Volver a los dormitorios fue una tarea incómoda, luego de pasar por el baño de la academia y que ambos estuvieran presentables, el pecoso uso su singularidad para dar un gran salto hasta la azotea del edificio donde llegaría a estudiar. Por su parte, Katsuki entró por la puerta principal prestando atención a cualquier persona que tuviera la mas mínima intención de acercarse. Sin que ningún contratiempo ocurriera, fue a su habitación para sumergirse en sus apuntes.

Ya por la mañana, la gran mayoría de los muchachos estaban sirviéndose su desayuno acompañados de sus notas, algunos con cara de pánico al tener el ultimo examen en unas horas y otros rendidos a su inminente reprobación. El rubio cenizo ingirió una cucharada de cereales mientras que su amigo Kirishima le preguntaba y le pedía ayuda de ultimo momento, sin embargo el oji-rubí respondía con monosílabos y una mala cara, no se debía al examen sino al que se llevaría a cabo en la tarde. El examen práctico.

No seria nada enfrentarse a los robots, usar su habilidad de forma eficiente y mostrar cuan impresionante era, el problema radicaba en que se efectuaría en parejas y su compañero no era nada menos que su novio. Emitió un gruñido casi indetectable, si con suerte pudo mantener un gramo de su cordura el día anterior, nada le aseguraba que tuviera la manos quietas por mucho mas tiempo. 

Con un vistazo rápido noto la cara malhumorada de Katsuki, por su mente paso la idea de que estuviera impaciente por el examen, pero esfumó ese pensamiento en un segundo. Sabía el rendimiento de su rubio cenizo y de sus buenas calificaciones, algo tan pequeño como una hoja de papel no le causaría un mal sentimiento, por lo que reflexiono unos momentos y lo único que podría molestarle era la evaluación que se haría en la tarde. Él ya manejaba gran parte de su singularidad, podría contra cualquier obstáculo que se presentará, seria un gran compañero de pelea y lo demostraría. Con pensamientos positivos bebió su jugo de naranja para levantar su plato al terminar, camino hacia la cocina donde lo lavó y guardo en su respectiva alacena.

Ya en el salón y frente al profesor Aizawa quien repartía los exámenes, divisó las caras de pánico y escucho uno que otro reso, con aquella extraña pero cómica imagen se dio inicio al examen final. 

El sonido del reloj se volvía cada vez mas marcado, cada pregunta era mas difícil que la anterior y la vigilancia del pelinegro solo provocaba un aumento de nerviosismo, además de la presión de aprobar, ya que si la calificación era insuficiente, el o la alumna tendría que entrar a clases suplementarias que estaban programadas para las cortas vacaciones que iniciaban en unos días.

- Entreguen los exámenes -ordenó el profesor cuando miro la hora para luego pasar a las pálidas caras de los menores. 

Al abandonar el salón, el bullicio de todos los alumnos saliendo del examen y comparando respuestas fue el tópico durante la siguiente hora.

Después del almuerzo y de un breve descanso, cada pareja que había sido asignada por Toshinori tomaría su respectivo turno para ser evaluados. Las pruebas eran un secreto para cada dúo, podía ser enfrentarse a un supuesto villano en un lugar urbano, algún desastre como terremoto, incendio o fuga de gas; todo iba a depender de que querian evaluar los profesores.

Izuku algo nervioso se vestía con su traje, el vestidor estaba ya vacío porque eran los ultimo en recibir la evaluación. Cerró su casillero intentando enfocar su mente en lo que ocurriría en unos pocos minutos, sintió la presencia de Katsuki cerca de el y se volteo, ahí recargado contra la pared le indico que ya era momento de ire.

Les fue asignado el complejo urbanizado, altos edificios se alzaban a su alrededor y cuando se dio por iniciado el exámen, varias explosiones comenzaron a sonar y los gritos de personas no se hicieron esperar.

Pasaron los minutos, luego una hora y para cuando se había puesto el sol pudieron abandonar el centro de simulación de desastre y accidentes con un buen sabor de boca, completaron todas las pruebas que los profesores habían hecho para ellos, aunque la parte más complicada fue el rescate de civiles, donde el pecoso detuvo parte de un edificio para que Katsuki pudiera sacar a la docena de personas que se encontraban en su interior.

Con su cuerpo sudoroso, adolorido y cansado, llego hasta la puerta de su casillero en la busqueda de su toalla con la intención de tomar una relajante ducha antes de volver a los dormitorios, sin embargo ese plan fue tirado a la basura cuando el rubio cenizo lo acorraló contra el frió metal. Sus ojos rubí reflejaban cansancio pero a la vez un deseo que por fin podía liberar.

No preguntó absolutamente nada, sintió como cada musculo de su cuerpo perdía contra aquella mirada, sus manos que aun sujetaban la toalla bajaron con lentitud hasta aferrarse a sus muslos en donde el pedazo de tela cayó al suelo y en ese preciso momento una ola de pasión lo derrumbo cuando sus labios se tocaron.

Lo tenía a su merced, ya podía pasar sus manos por el contorno de su cuerpo, saborearlo e incitarlo a que se sumergieran en el torrente de sensaciones que ambos deseaban saciar. Sin dejar pasar un segundo, agarró el traje verde y lo abrió por la espalda, escuchando contra su boca una leve protesta para luego pasar a unos leves gemidos cuando sus manos deslizaron las mangas fuera del contacto de la pálida piel.

