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Capítulo 26

— Tae, ¿qué sucede? — Preguntó el pelinegro observándolo pues llevaba ya más de una semana en donde lo había encontrado llorando más de una vez pero siempre secaba sus lágrimas y pretendía estar bien a pesar de que era evidente su tristeza y ya no sabía qué hacer. — Ven aquí...

Tiró de él hasta envolverlo en sus brazos, besando su cabeza mientras lo acariciaba y lo dejaba llorar porque por primera vez en ese tiempo, el castaño no se pudo contener. La culpa por no haberle dicho aún lo que había ocurrido con Jimin, la frustración de no ver a este último extrañándolo a cada momento que se encontraba solo e incluso a veces cuando Jungkook estaba presente también.

Cuando había algo que a Jimin le gustaba o desagradaba no podía evitar recordarlo. Los días que estuvieron compartiendo juntos antes que le confesara a Jungkook sus sentimientos fue los mejores días en los últimos meses.

Se encontró varias noches sintiéndose el peor de los hombres, sopesando la idea de darle por vencido y no estar con ninguno de los dos pero eso lo agobiaba el doble. Aunque le desgarrara el alma, de cierta forma nunca había vivido realmente con Jimin pero con Jungkook llevaba ocho años durmiendo a su lado cada día, compartiendo absolutamente todo con él. Encontrarse sin los dos en su vida sería casi imposible de soportar y, siempre que llegaba a ese veredicto sus lágrimas comenzaban a caer.

¿Qué debía hacer?

Jimin era algo que no sabía lo mucho que le hacía falta y necesitaba hasta que lo vio. Jungkook era su todo y los amaba a ambos por igual. ¿Cómo podía seguir adelante con su vida sin dañar a ninguno de los tres en el proceso si se quedaba solo con uno o sin ninguno?

— Puedo estar ocupado, distante pero yo siempre estaré aquí para ti mi amor. Puedes decirme lo que desees, por muy grave que sea puedo molestarme pero no creo que haya nada en el mundo tan grave que yo no pueda entender o perdonarte en el caso de que sea malo. Así hayas matado a una persona, te entregaría a la cárcel pero estaría yéndote a ver cada día casi preso al igual que tú. — Se rió diciendo esta última frase cuando el mayor lo golpeó en las costillas. — En serio, Tae, habla conmigo.

— Tengo miedo de hacerlo, tengo miedo de hablar y perderte, Kook. — Mencionó aferrándose a su pijama, logrando que la preocupación creciera en el pelinegro. — ¿Puedes jurarme que nunca me dejarías?

— Una vez prometimos que no haríamos promesas de las cuales no estuviéramos completamente seguro que vamos a cumplir. Te lo prometí cuando aceptaste volver conmigo y no pienso romper esa promesa. Sin embargo, no sé qué tanto debería suceder para que yo tomara esa decisión, nada de lo que puedas decirme creo que me hará dejarte. — Entrelazando sus manos lo alentó a caminar, llevándolo hacia la cama.

— Mejor lo pensaré y te diré más tarde.

— Al mal paso a veces hay que darle prisa pero de acuerdo. Tómate tu tiempo, solo no esperes a que sea muy tarde si es algo importante. — El mayor asintió abrazándolo, entregándole el control remoto para que encendiera el televisor. — Terminé de leer el libro que me recomendaste, "Better with you".

Con una sonrisa Taehyung se incorporó sentándose arriba de su regazo impidiéndole que viera hacia adelante haciendo reír al menor por su actitud.

— ¿Qué te pareció?

— Al comienzo casi me da un infarto porque ni siquiera eran tres, sino cuatro hombres. — Se carcajeó pero Tae golpeó con suavidad su pecho y se calmó. — Tuve muchos sentimientos encontrados y fue algo confuso, a veces sentía que el menor de todos era dejado un poquito atrás pero me gustó como entre todos siempre se hacían sentir juntos y valiosos pese a sus celos y los problemas que tuvieron que enfrentar. El protagonista ya estaba casado cuando para salvarle la vida a su esposo se vio obligado a aceptar a un tercero como pago.

