La campanada resonó por todo el imperio, avisando que habían dejado morir a algún delincuente en la horca.

Los cuervos volaron de sus lugares, junto a las palomas y el resto de aves.

Rumores recorrían por todo el pueblo, ninguno del imperio se quedaba sin saberlos.
Excepto el rey de aquel lugar, quien hacia oídos sordos bajo el agua. Impedía que algún ruido se adentrase en la delicada cabeza del joven.

Se acomodó en la bañera, dejando de estar tumbado en ella. Recostó su espalda en uno de los laterales de este, fijando su mirada en frente, pudiendo ver como el agua caía en la tina.
Volvió a realizarse, quedando con todo el pecho bajo el agua y solo con sus rodillas,más por arriba de su nariz sin "ocultar" bajo aquellas aguas cristalinas.

Cerró sus ojos, tratando de relajarse. Estuvo ahí durante casi dos horas, pero él perdió la noción del tiempo, era lo que la tristeza le hacía, perder el hilo con la realidad. En todo ese tiempo estuvo llorando. Echaba de menos a su pareja, quería estar con él pero se habían dado un tiempo en su relación y este se marchó del imperio, no sabía dónde podía estar.

Levantó su cabeza, sacando su boca del agua y soltó un suspiro. Si con cerrar los ojos no podía calmarse tenía que probar con otras cosas. Empezó a taradear una pequeña melodía que usaba su madre para relajarlo cuando lloraba a mares. Si, a mares, se podría decir que más de la mitad del agua que contenía la bañera eran sus lágrimas.

"Os iusti. Meditabitur sapietiam..."

Dejó de susurrar el canto, unos toques en la puerta lo habían interrumpido. No respondió, sabía que no sería alguna sirvienta. Dio por hecho que habrá sido algún hijo de ellas, el rey les dejaba estar en el castillo junto a sus pequeños si no tenían donde vivir o si sus parejas les había abandonado.
Los golpes fueron cada vez más fuertes, el joven rey ya se estaba hartando.

- ¿Si?... - dijo.

La puerta se abrió con brusquedad, y en ella se encontraba el jefe militar. Estaba apoyado en ella, estaba que se caía al suelo.

- D.... ¡Dream!... Hip... Ash... ~...

- ¿N-Nightmare?..... Sal de aquí, por favor. ¿No ves que me estoy bañando? - el mayor ignoró. Cerró la puerta y colocó el pestillo. - Night... Salte por favor......

Era raro que el mayor se quedara con él, en la misma habitación, se suponía que lo odiaba y no soportaba su presencia.

[. . .]

La ropa del mayor se encontraba tirada por el frío piso de madera, hay que ver que bien ordenado era. Este se encontraba en la bañera junto a su hermano, quien se encontraba debajo y acorralado por este. Estaba besando su cuello, dejando leves chupetones y mordiendo con fuerza. El menor solo trataba de soltarse.

- ¡D-Dejam- ¡Ay!...

- Hip... Nunca~..

Rodeó las caderas del menor con sus brazos, abrazando estas. Ató sus muñecas con uno de sus tentáculos para que no lo tratara de quitar y con otro tentáculo jugaba con su clítoris, moviendo aquella cosa viscosa a los lados y apretándola de forma leve. Dream, a pesar de estar inmóvil, siguió forcejeando, no quería que le hiciera algo más.

Se separó de su cuello para ir a uno de sus pechos. Chupó su pezón, absorbió esta como si fuera un chupetón y lo mordió. Al principio de forma leve, después con fuerza. El contrario soltó un chillido ahogado, si abría mucho la boca se ahogaría con el agua. Alejó su boca del cuello de su hermano para acercarla a sus pechos, por alguna razón tenía el ecto-cuerpo formado, pero él no le dio importancia. Lamió una de sus tetas, mordió con fuerza su pezón, ganándose un grito más una patada en su entre pierna.
El cuello del joven rey fue enredado entre los tentáculos del mayor, quien lo veía con furia. Su cuello fue apretado, dejándolo sin aire.

