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10

─Entonces, ¿vas a explicar por qué has venido a la escuela en silla de ruedas?

Jimin suspiró y se estiró con cuidado sobre la mesa de la cafetería para alcanzar su jugo.

Cerró los ojos con fuerza al sentir su parte baja contraerse por culpa de aquel movimiento, y sus piernas temblaron levemente al sentir tal horrible tirón que lo hizo devolverse nuevamente a la silla.

Sí, a la silla de ruedas.

No era broma, de verdad estaba jodido y no podía caminar. Jungkook se había pasado, ni siquiera se podía poner de pie correctamente sin ayuda.

Suspiró.

Se había fijado en una bestia.

─Prefiero no hablar de eso ─respondió vagamente.

Yoongi levantó una ceja en su dirección y apretó los labios para no soltar una risa.

─Bueno, parece que los rumores sobre Jeon resultaron ser ciertos ─murmuró divertido hacia los demás.

Jimin entrecerró los ojos.

─Esto no tiene nada que ver con Jungkook ─habló casi de inmediato.

Yoongi, Seokjin, Haneul, Yeojin y Taehyung lo observaron de arriba a abajo antes de soltarse a reír.

─¿Ah, no? ¿Entonces qué te pasó? ¿Tuviste un accidente o algo por el estilo? ─preguntó Haneul con gracia.

─Oh, por supuesto que sí, Haneul. El accidente fue haber caído sobre la polla de Jeon ─contestó Yeojin entre risas.

─¡Sí tuve un accidente! ─mintió Park con la cara roja de vergüenza.

─¿En serio? ¿Y por qué no nos cuentas cómo fue que por 'accidente' tus pantalones se bajaron y los treinta y tres centímetros de Jeon se clavaron en tu trasero? ─La pregunta de Tae logró hacer reír aún más al grupo de amigos que almorzaba en medio de la cafetería.

La mayoría de las miradas comenzaron a caer sobre aquella mesa, y Jimin sólo pudo atinar a esconder su rostro mientras insultaba mentalmente a sus amigos.

─Oye, pero ya en serio, ¿de verdad te acostaste con él? ─preguntó curioso Jin, quién era el más intrigado de todos.

Jimin rodó los ojos antes de bufar.

─Lo importante es que ya no soy virgen.

Las risas de sus amigos desaparecieron en menos de un segundo al escuchar aquellas palabras.

El silencio se hizo presente en aquella mesa, y Jimin observó con cuidado las miradas perplejas de los demás puestas sobre él.

Estaban en un shock masivo.

─¡¿Qué!?

─¡¿De verdad?!

─¡¿No es broma?!

─¡¿Te acostaste con él?!

─¡¿Te entró esa cosa tan grande?!

Todos voltearon a ver a Taehyung tras realizar aquella última pregunta.

─¿Qué? ─preguntó rápidamente─. ¿Acaso soy el único cuerdo que piensa en lo doloroso que debe ser que te metan treinta y tres centímetros siendo virgen?

─¡Taehyung! ─exclamó Jimin mientras miraba hacia todos lados.

No quería que nadie se enterara de aquello.

─Te admiro, eres muy valiente, amigo ─continuó Kim, ignorando la vergüenza de Park.

─Pero, ¿y cómo fue? ─preguntó Haneul.

─Sí, ¿quién dio el primer paso? ¿Fue él? ¿Fue en tu casa?

─¿Es como dicen los rumores?

─¿Realmente por él estás en esa silla de ruedas? Yo creí que era exageración.

─Dime, ¿lo hace rico?

Nuevamente, todos voltearon a ver a Tae tras su pregunta.

El chico rodó los ojos.

─Juzgenme todo lo que quieran, pero yo soy el único que hace las preguntas interesantes.

Jimin se acomodó en la silla y cerró los ojos nuevamente al sentir una punzada de dolor en su trasero.

«Estúpido JungKook». Pensó.

─No diré nada, ¿de acuerdo? ─habló el castaño mientras batía sus pestañas nerviosamente─. Ya es bastante humillante tener que venir a la escuela en esta cosa como para decir algo más.

