Están los mismos personajes de la historia; sin embargo, es un capítulo sin relación con la trama.

🎶Rima, Luz.

Esta es la historia de una rara y bisexual niña humana, que llegó a vivir aventuras en una isla muy lejana.

Su antiguo hogar en la Tierra no era para ella, ¡por eso trajo a su mamá!

En las Islas conoció amigos y descubrió asombrosa magia. Eso no se lo esperaba.

Sin lugar a duda, un sitio en el que Luz sí encajaba.

Pero en este maravilloso mundo de fantasía algo va mal, y no hablamos sobre la maldad. Para su sorpresa, su nueva familia no sabe lo que es la Navidad.

Camila y Luz, después de una larga búsqueda en los mercados de Bonesbrought, adquirieron decoraciones y objetos navideños. Festivos clásicos: luces led de colores en tiras verdes, adornos escarchados de arbolitos de navidad, algún muñeco de Papá Noel para colgar en las ventanas, o lo más parecido que hallaron. Todo en pos de decorar la casita donde recibirán a la visita.

Asimismo, Luz aprovechó para comprar grandes y costosos regalos, que de seguro alegrarán hasta a los espíritus amargados.

—No puedo creer todo lo que compramos con 3 monedas de oro —comentó Luz con felicidad.

Fue un gran logro convencer a Eda para celebrar esta gran festividad.

— ¡Eda, volvimos! Espero que no hayan quemado el arbolito, ¡eso se lo prohibimos!

—Tranquila, King no lo ha tocado desde que se lo dijimos —respondiendo la cuestión, Eda hizo acto de aparición.

Apresurada, Camila corrió donde el bello y pulcro arbolito. Al verlo salvo y sanito, bajo sus hojas de plástico guardó los envueltos regalitos.

— ¿Y dónde está el pequeño? —preguntó Luz, guardando otro regalito al lado del sofá, en el cajón de la mesita de noche aledaño.

—Sigue soñando de que de todo es el dueño —señaló Lilith, cargando al demonio risueño.

La dama búho se acercó, curiosamente, a ver qué es lo que Luz oculta celosamente.

—Huele a un costoso regalo... creo —cuestionó la bruja, esperando que no le toque algo feo.

—No husmees dentro del cajón. De lo contrario, te tocará puro carbón —reprochó Camila, arrastrando un gran pavo en medio de la sala para preparar la cena, de la que también será parte cierta peliverde nena—. Además, son obsequios que Luz compró con su dinero que consiguió a base de puro esfuerzo y esmero.

— ¡Bah! Es el dinero semanal que yo le dí a la niña.

— ¡Tacaña! Trabajo contigo y apenas puedo comprar media piña.

3 horas después; Camila cocinó un filete de res.

Luz por su parte, posaba su presencia bajo el marco de la puerta, pensativa mientras miraba el cielo boquiabierta.

—Oh... —balbuceó Eda preocupada, al ver que una Luz de cristalizada mirada en la entrada a alguien esperaba—. ¿Quién falta?

—Falta la bruja con la que deseo compartir alcoba —respondió Luz, en espera que ella aparezca volando en una escoba.

"Qué cosas más extrañas dice esta boba", pensó Eda con amargura, pero ganas no le faltaron para quitarle de un zape lo testaruda.

— ¿Qué? —Fue lo único que la bruja escapó de su lengua.

—Me refiero a mi novia, Amity. A este paso, llegará tarde a la celebración... que he preparado con tanta devoción.

—Niña, ¿me explicas una vez más por qué es tan importante la "Navidad"?

— ¡Es la más grande festividad! —exclamó Luz—. Sé que para ustedes puede ser un día común y corriente, pero para nosotros es un día único y detergente. Un día tan especial... quiero pasarlo con la bruja más genial.

—Rara forma de decir mi nombre. —Eda refunfuñó, un poco dolida que la humana no la eligiera como su bruja favorita a pesar de todo el tiempo que la acompañó.

