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El Duelo de Baile más Épico de la Historia.

Al recibir la señal de Robotnik, el agente Stone corrió a todos los clientes del local y se preparó para la llegada de su... "jefe".

Tras enviarle la capsula de emergencia, se quitó el estúpido uniforme y se puso su traje, al que él tanto le gustaba, y le preparó un latte especial, en el que dibujó las caras de ambos, juntas, y con corazones encima. Acomodó la taza de modo simétrico y se preparó para su llegada.

Por fin, después de nueve meses de soportar a tontos, de mudarse a ese mugroso pueblo, y trabajar en ese apestoso café, era hora de que su paciencia fuera recompensada, solo aguantó porque sabía que él volvería; siguiendo su manifiesto, solo sería cuestión de tiempo, y finalmente sus sacrificios rendirían fruto, todo volvería a ser como antes, ellos dos contra el mundo. Stone sabía que el Doctor era huérfano, y aunque él actuara como si no le afectara, Stone lo conocía, sabía lo mucho que le dolía en realidad, y que siempre se lamentaba el jamás haber conocido a sus padres, ni tener a algún familiar, pero ya no importaba, porque ahora lo tenía a él; él jamás lo abandonaría, incluso si se tardará mil años en regresar, Stone pasaría su consciencia al de un androide para poder seguirlo esperando, ni la muerte sería capaz de separarlos. No importaba la distancia o el tiempo, él siempre le esperaría.

Se preparó para recibirlo cuando escuchó al dron llegar, las puertas se abrieron y ahí estaba...

Solo que no como lo recordaba, ya no tenía su hermoso y elegante cabello, ahora estaba calvo, y su bigote era mucho más grande, además de que ahora usaba rojo, no es que no le gustara, era solo que... prefería el negro.

—Doctor — dijo superando la sorpresa, a pesar de todo, era él, él único e inigualable—, realmente es usted, se ve... diferente.

¿Qué importaba el cambio de look? Seguía siendo él, su nuevo estilo no significaba nada, era su genio y su astucia por lo que lo amaba, aunque extrañaría su viejo corte, y no estaba tan seguro del bigote...

«No, su bigote está bien, solo necesitas acostumbrarte» se dijo.

Robotnik se detuvo a pocos pasos del mostrador, sonriendo, y señaló su mostacho con dos dedos:

—Papá tiene un nuevo bigote —dijo alegremente antes de girar sobre su propio eje, y reír extendiendo los brazos hacia los lados.

—Lo sabía, lo sabía —continuó Stone sonriendo, ahí estaba él con su misma personalidad, ingenio, humor, era él mismo, su nuevo aspecto no tenía nada de malo mientras todo lo demás siguiera igual.

—Sabía que volvería señor —Stone dejó el mostrador, con taza en mano, y avanzó hasta Eggman—, jamás dejé de cocer al vapor su leche de cabra austriaca.

Robotnik tomó la taza sonriendo, luego empezó a beber, con su lengua...

Cosa que a Stone no le molestó nada, ya que solo lo veía sin sonreír, era igual de hermoso que siempre...

—Le falta hongo —declaró Robotnik después de probarlo.

La sonrisa se desvaneció del rostro de Stone, al doctor siempre le había encantado su latte, la cantidad específica de leche, el toque exacto de canela, no mucha espuma ni poca, lo necesario.

«Doctor... ¿Qué le hizo ese malvado erizo?» fue la única explicación que se le ocurrió, esa amenaza azul era la razón por la que su doctor actuaba tan extraño; «maldita bola de pelos, lo destruiremos, y entonces todo volverá a ser como antes».

Stone se resignó a pensar eso, era mejor que aceptar que ese Robotnik no era el mismo que se había ido, iba a agregar más cuando escuchó los pasos, fuertes pisadas que resonaron por todo el local, y hasta hicieron que algunas mesas temblaran. Stone miró sobre el hombro de Eggman, y fue ahí que lo vio.

Rava entraba al café con trabajo, ya que la puerta apenas y era suficiente para su enorme tamaño, Stone no le quitó los ojos de encima hasta que estuvo frente a ellos.

—T... tr... trajo algo —alcanzó a decir, odiaba decirlo, pero si de por si los reptiles de la tierra eran aterradores, uno antropomórfico, y que medía el doble que él, era absolutamente espeluznante, no ayudó nada que Rava posara ambos ojos sobre él, y sonriera mostrando sus dientes.

—Robotnik, que considerado —dijo Rava, agachó su cabeza hasta estar frente a la de Stone, el agento no se movió, no queriendo mostrar miedo ante el doctor—, me trajiste una merienda.

Rava sacó su ensalivada lengua, y recorrió con ella el rostro de Stone, el agente no se movió, el musculo se sentía cálido, y pegajoso, y apestaba a muerto en descomposición; Stone tuvo que aguantar el aliento para no seguir inhalando, pues si lo hacía vomitaría, recordó cuando era un niño en la escuela, y tuvieron que disecar una rana, el aroma que le llegó a la nariz cuando la abrieron hizo que corriera al baño, pero no pudo llegar a tiempo, y vomitó en el pasillo.

Se sentía de regreso en ese espantoso lugar, pero no pensaba repetir el mismo incidente, y mucho menos en presencia de su amado.

—¿Doctor? —preguntó, algo nervioso, él no dejaría que ese alienígena se lo comiera, ¿verdad?

Robotnik se acercó para que su rostro quedara en medio de los dos, se le veía sonriendo, y ni lo más mínimo preocupado por la seguridad del agente.

—Aunque me encantaría ver eso —comenzó Robotnik—, me temo que no podemos, necesitamos a Stone vivo, es el que opera toda la base, además...

Dicho eso, dio otro trago antes de añadir:

—Prepara un latte excelente.

Stone sonrió, sabía que el doctor no dejaría que esa lagartija le hiciera daño; Rava miró molesto a Eggman, y luego de regresó al agente, parecería decepcionado de que no conseguiría alimentarse, pero rápidamente se levantó resignado.

—Muy bien, veamos que tienen ustedes monos para ofrecer.

Eggman sonrió y miro al agente.

—Stone, hora de remodelar este circo.

Stone asintió con la cabeza; ya recuperado del susto que le provocó tener a ese reptil tan cerca, y que el aire ya se había limpiado de ese espantoso olor.

—¡Latte, con leche de cabra austriaca cocida al vapor!

Se escucharon ruidos mecánicos, los menús en la pared desaparecieron, así como la cafetera y los muebles al lado del mostrador, las paredes se escondieron arriba y abajo, revelando una enorme computadora al centro, y soportes llenos de drones, los objetos encima de la mesa se los tragó el piso, y en su lugar apareció una pantalla de hologramas por todo el escritorio.

