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Cap. 6 - Tómatelo con calma, mamá

Una semana después. Se volvió costumbre que Amity vaya intermitentemente a la casa búho para cenar o enseñarle algunas cosas de las islas a Camila, que disfrutaba mucho de su compañía y cómo avanzaba en la relación con su hija.

—Te veo mañana en la escuela, cariño —se despidió Luz, viendo como Amity se alejaba de la casa.

—Igualmente, cari... Luz —respondió Amity con dulzura, pero no pudo evitar que la vergüenza invada su rostro. 

Luz mandó un coqueto beso volado acompañado de un guiño a la distancia, que la peliverde atrapó con su mano y puso en sus labios.

—Hooty, acompáñala hasta Hexside donde sus hermanos la van a recoger —ordenó Luz al búho, feliz de obedecer a favor de la novia de su amiga.

— ¡Hoot! Vamos, señorita Blight. Esta será una pequeña, pero entretenida caminata. ¡Hey! ¡No corras! ¡Podemos hablar durante tooodo el caminooo!

—Se ven demasiado tiernas poniéndose tantos cariñosos apodos —dijo Camila con sus manos en sus mejillas, enternecida por la despedida de las menores—. Oye, mija. Estás... —Camila se percató que algo andaba mal. Luz tenía la mirada gacha y emitía un ligeros refunfuños.

—Cariño, mi diosa, ¿hermosa gatita? —mascullando, de un lado a otro Luz dio pisotones mientras tomaba su mentón— ¡Mamá! Necesito más apodos cariñosos para Amity. ¡¿Qué tal si se aburre de mí por eso?! —chilló apoyada en su madre, quién a nunca se le pasó por la mente que estaría en una escena de este tipo.

—Adolescentes... —Fue lo que murmuró Lilith, burlona de la escena mientras sorbía su taza de café diaria.

—Así que ya están en esa etapa de apodos cariñosos —canturreó Eda, recogiendo los platos que dejaron después de cenar—. Eso es taaan... empalagoso —sentenció, y sacó su lengua para imitar quejidos de vómito. Pero algo detuvo su momentos de burla—. Luz, ¿dónde guardaste las compras? Te dije que las dejes en la alacena.

— ¿Cuáles compras? Solo traje lo que me pediste y... —bostezó la morena, frotando sus ojos y deseando que entre sueños se le ocurra un sobrenombre tierno y original—. ¿Podemos hablar después de eso? Tengo sueño, mañana tengo clases, y quiero enseñarle la escuela a mamá.

—Primero responde mi pregunta —reprochó Eda, echándole algunas gotas de agua al rostro para que espabile.

— ¡Compré lo que venía en la lista y te lo dí! —exclamó molesta por el intento de Eda que le diga la verdad—. No sé dónde pudiste dejarlas, si alguien las guardó en otro lugar o...

—Splash, splash.

— ¡Deja de echarme agua, ya te respondí! —se quejó la morena.

—Pero es extraño, no encuentro nada de lo que te mandé a comprar... —A menos que, haya pasado lo que ella cree que pasó—. Déjame ver la lista y los precios —pidió la bruja.

Luz, medio adormilada, asintió y sacó un pequeño papel de su cabello que le entregó.

—Tienes razón, guardar cosas en mi cabello es más práctico —añadió la menor al ver como su madre la miraba confundida por ese raro comportamiento de esconder cosas, independientemente de la higiene, en su cabello.

Eda desdobló papel unas diez veces, lo cual hizo que tome un gran tamaño. Fácilmente Luz podría usarlo como sábana.

—Uhmmm... —Eda dio un rápida leída a todo lo escrito, y los garabatos que Camila hacía cada vez que compraban un ingrediente de la lista confirmó lo que la menor le dijo—. ¿Tienes el dinero que te sobró?

Luz despertó al instante de escuchar "dinero", compartiendo una incrédula mirada con su madre.

—N-No sobró nada —murmuró Camila, preocupada de que se hayan equivocado y echado todo a perder.

La bruja exhaló con pesadez. Las cosas serían difíciles a partir de ahora, peor si Lilith vivía de gratis en su casa.

—Pues, chicas... En términos de dinero, no tenemos dinero. Ugh. Esto me pasa por aceptar huéspedes de escaso capital. —Eda miró "disimuladamente" al par Noceda que lo único que pudieron hacer, fue dramatizar al sentirse ofendidas—. Pensándolo mejor... ¡Lilith!, mi querida hermanita mayor, ¿tu sabías que...?

—Oh no... —Lilith se asomó a la cocina, claramente anticipándose a las intenciones de Eda cada vez que la trataba bonito—. Sé lo que intentas y no va a funcionar. Ya no somos unas ni... 

— ¡Cállate y escúchame! —exclamó Eda, interrumpiéndola—. Lilith, no has pensado... No sé. Cómo vivirás con nosotras a partir de ahora... cómo favor porque te dí un techo en tus peores días. Recuerda que también comes gratis. —Sacando en cara todo lo que hizo por Lilith, causó una gran culpa en la mayor, puesto su intención no era aprovecharse más de la amabilidad de su hermana. No después de todo lo que le ha hecho—. ¿No se te pasó por la cabeza... vender tu casa para traer algo de dinero?

— ¡¿Qué?! 

—Por favor... —imploró Eda, mientras poco a poco se le acercaba para susurrarle al oído, lejos de la zona audible de Luz—. Mira, las dos sabemos que no podrás volver a tu casa sin que los guardias te atrapen y lleven frente al emperador para volverte una piedra. Así que prácticamente dala por perdida y véndela por Penstagram o Market Pensbook.

— ¡Ni en sueños venderé las casas de nuestros padres, Edalyn! —recriminó Lilith, en desacuerdo a la idea de vender la casa donde vivió toda su vida, fuente de miles de recuerdos.

— ¿Por lo menos vende algunas cosas de nuestros padres para tener dinero estos días? —cuestionó Eda, tratando de sacarle mínimamente algo a su hermana, pero recibiendo otra negativa—. *Gasp* ¿Qué tal si vendes el bastón de oro de papá? Eso cubriría nuestros gastos por un tiempo.

—Ni hablar. Es una reliquia invaluable... Y estoy segura que ni tú, aunque te ofrecieran un millón de lingotes de oro, lo venderías —sentenció firme, cruzada de brazos.

Luz y Camila, que veían la escenita de fondo, no entendieron nada. La menor hazte recién se hace la idea que puede tener unos abuelos búhos por ahí.

—Cierto... Okey, no venderemos nada de papá. —Hace una pausa. Eda maquinó otra grandiosa idea—. ¿Y si vendemos las cosas de jardinería de mamá? No son reliquias importantes, pero sabes que esos utensilios tienen gran valor en el mercado negro por ser de un material fino.

—Uhmmm... —Lilith entrecerró los ojos antes de tomar una decisión. Analizando pros y contras, y la presión de todas al mirarla expectante. Al final, tuvo que dar su brazo a torcer—. Si no nos queda de otra... prefiero eso a que trates de vender los cuadros que papá pintó.

— ¡Decidido! —expresó más optimista Eda—. Mañana iré con mi fea hermana a hacer los trámites, mientras que Camila... —señaló a las morenas, tensadas por el repentino llamado—... mientras que Camila acompaña a la niña a Hexside.

— ¡Genial! —exclamó la menor, moviendo ansiosamente a su madre del brazo—. Desde pequeña no me llevabas a la escuela, mamá. ¡Podrás conocer a mis amigos!

— ¿No quieren que ayude con los gastos? —Camila ignoró momentáneamente la emoción de su hija, preocupada por la radical decisión de vender las cosas familiares para salvar la economía del hogar—. Estoy segura de que me aclimaté correctamente a este mundo. Conseguiré un trabajo para apoyar en la mesa. Es lo menos que te debo, Eda.

El par de brujas hermanas compartió una cómplice mirada, antes de echarse a reír por lo que la Noceda mayor dijo. Todo esto frente a Luz, que también quería echarse a reír debido a la contagiosa risa que emitían, pero por respeto y para no hacer sentir a su madre se mantuvo a su lado, tomándola de la mano.

