CAP VIII - DESEO
-¿Que es lo que quieres de mí? -cuestionó KyungSoo con recelo, mientras veía a JongIn caminar hacia él.
-¿Lo que quiero...? -el moreno se limitó a morder sus labios y acorralar al bajito contra la puerta, acercándose peligrosamente a su cuello -Quiero jugar un poco, ¿lo has hecho alguna vez... pequeño Soo?
-¿Ju... jugar? -el escritor apenas y consiguió responder con frases entrecortadas, al sentir el cálido aliento del más alto contra su piel, logrando que se estremeciera.
La puerta tras ellos se abrió de golpe, debido a que Soo mantenía las manos puestas en la perilla de ésta, y tras una fracción de segundo la giró sin intención. Esto provocó que su cuerpo cayera hacia atrás, hubiera chocado con el suelo de no ser por los fuertes brazos de JongIn, que rodearon la angosta cintura del más bajo, causando que la ya estrecha distancia entre ambos cuerpos se acortara aún más.
-Me gustas, desde la primera vez que te vi supe que debía de hacerte mío -aquellos profundos ojos café estaban puestos en los orbes del escritor. Desviando la mirada a sus carnosos labios, Kyung deslizó su lengua sobre sus propios belfos y ante esto, el moreno no lo resistió más; no esperó respuesta, y lo besó de manera demandante, tanto que el más bajo apenas conseguía seguirle el ritmo.
El bajito se vio prácticamente arrastrado hacia el interior de la casa, mientras proseguían con el acto. Aprovechando un suspiro de su parte, su acosador logró adentrar la lengua en la boca ajena, saboreando cada rincón de aquella cavidad, logrando que al escritor le recorrieran escalofríos en todo el cuerpo con cada rose.
Ese chapoteo tan erótico, sumado a los deleitantes jadeos del escritor, fue demasiado para el autocontrol de JongIn. Sin pensarlo, aprisionó el cuerpo contrario colocándolo sobre el sofá, y soltó sus labios dejando que sigan unidos por un hilo de saliva.
Soo no podía responder siquiera, sabía que estaba perdido desde que el moreno se acercó a él en la iglesia. Ese primer contacto lo había hecho sentir como si una corriente eléctrica recorriera su espina dorsal. Deseaba que lo toque, y no únicamente con los dedos, y ese deseo era más grande que cualquier duda o desconfianza.
Mientras el más alto encaminaba sus besos, ahora dejando pequeños rastros sobre su barbilla, sus manos ya recorrían el fino y delicado cuerpo del escritor, aventurando estas por debajo de la camisa contraria, acariciando cada poro de la piel del bien formado abdomen del bajito.
El más alto se dedicó a guardar en la memoria cada sonido emitido por este en respuesta a las acciones propias, mientras se embriagaba con el delicioso aroma que el chico emanaba.
Las mejillas del escritor se tiñeron de rojo, no solo por los actos impropios, sino por la manera en la que su cuerpo reaccionaba ante ellos. Aunque estaba avergonzado, deseaba sentir más.
-Mmhhh... Jong... In... e..espera... aquí... aquí no... -la voz salía de sus labios, formando frases entrecortadas mientras pedía casi suplicante el cambiar de locación.
-¿Y arriesgarme a que te arrepientas?, claro que no. Te lo dije mi pequeño; desde la primera vez que te vi en aquel parque, con esa imagen tan inocente y despreocupada... simplemente no logré dejar de pensar en hacerte mío de todas las formas posibles.
Durante aquella declaración, sus manos ágiles se aventuraban a despojar de la camisa a KyungSoo permitiéndole observar el torso desnudo de este. Cada relieve, cada curva de aquel cuerpo que poco a poco iba descubriendo ante sus ojos, era más que perfecto, tanto que con solo verlo ya sentía un calor recorrerle el cuerpo para terminar por alojarse en su entrepierna.
KyungSoo ni siquiera alcanzó a darse cuenta del momento en que el contrario lo había privado de sus prendas superiores. Su respiración se tornó agitada, mientras los dedos ajenos delineaban su abdomen, sintiendo cómo el calor fluía a través de ellos al acariciarlo.
