2027...

Muchos no habían dormido los últimos dos días sabiendo que sus hijos estaban desaparecidos, pensaban lo peor y a algunos les estaba agarrando el bicho de la culpa pensando que a sus hijos los habían matando pensando que ellos los odiaban (no es necesario aclarar a quiénes).

—¿Qué vamos a hacer?—preguntó George asustado.

Si le pasaba algo a Fred y a Helena... o incluso a Roxane. Con quién no hablaba desde que esta se mudó a vaya saber que lugar con su novia.

—¡Voy a matar al que los secuestró cuando lo encuentre!—dijo Nerissa con enojo.

—Amor, tranquila...—dijo Bill a su lado.

—¡no me voy a calmar hasta encontrar a mi hija ni a los tuyos!—le replicó enojada su esposa.

—Hay que intentar mantener la calma—habló la anfitriona de aquella noche: Astoria Malfoy.

Llevaba tras de ella muchas tazas de té, que flotaron hacia cada uno de sus invitados.

—Gracias Astoria—agradeció Audrey.

La mujer asintió y se sentó junto a su esposo.

—Repasemos, ¿qué sabemos hasta ahora?—preguntó Ron tratando de conservar la calma.

—Los que desaparecieron hace años del ojo público aparecieron para esta gala y en el medio de ella desaparecieron todos, incluso los niños—dijo Bellatrix.

—¿Nadie los vio?—preguntó Daphne al equipo que revisaba redes sociales.

—Hay algo raro—dijo Harry—, Dominique esta mañana subió a su Tik Tok un get ready with me como si nada.

—Pero no es el cuarto de su mansión en Estados Unidos—dijo Ginny agrandando el video en su pantalla.

—¡Elieen está en linea!—dijo Bellatrix con un grito ahogado.

Todos se apretujaron para aparecer en pantalla. Una vez que les contaron dónde podían conseguir lo necesario Draco, Astoria y Hermione tardaron media hora en encontrar el hechizo.

—Preparense, nos vemos acá mañana a primera hora—dijo Draco.