Capítulo 2
Capítulo 2
Billy y Rajeev se observan el uno al otro mientras beben de un gran vaso con dos sorbetes. Cuando terminan sueltan los sorbetes a la vez suspirando con gusto sonriéndose mutuamente con una tonta sonrisa.
—Nada como un jugo para hacerse una buena limpieza de colón —dice Rajeev apoyándose en la mesa.
—Absolutisimo —Billy se inclina más hacia él—, siempre me agrada despejar mi sistema antes de pintar mis macetas.
—¿qué que? —Rajeev lo mira incrédulo dejando escapar una risita desdeñosa, —¿pintar macetas? ¿Quieres matarme de aburrimiento o qué?
—Bueno, ¿tú que sugieres? —pregunta Billy cruzándose de brazos un poco malhumorado y ofendido por el tono burlón de su, hasta ahora, amigo.
—¿Estás listo —Rajeev se inclina hacia atrás en su asiento abriendo sus brazos para darle más dramatismo a sus palabras— para empanizar gatos?
Billy parpadea una vez, luego otra y una vez más sin poder creer lo que está escuchando.
—¿Qué?
—¡Sí! —Rajeev se acomoda emocionado buscando su celular y una vez lo tiene en sus manos busca rápidamente algunas fotos que tiene guardada en su galería mostrándoselas a Billy—. Mira esto, pones un pedazo de pan en la cabeza del gato y subes su foto a internet.
—Sabelotodo —Billy hace un sonido de disgusto reclinándose en el aire con los brazos cruzados mirando a otro lado con indiferencia. Su expresión hace enfadar a Rajeev que aprieta su celular con fuerza antes de apuntarlo con un dedo de forma acusatoria.
—¡Sabía que era una pérdida de tiempo pasar tiempo contigo!
—Pues yo lo supe primero —Billy se inclina hacia él apuntándolo de igual manera—. Iré a buscar a Spencer, seguro que él si quiere pintar macetas conmigo.
—¡Ja! Yo lo encontraré primero porque sé que le gusta más empanizar gatos.
Ambos bajan de sus asientos y se dan la espalda bajando por lados contrarios de la plataforma donde estaban sentados antes de correr hacia la casa de Spencer con la esperanza de llegar primero que el otro y demostrar su punto.
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En el aeropuerto Spencer palmea suave el hombro de su madre girando los ojos por el llanto exagerado de la mujer que palmea su cabeza aferrado a él. Su padre, parado al otro lado, los observa con calma sosteniendo su maleta.
—Te vamos a extrañar mucho —su madre sobre su nariz separándose de él, limpia su rostro y le sonríe alegremente como si nada hubiera pasado—. No te importará que use tu habitación para exhibir mis pelucas, ¿verdad cariño?
Spencer rueda los ojos y toma su maleta de las manos de su padre caminando hacia las escaleras del avión. Su padre pasa un brazo por sus hombros acompañándolo por el corto camino pensando en lo que va a decir para despedirse.
—¿Seguro qué quieres hacer esto? —pregunta mirando a su hijo, —¿qué hay de tus amigos?
—Créeme, estarán bien —dice entre molesto y desanimado al pensar en cómo Billy y Rajeev lo habían ignorado. Ni siquiera está seguro de que hayan escuchado lo que les dijo sobre su viaje por lo que, nada más subir al avión, planea enviarles un mensaje. Bueno, si es que siquiera se fueran a tomar un minuto fuera de las tonterías del otro para leerlo, le parece justo que lo sepan.
—Olvida esa tontería de las pelucas de tu madre —las palabras de su padre le sacan de sus pensamientos por lo que lo mira alzado una ceja para ver con que tontería le saltará ahora—, voy a ahumar mis jamones ahí.
Hace una mueca de disgusto de solo imaginar que, al volver dentro de un año, su habitación apestará a jamón ahumado si es que Billy no hace algo para espantar a sus padres fuera de su habitación. Pensar en Billy le recuerda la actitud que había tenido cuando se estaba despidiendo y sus hombros caen por la tristeza que esto le causa; con un suspiro resignado baja el mango de su maleta tomándola por el pequeño cinturón* que tiene y empieza a subir al avión.
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Rajeev y Billy llegan al mismo tiempo a la mansión y se gruñen mutuamente antes de correr a tropel dentro metiéndose el pie el uno al otro o manoteándose con tal de retrasarse mutuamente en su lucha por ser el primero en llegar donde Spencer. A duras penas logran entrar al ascensor, Billy en su desesperación, olvida que puede simplemente atravesar las paredes hasta la habitación, dónde siguen luchando entre si para ser el primero en abrir las puertas.