Apuntó sin cuidado a la silla de ruedas y suspiró.

Él realmente no había querido asistir ese día, pero sus padres lo obligaron a ir de igual manera al creer que su hijo les estaba mintiendo para no asistir al examen de álgebra que tenía a la última hora.

Ojalá fuera esa la realidad.

─Eres un aguafiestas, Mimi ─se quejó Yoongi con un puchero─, pero está bien, no preguntaremos nada más. Esperaremos a que tú mismo vengas a nosotros cuando te sientas mejor y ya no aguantes quedarte callado al procesar que tu primera vez fue con la leyenda de esta escuela.

Los demás asintieron divertidos ante las palabras de Min, y Jimin no pudo evitar sonreír juguetonamente al ver las impacientes y ansiosas miradas de sus amigos sobre él.

─Bueno, qué puedo decir... Fue excitante ─soltó.

Los ojos de todos en aquella mesa se abrieron de par en par.

─Vaya, eso fue más pronto de lo que pensé ─habló Yoongi.

Jimin rió, pero nuevamente se vio obligado a gesticular una fuerte mueca de dolor al sentir una punzada horrible en su trasero.

Lo odiaba.

─Excitante y doloroso, en realidad ─corrigió Park con voz pesada.

─Bien, entonces podemos afirmar que Jeon Jungkook, el dios de los treinta y tres centímetros, realmente es una bestia que puede dejar a alguien en silla de ruedas si así se lo propone, y nuestro querido Jimin es la prueba de ello ─acotó el Kim menor.

─Igualmente te considero alguien muy valiente y fuerte, Jimin ─dijo Yeojin─. Que tu primera vez haya sido con alguien tan bien dotado es de admirar. Me sorprende que aún puedas respirar.

─Yeojin, fue a coger, no a desactivar una bomba atómica ─habló Seokjin con obviedad.

─Bueno, viendo el resultado final, se puede decir que Jungkook es como una bomba atómica ─continuó Taehyung─. Una bomba que hizo explotar de placer a nuestro amigo.

Jimin apretó los labios y desvió la mirada hacia todos lados para confirmar que Jungkook no estuviera por ahí.

Sería vergonzoso que escuchara aquella conversación.

─Lo importante aquí es que ya no soy virgen, estuve con él y logré mi cometido. Todos ganamos ─mencionó el castaño algo aliviado.

─¿Y al final en qué quedaron? ¿Se seguirán viendo o ya no? Ahora que lograste tu objetivo me intriga saber qué serán a partir de ahora ─habló Haneul con curiosidad.

Jimin abrió los labios para contestar, pero rápidamente los cerró al pensar en las preguntas de su amiga.

¿Qué eran Jungkook y él en realidad?

Nada, siempre hablaron con doble sentido y con la intención de acostarse con el otro. Esa fue su meta desde el principio y la razón de que se acercara a él. Ahora que ya no era virgen, no tenían nada que los uniera de nuevo.

¿O sí?

No, las cosas entre él y Jungkook se basaban solamente en el sexo, nada más, y él ya no podría tener relaciones por algún tiempo hasta que lograra recuperarse, así que...

─Creo que hasta aquí llegó todo ─contestó finalmente, con la mirada repentinamente perdida y apagada.

Las miradas de sus amigos se posaron sobre él con confusión y pesar, entendiendo silenciosamente lo que pasaba.

Jimin se había enamorado de la leyenda de la escuela, y Jungkook no era conocido por tener relaciones serias, sólo se acostaba con quiénes le interesaban y luego los dejaba sin explicación alguna.

Sin excepción.

Y Taehyung, Haneul, Yeojin, Seokjin y Yoongi temían que el corazón de Jimin se viera aún más afectado cuando Jungkook lo dejara de lado por irse con alguien más.

Siempre sucedía eso.

Y aunque en un principio creían que Jimin no iba a involucrar sus sentimientos con el sexo, ahora se sentían culpables de verlo totalmente consumido por sus pensamientos al no saber lo que en realidad podría suceder entre ambos.

Pero, ¿y si Jungkook sentía lo mismo que Jimin?