De pronto, sintió aquella mirada, provocando que su atención se centrara en esos profundos ojos que lo contemplaban con lujuria, como un lobo feroz listo para atacar -¿Puedes... besarme? -imploró en un susurró, la mente del escritor se había perdido, dejando a su cuerpo vulnerable. Parecía ser una presa rendida ante su depredador, deseosa por ser devorada.
JongIn, complacido por la petición de su pequeño, no se negó, dando inicio a un tierno beso que rápidamente progresó en una batalla de labios. Entre chupones y mordidas, la lengua del moreno se adentró en la cavidad ajena, enredándose con la propia, produciendo esos exquisitos sonidos. Sus manos descendieron por el abdomen ajeno buscando más contacto con la piel expuesta llegando hasta la línea de su pantalón.
KyungSoo mantenía los ojos cerrados. Aquellas caricias producidas por el más alto, lo llevaron a morder ligeramente la lengua contraria mientras callaba un vergonzoso jadeo. Sus manos se escabulleron por debajo de la camisa ajena, dándole acceso a la suave piel de su vecino. Ante esto, el contrario estaba más que convencido de que su adorado escritor no solo cedía ante sus actos, sino que lo deseaba tanto como él.
-Quiero que me lo pidas, quiero oírlo de tus labios pequeño -el corazón de Soo se disparó, no solo por aquellas palabras, sino también por la mano intrusa que en ese momento se escabullía por dentro de sus pantalones, para acariciar su intimidad, delatando su ya marcada erección.
-¿Q...que...? -sus orbes se abrieron a más no poder al momento en que JongIn, con una ladina sonrisa, envolvió con su palma el miembro del escritor, logrando con esto que un gemido agudo se escapara de sus labios. Su vecino, no contento con esto, y aún pendiente de la respuesta que esperaba, se dispuso a degustar la pálida piel de su cuello, dejando perfectas marcas moradas en ella.
Soo sabía perfectamente a lo que se refería, y muy en el fondo, deseaba llevar a la práctica todas aquellas escenas calientes que en esos tiempos de inspiración había escrito en sus libros. Un gemido agudo se escapó de sus gruesos labios al tiempo en que el contrario atrapó uno de sus pezones entre sus dientes, haciéndolo delirar con cada jalón.
-H..hyung... -lo llamó en un susurro, antes de remorder sus propios labios -Quiero... Quiero sentirte más... hazme tuyo Innie...
El moreno elevó la vista al ser nombrado. Ver a su adoración con los ojos tan abiertos, sus mejillas de un rosa fuerte delatando aun rastros de pudor en él, y oír esas palabras de sus labios entreabiertos, casi gimiendo su nombre, lo tenía completamente embelesado, relamía sus labios mientras se acercaba mas al menor.. Su pequeño era un completo desafío para su autocontrol, inclinó su frente contra la impropia, observándolo directamente a los ojos.
-¿Quieres saber... qué se siente? He leído tus libros Soo, ¿quieres experimentar todo eso que imaginas? -esta vez no lo dejó contestar antes de reclamar una vez más sus labios, y lentamente comenzó a moverlos a un ritmo pausado. El escritor soltó un jadeo en modo de reproche cuando dejó de sentir aquellas intimas caricias cuando el moreno retiro su mano, acto que hizo sonreír al mayor mientras deslizaba las prendas inferiores del chico por sus piernas, dejándolo completamente expuesto ante él.
-Eres hermoso, KyungSoo -la voz del mayor se tornó un tanto más ronca mientras guardaba una imagen mental del esculpido cuerpo del más bajo. Esa piel tan blanca y pura que pedía a gritos ser profanada, deseo que JongIn, moría por complacer.
-¿Qué... qué dices? -ese adorable mohín que formaba al hablar, sin dudas lo estaba volviendo loco. Se apartó con cuidado haciendo que el menor entreabriera los ojos al sentir ese frio repentino. El susto y la vergüenza por verse completamente desnudo lo llevaron a intentar cubrirse con las manos, hecho que hizo reír al más alto, y una vez libre de cualquier tela que pudiera interponerse entre ambos, se acercó nuevamente al menor tomando su mentón, guiando la mirada del escritor a su rostro.
-Quiero que te voltees, pequeño Soo -solicitó con firmeza, luchando contra sí mismo para no ser tan duro con su pequeño, al menos no en su primera vez.
