La cena pasó en silencio, cuando el guerrero tomó asiento al lado de la princesa el Sir no tuvo más que callar.

Había enviado al hada con su nana a la que fue la casa de su padre, no sabía como sacarla del reino sin levantar sospechas.

Ahora debía jugar bien sus cartas, luego de una guerra de miradas entre ambos caballeros el guerrero acabó cediendo ante la petición de la princesa y esperó tras la puerta.

-Algo pasa- dijo el Sir -Los ancianos comenzarán a presionar para que se una. Me temo que las opciones son mínimas.

-Lo se- pues debía ser con un caballero de su reino o uno aliado, y no tenían uno. -Convocaremos una reunión, recuerdo que padre las tenía todo el tiempo. Mañana en la noche, una cena antes de eso para mejorar lo ánimos.- aquello lo hizo sonreír. Pues sabía que sería presionada para casarse con él.

-¿Ha sabido algo de Nali? No creo que ella...

-Ella no me amaba. Era obvio que me dejaría apenas tuviera la oportunidad.

-Ella amaba su labor, para lo que se preparaba.- dijo segura pero el rostro del Sir la hizo callar. -Gracias por cuidar del reino.

-Es mi trabajo después de todo.- dijo dudando en continuar -Las tropas trolls que se dirigían hasta nuestro reino hicieron retirada.

-¿Porqué? Según padre aquellos son más.

-Aún tratamos de saberlo mediante los espías. Debería ir a descansar, mañana será un día de provecho.

-Claro... las doncellas que me...

-Renunciaron, nadie quería estar aquí, dieron por hecho la destrucción del castillo apenas iniciara el ataque.

Cuando salió del salón comedor encontró al guerrero tras la puerta junto con dos de las doncellas que la atendieron con anterioridad. Aquellas habían atendido al hada y aquello les parecía muy extraño, aún así no deseaban perder sus nuevos empleos.

Ayudaron a la princesa a cambiar sus ropas y salieron de cuarto dejándola lista para dormir, la noche era cálida por lo que estas le habían colocado una fina bata, su cabello caía suelto tras su espalda y cuando no lo pudo aguantar más salió a pies descalzos de su cuarto y abrió con lentitud la puerta del guerrero.

Al apenas entrar este se le fue encima y tomo su boca mientras rasgaba su bata, cuando notó que aquellos labios inexpertos y aquel cuerpo delicado no eran de la doncella que esperaba se hizo a un lado odiándose por aquello. -Debes...- no terminó de decir cuando la voz tenue de su doncella resonó tras la puerta.

-Duerma conmigo o yo dormiré con usted.

-No

-Largo- dijo la princesa para que la doncella dejara de esperar que le abrieran, ella no lo dejaría, quería dormir entre sus brazos, más ahora que su cuerpo la había tomado con tanto morbo y poco respeto, su cuerpo ardía por él. -¿Por qué no?

-Estás desnuda prácticamente, y soy un elfo macho.

-¿Dice que no podría controlarse porque soy hembra y usted macho? ¿No soy lo suficientemente bella como para tentarlo?

-Me tientas- admitió, lo había puesto nervioso y es que la sintió mucho entre el beso anterior, había tocado su pezon y sentido la humedad entre sus pliegues prohibidos.

-Entonces béseme, béseme hasta que tenga ganas de hacer más y entonces hágalo, mi cuerpo le pertenecerá a otro en los próximos días pero ahora es mío. Es mío y quiero que lo tome.

..<—•—•—•••🧝‍♀️•••—•—•—>..

La noche había caído pero aquello no le impidió a la princesa heredera correr, no hasta que escuchó el resonar de unas alas y notó un par de dragones sobre su cabeza.

Acabó desorientándose y corriendo hasta un precipicio, la luz de la luna fue testigo de como el agua de aquel río la arrastró hasta dejarla sin conocimiento.

Así fue hasta que uno de los soldados la tomó, encontrando en ella un punto de diversión, más la mirada dura de su capitán lo hizo llevarla frente al heredero. Estaban a unos días de llegar a su reino y juzgar al impostor cual aún se encontraba con fiebres por la amputación.

La dejaron descansar sobre su cama a petición del mismo, pues ella era muy joven cuando este se perdió así que no la había reconocido a la primera, más Hoseok, el capitán de su ejército si lo hizo.

También fue informado sobre el hecho de su hermano haberla secuestrado.

A la mañana siguiente cuando esta abrió los ojos y encontró al Troll a su lado tomó el primer objeto al alcance para matarlo, más la mano fuerte del troll la inmovilizó.

Algunos soldados entraron a la carpa por él tumulto más este negó de manera calmada, la llevó consigo para mostrarle al impostor, pues sabía que solo así sería consiente de que no era él quien la había secuestrado.

Luego de 5 minutos completos de verlos fijamente logró moverse para alejarse del cuerpo que la aprisionaba para mantenerla quieta.

-No fui yo- dijo tratando de calmarla.

-¿Ni el de los besos? ¿Hace cuanto...

-Yo soy el verdadero Nam Joon, el heredero al trono. El no es más que impostor que morirá apenas sea juzgado.

La heredera tuvo ganas de escupirle en la cara cuando recordó todo lo que vivió por ese ser. -Préstame un caballo, iré a...

-Estamos a unos días de mi reino, podemos partir al tuyo apenas resuelva lo de su ejecución. Aclararemos todo y...

-No haré eso- rió con sorna -No te conozco, bien puedes ser igual o peor que este canalla. No creo en el desinterés entre reinos.

-Sería intercambio, de favores por supuesto.

-Quiero empuñar la espada- señaló al impostor.

-La venganza es mía, pero podría dejarte mirar.- Esta asintió -Estás más hermosa de lo que recordaba An Nali.- pronunció coqueto mientras la guiaba hasta sus aposentos en la carpa.

-No tienes tanta suerte.

-Viví 7 años rodeado de dragones, yo creo que si la tengo.

El verdadero Nam Joon es un coqueto 😋

.