Cuando el ascensor llega a su destino Billy logra abrir la puerta con un pie, cosa que Rajeev trata de aprovechar para entrar primero, pero el fantasma lo sostiene por los hombros alzándolo del suelo con una sonrisa maliciosa antes de soltarlo lo que provoca que, dado que estaba luchando por soltarse, Rajeev caiga de cara al suelo con fuerza. El hindú parece ni notar esto pues se alza en sus brazos con una amplia sonrisa.
—Viejo, vayamos a empanizar algunos gatos.
—Oye —Billy empuja la cabeza de Rajeev de nuevo al suelo apoyándose en él sacando un tazón de la nada lleno de, posiblemente, pintura o arcilla—, Pablo Picastro, tenemos macetas que pintar.
Es en ese momento en que ambos se dan cuenta que la habitación está desierta, en ningún lado hay rastros de que su amigo haya estado allí en algunas horas. Incluso notan que hay algunas piezas de ropa fuera del armario y la cámara de Spencer no está donde siempre la deja. Incrédulo, Billy deja ir la cabeza de Rajeev que lentamente se levanta mirando a su alrededor preocupado; Billy baja parándose junto al hindú mirándolo como si repentinamente Spencer fuera a saltar de una esquina para sorprenderlos, o como si el joven tuviera respuestas de porque su bromigo no estaba allí. Justo cuando va a preguntarle a Rajeev algo el celular de ambos suena por lo que lo sacan a la vez encontrándose con un mensaje de Spencer.
Chicos, me fui a Alaska por un año...
—Saludos, Spencer —lee Rajeev que palidece cuando el contenido del mensaje termina de penetrar en su cerebro cobrando sentido—. No, no, ¡No! No puedo estar todo un año contigo aquí solo —dice girándose a Billy señalándolo acusatoriamente, aunque en el fondo está bastante aterrado de lo que eso significa.
—¡Yo tampoco! —responde el cantante, molesto, vertiendo el contenido del tazón en la cabeza de Rajeev—, se sentiría como 6 meses —agrega.
Rajeev lo mira ofendido a punto de responder algo, pero al darse cuenta de la tontería que acaba de decir se queda mirando al fantasma como si fuera estúpido. Sacude la cabeza quitándose el tazón que Billy había dejado sobre esta y corre hacia el ascensor. ¡Debía recuperar a su amigo o terminaría loco por tener que soportar a un tonto que prefería pintar macetas antes que empanizar gatos!
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Spencer suspira con tristeza apretando los brazos de su asiento en el avión rasguñando suavemente la piel de los bordes. La profesora, que había estado explicando el objetivo del seminario que ya se sabía de memoria, al verlo con su celular se lo había arrebatado aseverando que no podrían estar en contacto ni con su familia ni con sus amigos. Para colmo de males había atado su cinturón confinándolo a su asiento y había dado a entender que no sería un año, sino dos, cuando trató de convencerla de soltarlo porque había cambiado de opinión.
Como si eso fuera poco ahora estaban forzados a ver una tonta película de tres amigos que solo le recuerda lo miserable que se siente por haber dejado a los suyos atrás, sobre todo a Billy. Suspira limpiando su rostro y mira a la ventana sorprendiéndose al ver a su fantasma sobrevolando a la misma velocidad que lleva el avión que está a punto de despegar.
—¡Spendulo! ¡No te vayas a friolaska! —grita el fantasma pegándose un poco a la ventana para ver mejor a su amigo—, sin ti se acabó el emparedado, dicelo Rajeev.
Billy desciende para dejar ver a Rajeev que se aferra a él gritando. Spencer se fuerza por sonreírle a su amigo, aunque, con solo verlo, la molestia porque lo estuvieron ignorando todo el día regresa con mayor fuerza.
—No te preocupes —Billy vuelve a aparecer en la ventana—, tengo un plan.
Sonriendo Billy se eleva en el aire hasta la aleta trasera del avión donde se apoya suspirando con pesadez frunciendo el ceño pensativo. Rajeev se aferra más a él mirando el suelo sintiendo náuseas.
—¿Cuál es el plan? —pregunta tratando de distraerse de la increíble altura en la que están.
—No tengo un plan realmente —admite el fantasma.
Rajeev jadea ofendido y está por gritarle por haberle mentido a Spencer sobre lo de tener un plan cuando de pronto se desliza de los hombros de Billy cayendo a su muerte segura. Grita espantado, pero Billy lo sostiene alargando su brazo antes de que caiga al suelo. Rajeev puede sentir sus pantalones húmedos, dándose cuenta de que se ha orinado encima pero no le da tiempo a sentir vergüenza cuando ve un gran cartel que anuncia una nueva marca de pan de molde con la que está por chocar.
Vuelve a gritar cubriendo su rostro, pero Billy lo alza alejándolo del cartel. Traga grueso cuando es elevado nuevamente hasta los hombros de Billy y se jura silenciosamente que jamás en su vida volverá a empanizar gatos.
—¡Oye! Acabas de darme una idea —dice Billy soltándose del avión para volar hasta el cartel que acaban de pasar.
Se detiene encima de este y estira sus brazos hasta que tienen el tamaño del cartel, los pasa por debajo del metal entrelazando sus dedos y cuando está totalmente seguro de que no se soltará arranca el cartel de la tierra elevándolo. Se da la vuelta y vuela rápidamente tomando otros dos carteles al chocar el primero con ellos y rápidamente va hacia el frente del avión colocando uno por uno los carteles frente a este a una distancia moderada.
El piloto, al ver los carteles aparecer de la nada, frena de golpe moviendo algunas palancas para apagar el avión, pero eso no sirve de mucho pues, inevitablemente, choca contra los carteles que terminan de frenar el avión. Billy y Rajeev vitorean chocando sus palmas y juntos vuelvan lejos justo cuando el primer cartel cae.
Ríen por la increíble suerte que han tenido y Billy los lleva hasta la escalera que utilizan los pasajeros para subir. Juntos la empujan hasta la puerta que Spencer acaba de abrir.
El castaño sonríe emocionado agitando su brazo saludándolos y espera a que la escalera esté en su lugar. Rajeev sube rápidamente seguido de Billy que es el primero en abrazarlo con fuerza seguido del hindú que medio lloriquea en su pecho diciendo tonterías sobre dejarlo solo con Cobra o no volver a empanizar gatos.
—Lo lamento chicos —dice Spncer mirándolos apenado cuando finalmente lo dejan ir.
—Está bien Speraculo, no debimos ignorarte así —Billy pasa sus manos por el cabello de su amigo—, el sándwich del almuerzo sin carne es muy aburrido de todas formas.
—Siento que debería ofenderme por eso —dice Rajeev mirando molesto al fantasma.
Spencer ríe pensando en que las cosas habían vuelto a la normalidad, o casi pues aún sigue sintiendo un pequeño deje de molestia. Está por pedirle a Billy que los saque de allí cuando el fantasma alza la cabeza jadeando al notar una avioneta privada a no muchos metros de ellos.
—¡Es como la Cobraneta! —grita y sin esperar respuesta de los otros dos vuela rápidamente hasta su destino atravesando la puerta.
—Clásico Cobra —dice Rajeev riendo antes de mirar a Spencer—, hey, ¿qué dices de dejar al cabeza de cobra con su tonta avioneta y vamos al Wifry a comer?
Spencer asiente y su amigo se gira estirándose antes de empezar a bajar. El joven castaño siente sus dedos hormiguear en un deseo que no comprende, pero al que, antes de darse cuenta, cede sin dudarlo.
Cuando Billy regresa vibrando de emoción se detiene estupefacto al ver el lugar lleno de ambulancias y a Spencer, llorando desesperadamente, rodeado de policías, bueno guardias del aeropuerto, pero seguramente también son policías. No entiende que está pasando, no cree haber durado tanto paseando por la increíble avioneta.
Sacude su cabeza y flota hasta Spencer poniendo sus manos sobre sus hombros. Al verlo su bromigo empieza a llorar de nuevo explicando entre hipidos que estaban bajando y Rajeev tropezó con sus pies cayendo a una muerte instantánea.
—Traté de sostenerlo, pero... Pero se resbalo de mis dedos —logra decir un poco más calmado.
Sin saber que decir el fantasma planea sus hombros girándose para ver como los para médicos suben una camilla cubierta por una sábana blanca a la ambulancia.
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Lo más difícil fue informarle a la familia de Rajeev sobre lo que había sucedido, pero Billy no se apartó de su lado dándole apoyo moral. Alguien organizó el velorio increíblemente rápido y en menos de una semana estaban haciendo el entierro de forma tradicional.
La prima de Rajeev le pidió a Spencer, dado que era su mejor amigo, estar en el cementerio a su lado recibiendo el pésame de los invitados. Mientras personas que Billy no conocía, y que no está seguro de que Spencer conozca, se acercan a abrazar a la familia no puede evitar pensar en lo buen actor que es Spencer.
Él no tenía que haber estado ahí para saber lo que pasó. La falta de pesadillas y la indiferente apatía, disfrazada de pesar, de su amigo es más que suficiente; y debe admitir que eso lo llena de orgullo, tanto lo buen actor que es el joven como la situación en sí misma. Flotando hasta estar junto a Spencer, para "darle apoyo" a él y a la otra amiga de ambos, le cuesta ocultar su sonrisa satisfecha.
Tal vez, luego de esto, Spencer se lo piense dos veces antes de forzarlo a pasar tiempo con sus amigos. Si tiene que fingir de nuevo que no le interesa lo que hace o dice para deshacerse de la chica, en caso de necesitarlo, lo hará con gusto.
Aunque tal vez, piensa notando la mirada que Spencer le da a Shanila, no será necesario que él haga algo.
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