Desnudo del torso hacia arriba, su cuerpo acalorado por el examen y por la excitación, contrastaba con el frío metal que poco a poco se iba temperando con su propio calor. Percibió el abandono de su boca abriendo los ojos para toparse con la sonrisa de satisfacción de Katsuki, quien tentaba con sutileza sus pezones dejándolos erguidos y esperando por más.

Ante aquella imagen tentadora de su Deku, sus mejillas sonrojadas, sus ojos brillosos y su boca ligeramente abierta, agarró su cintura con fuerza para llevarlo hasta el banco de madera que se ubicaba en medio de los vestidores. Ahí tumbó al contrarió dejándolo indefenso debajo de él, era suyo y solamente suyo.

Retiró parte de los accesorios de su traje sin delicadeza que se interponían entre él y la sedosa piel que tanto quería morder, al estar liberado observo por unos segundo a aquella persona que hacia despertar su instinto primitivo y salvaje. Pasó su lengua por los labios para luego trazar los músculos del abdomen ajeno con lentitud.

Los cálidos dedos se movían con maestría contra su piel, cada lugar que tocaba ardía y temblaba, experimentando deliciosos estremecimientos que viajaban por su anatomía concentrándose en el bulto de su entrepierna, el cual rozaba de manera indecente el del rubio cenizo, quien al percibir su erección presionó aun mas su cuerpo contra el suyo.

Sus gemidos comenzaban a salir sin control, quiso suprimirlo con su mano pero esta fue apartada por su novio, el cual junto sus labios recorriendo con su lengua el interior de su boca. Se aferró al traje negro y naranjo, atrayendo al más alto hacia el pero en un abrir y cerrar de ojos, este volteo su cuerpo dejándolo boca abajo contra la madera.

- Es hora de recuperar el tiempo perdido -comentó el oji-rubí contra su mejilla bajando la ultima parte de su traje, quedando completamente desnudo- ¿Extrañabas que te tocara? -preguntó de manera seductora poniendo más peso contra el pecoso cuerpo- ¿Aquí? -su mano apretó una nalga soltando un leve gruñido.

- Quiero...que...me toques -pronunció el peliverde mientras retenía sus gemidos.

- Nerd indecente -con esas palabras se dio por finalizada la pequeña charla.

Ambas manos palparon el trasero que se elevaba ante sus ojos, sabía que tenía que tomárselo con calma pero la imagen era más tentadora de lo que había pensado, quería hundirse en lo más profundo de aquel cuerpo, sentirlo contra el suyo y no esperaría un segundo más. Con los dientes apretado abandonó unos segundos a Izuku con la intención ir a su casillero y buscar algún lubricante, ya en su mano se posicionó en su lugar para verter del recipiente una módica cantidad entre las nalgas ajenas.

Los gemidos comenzaron a subir de tono cuando los dedos de su novio de hundían poco a poco en su interior, se estremecía y se aferraba a los borde del banco en un intento por controlar su propia lujuria, pero eso se hizo imposible cuando la imponente erección ajena jugueteo con su orificio. Cuando iba a reclamarle, las palabras quedaron atoradas en su garganta al sentir la profunda penetración. 

Eran embestidas rítmicas e intensas, sus cuerpos vibraban y sudaban ante la subida de temperatura en el lugar. La pecosa espalda fue atacada con mordidas mientras que los dedos ajenos se deslizaban a su entrepierna y a su boca, introduciendo un par de dedos para suprimir en algo los sonoros gemidos que salían sin moderación. 

No durarían mucho, se habían entregado a su pasión, deseo y satisfacción. Con su cara contra la madera pudo percibir el leve olor a quemado y al notar la mano ajena contra la madera, de las cuales salían unas pequeñas hileras de humo, sabía que el climax estaba cerca. 

Se aferró a la cadera de Deku con su mano izquierda profundizando sus envestidas, palpando la humedad y el calor que lo envolvía. Tocando el punto dulce del oji-esmeralda fue suficiente para que este alcanzara su climax con un sonoro gemido y a los pocos segundos después, Katsuki lo siguió llegando a su propia satisfacción mientras presionaba sus dientes contra el hombro ajeno.

Había tomado su cuerpo de forma salvaje, casi animal, eso se podía ver reflejado en las marcas que estaban esparcidas por toda la espalda del peliverde y en el quemado banco que aun desprendía olor. 

Pensó que no volvería a caer en aquel instinto, pero se daría cuenta que estaba malditamente equivocado cuando viera a su pecoso con el disfraz de halloween. 

Esa fue la gota que rebalsó el vaso.

Continuará...

Hello there!!!! ♥️♥️ Aquí su autora trayendoles un nuevo y delicioso cap de este fic 🤭😏🔥🔥🔥 jujuju nunca antes había pensado en una escena asi jajaka hay una primera vez para todo 🤷🏻‍♀️🤷🏻‍♀️ ahora si que no se como me superaré en el siguiente cap 😱😱

Espero que les haya gustado ♥️😏 y si fue asi, denle a la estrellita ⭐🌟

Que tengan un lindo día, tarde o noche ♥️