— Sí esa parte fue un poquito... No sé, fue difícil porque en ese entonces ninguno de los dos sentía absolutamente nada por el pobre chico que fue dejado ahí a su suerte. Sin embargo, a pesar de su inconformidad ayudó en cada etapa de la recuperación del esposo herido, a pesar de sus creencias y la presión de su familia, de ese carácter tan estresante que tenía logró mezclarse, acoplarse a tal punto que se volvieron tres.

— Ya, pero luego llegó el otro chico que era perseguido y maltratado, el mayor de todos que era su profesor lo acogió pese a la renuencia de los otros, lograron llegar a un acuerdo. Ellos estaban celosos porque sabían que gustaba del chico, hubieron discusiones y el pobre se sintió aislado, triste hasta cierto punto y aunque solamente le gustaba su profesor terminó desarrollando sentimientos por los otros dos. Fue complejo pero poniendo todos de su parte con madurez y positivismo lograron llevar esa relación. Estuvo bonito e interesante.

— ¿Y?

— Me gustó, ¿qué más quieres que te diga? — Preguntó ignorando la mueca del mayor, abrazándolo, tumbándolo sobre él para abrazarlo. — Me traes un cuarto a la casa y juro que pondré tus pertenencias en el medio de la calle. — Se carcajeó Jungkook pero Taehyung permaneció callado.

— ¿Un cuarto? ¿Eso significa que hay un tercero?

— No, eso no significa eso, solo lo dije por el libro. — Comentó besando su frente, indicándole que se metiera bajo la sábana.

Aunque sabía que efectivamente Jungkook podría estar hablando solo del libro pero volvía a estar tranquilo y relajado hablando de esos temas poniéndose incluso en esa posición. Acciones como las de ese momento en el que por decisión colocó la serie de Netflix "You Me Her" para verlas juntos. Hasta cierto punto le parecía dulce ver la forma en la que su pareja buscaba documentarse en cada lugar sobre el tema.

— Mi amor... — Llamó Taehyung recibiendo un ruido gutural que le indicaba que le estaba prestando atención a pesar de estar concentrado en la pantalla ya por el tercer episodio. — ¿Puedo preguntarte por tu relación con Jimin? ¿Cómo eran cuando fueron novios?

Tomado por sorpresa, el cerebro del pelinegro que había estado pensando en lo mismo durante semanas se quedó temporalmente fuera de servicio. Atinó a pausar la serie y mirar a su pareja pero sinceramente no sabía qué decir o por dónde empezar siquiera.

— N-No sé qué es lo que quieres saber, mejor pregúntame y yo te respondo. — Accedió acomodándose en su sitio. — Responderé lo que desees.

— ¿Cómo se hicieron novios?

Antes de responder, Jungkook sonrió recordando aquella época, el miedo que tenía de ser rechazado por Jimin u lo feliz que fue por semanas sin podérselo creer. Era un niño feliz con su primer novio, el mejor de ellos en su mente en aquel entonces.

— Fue algo que se dio lentamente. Es decir, prácticamente crecimos y nos criamos juntos, siempre estábamos juntos a pesar de que él era casi dos años mayor que yo. Recuerdo que un día Jimin le dijo a un niño mayor que nosotros que le gustaba y el niño le dijo maricón, raro y no sé cuántas cosas. Yo corrí a defenderlo cuando lo empujaron lo golpeaba pero el niño me pegaba más duro y aunque quería llorar no lo hice. Jimin que estaba llorando dejó de llorar para ponerse a luchar junto a mí y aunque terminaron siendo más, nosotros le dimos con todo lo que vimos, palos, piedras y cuando no nos quedaba nada echamos a correr juntos.

