
Cap. 16
ADVERTENCIA: el contenido de este capítulo es APTO PARA MAYORES DE 18 AÑOS. Por lo tanto, no me hago responsable si lo lee algún menor de edad. Leer bajo conciencia propia. Gracias.
Llegué a casa con la misma cara de poker con la que salí del baño de la escuela. Decir que el accionar de Rubén me tomó por sorpresa, sería poco. Lo peor fue mi respuesta completamente sumisa, había aceptado ir a su casa. ¿Por qué? Porque me puede, ¿qué otra respuesta necesitáis?
Dado que todavía es temprano, me dedico a hacer mis deberes de matemática. ¿Quién lo diría? Acabé aprendiendo cómo hacer estas cuentas alienígenas. Gracias a Rubén, claro, no le quitemos mérito. Joder. Rubén, Rubén, Rubén. En una escala del 1 al 100, este hombre ocupa un 90% de mi día, más que nada en pensamiento.
Al mirar el reloj, ya son las 5 pm, quizás me excedí un poco con la playlist...Bajo para coger mis llaves pero la voz de mi padre me detiene.
-¡Eh! ____, estaba por llamarte-dice levantándose del sofá-. Necesito pedirte un favor, cariño-¿tardaré menos de dos minutos en ayudarte?
-Dime-digo resignada. Le ayudaría rápido para irme pitando a coger un taxi hasta la casa de Rubén.
-Necesito que te quedes hasta las 8 en casa-¿me estás vacilando?.
-¿Por qué?-pregunto con un aire de desesperación.
-Me traerán un sobre, necesito que lo recojas por mi, debo irme a la oficina para ayudar a Alviss-se pone el saco y se arregla la corbata-. Es toda una ironía el hecho de que se llame así, porque de sabio no tiene nada-ríe y me mira-. Solo abre la puerta si es un rubio de rizos con un paquete en la mano, te quiero-y tras esa orden, desaparece por la puerta de casa, pegando el portazo de su vida, sin darme la oportunidad de hacer alguna objeción. Genial. Rubén se va a enojar conmigo...
-
Ya son las 4. Ya debe estar por venir, ella es muy puntual.
Ya son las 5...
Ya son las 6. ¿A qué hora le dije que viniese?
Ya son las 7.
Ya son las 8. Vamos ____, el palacio cierra sus puertas a las 9.
Ya son las 9. Perdiste, princesa.
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No estaba muy segura de qué iba a ser al ver a Rubén en el bar. Porque esta vez no iremos a una disco, sino a un bar (es más tranquilo, no hay tanta gente).
Al entrar, acompañada de Diss, siento que tengo 24 años y no 18. El ambiente cambia mucho entre una disco y un bar. El bar tiene grabada la palabra "ADULTO" en la puerta.
-Vamos a la barra-dice Diss cogiéndome de la mano. Por primera vez en ochenta mil noches, no utilizo el pantalón russ. Es un bar, no me jodáis.
La barra está repleta de veinteañeros y adolescentes pertenecientes a la promoción russ. Nos hacemos un lugar en ella y esperamos a ser atendidas. Estoy harta del alcohol, completamente asqueada. Una copa ya no produce en mi el mismo efecto que antes, mi resistencia creció y eso me preocupa. Prefiero tomar agua de un charco, pero alcohol cero.
Llevo el vaso de agua a mi boca y entonces lo siento. Siento una mirada que me penetra hasta el alma. Busco hacia ambos lados y le encuentro a mi izquierda, a unos 5 metros. Rubén. El agua casi se me va a un pulmón al ver esa cara de chico malo. Diviso al resto de mis amigos a su lado. Dejo el vaso sobre la barra y cojo a Diss del brazo para arrastrarla hasta el grupo. Saludo a todos, uno por uno, hasta llegar al castaño de ojos verdes.
-Hola-digo y me inclino para besar su mejilla derecha, pero me corre la cara. Esa no me la esperaba-. Vale, estás enojado...-me mira entrecerrando los ojos, afirmando su enojo. ¿Qué voy a hacer? No estoy dispuesta a que me ignore de nuevo.
Cojo su mano de imprevisto y lo llevo al centro de la pista. Hace un amague para irse pero pongo sus manos en mi cintura y pongo mis manos en sus mejillas. No va a escaparse. Le beso antes de que pueda decir "a" y se me cae el mundo al ver que no me corresponde. Casi parece que estoy abusando de él. Luego de unos segundos, en los que casi me pongo a llorar como una caprichosa, me corresponde y aprieta el agarre de mi cintura. Nos separamos para coger aire y aprovecho para mirarle a los ojos.
-¿Sigues enojado?-pregunto sobre sus labios.
-¿Crees que un beso es una justificación?-lo dice tan enojado que me siento mal por no haberle llamado para avisarle, de hecho no se me había ocurrido hacerlo-. Quiero saber por qué me dejaste plantado.
-Mi padre no me ha dejado salir de casa-digo con toda la sinceridad del mundo, aunque parezca la mentira más típica-. Y no se me ha ocurrido avisarte, lo siento-miro su hombro unos segundos, completamente apenada.