— ¡Por favor, humana! —chilló Lilith, casi atorándose de tanto reír—. ¡No sabía que podías ser tan graciosa! 

— ¡Mi nombre es Camila! —Intentó corregir, en vano, puesto la Clawthorne mayor seguía en su ataque de risa. Un repentino rubor coloró sus mejillas. Vergüenza.

—Déjala, mami —comentó Luz, separándola de la tóxica actitud de la bruja—. Así es al principio, luego todo mejora.

Más o menos, Lilith demoró más de una semana en llamarla por su nombre en vez de sobrenombres como "Mini Eda", "humana", o "la chica de glifos y cabello oscuro".

—Camila, no sé cómo será en el mundo humano, pero acá no puedes conseguir trabajo así porqué sí —explicó Eda a la apenada madre de familia—. Sin mencionar que todavía no te acostumbras y todo te sigue dando miedo.

No quería sentirse como una inútil carga para su hija o la señora dueña de la casa. Camila, enserio quería ayudar a las demás con los gastos, es lo menor que les debía si ellas le daban refugio algunas semanas. Si mencionar que la bruja, meramente por sus amable corazón, cuidó a su niña por casi 3 meses.

Optó por preguntarle a la única persona que sabe que la apoyará en su decisión. De otro modo, no la habría traído a las Islas en primer lugar.

— ¿Tú qué opinas, mija?

—Ay...

Por un lado, Eda estaba en lo correcto. 

Ella misma lo vive en su día a día. Salen de casa, su mamá se asusta con Hooty; van de compras, le teme a la comida con ojos porque su mirada la sigue. No puede entablar charlas random con cualquiera porque no conoce las costumbres del lugar. Un largo etcétera se sumó a su lista. 

Por otro lado, Eda seguía teniendo razón.

—Perdón, mami... Debes de aprender vivir y convivir con los demás antes de que les grites por su extraña apariencia. Tus intenciones son buenas, y es cierto que necesitamos dinero, pero creo que Eda lo tiene contralado momentáneamente. —Luz fue sincera, cómo se lo prometió a su madre. Nada de secretos.

—Oh... —balbuceó Camila. 

Se sentía mal, en parte porque se rieron de ella, pero más porque era la primera vez en su vida en la que no trabajaría para mantenerse a su hijita. 

Vacaciones, verdaderas vacaciones que chocaban con años de estrés y trabajo extra a los cuáles se acostumbró.

—Haré mi mejor esfuerzo por encajar con los demás. —Su animó regresó, acariciando la cabeza de una alegre Luz, que ya bostezaba de cansancio—. Pero me sigo sintiendo mal porque venderán las cosas de sus padres.

—Con que era por eso ¡Ja! Lo sabía —rio Eda, en su típica risa de puerquito—. No te preocupes, tarde o temprano planeaba vender las cosas de mis padres sin que Lilith se diera cuenta.

—Tú, ¿¡qué!? 

De vuelta con Boscha.

La pequeña bruja peli-rosa, después de algunos minutos de caminata por el cerrado mercado del pueblo, por fin llegó a su destino. Una casa de dos pisos, ordinaria para los estándares de la clase media en las islas.

—Espero que su cuarto sea más limpio que su fachada —Se quejó entre murmuros, ante la poca higiénica entrada de la casa. Sacudió su cabeza, despejando la poca agradable idea de visitar una casa de segunda. Tocó el timbre, y pasaron pocos segundos para que una familiar voz le responda.

— ¿Quién es?

—Déjate de bromas, ¿puedo pasar? Hace un poco de frío afuera —reclamó la peli rosa.

No pasó ni diez segundos antes de que alguien se asomara por la ventana aledaña a la entrada.

—Depende... ¿tienes la contraseña? —preguntó, tratando de imitar una voz de robot, algo que irritó a Boscha por gastar tiempo en tonterías.

—Es la segunda vez en mi vida que escucho esa tonta voz. ¡Déjate de juegos y solo déjame entrar!

