Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Cap. 5 - La calma antes de la tormenta

—La humana y Amity. T-Titán...  —susurró, arrastrándose de entre los arbustos para ya no presenciar la escena que resquebrajó por completo sus emociones.

Atónita por lo que acaba de presenciar y con un ligero sollozo que se asomaba en sus tres ojo, Boscha logró salir del bosque. A penas logró estabilizar su andar debido su perdida mirada. Lentamente, se alejó de los árboles; caminando sin un rumbo fijo mientras su mente en ardor procesaba a su corazón partido.

— ¡Una foto! —bramó a medio camino, golpeando sus mejillas, por obvias razones, al ser tan poco astuta—. ¡Maldición! ¡¿Por qué no pensé en eso?! ¡No puedo perder con una idiota humana! ¡NO, NO, NO! 

Pateaba todo lo que se le atravesaba en el camino. Invocaba hechizo de fuego y los lanzaba sin control en un intento por dejar salir toda su frustración. Deseaba ser esa tonta en estos momentos. Ser cómo Luz, una chica sencilla capaz de hacer amistades verdaderas, formar lazos sin necesidad de un nombre; sobre todo envidia por estar junto a... la Blight, que ella conoce desde hace varios años, y que, por derecho, creyó tener clara ventaja a la hora de tratar de conquistarla.

Sonrojada, se acarició lentamente sus labios, imaginándose tomar el lugar de la morena, fantaseando tontamente con el tacto que la peliverde le podría brindar si fuera suya.

Un beso con Amity que ella le devolvería mil veces más.

— ¡UGH! ¡Maldita sea! —Pero nada de eso sucederá, lo acaba de entender por la mala—. ¡Ella solo tuvo que llegar de la nada para joderme aún más la vida! ¡La odio, la odio, la odio!

Boscha seguía soltando injurias y más groserías en un tono semi-alto de voz para evitar crear un escándalo mayor y ser escuchada. 

Sin darse cuenta que alguien se acercaba ella, pero fue cuándo sintió un fuerte olor a lodo y jabón que raspó su nariz. Un fastidioso ulular erizó cada hebra de su ser.

— ¡AHHH! —gritó lanzando diversas bolas de fuego aleatorias en un acto de vergüenza por ser descubierta en pleno berrinche.

— ¡Wow, ten cuidado! Casi me das. Hoot.

Era Hooty. El búho esperó que Luz y Amity se distrajeran lo suficiente dentro de la casa para salir y encarar a una Boscha quien no se tomó muy bien la presencia del búho.

— ¡DÉJAME SOLA! —exclamó bajo amenaza, invocando una bola de fuego en la palma de su mano y mostrando sus pequeños colmillitos. Asumió una postura de agresividad—. ¡LARGO, ASQUEROSA AVE!

—No puedo. Tengo buena visión y sé que viste a mis amigas cuando se estaban besando —sostuvo en búho, dispuesto a salvaguardar el secreto de sus amigas hasta que ellas decidan exponerlo.

—Sí, ¿y? ¿Vas a arrestarme o algo por el estilo? —dijo, tratando de sonar desafiante, pero sucumbiendo al recuerdo que Hooty trajo nuevamente a su cabeza. 

Su cuerpo se sentía débil, pesado, su corazón destrozado que creó un desierto en su pecho. La cabeza palpaba debido a la inconsciente y gran cantidad de emociones derramadas en el suelo; lágrimas que emergieron de sus ya rojos ojos. Todo combinado ocasionó que se desplomara en el corto césped semi azulado de la zona anterior al bosque dónde se oculta la Casa Búho.

—Si es así, hazlo ahora... Ya nada me importa en este momento —susurró estirando vagamente sus manos, esperando que se la lleven.

—Yo no hago eso, No soy un guardia del Conformatorium. Hoot —ululó feliz tomando de la blusa a la depresiva tres ojos con su pico para levantarla—. Déjame guiarte hasta tu casa. Dentro de poco aparecerá una densa niebla en la que es fácil perderse y Eda me encargó dejar los alrededores libre de cadáveres para que la madre de Luz no se asuste.

