Capítulo Treinta y Tres
Capítulo dedicado a MelPulparindo me encantan todos tus comentarios aunque no lo parezca porque no soy capaz de responderlos todos.
🥺💕
(Canción: Can I Be Him de James Arthur)
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ELOY
Observo como Inma desaparece con el chico de rastras, que anda un par de pasos por delante. Sigo con la mirada clavada en la puerta incluso cuando ya no hay rastro de su melena rubia o su mirada verdosa. No es hasta que oigo el carraspeo de Bruno detrás de mí que desvío la mirada.
—Te gusta, ¿no? —pregunta, divertido.
Gruño en respuesta y escucho una carcajada de parte de Bruno. Centro toda mi atención en el líquido amarillento del ron. Dejo el vaso con más fuerza de la necesaria, suspiro y me paso una mano por el rostro. La frustración no es algo que se me haya dado muy bien durante estos años. Ahora no iba a ser distinto.
No me podría haber gustado otra persona. No. Me tiene que gustar la chica embarazada, —que a saber si tiene pareja—, que mi hermana le da clases y encima es más terca que una mula. Como se nota que no elegimos de quién nos sentimos atraídos porque sino... Bueno, en realidad, Inma me hubiera llamado la atención igual. No sé explicar el qué, pero tiene algo. No te sabría decir si es la forma de hablar e interactuar con la gente, o su manera de observar todo a su alrededor de manera minuciosa y sin disimular en absoluto, o la paz y tranquilidad que emana a la misma vez que se tropieza con todo lo que se cruza en su camino.
No te sabría decir que tiene, pero sí sé que me gusta. Mucho. Más de lo que me gustaría, más de lo que me atrevería a decir en voz alta.
Cuando desvío mi vista del vaso me encuentro con dos ojos castaños clavados en mí, junto a una ceja enarcada. Bruno me observa entretenido ante mi exasperación. Chasqueo la lengua, consiguiendo únicamente que él vuelva a romper a reír.
—Estás jodido, eh —bromea, haciendo el amago de rellenarme la copa.
Pongo la mano encima, impidiéndoselo. Niego con la cabeza. Él deja la botella en la barra, apoyando sus brazos en el mármol, observándome inquisitivo.
—¿Y qué piensas hacer? —cuestiona.
—¿Qué voy a hacer? Joderme. En dos meses tendrá un bebé con su pareja y yo seré el hermano borde de su amiga.
—¿No lo sabes?
—¿El qué no sé? —cuestiono, más interesado de lo que debería.
—Joder. ¿De verdad que no lo sabes?
—Te estoy diciendo que no, cansino.
—La pareja de Inma de la que tú hablas, mhm, a ver como digo esto con tacto...
—Ve al grano.
—Murió. Según lo que me contó Mikel, Inma se enteró de que estaba embarazada meses después de su funeral.
«Espera, ¿qué?»
—Jo-der. ¿Tú llamas a eso tener tacto?
—Me has dicho que fuera al grano.
—Pero...
Sin embargo, antes de que sea capaz de decir algo siento una mano encima de mi hombro. Me giro sobre el taburete encontrándome de frente con Fede, el vocalista del grupo «Nights». Este me ofrece una pequeña sonrisa canalla.
—¿Qué le ha parecido, jefe? —pregunta, burlón.
Pongo los ojos en blanco ante lo de «jefe». Todos en ese grupo de hormonas descontroladas son conscientes de lo que me molesta que me llamen así y es por eso por lo que me lo dicen con tanto ahínco.
—No está mal para una panda de niñatos.
Fede chasquea la lengua antes de romper a reír. El resto de la banda se une a las risas. Me giro para despedirme de Bruno, pagar la bebida y salir del bar con el grupo de adolescentes del que se me ocurrió la brillante idea de representar. En realidad, son muy buenos para ser tan jóvenes y llevar tan poco tiempo en la industria.
