Davina se fue a sentar a Gryffindor después de saludar a su familia en Slytherin (básicamente toda la mesa) y a Snape en la mesa de los profesores. Cuando se sentó Sirius no pudo evitar preguntar.

—¿Dijiste Reg?— le preguntó el pelinegro, seguro de haber escuchado mal.

—Así es, el siguiente se llama Reg— dijo Davina con una sonrisa.

—¿Por qué hablas con Sirius Black si es un criminal?— le preguntó Lee.

—Eso también lo va a explicar Reg ahora, yo no puedo decir nada— dijo la castaña una vez más.

—¿Hay algo que puedas decir?— se impacientó Oliver.

—En realidad no, solo que Reggie se está subiendo— dijo señalando al escenario.

El tal Reggie se subió al escenario y se sacó la capucha dejando ver a un hombre igualito a Sirius Black. Tenía el pelo más largo de lo común negro, ojos grises y la piel blanca.

—Usted es igual al señor Black de joven, señorito—le dijo la profesora Sprout.

—Lo se— dijo con elegancia el hombre—. Tal vez porque soy su hijo.

—¿Mi hijo?— preguntó Sirius con la boca abierta.

El hombre llevaba un suéter negro de manga larga, ajustado y de cuello en V, ideal para un estilo sencillo y sobrio. Un pantalón negro de corte recto y ajustado, haciendo juego con el suéter para un look monocromático. Un reloj negro con una correa de cuero negro y detalles minimalistas en la esfera, aporta elegancia. Varios anillos minimalistas, unas zapatillas blancas con detalles en negro y verde neón, brindan contraste y comodidad al outfit.

—Eres muy elegante para ser hijo de Sirius—dijo Ginny.

—¿Qué te digo? Soy todo un Black— dijo el hombre—. Como Davi ya debe haber spoleado me llamo Regulus II Harry Black McKinon, primogénito de Sirius y Marlene.

—No pareces mi hijo— dijo Sirius con una mueca.

—Sí, lo se. Soy serio— dijo el Black—. Y ahora me toca contar la historia. O mi parte al menos.

—En Hogwarts se creó el grupo de los Merodeadores con cuatro integrantes: Remus Lupin (Lunatico), Peter Petigrew (Colagusano), Sirius Black (Canuto) y James Potter (Cornamenta)—empezó a explicar el chico.

<<Rápidamente se hicieron grandes amigos, pero uno de ellos tenía un secreto. Remus Lupin era un hombre lobo.

Los de segundo y primero (los que no lo habían tenido de profesor) pusieron cara de horror.

—En quinto año lograron hacerse animagos ilegales para acompañar a Remus en sus noches de luna llena— dijo una voz distorsionada.

—Y en un año lograron crear el mapa del merodeador— dijo Maïa— un mapa del colegio con un hechizo que muestra a todos los que están con nombres.

—¿Se la pasaban merodeando por ahí con un hombre lobo?— preguntó Madame Pompfrey mirando a los dos Merodeadores presentes.

Remus estaba avergonzado, no miraba a Dumbledore. No quería que sepa que había traicionado su confianza.

—Bueno, Sirius y James eran los más brillantes y vagos de su casa. No hacian nada más que bromas e igual tenian de las mejores notas— siguió su relato Regulus—. En séptimo año James fue nombrado premio anual de su generación con Nyx Rosier.

—Tras salir de Hogwarts Lily y James se casaron tres años después y se unieron a la orden del Fenix— dijo Cho Chang con nostalgia.

—Pero una profecía fue anunciada en 1978, y decía que el único que podría derrotar a Voldemort nacería el séptimo mes del año 80.

Severus bajó la mirada avergonzado desde la mesa de los profesores.

—Y los Potter eran candidatos junto a los Longbottom, ya que la profecía decía que los padres del niño lo desafiaron tres veces— siguió Regulus—. Dumbledore advirtió a las familias y los Potter iban a poner a papá como el guardián.

—Pero este los convenció de que era la opción obvia y que los mortifagos irían por él— dijo Lisa desde la mesa de Slytherin—. Y pusieron a Peter Petigrew. Pero este los traicionó.

—¿Eso es cierto?—preguntó Fudge a Sirius.

—Así es—dijo el Black.

—¿Y por qué no se probó nada de eso en su juicio?— preguntó Amelia mirando a Fudge.

El ministro se puso nervioso—Esteee...

—Nunca tuvo un juicio justo, nunca le dieron la posibilidad de defenderse—dijo Marlene mirando con enojo al ministro.

—Con este tema aclarado, mis padrinos son Harry y Tonks.

—Gracias tíos—dijo la metamorfomaga.

—Gracias Sirius, es un honor— dijo el chico Potter.

—Fui a Gryffindor— toda la casa estalló en aplausos.

—No jugué Quiditch y me gustaban todas las materias menos Adivinación.

—¿Tienes novia?— le preguntó una chica de último año.

—Primero, en mi tiempo tienes como unos cincuenta años. Segundo, estoy felizmente casado y no la dejaría por nada del mundo. Tercero, no andes de regalada ante cualquier chico lindo— dijo el Black sin cambiar su expresión y actitud serena.