excusó jugando con sus manos muy nervioso, el trillizo menor dejó la pajilla de su limonada y se relamió los labios confundido.

—¿Me dices extravagante por el cabello cenizo? ¿Eso qué tiene de extravagante?

—Joder, Jeffrey. —Gruñó Jaehyun con fastidio y le lanzó uno de los cojines del sofá, Taeyong tomó de su bebida para evitar soltar otra palabra que lo pusiera en evidencia. —Cierra tu bocota y deja a Taeyong en paz, de cierta forma entiendo que él este así. Tú sacas de quicio a todos.

—En especial a ti, querido hermanito.

—¿Ya lo sabes, no?—Cuestionó el castaño irritado, bebió un gran trago del whisky que estaba en el vaso de cristal y suspiró con frustración. —Creo que te subestime un poco.

—Puedo ser muy idiota a veces. —Expresó el cenizo con diversión en su voz, se levantó del sofá para sentarse en medio de los chicos y rodeó el cuello de ambos amistosamente con sus manos. —Sin embargo, no lo soy tanto como para no darme cuenta de lo obvio.

—¿Taeyong exageró demasiado?

—¡Fue realmente obvio!—Exclamó Jeffrey eufórico, pequeñas risitas salieron de sus labios y Jaehyun se contagió uniéndose con él. —¡Era como si tuviera un papel pegado en la frente!

—Lo siento, jefecito. —Se disculpó el chico encogiéndose de hombros, Jaehyun le miró y negó indicando que no sucedía nada, no era para tanto.

—¿Y? ¿Vas a soltarlo ya o no?

El trillizo menor sonrió en grande y asintió varias veces con emoción, sus labios se estamparon en la mejilla de Jaehyun y en la de Taeyong.

—¡Claro que quiero que me ayuden a sabotear la cita de Jaehyuk!

—¿Qué?—Preguntó Jaehyun confundido mientras se limpiaba la mejilla de aquel feo beso de su hermano, esbozó una mueca de asco y quitó su rostro por si acaso. —¿De qué carajos hablas?

—Que sí quiero que me ayuden a sabotear la cita del vejestorio, duh. —Les dijo Jeffrey con obviedad, frunció su ceño cuando notó los rostros confundidos de ambos chicos. —¿Por qué a eso vinieron, no?

—En realidad nosotros...—Intentó hablar Taeyong pero fue callado rápidamente por Jaehyun.

—Por supuesto, Jeffrey. —Asintió el castaño con una sonrisa de alivio al darse cuenta de que el cenizo aún no descubría que en realidad quería sabotearlos a ambos, Jeffrey los miró confundido pero sólo se limitó a asentir una vez y sonreír victorioso. —Nosotros venimos para ayudarte a sabotear a Jaehyuk.

ꕤ

—¿Por qué no vino el profesor Jaehyuk hoy?

Mark alzó su mirada y dejó de colorear el margen para prestarle atención a su compañero.

—La directora Nancy dijo que el profesor pidió cambiar su día de descanso para hoy, por eso tiene que suplirlo el Prefecto Kim Mingyu. —Le susurró muy bajito mientras revisaba a cada instante no ser atrapado por el nuevo profesor que revisaba la lista de alumnos. —Y por lo que escuché, dicen que es un maldito y te regaña hasta por respirar.

—¿Crees que tenga que ver con el cansancio que últimamente tenía el profesor Jaehyuk?—Cuestionó un poco preocupado, ambos dos sumidos en la charla que no notaron que el maestro se acercaba hasta sus butacas.

—¿Tienen una charla interesante?

Doyoung se giró para observar a la autoridad, al verdugo, a la segunda ley en la escuela.

—Yo...yo lo siento, su majestad. —Balbuceó rápidamente siendo víctima de los terribles nervios, quiso golpearse mentalmente cuando notó su error y casi lloriqueo ahí mismo porque las risas de sus chimpancés compañeros no ayudaban. —Perdone, señor Mingyu. Estoy...muy nervioso.

—Evite hablar de nuevo, necesito silencio en toda el aula. —Respondió tajante antes de dedicarle una última mirada de advertencia a todos los alumnos y regresar a su escritorio.

El pelinegro suspiró aliviado y quiso pegarle a Chittaphon por reírse de él, Doyoung podría jurar que ese chico estaba aguantando como todo un gladiador el no reírse como loco en frente del Prefecto Mingyu.

—Disculpe, ¿podría permitirme un momento a Kim Doyoung?—Preguntó una señorita que nunca había visto en la escuela, el pelinegro se levantó en cuanto le dieron permiso y siguió a la chica muy confundido.

—¿Quería hablar conmigo?

—Tengo un mensaje para ti.

—¿Para mí? ¿Qué mensaje?—Le dijo más confundido que nunca, la señorita pelirroja rió y le entregó una pequeña caja de chocolates. —¿Por qué a mí? Creo que se equivoca.

—Jaehyuk me ha pedido que te diga que él te esperará a unas cuadras de la universidad para no causarte problemas.

—Estaré ahí sin falta, muchas gracias. — Doyoung le regaló una pequeña sonrisa de emoción antes de asentir al mensaje que le decía la pelirroja. —Oye, ¿él se encuentra bien?

—Más que bien considerando que tendrá una cita contigo. —Respondió revolviendo el cabello pelinegro del universitario, Doyoung se aclaró la voz muy sonrojado por la charla. —Cuida a Jaehyuk, es un tipo algo anticuado pero vale la pena un montón, creéme.

—Doyoung, el Prefecto quiere que vuelvas al salón ahora. —Avisó Donghyuck observándolos a ambos, después de unos segundos regresó al salón.

—Tengo que irme, fue un gusto conocerte.

—Hwasa.

—¿Qué?

—Mi nombre es Hwasa, en realidad soy la ex-novia de Jaehyuk. —Confesó sentándose en una de las bancas, Doyoung abrió su boca con sorpresa y frunció el ceño con enfado. —Y también de Jeffrey.

—Oh.

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