Rava examino el equipamiento, y sonrió, le recordaba un poco a su propia guarida, aunque claro, ni cerca de avanzada.

—No está mal —dijo acercándose al mostrador.

Eggman sonrió complacido antes de beber un poco más, para después darle la taza a Stone.

—Que la cacería comience.

...

Al atravesar el anillo, se habían encontrado con una ligera tormenta, no parecía ser muy grave, pero tan solo unos minutos de caminar, una ventisca se desató y los golpeó en todo el cuerpo, Sonic tuvo que poner sus manos al frente para evitar que la nieve se le metiera a los ojos, Tails por su parte tan solo bajo su cabeza, el erizo estaba por preguntarle a sus compañeros si sabían que tenían que hacer, cuando sintió algo muy pesado alrededor de su pecho, antes de que pudiera preguntar que era, lo levantaron del suelo y quedó suspendido como si fuera un saco.

—Wow —dijo Tails, al quien también habían levantado.

Sonic miró a su derecha para comprobar que estaba pasando, se encontró con que Knuckles los estaba cargando, sosteniendo a cada uno de un lado, a pesar de que el viento golpeaba fuerte, Knuckles no se inmutaba, ni siquiera bajaba la cabeza, sino que avanzaba con determinación, no parecía que el peso de sus compañeros le afectara, iba a su misma velocidad, sino que hasta un poco más rápido. Sonic se sacudió, se sentía un poco incómodo, era como si fuera un bebé y tuvieran que cargarlo, pero antes de que pudiera protestar, Knuckles hablo:

—¡Erizo! —Preguntó alzando la voz, ya que era la única forma en la que lo escucharían debido al viento— ¿conoces el camino?

—¡No! —Respondió Sonic en voz alta—, ¡absolutamente no conozco el camino, estamos totalmente, sin lugar a dudas, perdidos!

Knuckles gruño y rodó los ojos.

«Y yo que creí que él era la clave para hallar la esmeralda» pensó Knuckles, miró a Tails, esperando que él fuera más útil.

—¿Qué hay de ti, zorro?

Tails revisó su gizmo para ver si tenía más suerte, pero negó con la cabeza.

—Nada, con este clima no conseguiré ninguna lectura en esta cosa —dijo tras darle unos golpes a la pantalla—, ¿deberíamos volver?

Sonic miró hacia el paisaje, a algunos metros de distancia se veía una cabaña, sus luces amarillas sobresalían en ese paisaje de grises, negros y blancos, casi como un faro.

—No, miren —señaló con un dedo hacia la casa—, podemos refugiarnos ahí, y ver si tu aparato obtiene lecturas.

Knuckles asintió con la cabeza, no quería retroceder ahora que estaban en la dirección correcta, él no tenía problema con este clima, esta tormenta no se comparaba con las que había atravesado, pero se preocupaba por Tails, el zorro no estaba entrenado como él, ni Sonic tampoco, y también le daba algo de miedo por el erizo.

—Bien, vamos a esa cueva —dijo Knuckles dirigiéndose hacia ella.

Eso calmó a Sonic, al menos ya tenían un objetivo, aunque seguía sintiéndose avergonzado de ser cargado como un bebé.

—Knuckles, ¿te importaría bajarme?

—Será más rápido de esta manera —dijo sin mirarlo.

Sonic lo miró con una ceja entreabierta.

—¿En serio crees que eres más rápido que yo?

—Yo no estoy diciendo nada —respondió Knuckles, con un tono retador pero también juguetón.

Eso llamó la atención de Tails, quien miró al gigante rojo, Knuckles estaba sonriendo, muy alegremente, y a Tails le pareció curioso, jamás había usado ese tono con él, ni con los enemigos, esto parecía ser una mezcla de ambos, solo que no tan amenazador. Era curioso, desde que se conocieron, Knuckles siempre lo habían tratado con respeto, incluso antes de saber que venía en nombre de Sonic, incluso casi se sacrifica por él, quizás había sido por su trato que Knuckles se comportaba tan protector con él, pero aunque también le hizo la misma promesa a Sonic, parecía que Knuckles solo buscaba la ocasión para poder competir contra él, sin llegar a ser enemigos, solo... la verdad es que Tails no sabía si existía una palabra para definirlo.

«Quizás los equidnas son competitivos por naturaleza» pensó.

Sonic lo miró con cierto enojo.

—Vamos, bájame —pidió.

—Muy bien, si puedes librarte de mí abrazo, dejaré que camines el resto del camino.

—¡Ja! —Se rió Sonic—, esto será pan comido.

Dicho eso intentó zafarse del brazo de Knuckles, pero luego se dio cuenta que era muy difícil, había subestimado la fuerza del titán, su extremidad era como un enorme bloque de concreto, Sonic rápidamente notó que no habría forma en la que pudiera liberarse, y lo peor de todo es que Knuckles ni siquiera estaba poniendo fuerza, así era tan solo como sujetaba las cosas normalmente, razón por la que quizás no dejaba de sonreír.

Sonic hizo otros intentos por liberarse, pero nada funciono, la fuerza de Knuckles no tenía precedentes.

—¿Gustas intentarlo más? —le preguntó Knuckles mirándolo, pese al viento y la nieve que lo golpeaba, se veía bastante feliz.

Sonic suspiró derrotado.

—Solo lleguemos ahí y terminemos con esto —se cruzó de brazos, lo dejaría ganar, por esta ocasión.

Knuckles sonrió complacido, por fin había encontrado algo en que ganarle al erizo, desde que llegó al planeta, sentía que Sonic le había tomado la delantera, era un poco duro lo sabía, porque el erizo estaba en casa, pero buscar excusas no era propio de su gente, además, aunque jamás lo admitiría en voz alta, estaba un poco celoso de la admiración que Tails sentía hacia Sonic, después de todo, el zorro había sido su primer amigo verdadero en años, y de repente parecía que toda la atención del pequeño era dirigida al erizo, así que por eso quería demostrarle a Tails que él también tenía cosas que admirar.

Era un sentimiento raro, que nunca antes había sentido antes, era solo que... no quería perder el afecto del zorro.

Eso y que había algo en la actitud de Sonic que simplemente le pedía que compitiera con él, aunque ahora sabía que el erizo no era su enemigo, y de hecho hasta lo estaba ayudando, simplemente algo dentro de él que le decía que le ganara en todo lo que pudiera, quizás era porque, muy a pesar de todo, Sonic era un noble guerrero, tal como él mismo, así que quizás por eso de su competitividad, eran tan parecidos que simplemente tenían que ver quien ganaba.

O quizás solo quería bajarle el ego.

Así que Knuckles sonrió triunfante mientras seguía avanzando, Tails pasó su mirada de un acompañante al otro, debería sentirse un poco mal y decepcionado de que Sonic hubiera perdido, pero... era Knuckles de quien hablaban, después de todo, era un guerrero temido por una razón, así que no había vergüenza en perder contra el mejor.