— ¿Ca-cadáveres? —cuestionó Boscha con un extraño escalofrío que recorrió su espalda. No tenía miedo, pero la inocente forma en la que habló el búho la hizo desconfiar y creer que por cadáveres se refería próximamente ella sin nadie la acompañaba—. Creo que mejor me quedo acá y me convierto en abono.

—No te preocupes, estaremos bien. Hoot. Además, me gustaría algo de compañía. Llegué a sentirme un poco solo luego de que todas estén ocupadas, enseñándole cosas a la madre de Lu...

— ¡Solo cállate! —interrumpió la bruja antes de que complete el nombre que más detesta. Tomó a Hooty del pico, amenazándolo que literalmente cierre el pico con otra bola de fuego invocada en su mano derecha—. Guíame en silencio. Iré a casa para encerrarme, comer helado y nunca volver a ver la luz de sol... ¡Carajo, dije su nombre!

El singular par anduvo cuidadoso por la densa niebla del bosque que no dejaba ver a más de un metro. El tercer ojo de Boscha agradeció la compañía. Hooty, para fortuna de la peli rosa, se mantuvo callado y solo avisaba de algunas rocas o árboles con los que la bruja se podía chocar debido a su torpe y lento caminar, producido por la tristeza que le generó este incidente. Aunque también le generó las preguntas, de cómo y cuándo empezó su relación.

— ¿Desde cuando Amity y la humana...? —Hizo una ligera pausa, costándole aceptar la realidad de la situación.

—Hace casi un mes. Hoot—respondió con la misma alegría de siempre, actitud bonachona que irritó a la bruja, pues chocaba con su actual estado de ánimo—. Estuvieron atrapadas juntas una semana. Hubo un momento en el que pensé que estaban muertas y quise hacerles un funeral, pero me di cuenta que...

"Bla, bla, bla", reprodujo la voz del búho en su cabeza." ¿Un mes? ¿Me cambió por esa tonta humana? ¡No me pudo olvidar por alguien a quien apenas conoce hace 3 meses! ¡Yo he estado a su lado más de 5 años! ¡¿Y qué tengo a cambio?! "

"Nada, ni a nadie. Todas me dejaron... no pensé que ella también lo haría" , analizó Boscha, mientras Hooty seguía de las vivencias que pasaron Luz y Amity, olvidándose de la advertencia que la bruja le había hecho.

—Entonces se besaron y... Oh, llegamos a Hexside. Puedes guiarte sola hasta tu casa. —La compañía del búho estaba por terminar, pero, sin embargo, no se iría sin dedicar algunas palabras para que la deprimida bruja deje zanjado el tema y siga adelante—. Oye, sé que todo esto es difícil de procesar y duele.

—Como no tienes idea... —balbuceó dolida en una apagado tono, sentándose en una de las gradas de Hexside. 

Pensativa sobre qué es lo que haría a partir de ahora; sin amigas, con una dinámica familia en caída libre directo al abismo. El colmo son las decenas de tareas sin terminar.

—Pero como buen consejero que soy. —Lilith se lo repetía con frecuencia—. Hoot. Te aconsejo que...

— ¿Planee venganza? —Su tercer ojo, que se mantuvo cerrado todo este tiempo, se abrió de sobremanera ante la idea.

—Que planees... —Las plumas de su cabeza se erizaron, captando con su sentido de ave una mala vibra emanar de una bruja dejándose llevar por negativas emociones y conjeturas sin sentido—. ¡No! ¡Eso lo contrario a lo que iba a decir!

—Por qué, vamos, ¿quién se enamoraría de esa idiota humana sino es por despecho? —Río Boscha. Una extraña risa que le erizó las plumas al parlanchín búho—.  Si hago que la humana caiga en un malentendido, Amity, decepcionada de ella, volverá a estar junto a mi. ¡Será la oportunidad que siempre...!  —El monólogo fue interrumpido. Hooty, quien al verla tan metida en sus locas ideas, decidió hacerla espabilar enredando su cuerpo cual serpiente alrededor de ella, para hacerla despegar del suelo—. ¡Suéltame! —gruñó la bruja, mostrando sus colmillos ante la imposibilidad de mover sus manos para hacer magia.