—Está bien, está bien. Aburrida. —La brujita se dio por vencida, abriendo la residencia para dejar pasar a la friolenta bruja de tres ojos—. Pero solo digo que, si ya sabes la contraseña, no te duele nada decirla.

La contraseña, obviamente, es "Puddles".

—Boscha... —saludó Willow a la peli-rosa que ingresaba a su habitación—. Creí que nos reuniríamos mañana en el invernadero después de clases.

— ¿Alguien quiere un bocadillo? —preguntó Viney, interrumpiéndolas y cerrando la puerta del cuarto de Willow.

— ¡Ejem! Estos son asuntos entre la bruja planta y yo. Así que ve a tu habitación, pulgosa —contraatacó Boscha. 

Con una simple frase, logró irritar a Viney.

— ¡Hey! ¡Para tu información, mi Puddles está libre de pulgas! —defendió Viney ante la ofensa de Boscha—. Y por lo otro, duermo en esta misma habitación, así que no me puedes echar... En diferentes camas, obvio —añadió.

—Calma, calma. —Willow se puso en medio de ambas brujas, lo cual evitó más tensiones innecesarias entre ellas—. No puedes decirle eso, Boscha. Ahora esta también es la casa de Viney.

— ¡Sí! Así que, por lógica, tengo más autoridad que tú. —Viney sacó su lengua.

Antes de contestar, Boscha realizó unos ejercicios de respiración que Willow le había enseñado. "Tranquilidad y buenos deseos", repitió más de cinco veces en su mente.

—En resumen, intento ser una mejor persona para enamorar a la chica que me gusta... —sentenció, agachando su mirada—, pero... Bah. No quiero enfocarme en eso.

—Lo siento... —consoló Willow a la depresiva bruja peli-rosa. Envolvió a Boscha en un tierno abrazo, para intentar que se sienta mejor, gesto que llenó de picardía la cara de Viney, y de leve rubor la de Bosch—. Si las cosas hubieran salido bien, me hubiese encantado conocerla. Tranquila, estoy segura de que la indicada llegará pronto a tu vida...

— ¡No me quedaré de brazos cruzados! —exclamó la peli-rosa, apartando a Willow de su lado con un fuerte empujón—. Estoy segura de que aún puedo intentar algo, solo debo de...

—Dejar de comportarte como una idiota —interrumpió Viney—. Hasta ahora me parece extraño que le pidas ayuda a Willow para conquistar a una bruja, considerando que ustedes los de la "nobleza" tienen prohibido pasar tiempo con nosotros los "normies". ¿Qué hay de tus amigas populares? Ya sabes, la morena, la delgada... y la... otra delgada.

—Puedo pasar el tiempo con quien se me dé la regalada gana. El status actual ya no sirve ni para comprar un pergamino de segunda en el mercado negro.

Boscha dejó escapar un pesado suspiro, siendo esa la principal por la que grupo de "amigas" se disolvió. Cada uno puedo ir con quienes tenga mejor química, excepto ella, que no tenía a nadie.

—P-Perdón... Tal vez no hayan sido tan amigas, al fin y al cabo. —Intentó consolar Viney a la peli-rosa, pero no lo hizo al no sentirse tan en confianza con ella. Además, que no quería que la muerda o algo así—. Pero ¿cómo es eso que el status ya no vale lo mismo?

—Lo resumiré para que tu cerebro de grifo lo entienda —burló la peli rosa, aprovechando para sacarle la lengua—. Desde aquel altercado en el castillo de Bellos, hace casi un mes, el poder del emperador ha ido al tacho, prácticamente... Ya no tiene la misma influencia de antes, por lo que las familias nobles, guardias de alto rango y jefe de los aquelarres de las islas se han estado separando de él. Perdiendo así su status, pero conservando la mayoría de sus pertenencias.

— ¿Altercado? —cuestionó Viney, confundida, pero sobre todo asombrada—. Me enteré de que pasó algo grande en el castillo del emperador. Los detalles...

