Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

36


— ¿Perturbable? — Los latidos de mi corazón se incrementaron.

— Sí, ya sabe no creo en eso del destino... —Me miró la bella dama de abrigo rojo con los ojos más tiernos que pueda existir, unas bellas aceitunas con un brillo singular — . Sin embargo veo que se me ha presentado la oportunidad para que mi opinión cambie. — La miré con algo de asombro.

— Algo así como, ¿a primera vista?

— Exactamente —. Sus chinos color caramelo que entornaba sus ojos verdes le daban a su respuesta cierto tono que me hacía desearla más, tenía unas jodidas ganas de besar ese color rosado de sus labios. Pero me contuve tratando de distraerme con otra cosa...otra pregunta ja como si eso se pudiera.

—No me diga la razón —trate de continuar —, la unión de todo esto, déjame adivinar... el tren Edur.

Mi dama angelical deslumbró una sonrisa, a mi parecer en señal de afirmación. Se hizo una gran pausa de silencio donde solo se escuchaba a mi locomotora blanca atravesar los rieles de nieve. Para los pasajeros fueron escasos segundos pero para mí fue la vida entera. 

Sin pensarlo tomé de su mano; Aideen y Luciano seguían profundamente dormidos, por lo que no me preocupé por ahora de miradas ajenas y explicaciones innecesarias. Mi sudoración se hacía cada vez más evidente junto con el palpitar de mi corazón a todo ritmo. Los segundos se alargaban, todo para mí se hacía una escena de película en cámara lenta, justo cuando empiezas a notar el fondo del bol de palomitas en la parte más interesante.

«Tenía que hacerlo, me iba a volver loco, si no».


Coloque mis labios de manera inconsciente en esos mantos rosados, comencé acariciarlos, conocer la suavidad de su interior, haciéndome más consciente de lo que pasaba. La besé como tantas veces lo hacía en mis sueños y que mis fantasías ya me habían dibujado.

Toque el cielo con un simple rose de belfo, nuestros labios chocaban entre si, se conocían y acariciaban uno al otro, permitiendo la entrada a la dulzura, nuestras lenguas se entrelazaron, disfrutando lentamente, sintiendo no solo eso sino que nuestras almas eran un ave fénix listas para emprender el viaje.

Por ese minuto, por ese pedazo del día fuimos solo uno en una vieja pero acogedora locomotora blanca como la nieve, nuestro querido tren Edur.

Nos separamos, abriendo lentamente los ojos. El pitido del Tren Edur sonó pero ahora con una voz al final que advertía era la última plataforma.

Nos encontrábamos en la plataforma número 1, en el origen y embarque de la misión D.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro