LOS JÓVENES DE LA TRIBU DEL AGUA
El mayor de los jóvenes se acerca con el señor Oso pidiéndoles a los demás que guardaran distancia, con cautela va paso a paso a él ya que aun no sabía las intensiones hacia ellos aquel enorme hombre que dio muerte a todos sus perseguidores. El señor Oso se percata que se le aproxima uno de esos niños y se guarda sus dagas en las fundas después de limpiar la sangre del último que mató. Al ver el temor en sus ojos el señor hace un ademán con los dedos de su mano izquierda y tao cual lo hizo para encender la fogata en la noche, le mostró su poder de guardián de los elementos. El joven al ver que era un guardián, aliviado se derrumba en la grama y suelta en llanto, agradecido por salvarles de una muerte inminente le responde el saludo con el mismo ademán pero éste toma sus lágrimas y las hace flotar sobre sus dedos.
Un guardián del agua, el señor Oso sonríe derramando lágrimas de la sorpresa de saber que otros guardianes hicieron lo mismo al salvar a los niños para que siguiera viva su cultura. Llamó al resto de los chicos y les pidió que le ayudaran a quitarles las ropas a los muertos para quemarlas y llevarlas a ocultar al bosque. Tomó sus flechas y los trajo a la cueva donde estábamos nosotros esperando encontrarlo. Para no dejar rastro directo a nuestra aldea él les pide que caminen dando un rodeo por las montañas así tendrían tiempo para llegar a la aldea y sacarnos a todos de nuestra aldea a un escondite lejos de los hombres que ya que se dieran cuenta de la muerte de los suyos y venga a nuestro encuentro. Durante el trayecto hacia aquí el joven que se le acercó le fue contando lo que sucedió en su ya destruida aldea.
El señor Oso les preguntó si ya dominaban al menos en un veinte por ciento su elemento, si era así podían crear un poco de lluvia para borrar las huellas de al menos del comienzo del camino hacia nuestras tierras. Tulipán le responde que llevaban un cincuenta por ciento del dominio total del agua, lo único malo es que no tenían el control de sus emociones y eso hacía inestable el elemento. Al parecer ellos llevaron el entrenamiento al contrario del que el sabio guardián nos ha impuesto con gran paciencia. En la historia que nos contaba el señor Oso del como borraron su rastro, el por que de la lluvia repentina y lo tempestuosa al principio y el tenue al final. La furia de perder a casi todo lo que conocían.
La tristeza de ver como fueron capturados y escuchar al comandante dar la orden de asesinar a todo aquel capaz de manipular el elemento fue lo que dio lugar a aquella brisa que parecía un llanto silencioso en mi guardia. Mientras transcurre la historia, la liebre ya está lista y la repartimos a los muchachos. Se les notaba el apetito ya que el guisado que preparó Gorrión se terminó rápido. El señor no paró ni un momento en el camino aquí y no probaron bocado alguno.
En nuestra aldea el viejo sabio supo de inmediato la razón de aquella lluvia inestable, sintió todo a través del agua que caía del cielo. Estaba cargada de sentimientos, ira, rabia, miedo y tristeza, cada sentimiento lo leyó a la perfección. Da la orden a los nuestros de tener todo lo necesario para partir en busca de otro lugar para establecer la aldea lejos. Preocupado por lo que se viene y el miedo le invade en su corazón. Va con unos cuantos de los muchachos para sacar las cosas de su choza y quemar todo lo que ha escrito. No quiere dejar huellas en el camino que después le den problemas a los nuestros. Quemando todos sus pergaminos y llenar de tierra su escondite donde los guardaba, con la cabeza fría en todo momento va a con la dama Águila, le pide que haga medicinas para el camino y lleve a dos de los muchachos a sus mas queridas aprendices, Ardilla y Colibrí.
Ellas dos eligieron estar al regazo de la gran dama curandera la Dama Águila. Desde jóvenes vieron la destreza cuando se necesitaba una curación de heridas y sanar enfermos con gran facilidad. Ayudando a preparar sus medicinas y guardando los instrumentos con los cuales les prepara todo. Los libros muy hermosos donde sus conocimientos fueron escritos por la gran dama y sus antecesoras. Puma se dedica a preparar alimentos para emprender el viaje gracias a todos los muchachos que no tenían tarea fue rápido todo. La calma antes de la tormenta que se avecina es horrible a la incertidumbre es un peso enorme a los hombros de viejo sabio.
Ya una vez que descansaron los muchachos y el señor Oso nos dimos a la tarea de sacar las cosas de la cueva y apagar la fogata para emprender el camino a la aldea. El señor derrumbó la cueva con su poder de guardián del rayo por si acaso, Gorrión y yo nos quedamos atrás para borrar los rastros. Caminando muy detrás y despacio para recoger su rastro cuando veníamos apenas la mañana de ayer. El señor Oso lleva un paso constante, no sabemos como lograron los jóvenes seguir su paso. Tejón en cabeza con él, volteando de reojo a los chicos que no retrasen la marcha o que no se distraigan con el paisaje. Ellos vienen de un lago a cientos de kilómetros de nuestra aldea. De tan solo pensar los días o semanas que viajaron solos con los perseguidores detrás de ellos es penoso. Esperemos que puedan aguantar el viaje que les espera después de llegar a con el viejo sabio.
Como se habrán enterado de nuestro escondite, no tenemos idea ya que los lugares de entrenamientos de cada tribu elemental son muy celosamente guardados en secreto. De cualquier manera se sabrá todo en cuanto lleguemos con los nuestros y la dama Águila los tenga para que respondan todas las Interrogantes. Gorrión está desesperada por ir atrás a paso lento, ella es mas activa y estas tareas aunque necesarias le aburren a morir. Ya no vemos a los que van adelante y yo trepo un árbol alto para verles si acaso no están dentro del follaje tupido del bosque. Al estar arriba noto que ya casi llegan, esa noticia alegrará a Gorrión ya que quiere estar allá lo mas rápido posible. No se que me hizo voltear la vista a por donde veníamos, pero al hacerlo veo cerca de la montaña al oeste humo, una columna muy alta levantándose sobre las copas de los árboles cercanos a la cueva donde estábamos hace ya varias horas. Bajo deprisa del árbol y corro hacia con Gorrión, ella me mira burlona al ver como casi caigo de una rama alta y correr muy rápido. Le digo que apuremos el paso a la aldea ya que tal vez nos sigan las personas que querían matar a los chicos que el señor Oso salvó.
Sin pensarlo dos veces ella corre lo mas rápido que puede para dar la noticia de evacuar la aldea. Yo apenas si puedo correr detras de ella y me deja muy muy atrás. Al llegar a la aldea ella ve que todo estaba ya arreglado para partir, yo detrás borraba lo que podía de las huellas dejadas y tardé un rato mas en llegar a la aldea. Veo con cierta sorpresa que todo fue destruido y a todos con las cosas ya listas para viajar. De inmediato voy a con los muchachos por mis cosas que ya habían empacado en una mochila un poco mas grande de la que ya tenía en mi espalda. El viejo Búho nos da instrucciones para el viaje y a donde iremos, nos dividiría en tres grupos para distraer a los perseguidores y que sea mas difil para ellos que si capturan a algún grupo sepan de su procedencia y hacernos pasar por ermitaños o nómadas.
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