El pelinegro rió con la anécdota junto a su pareja, negando con la cabeza al recordar las cosas que hacían de niño, como sus madres los regañaron cuando llegaron llenos de golpes por utilizar la violencia pero después que le dijeron el porqué, mismo si estuvieron algo sorprendidas terminaron apoyándolos recordándole que de todas forma resolver las cosas a golpe no era lo mejor.

— El enamoramiento de Jimin por ese niño no duró mucho, desde ese día fuimos solo nosotros dos y aunque jugábamos con otros niños preferíamos siempre ser solo nosotros. Fuimos creciendo así y cuando tenía cuenta me di cuenta de que mientras mis compañeros hablaban de las niñas que le gustaban, cuando corrían con un espejo en sus zapatos para intentar mirar por debajo de las faldas, todo mi atención seguía estando en Jimin. Incluso en el receso él venía siempre a donde estaba yo, preocupándose por mi merienda y esas cosas.

— Eso era lindo.

— Lo era... Yo esperaba siempre a que llegara a buscarme en la escuela y cuando no me buscaba él lo hacía yo, éramos inseparables. Solíamos darnos las manos, muchas veces yo sonreía como tonto y cuando no me la daba incluso me molestaba con él pero con un abrazo o un beso en la mejilla me tenía a su lado nuevamente. Me fui dando cuenta que no me gustaban los rasgos de ninguna niña, todo lo que me gustaba era Jimin, su compañía, su físico, todo él. A escondidas leí sobre qué era lo que yo estaba sintiendo y descubrí que eso significaba que te gustaba una persona. Entonces en una revista leí sobre "habla ahora o calla para siempre" por lo que decidí confesármele pero tuve mucho miedo.

— ¿Cómo lo hiciste?

— Como un torpe. — Soltó una carcajeada. — Ni siquiera sé si eso valía como confesión. Estábamos estudiando en su casa cuando le pregunté si le gustaba alguien, él me miró y no me supo decir nada. En ese entonces no comprendí que era yo quien le gustaba perdone igual forma me arriesgué. Le dije de sopetón: "me gustas", me incliné para besarlo pero todo lo que hice fue unir nuestros labios, luego recogí todos mis libros y me fui corriendo para mi casa.

— Mi novio tan dulce, me hubiera gustado ver eso para reírme. — Jungkook lo golpeó con una de las almohadas mientras reía también recordando su torpeza. — ¿Qué pasó después?

— Fingí estar enfermo, el primer día mi mamá me dejó en casa, al segundo me obligó a ir a la escuela porque sabía que no tenía nada por lo que me fui antes de que llegara Jimin, ni siquiera salía a la hora del receso para no verlo o me escondía y también regresaba a mi casa antes de tiempo para no encontrármelo. Estuve así por casi dos semanas hasta que la madre de Jimin fue a la casa porque él estuvo llorando y solo le dijo que era por mí. Nos obligaron a darnos un abrazo frente a ellas y mientras se quedaron conversando nos fuimos a mi habitación.

— Y lo violaste.

— ¡Taehyung!

Ambos se rieron y Jungkook no pudo evitar mirarlo lleno de afecto, nunca se planteó conversar sobre sus experiencias anteriores con Taehyung. No se sentía tan raro como pensó que sería, de hecho, le gustaba la forma en que se compenetraban incluso en temas así. Buscó su boca para depositar un lánguido beso.

— Cuando estuvimos en mi habitación Jimin me preguntó si lo que dije fue mentira o ya no me gustaba pero solo podía negar. Él fue quien tomó la iniciativa de besarme nuevamente e incluso guió el beso. Yo apenado le pregunté si ya éramos novio y me dijo que si no huía más, sí. Desde entonces comenzamos a ser novios y nos mantuvimos como dicen por ahí de manitas sudadas y besitos por cuatro años hasta que yo cumplí los quince ya la inocencia se había desvanecido por completo. No sabes todo lo que pasé para conseguir pornografía a esa edad pero un chico siempre lo consigue.