—Je... Mi primer puesto es un empate.

—Fiuf. Por un momento pensé que te habías vuelto orate.

Mansión Blight, hogar de la familia que siempre toma bebidas "light".

Desde afuera, se le escuchaba a una amargada Odalia, que recriminaba a cada pobre alma que en su camino se cruzaba. "¿Quién se comió todo el panetón?", con desazón, su esposo fue el único que pudo calmarla con un coqueto besito en su cabello con forma de tamalito.

— Edric, Emira, ¡de prisa! Una vez que salte por las paredes, ya no regreso por ustedes —susurró Mittens afuera de las habitaciones de sus hermanos, que terminaban de acicalarse para pasar el rato en la fiesta que Luz preparó con sus propias manos.

—Owww, Mittens está apurada por ir a la fiesta y ver a su amorcito —chilló Edric, súper emocionado, como si una copa de vino hubiera tomado—. ¿Acaso quieres darle un besito?

—No es una fiesta, es una festividad, y su nombre es "Navidad" —enfatizó la peliverde menor, tocando la puerta de una Emira que terminaba de ponerse el rubor—. ¡Ugh! ¿Esa Emira tanto se demora cambiando? ¡Estamos tardando! Luz nos debe de estar esperando.

—Calma... respira para que no te desmayes —consoló el gemelo, curioso de porqué Em iba a la velocidad de un tatarabuelo—. Sabemos que no te gusta ser impuntual.

—Sí, en ti es algo muy inusual —añadió Emira, por fin terminando su maquillaje.

De regreso a la casa dónde se celebrará Navidad.

El hogar fue decorado de pies a cabezas con un hermoso alumbrado de foquitos de colores, que Eda advirtió serán un gran gasto de luz; sin embargo, la humana, subida en el techo, exclamó: "Dama búho, yo continúo, luego que Lilith sea tu dúo y te ayuda a pagaaa- Ahhh".

No terminó de exclamar, porque su trasero cayó al suelo producto de la gravedad.

—Tanto escándalo... —Lilith no parecía muy convencida, su cara de pocos amigos te lo decía—... y todavía no es ese tan dichoso 25 de diciembre.

—Es que los 24 de diciembre son algo especial —comentó Camila.

—Para nosotras es algo tradicional —agregó Luz, entrando por una ventana mientras olía la deliciosa comida en la mesa, donde las hermanas y King se acomodaron con destreza—. Aunque tendremos que esperar a medianoche para degustar la costilla con mantequilla que mami preparó.

—Oh... —Lilith arqueó una ceja—. Entonces si la celebración es todavía a medianoche, ¿por qué no descansan hasta esa hora?

—Lilith, tus feas palabras parten mi sensible cora-

Luz no pronunció "-zón", porque Hooty irrumpió en la sala para notificar, que tres verdosos adolescentes acababan de llegar.

—Luz —exclamó Hooty, abriendo la puerta para que entren los hermanos Blight—, ¡te busca la bruja peliverde que me asusta!

— ¡Llegó la brujita que tanto me gusta! —ignoró la morena, corriendo en dirección a la peliverde a quién se abalanzó y un fuerte abrazo le regaló—. ¡Amity!

— ¡Luz! —saludó a su morena novia; amada con la que jura algún día alcanzar la gloria.

— ¡Luz! —exclamaron dos voces al unísono detrás de Mittens.

— ¡Edric, Emira!

— ¡Hooty!

Mientras los menores chillaban de felicidad, ciertas brujas descubrieron una aterradora verdad.

— ¿Por qué hablamos rimando?

—No lo sé, pero me está gustando —aclaró Edalyn a su gótica hermana.

Los hermanos Blight tomaron asiento en el sofá, deslumbrados por tantas adornos de colores y medias de colorinche blanco/rojo que se asemejaban a unas paletas colgadas en la chimenea.

Luces, adornos y regalos bajo el árbol fue lo que observaron también curiosamente.