Sus ojos empezaron a lagrimear, no soportaba sentir como aquella viscosidad resbalaba por su cuello y apretaba este. Escuchó una sonora carcajada y la parte que unía la cabeza con el resto del cuerpo fue soltada.

- Que débil eres. - mordió de nuevo uno de sus pezones. Al pequeño ya no le salía la voz, hizo un grito mudo.- Con que ahora te arrebaté la voz, ¿Eh?

Cerró sus con fuerza, mientras las lágrimas llenas de miedo y dolor eran más gruesas y aumentaban su cantidad.

[. . .]

- ¡Venga, di de quién eres la puta!- se negó, mientras gritaba lleno de dolor. Estaba embistiendo su ano sin piedad.- ¡Dilo, si no quieres que te vaya peor!

Trató de hablar, pero el ruido no le salía. Le ardía la garganta, su voz estaba quebrantada, encerrada entre el viento y las cuerdas vocales. Por más que intentara hablar no podía, el sonido solo salía para dar paso a los jadeos, gemidos y gritos, ninguna palabra podía articular. Su cuello fue nuevamente enredado entre los tentáculos del mayor, quienes avisaban de apretar y matarlo de manera lenta en cualquier momento.

- Dilo. - no recibió respuesta.- ¡Dilo!

- D.. ¡D.. De n-Night! - respondió como pudo. Soltó otro grito, el mayor le había dado una fuerte embestida.

- Te costó, inútil. - alejó sus tentáculos de su cuello. Se inclinó hacia el menor y mordió con fuerza su cuello.

- ¡A... Ah!

El agua de la tina se tornó a un color carmesí, junto a gris y negro. El color oscuro por la viscosidad que contenía el rey de las pesadillas y tinieblas, lo otro por la sangre que escapaba de las mordidas que contenía el menor y de su entrada.

Sintió un dolor punzante, era tan horrible que abrió como platos sus ojos acompañado de las lágrimas y un fuerte grito. La punta de un tentáculo se introdujo en su pezón(?, el que no fue mordido, el otro fue apretado y pellizcado por una de las manos del mayor.
Introdujo cuatro dedos en la pequeña entrada de su hermano, moviéndolos con brusquedad junto a las embestidas que daba.

[. . .]

Nightmare se corrió en el interior de su hermano, este soltó uno de sus gritos mudos, sentía un ardor cuando el semen hacia contacto con sus heridas. Sacó su miembro con brusquedad, dejando que la sangre junto el semen salieran sin problema del ano del menor. Retiró los dedos y los llevó a su boca, saboreando la sangre y los flujos vaginales de su hermano.

Asqueroso.

Limpió sus dedos en el agua y salió de la bañera para empezar a vestirse.

— Espero que lo hayas sufrido, pequeña perra.— soltó una carcajada al ver a su hermano jadear mientras recuperaba el aliento, estaba que no podía. Después de arreglarse salió de la habitación.

El menor se acomodó como pudo en la tina, quedando sentado en esta. Su cuerpo temblaba, más le dolía, nunca había sentido eso en su vida. El agua era completamente rojo, carmesí, tal vez no tan saturado, pero si para diferenciarla de un rosa. Se abrazó a si mismo y rompió en llanto.

Se sentía sucio, usado, dañado, roto. Era como una joven rosa la cual la torturaban encerrándola en una cúpula de cristal y dejándola libre solo para arrancar sus pétalos. Era un traidor, según su inconsciencia, por haber "engañado" a su pareja.
Deseaba que estuviera a su lado para poder abrazarlo y llorar en su pecho.

No lo soportaba, quería que el dolor parara.

Que no estuviera sucediendo en realidad.

Que fuera un mal sueño,
una pesadilla.

Lamentablemente, no era lo que quería.

Primera pesadilla,
Faltan dos.

Diawey2601