-Joder, pero no me pongas esa carita-dice cogiéndome por el mentón para posteriormente besarme-.Que te perdone no quiere decir que aún no tengas que venir a mi casa-suelta con una mirada pícara.
-¿Y cuándo quieres que vaya?-pregunto mirándole a los labios mientras relamo los míos, para provocarle.
-Ahora mismo-dice perdiéndose en mis labios-. Vamos-me coge por la mano y me saca del bar en lo que una estrella fugaz atraviesa el firmamento.
-¡Eh! Pero si recién había llegado-digo haciéndome la ofendida a la vez que me cruzo de brazos-. No me has dejado disfrutar ni un poco.
-Ya te voy a enseñar yo a ti lo que es disfrutar-y con eso se me corta el aire. Me coge nuevamente de la mano y comienza a caminar hacia la derecha-. Mi casa está a unas calles-comenta luego de haber caminado unos metros-. ¿Tienes frío?
-No-digo esbozando una sonrisa, me mira y comienza a acariciar mi mano, que está entrelazada con la suya.
-
-Cuidado al subir-susurra cerrando la puerta de su casa mientras me quito los zapatos y él me imita. Me pongo en modo misión nocturna e intento subir las escaleras sin matarme.
Logro llegar a su habitación sana y salva y me adentro en ella, dejando la puerta abierta y los zapatos en el suelo. Pero Rubén no tarda ni dos segundo en entrar para cerrarla a su espalda y asegurarla con el pestillo. Tira sus zapatillas al suelo, me acorrala contra la pared que está al lado de la puerta y devora mi boca cual lobo hambriento. El beso va subiendo su nivel de pasión a la vez que aumentan las caricias y los roces. Me quito la sudadera al sentir cómo sube mi temperatura corporal y él me imita, quedando ambos en iguales condiciones. Cuela sus manos por debajo de mi blusa y acaricia mi espalda baja, causándome escalofríos. Aprieto su cintura con ambas manos y le acerco más a mi, acortando todo tipo de distancia, sintiéndolo completo. Posterior a eso, subo su camiseta hasta sus axilas para quitársela y él termina con ese trabajo, arrojándola a alguna parte de la habitación. Al verme más abrigada que él, se deshace de mi blusa en lo que pongo mis manos en su pecho y comienza a besarme otra vez. Me gira quedando él contra la pared y comienza a avanzar, empujándome cuidadosamente para que avance. Choco de espaldas contra la cama y me dejo caer en ella. Rubén me acomoda para quedar de forma horizontal sobre ella y me aplasta con su cuerpo. Comienza a besar mis mejillas y me muerde la barbilla antes de atacar mi cuello. Giro la cabeza hacia un lado, dejándole libre acceso sobre éste y lo besa, lame y muerde a su gusto. Suelto un pequeño gemido cuando muerde una de mis clavículas. Se acerca a mi oído y susurra con voz ronca.
-Te deseo, ____-dice mientras acaricia mi vientre-. Te deseo-muerde el lóbulo de mi oreja y luego le da un lametazo.
Prosigue a besar mi pecho y a descender hasta mi vientre empapando el recorrido con su lengua. Enredo mis dedos en su pelo. Besa mi ombligo y llena de saliva su alrededor. Joder. Se hace espacio entre mis piernas y me desabrocha el pantalón para hacerlo descender poco a poco por mis muslos, rodillas, talones y por último lo deja caer al lado de la cama junto con mis calcetines. Posteriormente, hace lo mismo con su ropa. Recorre mis muslos internos con las manos y me deshago en placer cuando pasa su lengua por mi zona íntima, por encima de mis bragas. Me mira a los ojos esperando mi aprobación y le respondo entrelazando nuevamente mis dedos en su pelo. Me quita las bragas sin alejarse mucho de mi pelvis y comienza a besar esta zona tan privada que solo mi ex novio logró conocer.
Mi primera y única vez había sido, para qué mentir, una basura. Mi ex novio, Vestein, había sido sumamente basto conmigo. "La primera vez no duele", y una mierda. Duele, duele y mucho. No conocí el placer esa noche, a diferencia de él, que logró correrse en un récord de 4 minutos. ¿Estoy dispuesta a entregarle mi cuerpo casi virgen a Rubén? Si, absolutamente, él es el indicado.
-Aaah-gimo mientras introduce un dedo por mi vagina, metiéndolo y sacándolo, de forma lenta. Luego, dos dedos. Lo hace por unos minutos hasta que le cojo por la barbilla, obligándole a mirarme y me incorporo a su par en la cama para besarlo. Cambiamos de posición en un abrazo, dejándome a mi arriba suya, con las piernas a ambos lados de su cuerpo. Beso su boca, recorriendo con mi lengua su labio inferior, saboreándolo, impregnándolo con mi saliva, lo muerdo ligeramente y mientras me separo, veo como un hilo se saliva se escurre por su mentón. Me deslizo entre sus piernas y le miro justo antes de apretar su erección por encima de sus boxers.