—Hoot. Tienes una cabecita muuuy perturbada —admitió el búho. Luego que Boscha dejara de querer morder sus plumaje, la dejó caer, de poco más de un metro para que le baje a las revoluciones—. No las molestes. Ellas se aman. Amity ama a Luz; Luz ama a Amity más de lo que se ama a sí misma... Creo. No lo sé, ella escribe esa poesía rara en su diario. Advertida estás.

Boscha se empezó a tranquilizar un poco, y esta vez analizó con cabeza fría. Volvió a reproducir lo que dijo en su mente y repitió en voz alta como una loca. Se avergonzó por ello, algo que hace unos meses atrás habría sido imposible. Ella jamás se hubiera arrepentido de crear tan maquiavélico plan por simplemente no aceptar las cosas; pero ahora, entendió que esas "cosas" arraigaron en emociones que la dejaron en su actual estado. Sola, sin nadie que la soporte.

—Dame un segundo... —Rápidamente, corrió a separarse unos metros del búho. Aprovecharía la nula presencia de la zona—. ¡Ugh! ¡Justo cuando intento cambiar para bien, esta situación de mierda tiene que suceder! ¡AHHH!

Bramó, raspándose la garganta en el proceso, pero sin duda, era mucho mejor que ir encolerizada a desquitarse con la primera brujita inocente de su camino. 

Se sintió un poco mejor luego de dejar escapar su frustración.

—Yo... sinceramente ya no quiero dañar a nadie. Ella... Amity no me ama, y lo entiendo, ¿sabes? Tampoco amaría a alguien como yo. P-Pero si cambio y me convierto en una mejor bruja, puedo hacer que ella cambie de opinión por las buenas... —comentó Boscha, determinada a ese primer paso. Volteó dónde Hooty, que la miraba fijamente, haciéndola sentir sumamente incómoda—. ¿Qué?

—Pensé que dirías "por las buenas o por la malas" —añadió. Según lo que le contaba Luz, podía sorprenderse de aquella minúscula "mejoría"—. Bueno, si quieres cambiar para intentar conquistar a Amity, lo cual es imposible, ¿por dónde empezarás?

Las palabras se le acabaron. Se le podía ocurrir algunas ideas, como comprarle regalos, llenarla de halagos y más. Pero con lo que acaba de ver hoy, comprendió mejor que los sentimientos, la confianza y el cariño de los demás no se compran, se ganan. Eso es algo que ella nunca había hecho, conversar sinceramente con otras brujas. Es más, no sabía cómo socializar correctamente. Sus padres eran los que escogían las amistades por ella; mientras asentía tímidamente sin rechistar. Su palabra no tenía valor o voto.

—No lo sé. —Volvió a sentarse en la escaleras con pesadez.

Boscha agarró su pergamino, y buscó entre los contactos alguien con quien poder hablar, con quien poder contar.

—Supongo que... hablaré con la única persona que me ayudó para tratar de confesarme a Amity.

— ¿Una amiga? —preguntó Hooty, sin dejar de tragar algunos insectos del suelo.

—No creo que podamos considerarnos así. —Porque en esos días, también reflexionó que un simple "lo siento" no borra años de insultos y dolorosas acciones en contra.

Su pergamino dio tres timbrazos, antes de que la llamada se conecte del otro lado de la línea.

— ¿Hola? contestó una voz femenina, curvando el saludo hacia una duda de quien era la emisora.

Hey... claro, debí suponer que no agendaste mi número —respondió Boscha un tanto apenada del hecho, pero no culpándola de no hacerlo—. Mira, las cosas salieron mal... terriblemente mal y... 