— ¡Ay por Dios, qué pervertido Jeon Jungkook! — Exclamó el mayor pretendiendo estar ofendido.

— Jimin era mayor y pues yo quería ya sabes, saber cómo hacer ciertas cosas pero en ese entonces era precoz hasta cuando me masturbaba. Leí que a las personas no solía gustarle mucho cuando sus parejas se corrían muy rápido así que estaba muy frustrado con eso porque con un video o pensar en Jimin podía correrme en menos de cinco minutos.

— ¿Cómo fue la primera vez entonces?

— La primera vez fue un desastre, yo casi no pude entrar porque a él le dolía y yo aún no sabía cómo prepararlo bien porque en los porno prácticamente ya todos estaban listos para la acción y en la vida real no era así. Además, ni siquiera la puse adentro y ya me había corrido, la vergüenza fue horrible pero Jimin no se molestó. Jugábamos con otros cosas, boca, manos etc y pues lentamente nos fuimos formando mutuamente.

— ¿Te gustaba estar en la cama con él? — Jungkook lo observó detenidamente buscando la trampa en la pregunta pero no encontraba ninguna. — Mi amor, es una pregunta simple.

— Claro que me gustaba, Tae. Me gustaba mucho estar en la cama con Jimin, prácticamente los dos crecimos sabiendo cada cosa que le gustaba y disgustaba a cada uno, investigando, probando, experimentando por nuestra cuenta. Desde las caricias, besos hasta más allá, todo era del modo que nos gustaba. A mí... Me gustaba mucho estar con él, no recuerdo una vez que no me gustara. Aunque alguno de los dos no llegara a correrse por cansancio o lo que fuera siempre disfrutábamos eso momento. En realidad todos los que compartíamos.

— ¿Qué era lo que más te gustaba de él en la cama?

— Taehyung, estás siendo muy curioso.

— Quiero saber... — Se encogió de hombros besando su mejilla. — ¿No puedes decirme? — El menor asintió exhalando vencido. — ¿Qué te gustaba aparte de su culo? ¿Qué? Te conozco, tienes debilidad por los lindos culos y Jimin tiene uno.

Jungkook dejó caer su cabeza hacia atrás sonriendo. No sabía si debía molestarse por ese comentario o no pero simplemente no podía porque no le incomodaba. Taehyung también lo conocía muy bien y no tenía caso que se lo ocultara.

— Todo lo que tuviera que ver son su boca, besarlo, las mamadas, los juegos con ella. Supongo que tenía una especie de obsesión con ella. Disfrutaba mucho cuando él se preparaba para mí y me montaba sin permitirme hacer nada hasta terminar, después de eso es que me dejaba ir a la revancha muchas veces. Tenía cara de ángel y se comportaba como demonio.

— ¿Qué no te gustaba?

— Hmmm... — Quedó pensativo por varios segundos. — Aunque habían días como los que te dije llevaba la batuta, solía ser muy pasivo en ocasiones y a mí ya sabes...

— Te gusta que se vuelvan locos en la cama, que te muerdan, te ahorquen, se vuelvan una fiera como yo. — Rió Taehyung besándolo, percatándose de lo agitada que estaba la respiración de Jungkook, descendió su mano hasta su entrepierna y sonrió al sentirla tan dura. — Dime otra cosa que no te gustara y una que sí lo hiciera.

— Me gusta romper lo cotidiano, tener sexo al aire libre, en un parque, en un coche, cosas así pero siempre lo hacíamos en su habitación o la mía y pues luego de varios años eso aburría un poquito por muchas cosas que hiciéramos. A su vez, me encantaba que al menos dentro de esas paredes nunca se negara a probar nada y apareciera con nuevas ideas para nosotros. — Ante algunos recuerdos Jungkook cerró sus ojos y era increíble como la imagen de Jimin se mantenía tan clara en su mente ahora que le permitía entrar. — Mmmm...