¿Verdad?

Finalmente llegaron hasta la cabaña, Knuckles los dejó a ambos de nuevo en la tierra, y Sonic lo agradeció mucho, miró hacia el frente, había unas motos de nieve, chalecos, pasamontañas, lentes y gorros, perfectos para camuflarse, ya sabía la reacción que tenían los humanos al verlo por primera vez.

—Sonic, ¿estás seguro de esto? —Preguntó Tails, un poco preocupado—, no sabemos quién está adentro.

Knuckles se quedó parado al lado del zorro, el pequeño tenía un punto, debían saber si estaban en territorio enemigo.

—Tranquilos, la gente de la Tierra es súper amable y hospitalaria —se apresuró a responder, quizás demasiado pronto, porque antes de que pudiera explicarles que debían disfrazarse para mezclarse, Knuckles se había dirigido a la puerta de entrada, asumiendo que lo que dijo Sonic era una verdad planetaria.

Sonic lo notó demasiado tarde, pues antes de que pudiera decirle que se detuviera, Knuckles ya había abierto la puerta.

El lugar parecía ser una acogedora posada, casa llena, la chimenea estaba puesta con un fuego que calentaba todo el lugar, todos charlaban, se reían y bailaban, realmente daba la imagen de que eran amigos, eso fue hasta que Knuckles abrió la puerta, pues tampoco lo hizo de una manera sutil, esta golpeó la pared provocando un estruendo que fue escuchado por todos lados, haciendo que los clientes dejaran de festejar y voltearan a verlo.

Knuckles tenía la mirada al frente, sin inmutarse, Sonic estaba detrás de él, y pudo notar las reacciones aterrorizadas de todos, se habían quedado en completo silencio.

—Oh no —susurró.

Tails se asomó también, no queriendo quedarse solo, pero lo que vio no lo tranquilizo, se encogió detrás de Sonic mientras recordaba, con mucho dolor, que las expresiones de los humanos, ojos y bocas abiertas, susurros entre ellos, y miradas de asco, eran las mismas que recibía en casa cuando todos notaban sus dos colas.

Ahogó un grito mientras sujetaba a Sonic del brazo, no pudo evitarlo, tenía que aferrarse a algo o si no caería, Sonic lo miró rápidamente, luego regresó la mirada al frente, aunque quería decirle a Tails que no se preocupara, ahora mismo tenía que enfocarse en los humanos, en caso de que quisieran intentar algo.

Knuckles por otro lado, solo examinaba a los nativos, un hombre tenía un ojo de vidrio, Sonic y Tails suspiraron en sorpresa, Knuckles no cambió su semblante; otro sujeto, que además tenía un tatuaje de una calavera con un cuchillo clavado por la mitad, con una serpiente rodeándolo, llevaba un puñal el cual levantó y clavó en la mesa, Sonic y Tails ahogaron otro grito, pero Knuckles permaneció con la misma expresión; el cocinero, que tenía un pescado sobre su tabla de cortar, levantó su cuchillo tipo hacha y decapitó al pez, la cabeza de este salió volando, y rodó por el suelo hasta quedar a los pies del equidna, lo peor fue que alcanzó a decir unas últimas palabras:

—Corran.

Sonic la miró aterrado, mientras que Tails no pudo más y cayó inconsciente, por suerte lo hizo en la nieve, lo que suavizó su caída, por su lado, Knuckles solo sonrió y levantó la mirada, con la misma seguridad de siempre.

—Este lugar parece divertido —dijo llevándose un puño al pecho.

Los clientes parecieron pasar de la sorpresa al odio muy rápido, pues se levantaron de sus asientos, y parecía que querían pelea.

—Eh... ¿miau? —fue lo único que se le ocurrió decir a Sonic, recordando la primera vez que conoció a Tom de frente.

Pero su intento no pareció conmover a los humanos, pues uno de ellos gritó algo en ruso, que ninguno de los tres entendió, sin embargo, hubo una palabra en esa oración que a Sonic le resultó familiar, pues sonaba como:

Monstruos.

Tampoco ayudó que al decirlo, apuntó hacia el fuego de la chimenea.

Los demás terrícolas gritaron en apoyo, y empezaron a dirigirse hacia ellos.

—Oh, quieren pelea —dijo Knuckles levantando ambos brazos de manera defensiva, al mismo tiempo que sus ojos y puños se iluminaban.

Sonic jadeó y rápidamente se puso frente a Knuckles, colocando una mano sobre el pecho del titán, no solo había visto lo bien que se defendió de Rava y Robotnik, sino que al estar en sus brazos, fue testigo de la fuerza que el equidna tenía, y ni siquiera quería imaginar lo que se sentiría recibir un puñetazo de esas manos, peor aún, siempre había sentido que era más resistente que los humanos, ya que él había caído de un edificio, sobrevivido a la explosión de una bomba, y cañones de plasma, algo que un humano no podría resistir, un golpe de Knuckles a cualquiera de ellos, y no vivirían para contarlo.

Más que proteger a Knuckles, Sonic debía protegerlos a ellos.

—Wow, wow, esperen amigos —dijo con dificultad, ya que era imposible contener a Knuckles, y algo le decía que el equidna ni si quiera lo estaba intentando.

—Erizo, ¿Qué haces? —preguntó Knuckles molesto.

—No podemos pelear contra ellos.

—Claro que podemos, he enfrentado a las peores bestias del universo, estos simios no son rivales para mí.

—Por eso lo digo, un golpe tuyo y los mandas a dormir para siempre.

Knuckles los miró, los humanos cada vez reducían más el espacio entre ellos, y varios traían armas punzantes con ellos, Knuckles solo apretó las cejas.

—Estoy dispuesto a aniquilar a cualquiera que se interponga en mi camino —amenazó.

Sonic trago saliva, ya no se creía capaz de controlar la situación, miró por encima del hombro de Knuckles, y notó que Tails iba levantándose, recordando que el pequeño era el listo del grupo, corrió rápidamente con él, se agachó a su lado y lo sacudió un poco, solo lo suficiente para despertarlo.

—Vamos, Tails, necesitó que te despiertes, estamos en una emergencia.

Tails poco a poco fue abriendo los ojos, al notar la expresión aterrada de Sonic, los abrió por completo y miró de nuevo a la taberna.

—Vamos, ¡vamos! —les gritó el rojo a los humanos, levantando sus puños y listo para atacar al primero que se atreviera.

Eso hizo que Tails se recuperara por completo.

—Ai... ¡Sonic, debemos hacer algo! ¡Si Knuckles los golpea los va a...!

—Lo sé, lo sé —respondió rápidamente—, tú lo conoces mejor que yo, ¿hay alguna forma de que podamos frenarlo?