Entonces, la extraña idea de los chicos se esfumó rápidamente de sus mentes cuando, detrás de Park, a unos pocos metros de distancia apareció Jungkook con su característica sonrisa coqueta a la par que abrazaba por la cintura a una chica que se colgaba feliz de su brazo mientras caminaban rápidamente hacia la salida del establecimiento.

Se miraron entre sí preocupados, pero antes de que cualquiera dijera algo, Jimin volteó con cuidado hacia atrás; presenciando dolorosamente aquella burlesca y estúpida escena.

•••

Taehyung movía con cuidado la silla de Jimin hacia el baño mientras este le insistía que podía ir solo, pero Kim simplemente lo ignoraba y empujaba la silla de igual manera.

Después de un rato, Jimin decidió ya no seguir insistiendo y prefirió quedarse callado para pensar en la escena que había visto antes.

Jungkook podía hacer lo que quisiera, no estaban en ningún tipo de relación y no eran absolutamente nada, cada quién podía seguir con su vida sin problemas, pero entonces...

¿Por qué le dolía el pecho pensar en aquella linda chica junto a Jeon?

Sí, le gustaba, era obvio, pero no correspondía, porque él se acercó a Jeon solamente por sexo, nada más.

Dios, era un estúpido.

No, ya no podía seguir pensando en él. Ahora que había logrado su cometido ya no existía nada que los uniera, ni siquiera el sexo, porque incluso aquellas ilusas palabras de 'Eres mío' y demás no significaban nada.

Para Jungkook todos eran iguales, y él no sería la excepción.

Era la triste realidad.

No tardaron mucho en llegar al baño, el cuál para su suerte estaba vacío. Taehyung lo acomodó frente a uno de los cubículos y, con su ayuda, Jimin se puso de pie.

Ambos rieron al ver la complicada situación en la que se encontraba el castaño, y con algo de dificultad caminó como pudo hasta el urinario.

─¿No quieres que te ayude a moverte? ─le preguntó Tae.

Jimin volteó a verlo con una ceja alzada antes de sonreír burlesco.

─Eso sonaría mal para cualquiera que te escuchara sin tener contexto, amigo.

Taehyung rodó los ojos antes de volver a reír.

─Bien, no es algo malo para mí ─comentó─. Creerían que soy el de arriba a pesar de que obviamente soy el de abajo.

Jimin soltó una estruendosa carcajada que le brindó a Kim por fin algo de alivio al ver a su amigo reír luego de lo de Jeon.

Sin importar con quiénes estuvieran o las cosas que hicieran, Tae sólo quería ver a Jimin hacer su vida feliz y cómodo, recibiendo todo lo lindo que merecía como persona.

Lo quería demasiado, y por eso le afectaba verlo mal, mucho más cuando la razón era un alto, atractivo y sexualmente bestial chico que lograba descolocar la mente de cualquiera.

─No quería saber eso, pero de todas formas gracias por la información ─contestó Park mientras se movía despacio hacia el cubículo─. Y no, no te preocupes. Quiero comenzar a moverme por mi cuenta para ya no depender de esta estúpida silla.

Taehyung asintió y se dirigió hasta los lavabos para verse en el espejo mientras esperaba a su mejor amigo.

La silla estaba a un lado de él, pero cuando escuchó la puerta del cubículo que ocupaba Jimin ser cerrada; caminó rápidamente junto a ella hacia el cubículo de al lado.

Necesitaba orinar.

Nunca había entendido por qué en aquellos baños los urinarios estaban encerrados en cubículos cuando en los demás baños de varones estos se encontraban totalmente expuestos, pero no preguntaba, porque a pesar de todo no lo veía como una mala idea.

Era... eficiente.

─Mimi, ¿estás bien? ─preguntó al escuchar tanto silencio.

─Sí, por el momento sigo vivo.

Taehyung rió entre dientes y asintió, aunque Jimin claramente no lo podía ver.

La puerta del baño fue abierta de golpe de repente, provocando que Kim se sobresaltara en su lugar.

«Qué brutos». Pensó.

Negó para sí mismo y continuó con su labor.

─¿Y por quién irás ahora? ─preguntó una voz desde afuera que Taehyung pudo reconocer casi de inmediato.

