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Interés

El consejo que le dio Kalmia, definitivamente fue muy efectivo.

Desde aquella noche en que le dejó en claro a Charlie que respetaba su propio valor, cambió completamente su actitud hacia ella.

Al principio no fue muy evidente, pero luego se volvió algo tan obvio que claramente hasta el más estúpido podría notarlo.

Charlie empezó a estar más pendiente de ella, constantemente se le acercaba para hablarle o para pedirle algo o preguntarle algo o incluso para hablar sobre el clima.

Es como si estuviera desesperada con tener su atención pero al mismo tiempo no quería ser obvia. Apostaba su existencia a que ni siquiera notaba que era demasiado obvia.

No solamente éso, sino que cada vez con más frecuencia le pedía ayuda con los papeleos del hotel, lo que las llevaba a estar solas en el estudio personal de Charlie ordenando documentos.

No podía evitar sentirse a gusto de tener toda la atención de la chica que le gusta -tanto así que cada vez menos la veía interactuar con Alastor-, sin embargo había un pequeño problema. Ellas no avanzaban. Charlie no hacía nada, se limitaban a tener charlas regulares para después irse por otro camino. La rubia no parecía querer un paso además de éso y ciertamente ella tampoco quería empezar el acercamiento.

— Si ella no hace ningún movimiento, entonces significaba que ahora te ve inalcanzable y que ni siquiera sabe si tienes sentimientos por ella— le respondió Kalmia mirándola desde la cama después de haberle explicado todo el problema— Tiene inseguridad y por tu "cambio de personalidad" ya no sabe como dirigirse a ti, pero definitivamente quiere tenerte de nuevo.

Vaggie reflexionó por unos segundos. Éso tenía bastante sentido.

— Entonces ¿Qué debo hacer ahora? Termino con esto o-.

— ¡No! ¡No! ¡Recién vamos a pasar al paso dos! ¡No puedes dejarlo a la mitad o no resultará!— dijo exaltada.

— ¿Y qué es específicamente lo que debe resultar?— preguntó confundida.

— Claramente, que Charlie se vuelva a enamorar de ti y esta vez que nunca vuelva a tener ésa clase de "confusión". Ahora mismo volviste a tener su atención, pero no significa que esté enamorada de ti. Si lo cortas ahora, estarán bien por un tiempo hasta que Charlie vuelva a tener otra "confusión"— la tuerta asintió entendiendo la situación, aún así soltó un suspiro y se dirigió a la cama para acostarse poniendo su cabeza sobre el regazo de Kalmia.

Bajo su cabeza pudo sentir como la muñeca se tensó bajo ella y, creyendo que la había incomodado, iba a salirse de ahí, sin embargo una de las manos de la chica empezó a acariciar sus cabellos suavemente.

Aquella mano acariciando lentamente sus cabellos, masajeando su cuero cabelludo, la hizo sentirse tranquila y no pudo evitar sonreír.

— Bueno, ahora ¿Qué debo hacer?

— Oh, bueno. Primero que todo, debes hacerle saber que estás enamorada de ella. Que la amas y que quieres estar con ella. Y es por eso que, si vez que no hace ni un movimiento ¡Entonces empiezalo tú! Y cuando lo hagas ¡No hagas nada más y espera a que ella se mueva! Tu quédate tranquila sabiendo que ya tiraste la primera flecha ¡Que Charlie se queme la cabeza pensando en ti! ¡Lo único que tienes que hacer es mostrar interés! ¡Nada más!— Vaggie asintió por lo bajo entendido perfectamente lo dicho por su amiga.

Luego sonrió y la miró a los ojos.

— ¿De dónde sacaste todo ésos consejos? ¿De verdad los has hecho tú?— la muñeca se encogió de hombros mientras sonreía.

— Por supuesto que los hice yo. Cuando estaba viva estudié ciencias sociales y me sentí atraída más precisamente a las relaciones sentimentales. Te sorprenderías de la cantidad de gente imbecil en el mundo ¿Por qué mierda todos entran en pánico en sus relaciones y terminan teniendo dolores de cabeza?— la polilla frunció el ceño y miró fijamente a Kalmia.

— Ahora que lo pienso Kalmia. He notado que tienes muchos romances pero nunca una relación seria ¿Acaso tú...?— la muñeca soltó una suave risa.

— No, no le tengo miedo al compromiso si éso es lo que estás pensando. Es solamente que... Últimamente no he encontrado a nadie que valiera la pena. Aunque me vea como una experta, la verdad es que solamente he tenido cinco parejas en vida y muerte— Vaggie abrió los ojos sorprendida— Si, y la verdad es que ni siquiera ésas relaciones duraron tanto. El máximo que duró fueron tres meses y bueno... No me afecta ni nada pero si me frustra. Estudiar las relaciones románticas fue un terrible error, fue desde entonces que no pude ver las relaciones de la misma manera y empecé a ver a todas las chicas ridículas, tontas y huecas que apenas con una pequeña desilusión empezaban a llorar a mares... Sin ofender.

— No me ofende, pero ¿De verdad ninguna chica te hizo sentir nada desde ése momento?

— No es que no me hacían sentir nada, solamente las veía como... Inexpertas, pubertas, infantiles y con éso ya se iba toda la magia. Mira, tengo la tendencia de enamorar a las chicas casi inconscientemente y después de dejarlas botadas. No es porque quiero lastimarlas o algo parecido, es solamente que a primera instancia me atraen y luego de un par de conversaciones me terminan aburriendo. Muy pocas veces me he topado con chicas que eran tan increíbles que me hicieron caer a sus pies y precisamente era con esas clases chicas que yo salía y las volvía mis novias... Pero... Al final siempre se terminaban pegando a mí hasta el punto que no me dejaban hablar con nadie porque a todos los veía como amenazas y después, por no darles la suficiente atención, terminaban llorando arrastrándose por el piso. Y con éso ya me terminaban aburriendo y las terminaba.

— Vaya...— murmuró por lo bajo la tuerta bastante impresionada.

— Sí. Soy cruel y lo sé ¿Pero qué puedo hacer? Yo sé enamorar a las chicas hasta el punto que se estén arrastrando por el lugar donde camino, y es por esa misma razón que las termino odiando. Porque al final todas son-.

— ¿Fáciles?— preguntó alzando una ceja y la muñeca asintió levemente— ¿Pero no te gustaría tener una relación estable?— Kalmia suspiró con una sonrisa.

— Es mi sueño. Sueño con el día que pueda amar inconscientemente a alguien, el día que encuentre a la chica que me haga sentir cosas que nunca nadie pudo hacerme sentir... Por qué también... Nunca me he podido enamorar de alguien— dijo débilmente la última frase con bastante dolor en su mirada.

Vaggie la observó con pena, imaginando cómo le debe doler mucho darle concejos amorosos a las personas, ser experta en el área del amor y nunca haber sentido algo tan importante como el amor hacia alguien.

Posó una mano sobre la contraria y la apretó levemente para darle al menos fuerza en su dolor. Sin embargo Kalmia desvió la mirada incómoda por hacer notar el dolor de su corazón.

Por esa misma razón, la polilla buscó desesperadamente algo para poder distraerla.

— ¿Sabes por qué no vino Angel?— la muñeca Voodoo sonrió antes de mirarla.

— Oh~ Creo que está tratando de pescar un pez. En la mañana me pidió un par de consejos y se veía bastante seguro de sí mismo. Pero se negó rotundamente a decirme quién es el desgraciado chico que a tenido la desgracia de tener la máxima atención de Angel Dust— ambas se rieron al unísono.

— Ni que lo digas. Yo creo que Angel es el tipo de novio que no puede evitar hacerlo al menos una vez al día.

— ¡Jaja! ¿Crees? ¡Angel es el tipo de hombre que tiene el pito parado todo el día!— las risas se volvieron en constantes carcajadas que resonaron en toda la habitación.

Su amena conversación siguió por varias horas más.

.  .  .  .  .

Ambas amigas se encontraban caminando por el pasillo conversando animadamente sin dejar de sonreír.

— ¡De verdad Vaggie! ¡Me encanta como se ve tu cabello recogido!— paso una de sus manos por la larga cabellera— Te hace lucir más sexy de lo que ya eres.

— Gracias, también me encanta como se ve.

— ¿Vaggie?— ambas chicas se voltearon para ver a la princesa del infierno acercándose hacia ellas.

Al estar frente a ellas, su mirada se detuvo en la mano de Kalmia que aún se encontraba acariciando los cabellos de la tuerta.

Sin embargo subió rápidamente la mirada para ver a la ex sicaria y sonreírle de una forma muy extraña.

Eso es algo que últimamente Kalmia ha estado notando, desde su salida a la fiesta, Charlie la miraba de forma extraña. Era como si se forzara a tratarla bien aunque muy en el fondo quisiera quemarla a fuego vivo.

— Buenas tardes Kalmia. Lo siento, pero necesito a Vaggie para algo ¿Te molesta?— la muñeca le sonrió con malicia antes de encogerse de hombros y soltar el cabello de la polilla.

— Por supuesto su majestad— dijo con fingido respeto. Pero antes de irse, solamente para poner de los nervios a Charlie, se acercó a Vaggie y le dio un beso en la cien— Nos vemos linda— le susurró antes de darse la vuelta e irse con la cabeza en alto.

La más baja miró el rostro de su novia sólo para notar cómo trataba de ocultar su enojo. Se aclaró la garganta mientras se cruzaba de brazos y alzaba un ceja para poder tener nuevamente su atención.

— ¿Bien? ¿Qué sucede?— Charlie salió del trance antes de sonrojarse y empezar a mirar a todas partes con nerviosismo.

— ¡Oh! ¡Claro! ¡Ve-veras que yo quería pedirte que-que...!— la de ojos oscuros miraba en todas direcciones tratando de buscar la escusa perfecta.

Vaggie sonrió enternecida por la torpeza de la chica. Era tan fácil de leer.

— ¡Ah! ¡Si! ¡Recuerda que ayer no terminamos el papeleo!— dijo al fin muy aliviada de haber encontrado una escusa.

Sin embargo su sonrisa se borró y se cambió por la confusión al notar cómo la polilla soltó una suave risa.

— Ay, Charlie~— ronroneo por lo bajo acercándose lentamente hacia ella.

La nombrada tragó duro viendo como las chica tambaleaba sus caderas hacia ella y la miraba con una intensidad que le provocaba escalofríos.

— Si solamente quieres quedarte a solas conmigo, no tienes que crear una excusa— se acercó hasta que su rostro estuvo cerca al suyo y se mordió el labio suavemente sin dejar de mirarla a los ojos— Después de todo nos conocemos hasta lo que es innombrable— le susurró suavemente antes de pasar a su lado y empezar a caminar con gracias y sensualidad.

En todo ése rato, no pudo apartar la mirada de ella, casi sentía que se le caía la baba. No sabía qué le había pasado a Vaggie, pero le encantaba que fuera tan sensual.

Salió del trance cuando notó que la tuerta ya estaba casi saliendo del pasillo y se apuró a seguirla al estudio.

.-.-.-.-.-.-.-.

Sus ojos estaban fijos en la hoja sin leer nada y pudo ver cómo lentamente sus ojos se desviaban hasta posarse en las piernas de Vaggie que se encontraban cruzadas y la falda que traía dejaba nada a la imaginación.

Y es que ver a la polilla sentada en una silla a unos pocos metros de ella, cruzada de piernas y totalmente concentrada en el papeleo que traía en la mano. Era una vista del cual no podía desviar la mirada.

En éso la mirada subió y chocó contra la suya, atrapandola con las manos en la masa.

Se sobresaltó levemente y pegó las hojas a su rostro para no dejar ver el color rojo vivo que tomó su rostro.

Debería de dejar de mirarla y concentrarse de una vez en el papeleo. Pasó media hora y seguía en la misma hoja. Incluso podía ver desde la la ventana como se iba oscureciendo lentamente.

En éso volvió a subir la mirada cuando escuchó la silla de Vaggie moverse y la vio acercarse a ella rodeando el escritorio para poner sus papeles al lado de los suyos.