—Alguien quiso derrocar al emperador. Expuso sus más profundos secretos a la nobleza y atacó el castillo aprovechando el caos por lo de Eda —añadió Willow.

— ¿La mamá de Luz? —Volvió a preguntar la bruja veterinaria.

—Qué, ¡no! Eda no es su mamá. ¿Qué te hizo pensar eso?

—Son idénticas. —Alzó su hombros, excusándose vagamente.

— ¡Una es blanca! Sin mencionar orejas, color de piel, ojos, cabello, forma de la cara, no saber hacer magia. —Willow olvidó añadir "ser humana"—. El caso es que atraparon a Eda hace unas semanas e iban a petrificarla, pero sucedió lo de la tormenta hirviente y el incidente del castillo. Todo el caos junto le dio una oportunidad para escapar... o eso explicaron en las noticias antes de que el aquelarre del emperador las censurara.

— ¿Qué acaso no tiene una bola de cristal en tu casa? —cuestionó Boscha rodando sus los ojos, los tres, molestar que se hayan desviado de su problema.

— ¡Boscha! —alzó Willow su voz, en forma de reclamo por tener cuidado con sus típicas burlas.

—S-Sí. Oh, bueno. Tenía... —Dijo Viney un poco asustada, puesto que estaba muy metida en sus pensamientos—. No sé qué decir. Si algo le hubiera pasado a Luz... probablemente no hubiera enterado. La tormenta hirviente destruyó mi casa y pasé varios días en diversos refugios con mi mamá. N-No me enteré de nada. —Su mirada se tornó triste, cabizbaja mientras arrugaba su camiseta con una mano en su pecho—. Gracias de nuevo por aceptarnos en tu hogar Willow. Tú y tus padres son las personas más amables que he conocido en toda mi vida.

La pequeña bruja no aguantó más y empezó a emitir un ligero sollozo, que intentaba silenciar inútilmente con su mano libre que no presionaba su corazón.

—No me imagino las cosas que tuvieron que pasar ustedes dos solas. Oh, no. N-No te pongas a llorar, porque si no yo también... —Willow se unió a su amiga. Al instante, la encerró en un tierno abrazo para comenzar a llorar juntas, cosa que incomodó extrañamente a Boscha—. P-Pero estamos en las mismas, tampoco me hubiera enterado si Luz... pocas personas saben lo ocurrido en el castillo de Belos.

— ¿En serio? —preguntó Viney, tallándose los ojos para detener las lágrimas—. ¿Quién más sabe de esto?

—Las ex familias nobles de las islas. Incluye a mi familia, los Blight, la dama búho, ustedes dos la familias de Skara, Amelia...—enumeró Boscha.

— ¿Y cómo están segura de que nadie vendrá a cortarnos la cabeza por saber estas cosas? —Asustada, Viney tragó saliva con fuerza.

—Si fuera así, ya estaríamos muertas —agregó Willow inocentemente.

—Eso no me tranquiliza, pero creo que es una excusa perfecta para no ir a la escuela mañana. —Ni nunca. Viney hasta teme ser raptada mientras duerme—. *Gasp* Por cierto, ¿cómo es que Amity o Luz no nos dijeron nada? Digo, si tu novia es de la clase alta y está metida en todo esto... mínimo debes contarles el chisme a tus amigos —comentó Viney tomándose el mentón, curiosa porque Luz no estaba al corriente. Porque, conociéndola, ya hubiera soltado la verdad a medio mundo.

—Los Blight son una familia muy poderosa, supongo que lucharán hasta las últimas consecuencias para mantener su status. Así que mientras menos personas sepan la situación, mejor para ellos —explicó Boscha, lo más simplificado que pudo para que la entendieran.

—Además, Amity y apenas tiene algo en su cabeza que no sea Luz —concluyó Willow. Junto con Viney, compartió un chillido de felicidad y ternura por sus amigas—. Intenté contarle en más de una ocasión, pero Eda me pidió que me callara, puesto que su madre Camila está de visita y no quiere nada que pueda preocuparla.