Tails apretó sus dientes, sabía que no la había, porque Knuckles no solo era un guerrero, era un guerrero equidna, y si por algo eran conocidos, era porque nunca retrocedían.

«Él no, pero quizás ellos sí» la idea le llegó de repente, si Knuckles no podía ser detenido, quizás hubiera alguna costumbre siberiana que les impidiera pelear, o alguna palabra que les demostrara que venían en son de paz.

Tails levantó su gizmo, y velozmente empezó a buscar cualquier cosa que pudiera ayudarlos.

—Creo que puedo encontrar algo.

—Lo que sea pero que sea rápido —agregó un aterrado Sonic.

Un hombre sacó un cuchillo y lo giró en sus dedos, parecía que iba a atacar a Knuckles con él, el equidna se dio cuenta y puso toda su atención en él, partiría ese puñal como si fuera una rama. Sonic dejó a Tails para ponerse en medio de Knuckles y la multitud.

—Vamos amigos, estoy seguro que podemos arreglar esto de otra manera —expresó, esperando que alguien en la multitud hablara, o entendiera, español.

Knuckles empezaba a irritarse de Sonic.

—¿Por qué no me dejas acabar con ellos?

—Vamos, Knuckles, entiende que son humanos, solo están asustados.

—Hacen bien en estarlo.

El sujeto del cuchillo dejó de girarlo en sus dedos, en cambio lo detuvo a la altura de su cabeza, y se preparó para atacar.

—Tails...

El zorro miró rápidamente la escena, y luego de regresó a su dispositivo.

—Vamos, dame algo.

Había muchas opciones, debía haber una que los ayudara, el hombre dio un paso al frente, cuchillo en mano, Knuckles alzó su puño, y Sonic trago saliva, algo muy malo estaba por pasar.

Tails encontró algo.

Sin pensarlo, se puso de pie y voló dentro de la cabaña, reunió todo el aire que sus pulmones le permitieron y gritó:

—¡Pivonka!

El humano se detuvo, al igual que todo el bullicio que se había formado, los humanos dejaron de gritar, y en su lugar se vieron entre ellos, repitiendo la palabra que Tails dijo, en un tono interrogativo. Más relajado, aunque con la respiración aun acelerada, Tails miró a sus compañeros, ambos estaban igual de sorprendidos, y el brillo había abandonado a Knuckles, el equidna bajo su brazo y miró al pequeño.

—¿Qué dijiste?

Tails reviso su gizmo.

—Pivonka, una tradición siberiana para la resolución de conflictos, si ganamos, nos dejan ir, si perdemos...

Se detuvo en su lectura y en su lugar vio al frente, a la chimenea, sus amigos lo imitaron, donde el fuego se alzó. Sonic y Tails gritaron, mientras que Knuckles sonrió.

—Suena divertido, ¿entonces es un duelo?

—Podría decirse —respondió Tails.

Un hombre se abrió paso entre la multitud, quedando justo frente a la chimenea, en el eje de mirada del trío, los tres lo miraron, era un hombre adulto, calvo pero con una predominante barba, y bigote, castaños, una mirada dura, vestido en un conjunto de terciopelo color vino, el hombre se detuvo y los vio fijamente.

—Debe ser el alfa —dijo Knuckles, un tanto emocionado.

—Da, ¡Pivonka! —declaró con un grito.

La multitud estalló en vítores, luego empezaron a mover mesas y cualquier cosa que pudiera obstruir el centro.

—Parece que el desafío fue aceptado —habló Knuckles mientras se tronaba los nudillos y se estiraba.

Muchos gritaron cosas que ellos no entendieron mientras otros aplaudían.

—¿Saben? La tormenta no parece tan mala —dijo Sonic tomando a Tails de la mano, dirigiéndose cautelosamente hacia la salida—, será mejor si nos vamos y...

—No —lo interrumpió Knuckles, sujetándolo del brazo, lo que provocó que se detuviera.

—¿Qué? ¡¿Qué estás haciendo?! —preguntó aterrado, ¿qué acaso no veía la situación? Tenían que salir de ahí antes de que la situación empeorara.

Knuckles se le veía extremadamente tranquilo, y confiado.

—Solicitamos un duelo, y fue aceptado, ahora debemos competir y defender nuestro honor.

Sonic no lo podía creer, vio a Knuckles con las orejas caídas y la boca abierta.

—¡¿Estás hablando en serio?! ¿A quién le importa el honor? ¡Podrían matarnos!

—El honor es lo más importante que tenemos, erizo, sin él no seríamos más que bestias, es lo que nos convierte en quienes somos, así que a MÍ, me importa mucho, y no hay manera más honrosa de morir que caer en batalla.

Sonic se llevó las dos manos a la cabeza y luego las bajó por su rostro mientras gruñía.

—No puede ser.

—Los equidnas jamás nos acobardamos de una batalla.

—Lo estoy averiguando de la peor manera.

Tails solo suspiró lastimosamente y miró al suelo, con las orejas bajas, Sonic lo notó, si seguía hablando con Knuckles solo se enojaría más, y si es que realmente iban a participar en ese duelo, los tres debían estar a su máxima capacidad, así que fue a ver qué le pasaba al más joven.

—Tails, ¿qué tienes?

—Lo siento, todo esto es por mi culpa, si no hubiera dicho esa tonta palabra no estaríamos metidos en este lío.

«Sinceramente siento que Knuckles tiene más la culpa por no esperar» pensó el erizo, pero no lo dijo en voz alta, las cosas ya estaban lo suficientemente mal como para que se pusieran a pelear entre ellos.

—Oye —dijo dándole un amistoso empujón, Tails levantó la vista para verlo—, si no hubieras dicho esa palabra, Knuckles estaría masacrando a estas personas, si me lo preguntas, eres un héroe.

Eso hizo que el pequeño se sintiera como nunca, sus orejas se levantaron y miró directamente a Sonic, en su voz no oyó ninguna pizca de burla o desprecio, y al verlo a los ojos, supo que estaba diciendo la verdad. Era cierto... Sonic el erizo, el más grande héroe de la galaxia, le estaba diciendo que él era el verdadero héroe. Tails no podía creerlo, ¿Cómo alguien como Sonic podría decirle algo así? El azul solo sonrió poniéndole una mano en el hombro.

—Vamos, tenemos al más grande guerrero de la galaxia de nuestro lado, ganemos este duelo —dijo con toda la confianza del mundo.

Tails sonrió, sintiéndose extrañamente mejor, tenía razón, si Sonic y Knuckles estaban de su lado, de seguro podrían ganar, así que asintió energéticamente con la cabeza, Sonic sonrió y ambos fueron a colocarse al lado de Knuckles, avanzando unos pasos, y quedando en el corazón del círculo formado por todos los presentes.