— Estos ya están listos.

— O-oh, ya-ya veo— tartamudeó sorprendida. ¡Vaggie ya había terminado todos sus papeles y ella seguía en el primer informe!

— ¿Mm? ¿Aún sigues en el primero?— preguntó mirando los documentos que la rubia tenía en sus manos.

— ¡O-oh! ¡No! ¡Digo si! Bu-bueno, algo parecido— habló rápidamente nerviosa sintiendo que su rostro se calentaba más por la pena.

— ¿Qué sucede? ¿Acaso son complicados?— la tuerta le quitó el papeleo de las manos y las empezó a leer al mismo tiempo que se sentaba en el escritorio cerca de ella cruzando nuevamente sus piernas.

Sus ojos casi inconscientemente se dirigieron hacia los muslos que casi estaban al descubierto antes de desviar la mirada nerviosa.

— A-algo así— susurró por lo bajo, tratando de mirar cualquier cosa menos las piernas de la chica.

— Mhm— soltó la polilla mirando atentamente los documentos mientras intercambiaba su piernas de posición y Charlie se sobresaltó levemente cuando una de ellas la rozó con suavidad.

Nuevamente su mirada se dirigió hacia sus extremidades y las observó con mucha atención, empezando por sus pies que se encontraban ocultos por sus tacones y subiendo lentamente por su extensión hasta llegar a la corta falda que apenas cubría su intimidad.

Por todos los cielos ¿Por qué debía ser tan corta?

...

¿O quería que fuera más corta?

— Umm ¿Algo que estés buscando?— subió rápidamente la mirada y se encontró con la mirada divertida de Vaggie que la estaba observando fijamente.

Sintió su cara arder de la vergüenza y sonrió con nerviosismo mirando en otra dirección.

— ¿Q-qué? N-no, nada de eso. So-solo estaba-.

— Hey, Charlie— su barbilla fue sostenida con delicadeza y la hizo voltearse, provocando que se le fuera el aliento al ver la coqueta cara de Vaggie sonriéndole— Yo no me molesto porque me mires más de la cuenta— susurró sensualmente sentándose frente suyo y poniendo sus piernas a cada lado del asiento en que se encontraba— Si eres tú, no me importa— dijo acercando sus carnosos labios hacia los de ella.

Sintió sus labios temblar y su corazón acelerarse con fuerza. Ya no podía aguantarse.

Se incorporó de un salto y atacó con hambre los labios de su novia. Ahora ella se encontraba de pie entre las piernas de Vaggie teniendo un beso urgido que no han tenido desde hace mucho tiempo, incluso se sentía como un alivio.

Sus manos recorrieron las largas piernas de su novia, yendo desde las rodillas hasta sus muslos donde finalmente pudo subir su corta falda hasta donde quería que estuviera y tocó toda la extensión de sus glúteos como solía hacerlo, sacándole varios suspiros a su novia que fueron amortiguados por sus bocas unidas.

Básicamente se estaba posicionando encima de Vaggie sobre su escritorio quién le jalaba suavemente de sus cabellos tratando de acercarla más a ella.

Se separó de sus labios con un sonido húmedo y bajó hacia el cuello de la tuerta, dónde empezó a repartir besos, mordidas y chupones, provocando que los gemidos de Vaggie empezara a hacerse más fuertes.

Mientras tanto una de sus manos empezaron a subir lentamente, acariciando la estómago descubierto de la pecadora para seguir subiendo hasta encontrarse con el croptop que llevaba.

Era curioso de que le encantaba la nueva vestimenta que usaba la chica y al mismo tiempo lo odiaba porque mostraba demasiado.

Introdujo la mano debajo de la tela y así poder tocar directamente el pecho de Vaggie quién solamente hecho la cabeza hacia atrás disfrutando del placer que recibía.

Sin embargo, se incorporó y alejó suavemente a Charlie.

— Espera un segundo— le susurró con la voz entrecortada.

— ¿Su-sucede algo?

— No, es sólo...— miró a otra parte mientras mordía sus labios, antes de volver a mirarla con una sonrisa— ¿Y si vamos al cuarto?

La rubia solamente asintió rápidamente antes de agarrar la mano Vaggie -quien ya se había arreglado la ropa- y la arrastró rápidamente a una puerta que conectaba el estudio con el cuarto que antes compartían.

.  .  .  .  .

El rostro dormido y tranquilo de Charlie era hermoso, aún cuando tenía todo el cabello despeinado y el cuello lleno de chupones, seguía pareciendo un ángel a sus ojos.

Tan hermosa estaba que no pudo evitar acariciar su mejilla con ternura, esperando no despertarla.

Le gustaría acostarse con ella y dormir a su lado, sin embargo no podía hacerlo, no aún. Por lo que se alejó de la cama ya completamente vestida con un gran pesar en su corazón, se dirigió a la puerta y se fue de ahí en silencio.

Ya era de día y después de lo que ocurrió con Charlie tenía la necesidad de contárselo a Kalmia inmediatamente, por lo que se dirigió con rapidez al cuarto de la muñeca esperando que ya se encontrara despierta.

Y al estar afuera de su cuarto, se extrañó de percibir también la voz de Angel. A juzgar por el tono de ambos, estaban discutiendo, por lo rápidamente entró al cuarto.

Ambos estaban frente a frente mirándose fijamente con el ceño fruncido y cruzados de brazos.

— ¿Pero qué te molesta tanto? ¿No deberías estar feliz de que tus consejos hayan servido y alegrarte de mí?

— ¡¿Como voy a estar feliz si ocupáste mis consejos con ése tipo?!

— ¡¿Pero qué demonios tienes contra él?!

— Eh ¡¿No sé?! ¡¿Talvez porque el bastardo trató de matarme hace cuatro años y es el rival de una de tus amigas?!

— ¿Qué está pasando aquí?— preguntó Vaggie llamando la atención de sus amigos mientras cerraba la puerta tras ella.

— Angel se acostó con Alastor— le respondió molesta Kalmia.

El ojo de la tuerta se abrió cómo nunca y miró rápidamente hacia el chico.

— Tch. Que buena eres en esconder secretos— dijo Angel sarcástico mirando a otro lado bastante incómodo.

— Pero ¿Cómo? ¿No que el cabrón era asexual?— el arácnido soltó una risa amarga.

— Digamos que ahora ya no lo es. Pareció disfrutarlo bastante cuando me jodía.

— No quiero saber ésos detalles. ¿Qué mierda se te estaba cruzando en la cabeza cuando te acostaste con él?— le preguntó aún muy molesta Kalmia.

— Uff ¡No lo sé! ¡Solamente quería acostarme con él y ya!

— ¡¿Pero por qué justo con él?! ¡De todos los malditos demonios del infierno lo elegiste justo a él! ¡¿Por qué?! ¡Creí que te gustaba Husk!

— Si no lo has notado, el maldito bastardo no me da bola desde que llegó al hotel. Y yo tengo dignidad. ¡No importa! ¡Ya lo hice! ¡Lo único que queda es que me agradezcan ya que ahora Vaggie no tiene ni un rival!

— ¡¿No lo entiendes?! ¡Ahora estás jodido!— le gritó exaltada la muñeca— ¡Los consejos que te di son para personas lo suficientemente normales! ¡Al Demonio de la Radio le falta más de un tornillo! ¡Él podría llegar a obsesionarse de manera enfermiza contigo!— solamente con eso, Angel empezó a ponerse nervioso, pensando que tal vez hizo el mayor error de su vida— ¿Por qué demonios te acostaste con él?

Angel miró a distintas direcciones ahora bastante nervioso.

— No-no lo sé. Sólo quería hacerlo. Tal vez lo veía como un desafío, no sé— la chica lo miró fijamente por unos segundos antes de soltar un suspiro.

— Bueno, si las cosas empiezan a volverse extrañas, me lo dices y trataremos de arreglarlo— trató de calmar a su amigo antes de fijarse en Vaggie y mirarla fijamente.

La tuerta pudo ver con claridad cómo la mirada de Kalmia se ensombrecía y se volvía más seria.

— ¿Por qué estás tan desaliñada?

— Oh— soltó ella recordando su estado y la razón por la que estaba ahí.

Al recordar la noche anterior no pudo evitar sonreír con emoción, casi sentía que podría saltar de la felicidad.

— Me acosté con Charlie— respondió feliz viendo los rostros sorprendidos de sus amigos— le propuse hacerlo y ella aceptó sin dudarlo.

— ¡Oh! ¡Vaggie! ¡Qué feliz estoy por ti!— Angel se acercó rápidamente con una gran sonrisa y la abrazó con fuerza provocando que ambos se rieron.

Aún cuando estaba llena de energía y felicidad, no pudo evitar notar que Kalmia no estaba del todo feliz por ella.

— Oh, sí. Que bueno Vaggie— dijo la muñeca acercándose a ellos una vez terminaron de abrazarse— Es perfecto, con esto ya podemos pasar a la última fase.

— Ah, claro ¿Qué debo hacer?— le preguntó sonriendo, creyendo que podría decir algo sobre hablar de tus con ésa persona o algo parecido.

Qué ingenua.

— Debes desaparecer— la sonrisa tanto suya como la de Angel se desvanecieron en un instante— así como se escucha. Debes alejarte por un tiempo de Charlie y hacerla confundirse. Ya que, tal cual están celebrando que ya todo está solucionado, ella también debe pensar lo mismo. Que ya te tiene de vuelta y todo volvió a la normalidad. No debes hacerla pensar eso. Las chicas creen que mostrando interés las hacen fáciles cuando la verdad, las que las hacen fáciles es mostrar necesidad. Estando ahí siempre para él o ella o insistir incluso después de que tu ya has mostrado interés cuando es él o ella cuando le toca moverse. Una vez que desaparezcas, ella estará rompiéndose la cabeza en qué rayos ha pasado y se sentirá con la obligación de moverse. Con eso ya la tendrás de vuelta... Pero— la mirada de Kalmia se volvió nerviosa, se mordía el labio sin dejar de mirar a otras direcciones— Te recomiendo que en ése lapsus de tiempo pienses si debes o no volver con Charlie.

Vaggie abrió los ojos no pudiendo creer lo que escuchaba, parpadeó un par de veces analizando lo dicho por su amiga antes de abrir la boca.

— ¿De qué hablas? Yo ya sé que quiero volver con Charlie, hemos estando haciendo esto durante semanas únicamente para que yo pueda volver con ella— miró a Angel tratando de ver si no era la única que creía ridículo eso.

Pero él estaba con la mirada fija en Kalmia y la miraba con mucha seriedad.

— Lo sé, lo sé, pero- sólo piénsalo— le pidió la chica casi rogándole con la mirada— Aunque hicimos todo esto para que puedas recuperarla, no significa que sea lo correcto. Mis consejos son efectivos en el momento, pero también hay una posibilidad que con el tiempo esto se empiece a desvanecer. Digo, si Charlie te hizo esto una vez ¿Quién puede asegurar que no vuelva a ocurrir? Que ella vuelva a fijarse en alguien más.

La polilla sintió que su corazón dio un vuelco, ya que -como siempre- Kalmia tenía razón.

— Sólo... Piénsalo ¿Sí?— y éso fue lo último que le pidió.

.-.-.-.-.-.-.-.

Jujuju ¿Qué está pasando con Kalmia? ewe

Lamento si esperaban que éste capítulo tuviera lemon, pero la verdad es que no tengo conocimiento de primera mano con el tema QwQ lo siento, me siento un fracaso.

Cambiando de tema, un dato curioso de Kalmia que no influye en nada a la trama pero de todas formas contaré:

En vida ella era una sicaria que mataba a sus víctimas con la flor Kalmia Latifolia, la cual es una flor con un potente veneno y de ahí mismo sacó su nombre. Ya que además de ser su flor favorita, fue la la razón por la que quedó condenada al infierno.

Éso, espero les haya gustado éste dato para nada importante 😂 nos leemos en otra ocasión.

Bye 💞

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