Frunció el entrecejo y le prestó atención a las palabras del chico, acomodando lentamente su ropa.

─¿A qué te refieres? ─preguntó otra voz que, para mala suerte de ambos, tanto Taehyung como Jimin pudieron reconocer.

─Vamos, no te hagas. ¿Ya sabes quién es tu nueva presa? ¿Tienes a alguien nuevo en mente para cogerte ahora?

Las bocas de ambos amigos se abrieron con asombro al escuchar las palabras tan vulgares de Hoseok, quién no parecía tener nada de tacto a pesar de que no se encontraban en un lugar privado.

«Asqueroso. ¿Y a mí me gusta él?» Pensó Taehyung.

─No, aún no ─respondió Jeon finalmente, sonriendo para sí mismo.

─¿Y qué hay de Jia? Hoy te vi bastante pegado a ella ─comentó Jung divertido.

Jungkook se encogió de hombros.

─Sólo tuvimos unos cuántos toques, aunque sí me corrí ─Y tras responder, Jeon comenzó a reír fuertemente, contagiando a Hoseok con su buen humor.

Jimin sintió su corazón oprimirse dentro de su pecho, pero hizo todo su esfuerzo por no dejar que aquello le afectara.

No lo merecía.

─Dicen que es buena en la cama.

─Sí, lo he oído, pero aún no tengo en mente volver a acostarme con alguien nuevo ─comentó.

─¿Y eso? ¿Park fue demasiado bueno para ti?

Una nueva risa abandonó las bocas de ambos amigos.

─Lo disfruté, no te voy a mentir. Me hizo sentir... diferente, ¿sabes?

Jimin frunció el entrecejo confundido.

─¿En qué sentido?

─No lo sé, no lo puedo explicar con palabras, pero fue realmente distinto a todos los acostones que he tenido. Por eso quizás aún no he pensado en acostarme con alguien más.

Se formó un largo silencio dentro del baño, llenando de distintas emociones a cada uno de los presentes.

─¿Quieres decir qué...?

─Quiero decir ─interrumpió Jeon de inmediato─, que necesito un tiempo para enfrentar que Jimin jamás me verá como alguien serio y correcto, y que para él siempre seré un estúpido adicto al sexo que se acuesta con cualquiera, así que eso seguiré siendo... para todos.

Hoseok entreabrió los labios para hablar, pero la sorpresa lo inundó demasiado como para si quiera poder formular una palabra.

¿A Jungkook le gustaba Jimin?

─Como sea, no le digas de esto a nadie. Jamás tuvimos esta conversación, ¿de acuerdo? ─Un chasquido de lengua fue la contestación del mayor hacia su amigo. Jungkook suspiró y mojó sus manos para pasarlas por su oscuro cabello─. Vamos, ya va a empezar la última clase.

Y dicho esto, tanto Jungkook como Hoseok salieron del baño mientras pensaban en lo recién dicho por el menor de ambos.

Taehyung abrió con cuidado la puerta del cubículo y observó a su alrededor con atención para verificar que nadie más estuviera allí.

Se apresuró a tocar la puerta del cubículo de Jimin y esperó pacientemente a que Park saliera y le dijera algo.

Todo era muy... intenso.

Jimin abrió la puerta lentamente con la mirada perdida. Taehyung lo miró sin decir nada, y antes de que el castaño si quiera pudiera recordar el dolor que reposaba entre sus piernas; se abalanzó directamente a los brazos de su amigo al no entender qué sentía en ese momento.

Estaba confundido.

•••

La última hora de clases había culminado, y aunque el grado de Jimim había presentado un difícil examen, el castaño salió del salón con la mente en blanco sin tener idea de lo que había contestado.

Ese examen era muy importante, pues era uno de los últimos que debían cursar para saber si aprobaban o no el año, y aún teniendo claro eso, a Jimin pareció importarle bien poco terminar en clases de verano si reprobaba ese estúpido examen por pensar en Jungkook y en sus extraños sentimientos.

Carajo.

¿Por qué no podía dejar de pensar en él ni por un segundo?