— ¿Estás así de excitado sin que te toque siquiera? — El menor asintió abriendo sus ojos para observarlo. — ¿Te calentó recordar la forma en que lo hacías con él? — Jungkook mordió su labio inferior sin saber cómo responder a eso, lanzando un nuevo gemido cuando Taehyung volvió a acariciar y apretar su endurecido miembro. — Dime...

— Sí, sí me excité pensando en él pero eso está tan mal, Taehyung.

El mayor negó subiéndose sobre su regazo para que lo mirara a los ojos dándole una amplia sonrisa. Acarició sus cabellos y mejillas mientras oscilaba suavemente sus caderas. Sus labios se encontraron, sus lenguas se entrelazaron y antes de que los dos se dieran cuenta, el castaño se había penetrado solo arrancándole un profundo gruñido.

— Solo por hoy, hazme el amor como te gustaría hacérselo a Jimin. — Mencionó pero el pelinegro al escuchar estas palabras se alejó completamente saliendo de él. — ¿Qué sucede?

— Cuando estoy en la cama contigo te estoy haciendo el amor a ti, no estoy imaginándome a nadie más. Esto es simplemente... Es...

— Es raro, es nuevo pero no creo que sea malo, menos cuando ambos estamos al tanto. Tomémoslo como un juego de roles en el que yo juego a Jimin. — Con lascivia, se acomodó dándole una perfecta vista a Jungkook de su entrada mientras se preparaba y masturbaba para él, entregándose completamente al papel que interpretaba.

Jungkook se mantuvo fuerte por varios minutos, aquello le parecía tan mal como excitante porque sí, Jimin venía a su mente y solo volvérselo a imaginar entre sus manos despertaba en él deseos callados que desconocía pero a su vez, ahí estaba su pareja y era tan hermoso como su ex y lo deseaba de la misma forma.

Taehyung arqueó su espalda apoyándose completamente en la cama mientras agitaba sus manos con rapidez gimiendo a gusto por el doble placer que se estaba dando hasta que esos gemidos fueron opacados por un grito vibrante que llegó en el momento que Jungkook detuvo ambas manos y se perdió en él. Lo abrazó con fuerza, besándolo y acariciándolo. Entre embestidas a veces jadeaba el nombre de Jimin, otras el de Taehyung pero cuando ambos se acercaron al orgasmo, abrieron los ojos encontrándose, sonriéndose y reconociéndose, jadeando el nombre de quien tenían al frente y nadie más.

— Estás jodidamente loco, Taehyung.

— Así me amas.

— Así te amo. — Concordó besándolo con vehemencia. — ¿No estás molesto?

— No tendría por qué estarlo. — Musitó más serio de lo que a Jungkook le habría gustado.

— ¿Qué sucede? Yo sabía que esto era una locura, te molestaste porque por momentos realmente pensé en Jimin y...

— Hey, no, nada de eso, mi amor. Eso fue jodidamente excitante y no me molesté ni por eso ni por nada, no estoy molesto. Solo estoy preocupado de que el molesto seas tú después de que hable contigo.

— ¿Yo? ¿Molestarme por qué?

— ¿Recuerdas hace unas horas cuando me viste llorando y yo te iba a contar pero decidí hacerlo después. — El pelinegro asintió algo confundido acomodándose nuevamente en la cama. — Se trata justamente de Jimin, de nosotros dos.

— ¿Qué sucedió?

— Semanas después de confesarte que me había enamorado de él, después de que dejaste claro que lo querías lejos de tu vida y que yo debía escoger a uno de los dos, nosotros nos seguimos viendo. — Jungkook asintió con una sonrisa, besándole la frente porque eso era algo obvio que aunque no a fondo, ya habían hablado. — Me acosté con él dos veces Jungkook y en más de una ocasión, terminamos masturbándonos.

💜💜💜
Y llegó una séptima actualización 🙈
¿Cuál creen que será la reacción de Jungkook?

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