—Bueno, ya que alguien insiste, vamos a ganar esto.

Knuckles sonrió, pese al claro tono de molestia de Sonic, le agradaba saber que sus compañeros lo apoyarían en esta batalla, si ya con el zorro se sentía a gusto, el tener un miembro más ayudaba al sentimiento de tener una tribu.

—Veamos qué tan fuertes son estos terrícolas.

Los tres adoptaron posiciones de batalla.

El hombre del traje de terciopelo se abrió camino quedando frente a ellos, los tres se prepararon para cualquier ataque, el hombre se quitó la parte superior de su atuendo, dejando su pecho al desnudo y revelando que... tenía un tatuaje de él mismo a la mitad del torso, con los brazos estirados hacia los lados, misma posición que tenía en esos minutos, también tenía el abdomen marcado. Daba un aire de seguridad, y desafiante, aunque los tres estaban más confundidos por el grabado.

—¿Qué? —preguntó Sonic, entre los tres se miraron, las miradas pasaban del uno al otro, ninguno sabía qué demonios significaba eso.

—Muchos guerreros se descubren el pecho para combatir —mencionó Knuckles.

—Eso no ayuda en nada —dijo Sonic.

«Ni siquiera usamos ropa» pensó también, al estar su cuerpo cubierto de pelo, no sentía la necesidad de usarla, no compartía esa morbo con los humanos, las ocasiones en la que las usaba era más para imitar a un personaje, asumía que Tails y Knuckles sentían lo mismo.

La multitud le aplaudió al competidor.

—Como sea, va a caer —continuó Knuckles mientras levantaba ambos brazos para lanzar un golpe.

Knuckles esperaba un ataque, pero en su lugar, el hombre aplaudió hacia la multitud, luego se golpeó el pecho enseñándoselo a los presentes, y terminó levantando ambos brazos para luego bajarlos. Una banda presente empezó a tocar, una musicalización bastante movida, al ritmo de un acordeón, y entonces el hombre lanzó su primer ataque, solo que no como esperaban.

Empezó llevándose una mano al pecho, mientras que con la otra tocó su pie al levantar su rodilla, por detrás de su espalda, luego arrojó ambas manos al frente para chocarlas entre sí, se agachó, colocando una mano en el suelo mientras alzaba el otro brazo, y lanzaba sus dos piernas en el aire, todo esto a una velocidad increíble, al compás de la música, y en un momento, lanzó las dos piernas al mismo tiempo antes de retomar el uno y uno; dos sujetos detrás de él se le unieron, entrando en perfecta coordinación.

Tras un tiempo los hombres colocaron la mano levantada sobre el suelo, y giraron dos veces, moviendo todo el cuerpo, el principal contendiente terminó con ambas rodillas sobre el suelo, y estiró sus brazos hacia los lados, teniendo a los otros a sus espaldas.

—Eh... ¿erizo? —Knuckles había pasado de la confianza a la confusión absoluta—, ¿qué estilo de pelea es ese?

—Oh, Dios mío —fue lo único que Sonic pudo decir, entendiendo por fin en que se habían metido—, es un duelo de baile.

—¿Duelo de baile? —preguntó un incrédulo Knuckles—, ¿Cómo se puede bailar y pelear al mismo tiempo?

—El baile es la pelea, Knuckles —explicó el azul—, ambos equipos tienen que bailar hasta que uno caiga.

—Oh, una competencia de resistencia.

—Es una forma de verlo, sí.

Knuckles... no estaba listo para esto, siempre que peleaba era fácil, pues solo tenía que dirigir su enojo contra su enemigo, ¿pero cómo podía hacerlo cuando ni siquiera podías tocarlo? Además... el no bailaba, estaba al tanto que su gente solía hacerlo frente a las fogatas, después de las victorias, por desgracia, cuando él era chico, su pueblo no tuvo mucho porque celebrar.

Odiaba admitirlo pero, esta era una pelea para la que no estaba preparado.

—Puede que tengamos un problema.

Tails trago saliva, esto no pintaba nada bien.

—Eh, Sonic, ¿qué hacemos?

El erizo pudo notar la preocupación de Tails, y como no, claramente estaban fuera de su elemento, pero nuevamente, no podía dejar que los otros dos vieran su miedo, tenía que controlarse, solo había una manera de salir de esto, y se necesitaban el uno al otro para lograrlo.

—Lo único que podemos hacer —dijo poniendo una mano en el hombro de cada uno de sus compañeros, quedándose en medio de ambos, miró al hombre del tatuaje con determinación—, bailar.

El mencionado se cruzó de brazos de forma arrogante, ya tenía a otros cinco a sus espaldas, los cuales irradiaban la misma soberbia.

—Aquí vamos —les dijo, intentó sonar confiado, pero la verdad es que él también se sentía muy incómodo, esta música no era su estilo, y tampoco creía que pudiera bailar a su compas.

Así que hizo lo mejor que se le ocurrió, intentó imitar el baile; ni Tails ni Knuckles parecieron tener muchas ideas propias, pues recurrieron a seguir la estrategia de Sonic, primero se aplaudieron el pecho, luego levantaron su pie derecho para tocarlo con la mano izquierda, solo que a una velocidad que no era nada impresionante, y que Tails no pudo sostenerse y cayó de sentón, apoyó una mano para levantarse al momento que Sonic retrocedía, aplastando sin querer la mano del pequeño, Tails gritó sorprendiendo a los otros dos, apartó su mano rápidamente, lo que hizo que Sonic también se cayera, Knuckles solo volteó a verlos.

Sobraba decir que la reacción de la audiencia fue todo menos entusiasta, y no borró la cara de arrogancia del hombre del tatuaje.

—Muy bien, ahora intentemos esto —les dijo Sonic al levantarse junto con Tails, ahora el pequeño es el que había quedado en medio de los dos.

Su siguiente movimiento fue juntar las manos bajo los brazos para después lanzarlos hacia los lados, doblándose del pecho, mientras saltaban con un pie a la vez, moviéndolo de la misma manera que los brazos, solo que no estaban coordinados; Knuckles era al que mejor le salía, por su entrenamiento, no le costaba tanto memorizar los movimientos y duplicarlos, pero le daba mucha vergüenza tener que hacerlos. Sonic hacía lo que podía, y Tails se movía muy lentamente, de los tres, en él era más obvia la incomodidad.

Y solo empeoró cuando Knuckles, sin querer, pisó una de las colas de Tails, el pequeño aulló en dolor y cayó al suelo, no sin antes aferrarse al brazo de Sonic, tomando al erizo por sorpresa, Sonic no pudo hacer nada ya que el peso de Tails, sumando a que tenía una pierna levantada, hizo que perdiera el equilibrio y ambos cayeron sobre el suelo. Knuckles los miró y ahogó un grito al ver lo que hizo, iba a dejar de aplicar fuerza cuando Tails apartó su cola lo más rápido que pudo, Knuckles no se lo esperaba, ya que sirvió para barrerlo, haciendo que el equidna cayera de espaldas a un lado de ellos, sus compañeros lo vieron, Tails preocupado de que el gigante fuera a enojarse con él.

Como era de esperarse, recibieron abucheos de la multitud, y para empeorar las cosas, el hombre del tatuaje volvió al ataque, colocando un brazo sobre el suelo mientras lanzaba los pies al frente, esta vez juntos, y girando ligeramente su cadera hacia el lado que apuntaba, para darle más dinamismo a sus movimientos, luego volvió a girar sobre la superficie apoyándose con sus brazos, para terminar con otro movimiento de piernas y volver a dar una vuelta, otros dos de sus compañeros se le unieron, imitándolo.

Nuevamente los tres trataron de imitarlo, Knuckles no lo hizo tan mal, pero para Sonic y Tails fue otro caso, ya que sus brazos no podían sostenerlos después del salto, cayendo como peces fuera del agua, y al ser las colas de Tails tan grandes, estas estorbaban, lo que hizo que Knuckles también se cayera cuando una de estas choco contra su cara.

—¡Ugh! —exclamó el pequeño, esto empezaba a cansarle.

La gente aplaudía, pero era más para seguir el ritmo del acordeón, y los excelentes pasos del bailarín.

Como si no hubieran alardeado lo suficiente, ahora todos los amigos del hombre tatuado lo rodearon, tomándose de los hombros, se movían estirando un pie para después arrastrar el otro, mientras que su líder, saltaba en el medio con los dos pies, luego empezó a girar sobre su propio eje al igual que una bailarina, mientras que sus compañeros cambiaron su movimiento por el de dar vueltas apoyándose sobre un brazo, al final terminaron apuntando al del centro mientras este se llevaba ambas manos a la cintura y hacía una pose victoriosa, para colmo de males, la luz del reflector le dio encima, haciendo que se viera aún más genial.

—Esto no está funcionando —dijo un enojado Knuckles.

La nueva estrategia fue agarrarse de los hombros mientras saltaban, lo cual, era todo menos efectivo.

—Ya sé que esto no está yendo bien, Channing Tatum lo hace ver tan fácil —admitió Sonic, sintiéndose nuevamente engañado por las películas.

—Entonces hay que rezarle a Channing Tatum para que nos ilumine en este momento —agregó Knuckles, como si se tratara de un Dios.

Sonic lo miró confundido.

—Si salimos de esta, tú y yo vamos a tener una charla de cómo funciona la tierra, amigo.

La risa arrogante del hombre hizo que ambos lo miraran.

—¿Solo eso pueden hacer? —Se burló—: ¡Fenómenos!

Se escucharon abucheos entre la multitud, y luego como algunos repetían la misma palabra:

¡Fenómenos!

¡Fenómenos!

¡Fenómenos!

Sonic los miró molestos.

«De todas las palabras del español, ¿esa es la única que conocen?» Pensó con enojo.

Mientras que Knuckles solo veía a todos los humanos, lejos de sentirse humillado u ofendido, el apuntó sus manos hacia él mismo, como si quisiera atraer las ofensas hacia él.

—¡Sí! ¡Sí! —Exclamó con total seguridad dando un paso al frente—, ¡Insúltenos todo lo que quieran, sus palabras son débiles, no funcionaran! ¿Verdad compañeros?

Miró por encima de su hombro, mientras que a Sonic no parecía importarle, Tails era un caso completamente diferente; sus ojos solo pasaban de un humano a otro, todos gritaban, todos los señalaban, era igual que en casa... todos creían que era un fenómeno, y seguramente no dudarían en golpearlo, igual que Billy, Henry y Patrick, y no solo eso, sino que él era diminuto en comparación a todos, eran como gigantes que se imponían ante él.

Una anciana, con los dientes disparejos, se rió malévolamente, y levantó las manos, llevando consigo un tejido que era una calavera sobre un fondo rojo, no tenía ojos, así que se podían ver los de la humana por las cuencas, y eso solo le daba un toque más terrorífico.

Tails gimió mientras empezaba a retroceder, siempre que creía que podía, que sus miedos ya no iban a detenerlo, siempre pasaba algo, desde como las fallas en su gizmo los llevaron a todos esos caminos fallidos, hasta con Rava, y ahora esto, esta era la prueba definitiva, no servía para esto.

Knuckles volvió a notar la mirada que Tails siempre ponía cuando dudaba de él mismo, suspiró, a veces sentía que por más que le decía lo valioso que era, el pequeño siempre terminaba subestimándose.

«No es su culpa, estuvo mucho tiempo solo» se dijo, aunque era temperamental, sentía debilidad por ese pequeño, lo que provocaba que enojarse con él fuera muy difícil, después de todo, el zorro si irradiaba un sentimiento de vulnerabilidad que hacía que Knuckles se preocupara por él.

Quizás sí era por la diferencia de tamaño y edad.

Iba a acercársele para tranquilizarlo cuando Sonic se le adelantó, poniendo una mano en el hombro del pequeño, Tails soltó un ligero grito de sorpresa y lo miró.

—¿Qué pasa, Tails? Vamos, te necesitamos —le dijo.

—No puedo hacer esto, Sonic, no soy valiente como ustedes —entonces vio a Knuckles—, ni fuerte, mi gadget volvió a meternos en problemas, ¡y nos van a arrojar al fuego!

Dicho eso bajó la cabeza, no importaba todas las palabras de ánimo que Knuckles le dijera, siempre terminaba cometiendo los mismos errores, desde que empezó su travesía con Knuckles, no había hecho otra cosa más que meter a todos en problemas, sí que lo había arruinado todo.

Sonic se entristeció al oírlo hablar de esa manera de sí mismo, no solo por la necesidad de que los tres dieran todo lo que tenían para poder salir de esa, sino que también porque, caso similar al de Knuckles, sentía cierto sentido de responsabilidad hacia ese pequeño.

«No podemos darnos por vencidos, aún debe haber algo que podamos hacer» se dijo, miró al frente, notando algo que quizás fuera la solución, un estéreo.

—Oh.

«Tal vez solo necesitemos algo que este en más sintonía con nuestra... cultura» pensó Sonic.

Corrió hasta el aparato, para su suerte tenía un cable con entrada HDMI conectado, con la entrada para su celular.

—Viene nuevo DJ —comentó mientras conectaba su móvil, paso seguido escogió una canción y le picó al play.

«Un clásico nunca pasa de moda» se dijo.

Al instante la música empezó a reproducirse por las bocinas, tomando por sorpresa a los músicos, quienes dejaron de tocar.

https://youtu.be/pjvQZzkeI_o

Huh

Sonic regresó dándole un ligero codazo a Tails para llamar su atención, con Knuckles no fue necesario ya que el rojo lo siguió todo el tiempo con la mirada, preguntándose que se traía entre manos ahora, el toque funcionó ya que sacó a Tails de sus pensamientos.

—Vamos amigos —dijo mientras veía a Knuckles también, apuntó su cabeza hacia al centro mientras empezaba a bailar, esta vez más relajado—, tengo una idea.

Dicho eso dio vueltas alrededor del zorro y del equidna, entrecruzando sus pies y moviendo sus brazos, para ayudar a la sensación de baile.

—¿Nos dijeron fenómenos?

El cambio de música y la nueva actitud de Sonic, alertó al hombre del tatuaje, quien estaba hablando con sus amigos, dándoles la espalda, pero en eso volteó ligeramente la cabeza para verlos.

Sonic giró sobre sus pies y se detuvo ofreciéndole su mano a Tails, ahora con Knuckles a su lado, ninguno de los dos decía nada, pues estaban igual de sorprendidos con la nueva actitud del erizo.

—Entonces pongámonos fenomenales.

Tails vio la mano de Sonic, luego miró rápidamente a Knuckles, el equidna tampoco se veía muy convencido, aunque el aplauso que apoyaba la melodía rusa ya no tenía la misma potencia, aún había quienes trataban de que regresara el ritmo, otros habían adoptado el de la nueva tocada, y otros más seguían abucheándolos.

—Solo sigan mis pasos, estarán bien.

Yeah-ha-ha-ha-ha! Woo

Ha-ha-ha-ha!

«Si Sonic lo dice... debe ser por algo, ¿verdad?» Después de todo, él prometió que lo protegería, igual que Knuckles, nuevamente el pequeño vio al gigante rojo, Knuckles asintió con la cabeza.

—Confiemos en él —por más que odiará admitirlo, Knuckles sabía que estaba fuera de su elemento, ya lo había demostrado, este duelo no era igual a nada en lo que estuviera antes, seguir el ejemplo del erizo era la mejor opción que tenían.

Así que con todo eso, Tails suspiró, dejando salir todas sus preocupaciones, luego tomó la mano de Sonic, sonriendo.

—Ahora que Knuckles tome la tuya.

Tails se la ofreció, y Knuckles la aceptó, asegurándose de no sujetarla con la fuerza con la que normalmente lo haría.

Cuando los tres se sujetaron de la mano, Sonic movió el brazo que tenía libre de arriba abajo, imitando el movimiento de una ola, el cual siguió hasta su otra extremidad, Tails hizo lo mismo que él, así que Knuckles siguió con la cadena, dejó la mano libre alzada por un tiempo, tal y como Sonic lo había hecho, antes de "regresar" el oleaje, una vez finalizado, los tres se liberaron y saltaron al frente.

I may run and hide

When you're screamin' my name, alright

But let me tell you now

There are prices to fame, alright

All of our time spent in flashes of light

Apoyaron la mano derecha primero, y luego la cambiaron por la izquierda al momento que giraban sus cuerpos en el aire, lograron hacerlo tres veces hasta que alcanzaron velocidad, la dejaron apoyada mientras la giraban, lo que les permitió dar vueltas sobre su mismo eje, después de eso decidieron ir más lejos, soltándose para usar sus cabezas de soporte, permitiendo que giraran igual que un trompo.

All you people can't you see, can't you see

How your love's affecting our reality

Every time we're down

You can make it right

And that makes you larger than life

Las tablas sin lugar a dudas se habían turnado en su favor, pues ahora la gente aplaudía para seguir su canción, y parecían más cómodos con su presencia, reconociendo que lo estaban haciendo bien.

Los chicos terminaron de dar vueltas para ponerse de pie con un salto.

—Wohoo —exclamó un animado Sonic, ahora él quedó en el medio con sus amigos a cada lado.

Por su parte, el hombre del tatuaje miró a sus colegas, esto no marchaba bien para ellos, de la nada los animales tomaron el control de la situación y ahora parecían mucho más dinámicos y seguros.

Looking at the crowd

And I see your body sway, c'mon

Wishin' I could thank you in a different way, c'mon

'Cause all of your time spent keeps us alive

Paso seguido el trio siguió juntando sus dos piernas, con la de la izquierda ligeramente doblada, la cual seguían moviendo de arriba abajo, antes de separarlas para desplazarse con un paso a su derecha, volvieron a juntarlas repitiendo con la otro pierna, levantaron una mano para girar su cadera mientras doblaban el brazo contrario de forma horizontal, que inclinaban un poco, al mismo tiempo que separaban las piernas para ayudar a inclinarse, lanzaron un codazo al aire, dieron vueltas a sus caderas y alzaron ambos brazos para dejarlos caer, paso seguido movieron el brazo derecho en círculos para terminar apuntando al suelo con un dedo, haciendo una pose, con Sonic saltando al frente, aterrizando de rodillas y abriendo los brazos.

All you people can't you see, can't you see

How your love's affecting our reality

Every time we're down

You can make it right

And that makes you larger than life

El hombre tatuado miró a la multitud, ahora sí que la audiencia estaba del lado de esos extraños seres, todos seguían el ritmo del éxito estadounidense, y aplaudían y vitoreaban por los extranjeros.

—Este estilo de lucha es... peculiar —mencionó Knuckles mientras danzaba.

—No estamos peleando, amigo —le respondió Sonic mientras se movía libremente—, solo diviértete.

—¿Divertirse? —Preguntó el rojo sin dejar de bailar—, ¿qué es eso?

Antes de que Sonic pudiera responder, Tails fue hacia ellos moviendo sus colas como una hélice, Knuckles y Sonic saltaron por encima de ellas, haciendo poses en el aire.

—¡Es cuando no piensas las cosas y solo las haces! —dijo Sonic al aterrizar, ahora movía sus puños en círculos, mientras movían los pies de un lado al otro.

«Ha de ser fácil para ti» pensó el equidna, pero como no quería dejar que el erizo lo eclipsara, decidió que el también improvisaría. Tomó a Sonic y a Tails del pecho, ninguno de los dos protestó, asumiendo que Knuckles tenía un nuevo paso entre manos, lo que hizo el gigante fue que lanzó a ambos hacia el techo, primero al erizo, pero lejos de asustarse, Sonic aulló en felicidad.

—¡Ese es el espíritu, Knuckles!

Knuckles también lanzó a Tails, el pequeño se rió, a pesar de la fuerza con la que lo arrojaron, sentía cosquillas en el estómago, y una sensación de no querer parar.

All of your time spent keeps us alive

Sonic y Tails se sujetaron a un candelabro que había en el techo, el impulso hizo que la lámpara diera vueltas y vueltas, Sonic aferró sus rodillas al borde para quedar colgado de cabeza mientras giraban.

—¡Amo el Pivonka! —gritó alegremente, mientras que Tails no dejaba de reírse.

Por su parte, Knuckles aprovechó que tenía el escenario para sí solo.

Lanzó un golpe al aire estirando todo su brazo derecho, luego hizo lo mismo en el izquierdo, para terminar con un salto y una patada que trazó un círculo en el aire, al aterrizar lo hizo sobre una mano, la cual giró para que todo su cuerpo se moviera como un remolino.

El hombre del tatuaje se dijo que no podía dejarse derrotar tan fácil, pese a que sus amigos se habían acobardado, temerosos de los movimientos desenfrenados de aquellas criaturas, así que dio un paso decidido al frente, se persignó, haciendo énfasis en su tatuaje, y volvió al ataque, haciendo unos movimientos similares a los que había hecho al inicio, sus amigos intentaban apoyarlo, pero era obvio por quien apostaban ahora.

Knuckles terminó su giro, aún en el suelo, apoyando el codo sobre la superficie y sosteniendo su cabeza en su mano, con el otro brazo en su cintura, la audiencia estalló en vítores por él, vio al hombre del tatuaje y le sonrió, provocando que el bailarían se enojara más.

All you people can't you see, can't you see

How your love's affecting our reality

Every time we're down

You can make it right

And that makes you larger than life

—Vamos amigo —le dijo Sonic al ver el espectáculo de Knuckles, —, no podemos quedarnos atrás.

Tails asintió con su cabeza, había una nueva herramienta en su gizmo que había querido probar por mucho tiempo, lo sacó y escaneó su cuerpo para luego hacer lo mismo con Sonic.

«Dicen que el siete es un número de la suerte, vamos a comprobarlo».

—Salta, tengo una idea.

Sonic ni lo dudo, ambos se despegaron de la araña y Tails oprimió un botón antes de atrapar a Sonic, con sus colas empezaron a volar en círculos por todos los alrededores, y rápidamente se formaron seis hologramas de ellos, todos siguiendo el mismo patrón de movimiento.

—¡Wohoo! —se rió Sonic.

—¡Sí! —le siguió Tails.

La atención ahora estaba totalmente enfocado en ellos, todos levantaron la vista para verlos maravillados, el hombre del tatuaje por poco se cae al verlos, sus amigos tuvieron que sostenerlos, esa era una habilidad que no se esperaban.

—Hay muchos yo aquí arriba —bromeó Sonic.

Knuckles solo los seguía con la mirada.

—Presumidos —susurró, pero tenía una sonrisa de comisura a comisura.

Yeah, every time we're down

Yeah, you can make it right

Yeah, and that's what makes you larger than life

El hombre del tatuaje hizo un último intento por ganar, volvió a lanzarse sobre el suelo y a dar vueltas y vueltas, esperando recuperar el control, pero ya era tarde, nada de lo que pudiera hacer podría quitar la atención de las bolas de pelos voladoras.

—¡Cerremos con broche de oro! —gritó, esta vez a los tres.

Tails lo lanzó al aire, el erizo se hizo bola al momento de caer, los hologramas siguieron girando, ya que estaban programados como una grabación, repetían el patrón marcado, paso seguido Tails también enrolló su cuerpo y fue en descenso. Knuckles alzó una mano, Sonic aterrizó en está, quedando de puntitas en ella, Sonic imitó a Knuckles y Tails llegó coronando la pirámide, solo que él aterrizó con un dedo de la mano en la palma de Sonic, sorprendentemente mantenían el equilibrio, quizás por la fuerza de su base.

El hombre del tatuaje se levantó, obviamente cansado, dio todo lo que le quedaba en ese último movimiento, y no había bastado, los visitantes lo habían derrotado.

Como golpe final, Sonic y Tails saltaron al frente, quedando nuevamente el erizo en el medio, los tres levantaron su pie derecho y lo sostuvieron en el aire, luego estiraron el brazo izquierdo, cerraron el puño dejando levantados el dedo medio y el índice, movieron el codo izquierdo para atrás, pasando sus dedos sobre sus ojos, de los cuales cerraron el derecho.

Fue como si le hubieran disparado, pues el hombre cayó derrotado al suelo.

All you people can't you see, can't you see

How your love's affecting our reality

Every time we're down

You can make it right

And that makes you larger

That makes you larger

That makes you larger than life

Sonic se rió mientras la multitud aplaudió a los ganadores, Knuckles miró a sus alrededores, adonde veía, todos les celebraban, no era como siempre que llegaba a cualquier sitio, donde ya fuera que lo vieran con miedo, o como un gladiador, no, aquí era un héroe, todos estaban felices de verlo, se sentía...

Bien.

Y no solo eso, ganó pero no lo hizo solo, tuvo compañeros a su lado, si antes creía que era genial poder combatir con alguien a su lado, resultaba que contar con un tercero era aún mejor, apenas y podía imaginar lo que debieron sentir sus ancestros al combatir en manadas.

Aunque su número aún ni se acercaba a la mitad de una unidad de ataque equidna, esto era bastante bueno, así que tomó a Tails y lo cargó hasta su hombro, para paso seguido hacer lo mismo con Sonic, el erizo volteó a verlo un poco sorprendido, pero no opuso resistencia, Knuckles lo sentó en su hombro, y los dos más jóvenes alzaron sus brazos triunfalmente.

—¡La victoria es nuestra! —Alardeó Knuckles, para luego mirar a la multitud—, ¡Eso es! ¡Aclamen a sus ganadores!

—¿No deberíamos ser más modestos? —preguntó Tails.

—Nah, deja que se divierta... ¡que nos divirtamos! —Respondió Sonic mientras saludaba—, ¡somos los ganadores! ¡Eres un ganador, Tails!

Agregó mientras estiraba su mano para tomar el brazo de Tails y alzarlo como un campeón, fue tan rápido que al zorro no le dio tiempo de responder, pero no importaba, porque esta vez a diferencia de las otras, la gente no huía de él, ni se burlaba o asqueaban, lo alababan, la gente lo quería.

Sonic y Knuckles lo querían, estaba hablando de la criatura más rápida de la galaxia, y el guerrero más temido, y él tenía su respeto.

Antes de que pudiera saberlo, los clientes se habían acercado, los tomaron a los dos para poder cargarlos aún más alto, otros intentaron hacer lo mismo con Knuckles, solo que rápidamente se dieron cuenta que era mucho más pesado, tuvieron que participar seis hombres para poder levantarlo.

—¡Eso es, carguen a su campeón!

Tails solo se rió, en eso el equidna volteó a verlo, y le dio un pulgar arriba, el pequeño se sonrojó un poco, Knuckles sonrió, haber hecho equipo con ese zorro había sido la mejor decisión de su vida. 

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