Otra vez el tema. Nuevamente su mente reiteró aquel beso lleno de una amor que ella envidiaba y se le hacía lejano. Por cada palabra que salía de su boca, se podía notar como su tono se empezaba a ahogar en un pequeño y silencioso sollozo que Boscha retenía para no alertarla.

Me caería bien algo de apoyo, ¿puedo ir a tu casa?

Uhmmm... Hizo una pequeña pausa; en la cual, compartió oraciones ininteligibles, para Boscha, con una acompañante— Está bien, puedes venir.

Gracias. —Boscha cortó la llamada, desviando sus pasos a la dirección contraria de su primer destino.

— ¡No hay de qué! Es un placer ayudar a que la relación de mis amigas siga su curso —despidió Hooty a su manera, alejándose para regresar a la puerta de la casa donde pertenece, y pensado que el agradecimiento de la peli rosa era para él.

Casa búho.

Nuestra parejita favorita dialogaba tranquilamente en la desordenada habitación de la morena, llena de abrigos y muebles de ropa por separar para madre e hija.

—Y eso fue lo que pasó... —culminó Amity, la explicación del porqué su cambio de actitud los último días—. No sé si las estrictas medidas en mi fiesta tengan algo que ver con la nueva seguridad que mis padres instalaron en casa. Lo estuve meditando, y puede que sea por algo grave, relacionado a las noticias de esos dos días que estuvimos inconscientes. —Luego de fallar en el intento por beber la poción del futuro en mal estado—. ¿Eda te dijo algo acerca de su "viaje" o la verdadera razón por la Lilith se queda a vivir con ustedes?

—No... —negó Luz, apenada de fallar en el favor que le encomendó su Amy—. Ella está muy reacia a decirme exactamente lo que pasó, lo mismo con su hermana. 

Rememoró múltiples intentos de sacarles la verdad, pero nada. La única dispuesta a soltar algo parecía ser Lilith, pero ciertas miraditas de reojo, que Eda regala, la hace declinar.

—Por cierto, creo que me llevo mejor con Lilith. Nuestra relación a avanzado y tal vez ya pueda considerarla como una tía y... Ay, ¿cuál era el tema principal de nuestra charla?

—Sobre algunas idea para que puedas ir a escondidas a mi fiesta de 15 años... —Le hizo recordar Amity.

Gracias al titán que es paciente con Luz.

—Espero que podamos encontrar una solución, juntas —susurró, tomando firmemente las manos de la morena—. N-No importa si luego me sermonean sobre cosas de cuidar el status de los Blight. Quiero que tú estés ahí conmigo y que compartamos un baile... C-Claro, si es que también quieres eso.

— ¡Por supuesto que sí! —Luz soltó el agarre, que lejos de preocupar a la peliverde, la preparó para ser envuelta en un fortísimo abrazo, acompañado de un ósculo en la mejilla derecha que apretó su cachete hasta hacerlo una masita—. Te amo. Te prometo que estaré a tu lado en lo que necesites.

—G-Gracias...—Enternecida por las lindas palabras de su novia y con un muy leve rubor que adornaba sus mejillas, el par entrecerró sus ojos y acercó lentamente sus rostros para compartir un lindo beso.

Beso que no se llevó a cabo gracias a la intervención de una de las mayores de la casa.

— ¡Hey! —exclamó Eda, abriendo la puerta de la habitación con un golpe de su bastón—. ¡Nada de cariñitos en mi guardia! 

— ¡Mamá, cierra la puerta! —resopló Luz de la vergüenza, mientras que por el lado de Amity, sus orejas decayeron y su rostro se coloro de un intenso rojo que cubrió con sus manos.

—Nada de puertas cerradas en esta casa mientras Blight esté acá. Niña, ya lo habíamos discutido —expresó Eda cruzada de brazos bajo el marco de la puerta—. Los libros nunca mienten. Ustedes son un manojo de hormonas descontroladas. ¿Quién sabe a qué más pudieron llegar si no las interrumpía con ese be...? ¿M-Me llamaste mamá?