Aquella voz rasposa acarició los oídos del bajito, causándole cosquilleos en todo el cuerpo, logrando que obedezca colocándose sobre el sofá, sentado sobre sus rodillas, y con el rostro pegado al respaldo del mueble.
JongIn se inclinó para besar la espalda baja del escritor tras notar la tensión en sus músculos, acariciándola luego con sus palmas mientras tomaba el tiempo para admirarlo. Untó una buena cantidad de lubricante en sus manos, y comenzó masajear aquella delicada zona consiguiendo esos deleitantes jadeos como recompensa, jadeos que pasaron a ser agudos gemidos cuando hizo presión con el pulgar causando que el más bajo contrajera su entrada
-Shh... tranquilo mi pequeño... prometo que lo disfrutaras -el moreno no imaginaba como podía mantener la calma en esa situación. Con paciencia logró que Soo se relajara lo suficiente para introducir el primer dedo sin mucho esfuerzo. Ante un segundo intruso, un dolor agudo hizo gemir al menor. El más alto paseaba su palma por la espina del bajito mientras que con su diestra, movía los dedos con más facilidad.
Al tercer dedo el bajito se oía diferente, parecía sentir más placer que dolor ante el vaivén que hacia el mayor con sus dígitos.
-Hazlo... de una vez Jongin...-entre su agitada respiración, su voz salía temblorosa por un momento solo parecían balbuceos de parte del más bajo, mientras volteaba el rostro para ver al más alto y suplicarle por más.
¿Cómo decir que no a tal petición? El más alto sentía la garganta seca con tanta estimulación. Tras retirar los dedos del interior de su pequeño, se inclinó hacia adelante y dejo un beso en el hombro derecho del menor, justo en el momento en que se introdujo en él. Un ronco gemido se escapó de sus labios al sentir la estrechez del chico rodear su ya muy dura erección.
Kyung encorvó su espalda y soltó un grito de dolor al verse invadido de pronto por algo notablemente más grande, pero ya tendría tiempo de reclamarle el que lo haya penetrado de una forma tan brusca, por el momento estaba más pendiente de la forma en que el contrario acariciaba su pecho con la yema de los dedos, y de aquellos besos que recorrían desde su nuca hasta sus hombros, acompañados de traviesos mordiscos, tanto que alcanzó a relajarse lo suficiente para que JongIn pueda empezar a moverse.
La primera embestida lo hizo gemir de dolor, pero fue disminuyendo a medida que las estocadas se hacían más rápidas.
Se sentía en un sueño, uno de sus más alocados sueños; verse en esa situación con un chico al que apenas conocía, pero claro entre esas cuatro paredes la razón no tenía cabida.
El sonido de sus cuerpos chocando uno contra el otro, sus incontrolables gemidos, gritando el nombre del otro casi con desesperación, tenían al moreno más que extasiado. Volteó a su pequeño solo para verlo a los ojos, mientras lo penetraba una y otra vez, llegando lo más profundo que podía, haciéndolo chillar cada vez que su glande lograba dar a su próstata. No tardo mucho para que el escritor lograse descargar toda esa presión, ensuciando a ambos en el proceso.
A sus ojos era precioso, más aun en esa posición, con el rostro completamente sonrojado, el vaivén de su pecho adornado con aquel blanco perlado producto de su orgasmo, JongIn podría correrse con solo verlo.
Soo, perdido en aquellos ojos chocolate, rodeó el cuello ajeno al tiempo en que se movía acompañando aquel vaivén del más alto. Sus labios buscaron los ajenos en un beso por demás apasionado, al tiempo en que sentía la tibia esencia del mayor llenarlo por completo.
Ambos terminaron rendidos sobre aquel sofá, cubiertos con una liviana frazada que Soo solía ocupar en esas noches de desvelo frente a su ordenador, ya que en esa época la temperatura solía bajar considerablemente por las noches. Claro que en esa ocasión en particular, el frío no sería un problema para él, ya que se veía rodeado de unos cálidos brazos que lo arropaban de manera posesiva pero reconfortante.
Hola mis amores, perdón por demorar /-\
Aquí tienen un nuevo capítulo❤
Muchas gracias a NatyCB y a Laquidoscopiopor las correcciones^^ mas aun en este capítulo en particular😅
Espero que les guste el capítulo y le den mucho love💞💞
Nota: es la primera vez que escribo un cap con lemon asi que leanlo con cariño/-\
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