Apretó los labios y se levantó de golpe de la silla de ruedas con molestia.

Molestia hacia sí mismo.

Un fuerte quejido abandonó sus labios al ponerse de pie, pero hizo todo lo posible por ignorar aquello y comenzar a caminar muy lentamente por los pasillos de la escuela para llegar hasta la bendita salida del lugar y marcharse de ahí de una buena vez.

Claro que no todo estaba a su favor.

A pocos pasos de la salida se encontraban Jungkook y la chica de hace rato ─Jia, si mal no recuerda─, coqueteando descaradamente frente a todo el mundo.

Entrecerró los ojos y suspiró pesadamente.

«Tranquilo, Jimin. El hecho de que él pueda 'sentir' algo por ti es pura basura y tú dejarás de sentirte así después de unos días. Supéralo, no son nada, fue sólo sexo. Sonríe».

Una enorme y falsa sonrisa se apoderó de sus labios mientras salía casi con prisa de la escuela, aguantando todo el dolor que su parte baja le brindaba con tormento al moverse tan rápido sin esperar a su recuperación.

«Sí, sólo camina. Si no haces contacto visual jamás te verán». Pensó angustiado.

─¡Oh! ¡Hola, Jimin! ─saludó Jia en su dirección.

La respiración se le cortó.

«Fantástico».

¿Y ella de dónde lo conocía?

No compartían clases, ¿cómo sabía su nombre? Él sabía el suyo sólo porque Jungkook lo mencionó.

«Oh, Jungkook».

Detuvo su andar y volteó levemente hacia atrás con una sonrisa que, más que sonrisa, era una mueca de incomodidad.

Agitó su mano en su dirección apenas sus ojos se encontraron con los de la chica, y volteó de nuevo para continuar su camino.

No saludaría ni hablaría con Jeon por el momento. Lo mejor sería evitarlo por un tiempo y dejar que las cosas fluyeran por sí solas para esperar el ansiado ─Y lamentable─, momento en el que todo quedara en el olvido.

Sí, eso sonaba bien.

Al no poder caminar tan rápido, la mano de Jia lo detuvo nuevamente antes de hacerlo girar en su dirección para que ambos quedaran frente a frente.

Jimin parpadeó confundido al procesar aquella acción, y mientras se soltaba de su agarre para hablar, ella se le adelantó para hacerlo primero.

─Quería hablar contigo ─comentó feliz─. ¿Cómo estás?

Inconscientemente, Jimin desvió su mirada hacia Jungkook, quién se encontraba a pocos metros de distancia observándolos con curiosidad.

Los ojos de ambos conectaron en menos de dos segundos, y aunque aquello alborotó ingenuamente el sentir de los dos, Jimin decidió desviar su mirada rápidamente para mirar otra vez a Jia.

Mordió su labio inferior.

─Bien, creo ─respondió vagamente. No entendía por qué esa chica quería hablar con él, pero no le daba buena espina─. ¿De qué quieres hablar?

La mirada de Jia se volvió algo tímida de repente, pero aquella chispa de diversión no desaparecía de sus ojos al observar atentamente al chico que Jeon tanto le había mencionado.

Aquello le emocionaba.

─Bueno, la verdad es que quería conocer tu opinión ─contestó al cabo de algunos segundos.

Jimin frunció el entrecejo algo confundido, intentando ignorar en todo momento los sutiles y lentos pasos de Jungkook hacia ellos.

─¿Sobre qué?

─Sobre Jungkook ─soltó, y una pequeña risita coqueta abandonó sus rosados labios─. ¿Cómo es en la cama?

La mandíbula de Jimin quiso caer rápidamente al escuchar aquella pregunta. Sus ojos se abrieron de par en par, y sus mejillas se tornaron de un suave color carmesí mientras intentaba tragar saliva correctamente.

¿Por qué le preguntaba algo tan... personal?

¿Qué le había dicho Jungkook como para que tomara la iniciativa de acercarse hasta él con ese propósito?

Apretó la mandíbula y se forzó a sonreír a medias.

─¿Cómo?

Jia rió divertida.

─Jungkook me contó que fuiste la última persona con la que estuvo, y como ambos llevamos un buen tiempo queriendo acostarnos, quería saber tu opinión sobre él ─confesó con picardía, sabiendo que Jeon llegaría en cualquier momento a su lado.

Jimin frunció el entrecejo algo dolido. Desvió la mirada hacia un lado y rió casi despectivo.

─¿Él te contó que tuvimos relaciones?

─¡Sí! La verdad es que siempre le pregunto a los acostones de Jungkook cómo es en la cama ya que, bueno, treinta y tres centímetros no son fáciles de soportar, por eso aún no lo hacemos ─mencionó─, pero ahora que sé que tú pudiste siendo virgen, creo que ya es tiempo de que por fin pueda probar qué se siente, ¿no?

La quijada de Park cayó de la impresión, sintiéndose impotente y hasta irrespetado.

Sabía que Jungkook tenía sexo con quién se lo ofreciera, pero no se imaginó jamás que iba a desparramar a boca suelta que lo había hecho con él para que perdiera su virginidad.

Era un idiota.

Le gustaba un completo idiota.

─Oh ─soltó. No sabía si seguir ahí o mandar todo a la mierda─. Es... bueno, creo, no lo sé, ¿por qué no le preguntas a él?

Jungkook llegó al lado de ambos al poco tiempo. Jimin no le devolvió la mirada, más Jia de inmediato agrandó su sonrisa y se aferró a su brazo derecho con emoción.

Aquello era incómodo.

─Hola, Jimin ─saludó Jeon.

Jimin hizo un vago movimiento de cabeza para corresponder a su saludo, pues realmente no quería hablar con él.

Jungkook notó su acción, más no dijo nada más ya que Jia estaba con ellos.

─¿Entonces crees que termine mejor a como terminaste tú? ─preguntó curiosa la chica. Jimin alzó una ceja─. Ya sabes, te vi en la silla de ruedas.

Park soltó una ahogada y fingida risa hacia ella, indicándole lo molesta que aquella conversación le resultaba.

─¿Tú crees que...?

No pudo terminar de formular su oración ya que Jia lo interrumpió rápidamente.

─Oh, vamos, Jimin. Jungkook ya me lo contó todo con detalles, hasta me confesó que fue él quién te consiguió esa silla.

─Jia, creo que no deberías... ─Jungkook fue interrumpido de inmediato.

─No, tienes razón, así es. La silla de ruedas fue por la cogida que tuve con Jungkook siendo virgen, ¿y qué? Ya me ves bien, ¿no? Ni un dia completo ha pasado de eso y ya estoy de maravilla. Los treinta y tres centímetros resultaron ser una... especie de burla ─comentó Jimin con socarronería.

Jungkook entreabrió los labios sorprendido, y Jia no pudo evitar mirar a Jimin de arriba a abajo antes de mirar a Jeon.

─¿Qué?

─Sólo digo la verdad. Eso querías saber, ¿no? ─continuó Park─. Yo también tenía miedo de coger con Jungkook ante todos los rumores que había escuchado, pero la realidad es que necesité la silla de ruedas solamente porque para ser mi primera vez no me preparé bien, ¿pero quieres saber la verdad, linda?

─Jimin, detente ─pidió Jungkook con el entrecejo fruncido.

─Ahora iré a coger con alguien que realmente está bien dotado, porque con Jungkook lo único que hice fue perder el tiempo al esperar más de lo que puede ofrecer. Es una decepción.

─¡Jimin!

─Espero que la follada que le des a ella sí valga la pena, Jeon. Sería una pena que tú te corrieras varias veces y Jia... una sola vez.

Jimin les dedicó una traviesa sonrisa y se dio la vuelta para continuar su camino con algo de dolor tanto en su pecho como en su parte baja.

«Jungkook, de verdad eres un idiota».

─¡¿Qué te pasa?! ─gritó Jia.

Jimin chaqueó la lengua con cero gracia.

─¡Búscate a alguien a quién le mida seis centímetros! ─exclamó Jimin de vuelta, girando nuevamente sobre sus talones─. ¡Sentirás más con eso que con lo que tienes al lado!

Y se fue.

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