CAP XVII - ¿TE QUIERO, O NO TE QUIERO?
KyungSoo no pegó un ojo en toda la noche, no por el agitado día en el café, porque de ser así estaría planchado entre el algodón blanco de las sábanas. El insomnio se debía a su conversación con JongIn poco después de terminar la jornada.
Porque el moreno le preguntó si estaba enamorado de él, fue directo y muy claro, tanto que no cabía una respuesta inconsistente.
Sentía algo, sí, pero ¿cómo saber si se trataba de amor? ¿Cómo responder si no estaba seguro? Esas preguntas atormentaron su cabeza hasta llegar el alba, y aún después de eso.
Tenía el tiempo en contra, solo dos meses más y el juego se acabaría. ¿Y si no estaba seguro para esa fecha? ¿Debería alejarse de JongIn? ¿Deseaba que eso pasara? ¿Aceptaría el chico estar a su lado a pesar de la inseguridad que no lo abandonaba?
Demasiadas dudas para una sola cabecita, más para la de KyungSoo, que acostumbraba exagerarlas, complicarlas al extremo para finalmente encerrarlas en una caja de "no tiene solución"
– ¡Do KyungSoo!
BaekHyun irrumpió en la casa del escritor, trayendo a nuestro protagonista de su ensimismamiento. Justo a tiempo para evitar que la casa entera se quemara con lo que fuera la cosa carbonizada que alguna vez pudo llamarse comida.
– ¿Qué haces aquí tan temprano? – increpó mientras se encargaba del problema en su cocina.
– ¡Adivina! Mi esposito tiene un nuevo trabajo, uno mejor, con mejores prestaciones... más demandante, eso sí, pero eso nos dará tiempo de extrañarnos y a mí de pasar más tiempo con mi primo querido. – explicó muy animado. – ¿Y tú?, ¿por qué estás tan raro, bueno siempre fuiste excéntrico pero, algo en ti es diferente?
Soo dejó escapar un suspiro antes de volverse hacia BaekHyun. – Baekkie, ¿tú... como supiste que amabas a Yeol?
– ¿Cómo lo supe? – se preguntó pensativo. – Bueno, lo miré... el me miró...nuestras miradas se cruzaron y, ¡puf! amor – explicó soñador.
Soo elevó una de sus cejas, incrédulo ante semejante respuesta. – Eso no me ayuda en nada.
Baek alzó sus hombros sonriendo. – Quizás el amor a primera vista no es lo tuyo. Mmm veamos ¿Qué me cuentas de JongIn?
– Ese es el problema, en realidad no sé nada sobre él. Yeol es su amigo, debe de hablar de JongIn ¿o no?
– Es que... cuando estamos juntos no perdemos el tiempo hablando...
Soo rodó los ojos con una expresión de "ya va a empezar con sus cosas" en el rostro y su primo se echó a reír por ello.
– Tranquilo primito bello, el sujeto no es un fantasma, de seguro algo vamos a averiguar si investigamos un poco. – lo tranquilizó, desistiendo de su parlamento inicial. – Vamos a ver a MinSeok, es amigo de Channie, de seguro conoce bien a JongIn.
♥♥♥
– ¿JongIn? Mmm... ¿qué puedo decir de él?
– Lo que sea, necesitamos toda la información posible.
Ambos chicos estaban por subirse al mostrador del café ante un pensativo MinSeok, quien hurgaba en sus recuerdos por algún dato relevante.
– Es amigo de ChanYeol.
– Cuéntanos cosas que desconozcamos. – interrumpió el peli-rojo rodando los ojos con obviedad.
– Mmmmm, que es... ¿muy rico? Su familia tiene una franquicia multimillonaria, pero no es del tipo que presume de ello.
– ¿Quién lo diría? A simple vista dirías que es un muerto de hambre como todos nosotros.
– ¿Sabes alguna otra cosa? – insistió Soo sin darle mucha importancia a lo descubierto.
– En realidad no somos tan cercanos – explicó tras disculparse por no ser de más ayuda.
– Bueno, para que mentirnos, Min siempre fue un tanto receloso de su vida privada con la gente. – murmuro Baek causando que su amigo entrecerrara los ojos.
– ¿Por qué no se lo preguntas directamente? No creo que se niegue a brindarte datos personales si preguntas, además...
– Minnie... ¿me prestas la llave del depósito?, ya no nos queda harina en la cocina. – el discurso del propietario se vio interrumpido por JongDae, el risueño chico de rasgos felinos que, con un exceso de confianza, se recargó en el mostrador para dirigirse a su jefe.
Ambos primos observaron sorprendidos el espectáculo: Su estoico amigo compartiendo miradas cómplices mientras conversaban con tal soltura.
Cuando creyeron haberlo visto todo, quedaron boquiabiertos al notar las fachas que traía el empleado.
– Oye Min – habló esta vez KyungSoo. – Pensé que eso del Maid café fue algo de un solo día... ¿Por qué JongDae sigue usando eso?
El mayor elevó los hombros sonriendo –Le gusta, según él se siente libre para moverse sin tanta ropa encima...
– Pero...
–Tranquilo primito, es fanservice, a las chicas y muchos chicos les encanta. Además, por como lo veo Min no es del tipo celoso– mencionó lo último lanzándole miradas sugerentes a Xiumin.
– No sé de qué hablas. – Contraatacó
–Ay por favor, ustedes se traen algo– insistió Baek. –a leguas se les huele las feromonas.
– ¡Baek! –
– ¿Qué? Es la verdad, esos dos se traen algo. No tienes que ser un experto en el tema para notar que el chico este –señaló a JongDae – se lo quiere comer... y para que mentir, Min quiere que lo haga.
El propietario se echó a reír, más por la expresión de KyungSoo que por las palabras de BaekHyun, de quien ya esperaba ese tipo de comentarios.
– En realidad no creo que eso pase, Chen es... demasiado espontáneo para mí...– explico dirigiendo su mirada a las mesas donde el empleado servía a unas clientas. –...no creo que seamos compatibles, pero... eso no me impide disfrutar de la vista. –soltó tras ver a los chicos de reojo.
Soo no pudo evitar sentirse desanimado por el comentario de su amigo, Baek, por su parte no volvió a pronunciar palabra hasta que se encontraron dentro del vehículo con el que habían llegado.
– Esos dos van a terminar juntos. – Sentenció sin más.
– Pero, lo que dijo Min...
Baek solo sonrió ante la objeción del escritor –Eso se conoce como pretexto, uno muy malo, el que sean tan diferente y no les guste lo mismo no es impedimento para amarse, eso... solo se siente y ya. Cuando se les acaben las excusas, van a terminar juntos.
–Solo... se siente...– Soo arrugó su pantalón entre los puños, tomando las palabras de su primo para sí.
Quizás lo estaba sopesando demasiado, tal vez no había necesidad de saberlo todo de JongIn para decidir estar a su lado, ni siquiera necesitaba amarlo antes de los tres meses. Eran simples excusas, era el miedo a que lo lastimaran de nuevo. – Baek, ¿me llevas a casa?
No obtuvo respuesta verbal y agradeció mentalmente por ello. Durante el viaje de regreso, estuvo perdido en sus pensamientos, en lo que vivió durante ese año. Sonrió para sí al notar cuanto había cambiado su universo desde el trato con su madre, desde aquella mañana en el parque. Soo pasó de ser un ermitaño a rodearse de amigos, personas que siempre estuvieron, con quienes podrá llenar de color su realidad.
– Llegamos. – soltó el conductor volviéndose hacia su primo.
– Pero... Baek... – El escritor notó con sorpresa el lugar, no esperaba que lo trajera frente al hogar del moreno.
– El sujeto ese no me termina de convencer... pero nunca te había visto sonreír tanto por otra persona, si no hablamos de mí, por supuesto. ¡Nadie te hará más feliz que yo! ¿Quedó claro? – bromeó tratando de cortar aquella emoción del momento. –... creo que debes hablar con él, dejarte de tratos y demás juegos. Soosie, quiero que seas feliz.
– Baek...
– Shu, shu... ve antes de que me arrepienta
El ojoncito se quedó sin palabras y BaekHyun no necesitaba escucharlas, tras compartir una mirada que lo decía todo, salió del coche y caminó hacia el portal de la casa de JongIn.
Presionó el timbre repasando en su mente el discurso de su epifanía. No esperaba que el moreno lo recibiera con tal rapidez, causando que su mente quedara en blanco.
– Kyungie, ¿Qué... que haces aquí?
JongIn se notaba nervioso y sin esperarlo se vio contagiado por ese sentimiento. Tenía una pésima suerte con las visitas sorpresa.
– ¿Estás... ocupado? Necesito hablar contigo. – dijo en voz baja antes de morder sus labios.
Gesto que a JongIn le resultaba irresistible. El solo ver como maltrataba esos carnosos labios resultaban malditamente tentadores.
– ¡Kyungie! Tesoro, estas aquí.
– ¿Omma?
Los ojos de Soo parecían dos faroles cuando su progenitora hizo acto de presencia detrás de JongIn.
¿Qué estaba haciendo ahí?
De pronto, un escalofrío recorrió el cuerpo del protagonista, pues todo lo que involucraba a la señora era de cuidado.
– No pudiste llegar en un mejor momento, entra, entra... – como dueña de casa, tomó del brazo a su hijo y se lo llevó a la sala. – Probablemente ya conoces a tu suegro.
– ¿Se...señor? – el castaño trataba de procesar la avalancha que cayó sobre él en un instante, pues, el presidente de la editorial SM estaba presente, saludándolo con una sonrisa aprobatoria. – ¿Suegro?
Consternado, se giró al heredero esperando alguna explicación de su parte, pero pareciera que le hubiesen cortado la lengua al hombre.
– Cuando me enteré del compromiso de mi hijo, debo decir que quedé sorprendido y preocupado, pero sobretodo preocupado. – recalcó lo último. – Pero al saber que se trataba de ti, un escritor con tanto potencial no puedo estar más contento. Sin mencionar a la adorable mujer que tienes de madre.
– Tan encantador... ¡ay! estoy tan feliz contigo mi niño. Mis hijos – la madre agregó dirigiéndose a la "feliz pareja" mientras tanto Soo, quien se encontraba atónito con la situación, no alcanzó a dilucidar lo que acontecía hasta que salió la palabra compromiso de la boca del hombre.
– Espere... ¿qué... qué compromiso?
– ¡El de ustedes por supuesto! – respondió la mujer, causando que el rostro del chico pasara por todos los colores humanamente posibles. – ¡Mi hijo se casará en dos meses! Muero por restregárselo a todas mis amigas. – chilló emocionada.
¿Cómo demonios llegaron a eso?
Pasó de no saber casi nada del moreno, a ganarse un suegro, una herencia y una boda ¡en tan solo dos meses!
Kim JongIn tenía mucho que explicar.
VOLVÍ!!!!
Después de tanto tiempo al fin se me dio!!! y estoy feliz con el resultado;3;
Este es (ahora sí, definitivamente) el ante-último capitulo de la historia. Se viene el final TwT
Espero disfruten y sigan conmigo♥ pronto tendrán mas;3;
Bella tarde mis amores♥
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