Un asombrado Edric cegó su vista debido a que veía un ejemplar de color verde, gran árbol de plástico en medio de la sala. Pensando que sería una buena idea, invoca un hacha y lo tala.

Paralelamente. Si Luz no se apresuraba, Eda terminaría de revelar los regalos antes de la hora estipulada. Tal cual Papá Noel, uno por uno, la tonta humana los obsequios entregaba.

—Eda, tus regalos este año son... ¡bastones de dulces colorados!

—G-Gracias niña... pero prefiero unos aretes cuadrados —agradeció Eda, pensando que eran un tipo de joyería humana. Despejando el cabello que cubría sus orejas, prosiguió a probarse los "pendientes" coquetamente.

Camila veía, incómodamente, como Eda mal interpretaba el regalo de su niña.

—Lilith... —Con cierta preocupación, Luz se acercó a la bruja de la que percibía cero emoción—. Eres una amargada bruja que no deja de darme sermones mientras hago mis pociones. Si fuera Papá Noel te daría carbón; pero mejor te doy un perfumado jabón.

La malhumorada Lilith, con algo de vergüenza, los jabones acepta, ya que del mal olor ella es presa.

—Emira, una gran amiga, a ti te regalo una camisa y listones rojos.

—Oh... son hermosos —mintió. El color no combina con sus ojos. Invocando un espejo, Emira luce el regalo con descontento.

—Toma, Edric. Para que cuando salgas a pasear con tu mascota no te llenes de estrés, te obsequio un resistente arnés.

— ¡G-Gracias, Luz! —Edric, un triste payaso que ríe por fuera y llora por dentro—. Mi murciélago murió hace un mes —murmuró con desinterés.

—Y para ti... Tan preciosa, tierna, bella, que a mi corazón esta chica acelera. Amity, te regalo un gorro rojo de navidad, que representará por siempre nuestra gran amistad. —Mala elección de palabras escogió la humana. Al ver que su novia estaba a punto de llorar, Luz intentó aclarar un malentendido que podría incomodar—. F-Fue una pequeña broma nada más.

—M-Más te vale que me digas la verdad, porque si no toda tu vida en el sofá dormirás —advirtió Mittens.

— ¿Entonces... les gustó los regalos que les dí? —La morena niña de buena voluntad, preguntó a sus invitados de dudosa felicidad.

Diversos murmuros en la sala se escucharon.

Decisiones mixtas y puntuaciones los presentes tomaron.

Incluso así, todos llegaron a una unánime conclusión.

Los regalos que les dio Luz vinieron desde lo más profundo de su corazón.

— ¡Oh, vamos! Todos opinamos lo mismo de estos regalos —comentó Camila de ceño fruncido, preocupando a su hija, que no quería que la confianza en la Navidad la gente perdiera—. Mija, tus regalos son muy bonitos. Te lo agradecemos, mi Luz... De parte de todos.

—Me alegra que les haya encantado... los regalos que con tanto esfuerzo he seleccionado.

Esta curiosa y rara familia en un abrazo a Luz encerró. La dulce niña estaba agradecida de tenerlos a su lado, al punto que no puede evitar el pequeño lagrimeo que sus ojos han generado.

—Ahora, ¿quién quiere panetón? —preguntó Camila, las palabras que todos querían oír durante todo el día.

— ¡PANETÓN! —Emocionados, los presentes a la mesa se sentaron, tirando al suelo los regalos que a Luz tanto escoger le costaron.

Y con esta última frase, el autor cierra esta curiosa fase.

El autor felices fiestas les desea. Espero que usted víctima de algún cohete no sea.

Tomen agua mis lectores, porque si no el recalentado los matará a punta de cólicos y ardores.

.

❄️Historia ganadora del concurso navideño realizado por The Owl Club 🦉

Gracias por llegar hasta aquí. Espero tengan unas excelentes fiestas con sus seres queridos. Ya subí actualizaciones en Mamá Búho y Always Together, por lo que tal vez no veamos para año nuevo OwO

¡Nos vemos! <33