—No hice eso... ¿o sí? —Luz curvó ambas cejas, sumamente apenada de volver a confundirse otra vez de palabras. Sin exagerar, ya era como la décima vez que le pasaba—. La virgen... que embarazoso —murmuró en jerga.

—Sí, lo hiciste... —aseguró Amity, que trataba de controlar la risa ante la tierna equivocación de su novia. Equivocación que le trajo una idea loca a su mente—. *Gasp* Si dices eso, es por qué tu mamá y Eda están... —La bruja en la puerta se ruborizó por sus palabras—. ¿Tan pronto, Eda? Digo, yo me enamoré de Luz a los dos meses, pero enamorarte a los 2 semanas de conocerse...

— ¡¿Qué?! —exclamaron al unísono; maestra y aprendiz que compartían cierta química madre e hija. Ambas en modo búho—. ¡A mi mamá no le gusta Eda! // ¡No me gusta su mamá! 

—Pero harían bonita pareja —chilló Amity, apretando los cachetes de su novia en un intento para que compartiera su opinión—. Piénsalo. Eso solucionaría varios problemas sobre la custodia.

— ¡Amy, me avergüenzas! —regañó Luz en un puchero, jalando a la peliverde de su blusa y escondiendo su apenado rostro en su busto—. Espera, ¿cómo que mi custodia?

Al contrario de la morena, que escondió su rostro, Edalyn posó una mano en su mentón.

—Sabes, "Mity", tienes un buen punto —sostuvo Eda. Regaló una mirada pícara a Luz—. Niña, si así van a ser las cosas, ¿qué te parece si también me llamas "mamá" a partir de ahora?

—Eso nunca pasará, Eda. Pero... te puedo llamar "amá búho".

— ¿Me llamabas, mija? —Camila apareció en la puerta, con cucharón en mano y vistiendo un delantal de cocina.

— ¡Já! Camila, justo a tiempo para que Luz te dé la nueva noticia. —Eda tomó a Camila de los hombros, para que se centre en su hija y la pequeña propuesta de ser una segunda madre.

—N-No, mamá. No le hagas caso, solo estábamos charlando con Mity... Quiero decir, Amity —rió tímidamente ante la contagiosa equivocación de su madre.

Amity tuvo que intervenir; cerrar la puerta para que cada par vaya a concentrarse en sus asuntos. Ellas sobre la fiesta; las mayores haciendo la cena.

—Luz, ¿no crees que es lindo que tu mamá tenga otra oportunidad en el amor? —preguntó Amity conmovida al imaginarse una tierna escena de las mayores cocinando para la "familia".

Punto aparte, su "gay radar" se volvió loco al verlas regalarse ciertas risillas.

—A mi mamá no le interesan esas cosas... —respondió Luz, en un intento por disipar las incómodas ideas de un shipp entre su madre y su madre/tutora/mentora de las Islas—. Además, apenas y se conocen casi tres semanas.

—Existe el amor a primera vista —declaró una alegre Mittens, regalándole un beso en el cachete—. Míranos. Creo y quiero recalcar que somos una prueba de ello.

—Pfff... O sea, ¿te enamoraste de mí la vez que casi me disecan en Hexside? —mofó Luz, comenzando a hacerle cosquillas a la peliverde—. Si es así, yo me enamoré de ti cuando casi me aplastas con tus abominaciones en la Convención.

— ¡Ya sabes a lo que me refiero! —chilló Amity en un intento de "perdón" y detener el cosquilludo ataque de su novia.

— ¡Por favor, Lilith! —imploró Luz, aferrándose a la pierna derecha de una confundida bruja—. Vuélveme invisible o algo, ¡pero llévame a escondidas a la fiesta de Amity!

—Mis padres solo invitarán a miembros del aquelarre de abominaciones y emperador; obvio que invitarán a la líder de este último —añadió la peliverde, mientras se texteaba con sus hermanos acordando la hora irían a recogerla—.  Tú, cómo líder del aquelarre del emperador, recibirás invitación y la usarás para que Luz entre a escondidas.