— ¿Su mamá está de visita? ¿Su mamá, mamá del mundo humano? Eso quiere decir que... ¡Luz se quedará! —Willow asintió contenta a sus palabras—. Esa condenada. Me tenía muy preocupada desde que me pidió grabar ese video de despedida con Puddles—mencionó feliz Viney, invocando su pergamino y viendo algunas fotos que comparte con su morena amiga.

El par de brujas dejó de lado a Boscha para enfocarse en Luz. La peli-rosa ya estaba harta de que mencionen a la humana, literalmente, todo el tiempo.

— ¡Basta! —interrumpió Boscha al par de brujas que la acompañaban—, odio que mencionen a esa humana—Murmuró con la mirada gacha, para evitar que vean su lagrimoso tercer ojo, ya que este era el que revelaba su verdadero estado de ánimo.

— ¿Por qué? Pensé que se llevaban bien desde que se unió a tu equipo de Grugby —mencionó Viney, confundida por la extraña relación entre Boscha y Luz; amistad y compañerismo en los juegos de grugby, pero fuera del campo todo daba un giro total—. Vamos. No seas necia y dale una oportunidad a Luz. Es una excelente amiga y novia.

Rememorando lo que vio hace unas horas, Boscha empezó a tomar una actitud defensiva y de ligero desprecio hacia Luz. No querían que las otras la vieran así, peor que sospecharan sobre quien realmente estaba enamorada. No le quedó de otra que refugiarse en la figura de una abusiva.

— ¡S-Solo me cae mal! ¡Es una media bruja que no sabe hacer magia! ¡Un bicho raro! —exclamó Boscha, para sorpresa de las dos bruja presentes—. ¡La tengo que ayudar a pararse cuando se cae en medio partido! ¡E-Es fea e idiota y huele a limón!

— ¿Uh?

— ¿Cómo sabes que huele a...? —Intentó preguntar Willow.

— ¡Y a mí no me gusta el limón! —concluyó la peli-rosa, dejándose llevar por la rabieta.

—Vaya, vaya... —canturreó Viney con una pícara mirada, acercándose al rostro de la peli-rosa para irritarla más—. ¿No será que la chica que te gusta es Luz? Seguramente te duele ver que ahora está de noviecita con Blight.

Los burlescos besitos al aire fueron la gota que derramó su paciencia.

— ¡CÁLLATE! —exclamó Bocha con toda su fuerza, abalanzándose contra la bruja.

Dos minutos después.

— ¿Cómo es que terminamos en una pelea que destrozó todo mi cuarto? —preguntó Willow, admirando todo el desastre que hizo ese par de peleoneras—. Tienen suerte que nuestros padres no están en casa esta noche.

—Fue la emoción del momento... ¡Ouch! —chilló Viney por el golpecito que Willow le dio en la herida—. Ya sabes, eso hacen las amigas; pelean, discuten y terminan hablando de cualquier tontería

—No somos amigas —masculló Boscha. Tenía el cabello hecho un caos y con una bandita en el rostro.

—Oh... —balbuceó Viney ante la indiferencia de la peli rosa.

Pocas veces se dibujó una amarga expresión en el rostro de Willow. Motivo suficiente para que Boscha se cruce de brazos, trague su absurdo ego y se acerque a la brujita que acaba de resentir.

— ¡Okey, okey! Que fastidio —Exclamó Boscha al sentir como los ojos de la tierna bruja de plantas le quemaban la nuca—. No debí reaccionar así. Estoy trabajando en mejorar mi actitud.

—Mejor trabaja en conseguirte una novia que te soporte —se burló Viney, escondiéndose inmediatamente detrás de Willow al ver como la peli rosa invocaba algunas bolas de fuego con sus manos.

— ¡ERES BRUJA MUERTA, PULGOSA! 

Saludos para @Amity la gay

No recuerdo porqué exactamente, pero de que le prometí un saludo, le prometí un saludo XD

Nota: Este fue el capítulo dónde avisé que cancelaron la primera versión de Amor de la Madre búho, y que el creador me dio permiso para continuarla.

Lo demás es historia 🦉❤️🦦

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