Una mañana salí temprano de casa con la idea de entrar en la perfumería ha comprar
Una pastilla de jabón. Compré la pastilla que uso siempre, del perfume que me gusta,
Una mezcla de vainilla y coco.
Fue pasando el tiempo y estaba intranquilo ,la pastilla de jabón no se gastaba
al contrario , cada vez estaba más gorda y al mismo tiempo yo estaba más
delgado. Fui al médico y me dijo que estaba perdiendo masa muscular
Me fui a casa intranquilo pensando con la pastilla de jabón.
¡Sin duda era por su culpa!
Fui al cuarto de baño ,y me quedé mirándola. Cené y me acosté, y esa noche no
se porque ,soñé con mi jefe.
Mi jefe era un gordo seboso que por su culpa yo no ascendía en la empresa.
Me llevé la pastilla de jabón a la oficina y la deje en los lavabos.
Primero fue el encargado era un hombre pequeño y esmirriado que tenia la
costumbre de estar siempre lavándose las manos.
¡¡Desaparecio!!! Dijeron que se había fugado con la secretaría.
Mi jefe era un cerdo que se lavaba muy poco,pero por fin ¡¡¡Desaparecio!!!!
Estaba feliz. Ya no me molestaría más.
Cogí la pastilla de jabón la tiré al váter y estiré de la cadena.
Allí se la comerían las ratas y cucarachas ¡¡Tendran bastante manteca para comer!!!
Ascendí pronto ,pero desde entonces nunca, nunca nunca, me lavo las manos
en el lavabo de la oficina!!!!