-Hmm-gime mientras deslizo mis dedos alrededor de su miembro, desde la base hasta la punta. Luego de algunos roces, le quito los boxers y los tiro hacia alguna parte. Me recuesto encima suya y le beso a la vez que introduce su lengua en mi boca, haciendo que junto con la mía, entren en una pelea por el dominio de la boca del otro. Siento su miembro rozarme la zona más delicada del cuerpo y ambos gemimos en el oído del otro cuando empiezo a restregarme contra él. Beso su cuello y lo muerdo suavemente y posterior a algunos roces, me incorporo. Tomo su pene con la mano temblorosa, con miedo de introducirlo mal en mi cuerpo-. El condón-me recuerda Rubén. Estoy tan nerviosa que lo había olvidado, ahora entiendo cómo muchas de mi edad acaban embarazadas. Estira el brazo hasta la mesita de noche y abre el cajón, sacando una caja de condones. Coge un sobre de esta última y lo abre para colocárselo por si mismo. Luego de hacerlo me quedo en la misma situación de antes, con el alma temblándome, y él lo nota-. Te ayudo-susurra y coloca una mano en mi cintura y otra en su polla mientras me hace ascender sobre ella . Siento como su punta hace presión contra mi entrada y voy descendiendo poco a poco sobre ella, mientras el dolor se apodera de mi cuerpo. Dolor, dolor, dolor, placer. Si, ante todo pronóstico, dejo de sentir dolor y comienzo a tragarme los gemidos cuando el placer se extiende por toda mi columna vertebral.
-No estoy muy segura de qué hacer ahora-digo con las mejillas, seguramente, rojas como el infierno. Rubén me mira y se endereza, haciendo más profunda la penetración y siento que toco el cielo gracias a ese trozo de carne tan duro y caliente. Me abraza por la cintura y me susurra al oído.
-Hagamos de cuenta que soy un caballo-besa mi cuello y pasa su lengua por él-. Ahora cabálgame, preciosa-y no sin antes besarme rápido, se tumba nuevamente. Apoyo ambas manos en su abdomen y me planteo su propuesta. Cabalgar. Comienzo a subir y a bajar lentamente por su miembro, recibiéndolo ansiosa, disfrutando como me dijo que iba a hacer. Subo y bajo cada vez más rápido, más rápido, más, jadeando. Observo desde mi postura como Rubén tira el cuello hacia atrás, abriendo la boca, explotando de placer. De un momento para el otro, vuelve a enderezarse, cogiéndome por la cintura y girándome para quedar yo boca abajo, sin romper con el contacto. Pega su frente a la mía y nos miramos a los ojos durante unos segundos, escuchando el jadeo del otro-. Maldita sea ____, eres perfecta-dice deja caer su frente en la almohada, al lado de mi cabeza-. Voy a acabar volviéndome loco por tu culpa-sus palabras me llegan al alma y siento que me derrito.
-Pues, déjate enloquecer-susurro y se vuelve para mirarme a los ojos otra vez. Me besa a la vez que empieza a embestirme. Gimo sobre sus labios, incapaz de contenerme. Penetra mi boca con su lengua para callarme mientras las embestidas se vuelven más fuertes, rápidas y profundas. Coge mis muñecas y me inmoviliza poniéndolas a cada lado de mi cabeza-. Aaah...-gimo cuando su lengua se escapa de mi boca para morder el lóbulo de mi oreja izquierda.
Las embestidas se hacen más bestiales cuando me suelta las muñecas, me es imposible no clavar mis uñas en sus hombros.
-Voy a llegar-digo al cabo de unos minutos, sintiendo como me penetra hasta lo más profundo del ser-. Aaah-gimo mientras se me nubla la vista de puro placer y Rubén me tapa la boca con una mano antes de que grite. Arqueo la espalda a la vez que siento que me tiro hacia el vacío, cayendo, cayendo, hasta que doy con el suelo. Cuando Rubén me embiste por última vez, con una sacudida que me moviliza hasta el alma, escucho como gruñe en mi oreja, sale de mi cuerpo y se deja caer a mi lado.
-Mierda-murmura jadeando. Apoyo mi cabeza en su pecho, que posee una ligera capa de sudor, al igual que el resto de nuestros cuerpos, y nos cubro con las sábanas. Me abraza por la cintura y besa mi frente-. No me preocupa volverme loco por ti-dice luego de unos minutos-. Ya lo estoy haciendo, y no quiero hacer marcha atrás-y eso fue lo último que escuché antes de dormirme plenamente.
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¡Hoooooola a todos! ¿Cómo andan? (re que siempre les pregunto y nunca me contestan, qué feo eh).
¿Qué les pareció este capítulo? Me vienen pidiendo que escriba algo así desde el 2014, real, pero nunca quise jajaja. Dejenme todo tipo de opiniones sobre este capítulo y la novela en si en comentarios, ¡que me sirve muchísimo para seguir escribiendo!
Muchísimas gracias por leer, comentar, mandarme mensajes, por todo, son un amor.
Que tengan un buen día<33
¡PELUCHES DE CREEPER PARA TODOS!
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