—Uh... No lo sé, niñas. Hace pocas semanas, yo dejé de ser... —Eda le dio un leve pique en la costilla, para que se interrumpa y no revele lo que en verdad sucedió los días que estuvo fuera de casa. 

Compartir la maldición fue una de las tantas consecuencias que pagó la Clawthorne mayor.

—El punto es que casi imposible que me llegue alguna invitación de tu fiesta, Blight —sentenció Lilith.

—Recórcholis —maldijo Luz con su grosería máximo, un tanto desilusionada porque su primera opción se vaya al tacho—. Entonces, ¿qué tal si me tejes una capa de invisibilidad?

— ¿Quién crees que soy? ¿Alguna clase de bruja salvaje que hace hechizo ilegales? —preguntó sarcásticamente Lilith, siendo ignorada puesto la descripción era literal a Edalyn, bruja que recibió toda atención.

—Tú no, pero yo sí —sonrió triunfal Eda—. Podría intentarlo, pero solo serviría para estar adentro. Tú deberás hallar la forma de entrar a la mansión de tu novia.

—Suena bien, no sería la primera vez que me cuelo a una fiesta —expresó Luz al aire, más tranquila que las cosas estén mejorando.

— ¿Qué tu qué? —Camila, que de fondo escuchaba toda la conversación mientras ordenaba la mesa, no pudo evitar asombrarse por la confesión de su hija.

— ¡Nada, mami! —Luz intentó disuadir el tema ayudándola a acomodar los platos.

—*Gasp* ¡Tengo una maravillosa idea! —exclamó Amity, ganándose las miradas de las hermanas Clawthorne. 

— ¿La cuál es...? —Lilith alargó su pregunta, mientras veía la curiosa escena de Luz intentando explicarle a su madre que no se coló a más de una fiesta en un intento por hacer amigos.

—Mira, no preguntaré porque crees que no te llegará la invitación. En todo caso, alteraré las cartas y pondré tu nombre en la lista. —Simple. La peliverde sabía que sus padres hacían las cosas por ellos mismos. Si quería lograrlo, necesitaba el apoyo y mañas de sus hermanos—. Aunque si me descubren... moriré.

—Sé lo estrictos que son tus padres, Amity. Créeme, no han cambiado nada desde que estudiaba con ellos en Hexside. En especial tu madre, sigue siendo una... —Lilith cerró sus labios en seco al casi soltar una palabrota. No podrá estar en la clase alta en estos momentos, pero aún así mantiene sus modales, aparte que no sería lindo hablar así frente a la propia niña—. Tu padre si cambió... para mal, lamentablemente. El poder, y una mala esposa, corrompen a las personas de buen corazón. ¿Estás segura de correr riesgos por la humana? Perdón... Luz.

—No bailaremos juntas frente a todo el mundo, eso es obvio —Amity dio un pesado suspiro, aceptando el hecho que todavía no podrían revelarse junto a Luz—. Pero lo tengo cubierto. Le pediré a Edric y Emira que hagan una ilusión de mi bailando con quien sea que mis padres escojan como mi pareja, mientras Luz y yo tenemos nuestra especial velada en mi habitación.

Lilith entrecerró la vista, regalándole nada más que sospecha. Amity maldijo su palidez, pues su rubor se hizo aún más notorio

— ¡No es lo que crees! E-Es solo que mi habitación es el único lugar donde mis padres no entran sin de tocar la puerta.

—Mejor zanjemos el tema ahí —expresó Lilith, yendo a la mesa principal para cenar tras el llamada de la mamá Noceda.

 —Mi niña, ¿vas a quedarte a cenar? —preguntó Camila amablemente, acercándose y ofreciéndole una silla a Amity quien ya estaba a punto de irse—. Nos gustaría mucho que nos acompañes.

—Eso es verdad, nena. Quédate, por favor —imploró Luz. Con las morenas insistiendo, Amity no tuvo otra opción que ceder a la amabilidad.

—M-Me encantaría. Gracias, señora Noceda.

Aceptó, sumamente feliz de por fin poder compartir una cena con la familia de su amada Luz.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro