Capítulo 1
Mucho se decía en el castillo del rey An.
Se decía que la princesa Fary desposaría al heredero Troll del linaje de los Nam, Nam-Joon.
Pero lo que más de que hablar había dejado era el repentino compromiso entre la heredera al trono An Nali y él noble Kim Seokjin.
-Princesa- había dicho este al adentrarse al salón donde le había pedido verla.
Este se había sorprendido, pues la heredera era de evitarlo, más bien no lo soportaba. Entonces ¿porque de pronto quería verlo?
-Sir Kim- este se inclinó en modo de respeto.
-¿Sucedió algo con su persona? ¿Algún mal la aqueja?
-¿Que está dispuesto a hacer por mi mano Sir?- fue directa.
-Todo princesa, solo debe pedirlo.
-Hay algo que necesito, más bien necesitaré en unos días.
-La escucho- pronunció y se acercó a esta para tratar de oler las rosas de su perfume.
Esta ignoró ese hecho y se giró dándole la espalda al noble. -Quiero que la unión entre mi hermana y el Troll no se lleve a cabo.
-Eso sería el inicio de una guerra- dijo lo obvio y así era.
-No si la matan camino a su boda- aclaró -Quiero que sea escoltada pero necesito que se le piense muerta a pocos días de llegar, necesito que haga eso posible Sir Kim, por mi.- dijo paseando sus dedos por el cuello del mayor.
-¿Como haría tal hazaña?- está se alejó, tomó asiento en uno de los muebles cercanos y levantó levemente su amplia falda.
Se abrió de piernas y levantó una de ella sobre el sofá, el hombre no hizo más que arrodillarse ante ella y caminar de esa forma hasta quedar frente a ella.
-Lo haré- dijo cediendo ante ella y creyendo que la dejaría tocarla, con solo verla de esa manera estaba duro bajo su ropaje.
-Hay un elfo errante, el último de los Jeon, convencerás a mi padre de que él es el idóneo para el trabajo, luego le pagarás más dinero para que en un punto del trayecto se desvíen y fijan la muerte de mi hermana- dijo posando su mano sobre la mejilla del hombre cual se encontraba a sus pies. -¿Harías eso por ser mi esposo?, ¿suena lindo no?- este asintió -En el momento en que se le crea muerta me uniré a ti.
-Lo haré- dijo seguro.
-Qué bueno eres- mordió levemente su labio -¿Quieres probarme?, ¿quieres comerme?- asintió -Has todo como te lo pido y lo harás- dijo esta de manera suave y encantadora, lo tenía comiendo de sus manos y lo sabía.
-Aún no me has dicho porque lo aceptaste- inquiría las más joven pues se había enterado por vía de sus doncellas sobre el reciente compromiso de su hermana mayor.
-Es un Sir, lo que necesito para casarme, también es un tonto manejable.
-Creo que es más astuto de lo que parece Unnie, no me creo la cara que muestra.
-Yo también soy más lista de lo que parezco pequeña, tranquila.
Estas continuaron charlando mientras que por el escabroso camino a las afueras del reino se encontraba encaminándose al castillo el último elfo del linaje de los Jeon.
Estos eran los antiguos guerreros y defensores del reino, habitaban en los sótanos del castillo para mantenerse cerca de los reyes y poder protegerlos.
Pero los Rin, antiguos gobernantes elfos los exterminaron por temor a una revuelta, pues estos eran ágiles con espadas y si se enfrentaban a ellos no tendrían escapatoria.
Y era cierto, por eso, los encerraron desde arriba y quemaron vivos.
Uno de ellos quedó, uno al cual Sir Kim SeokMin padre de Sir Kim Seokjin había acogido como ahijado y que en su momento no estaba bajo los sótanos dormido sino en la casa de los Kim.
Por lo que al enterarse de la muerte de sus padres, primos y tíos cobró venganza de la peor manera.
Cazó a cada Rin
Los mutiló y avergonzó frente a su pueblo, asesinó a anciano y niño como lo hicieron con su familia y cuando estuvo satisfecho se marchó a vivir en la soledad hasta morir.
Creció como mercenario, como acesino a sueldo, se hizo fuerte y de nombre y ahora la princesa heredera pedía por él en particular porque sabía de lo que este era capaz, lo quería de su lado para la próxima guerra pero sabía que este solo le brindaría lealtad a los Sir Kim, así que debía mandarlo a llamar por vía de su padre pero acercarse a él por vía de su ahora prometido, retenerlo de su lado por vía de su hermana.
Porque aunque tuviera que sacrificar la vida de su padre o su hermana está mantendría el reino a salvo y lograría su cometido, su deseo.
Sabía de la belleza con la que su hermana contaba, sabía que cualquier ser quedaba encantado con esos hermosos ojos rosas con solo verlos, así que solo debía hacerlos verse.
Si los rumores acerca de la belleza física del guerrero eran ciertos su poca experimentada hermana caería rendida ante él al igual que él ante ella.
Su hermana la adoraba, por lo que este haría lo que la más joven le pidiera. Confiando en si misma trazó su plan.
A sabiendas que si algo salía mal podía acusar a Sir Kim sobre lo sucedido. Sería su chivo expiatorio al cual culpar por supuesta la muerte de su hermana matándolo en el momento en que supuestamente lo descubriera para de esa manera no dejar cabos sueltos.
Con su hermana lejos, su padre imposibilitado para gobernar y los Kim desacreditados lograría su propósito, lo que siempre deseó y lo que su hermana le arrebató sin saberlo.
Su amado Nam-Joon
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