Cuando comenzaron a trabajar conmigo ya habían estado tocando en varios festivales de la capital del país y de Portugal. El público los adora y más ahora, que, gracias a las redes sociales, los seguidores pueden seguir cada uno de sus pasos y la relación de camaradería que mantienen los cinco integrantes. Observo como los dos hermanos rubios, Olivia y Oliver capitanean la salida, detrás de ellos van Valeria, dándole vueltas a las baquetas, junto a Mario, que le saca casi dos cabezas de diferencia. Por último, tengo a la pareja acaramelada frente a mí, Fede con su novia, ¿Mara? ¿Maga? ¿Maja? Algo con «Ma» era.
Al salir, pierden por completo la compostura como si los clientes del bar no los pudiesen ver a través de las ventanas. Comienzan a saltar, vitorear y felicitarse entre ellos. Río ante la visión. Ahora se están abrazando en grupo en un «abrazo en familia» como lo llaman ellos. No me incluyen porque saben perfectamente lo reacio que soy a tanta muestra de afecto junta.
Entonces, como si se tratase de un sexto sentido desvío mi mirada hacia el coche negro que está a punto de desaparecer por el cruce. Y es en ese momento cuando la veo. Observándome a mí. Trago saliva y acaricio mi nuca. El coche desaparece por el cruce y yo me quedo mirando el punto por el que ha desaparecido.
Antes de ser capaz de meditarlo dos veces, saco mi teléfono, entro en nuestro chat y comienzo a escribir.
ELOY:
¿Tienes un hueco libre para tomar café conmigo?
Le doy a enviar.
«Le he dado a enviar...»
Entro en pánico cuando me doy cuenta de lo que acabo que hacer. Me meto corriendo en nuestro chat para eliminar el mensaje cuando me percato de los dos tics azules que hay junto al mensaje. Veo como Inma está «en línea». Entonces sale «escribiendo...» bajo su nombre para luego volver a salir «en línea».
Mierda. Mierda. Jodida mierda.
«Me va a decir que no, ¿verdad?»
Y si me dice que no, ya no podré acercarme tanto al centro de Alicia porque podría resultar incómodo. No quiero que se sienta incómoda conmigo cerca. Podría decir que me he equivocado de chat, que el mensaje no era para ella. Aunque teniendo en cuenta que no nos habíamos mandado un mensaje antes podría ser sospechoso. Puedo...
INMA:
Conozco una cafetería en el centro que hace unos macchiatos buenísimos.
Leo el mensaje. Lo vuelvo a leer. Y lo releo. Entonces, me doy cuenta de que estoy sonriéndole a la pantalla. También me percato de que no he sido el único que se ha fijado.
—¿Le ha hablado la novia, jefe? —pregunta Mario, guiñando un ojo divertido.
—Sois unos cotillas.
—Eso es un sí —dice Valeria, con seguridad.
N/A: ¡Hola, hola! He actualizado en el día que tocaba *aplausos*. En fin, muchas de vosotras se ha quejado de la poca acción que ha tenido Eloy pero el pobrecillo mío había cosas que no sabía... que ahora sí sabe. El capítulo que se viene la próxima semana es de mis favoritos, pa' qué mentiros aunque este me gusta mucho por la amistad de Bruno y él, y la aparición de mi grupo de música favorito (no será porque lo he escrito yo xd).
¡Antes de que se me olvide! He hecho un grupo de telegram para que podáis interactuar entre vosotras y conmigo jeje, así que si queréis estar poned un: "Pick me" en comentarios y os enviaré el link por privado aunque también lo podéis buscar por el nombre "Simplers".
Además subiré adelantos por ahí tanto de "taym" como de "aam" y puede que vaya dejando pistas de próximos proyectos.
Pd: Me he autocomentado por primera vez, y me lo he pasado demasiado bien así que lo más probable es que lo haga más veces.
Nos leemos la próxima semana, pesadas. ❤
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