Minho es un alfa feliz, la Luna le sonríe y muestra su benevolencia enviando a un hermoso omega como Han Jisung para estar a su lado, para amarlo y hacerlo feliz. El alfa está tan emocionado con el inicio de su relación con el omega mayor qué mantuvo una sonrisa tonta en su rostro todo el día, no importó que uno de los clientes fue demasiado grosero y le hizo tomar las medidas de una pared unas diez veces, nada podía arruinar su día.

Al terminar su jornada dio una vuelta por un centro comercial cercano, Jisung saldría un par de horas más tarde que él por lo que decidió ir a comprarle flores y chocolates, el alfa menor es realmente un amante de las clásicas técnicas de cortejo, las cartas, las flores, los pequeños regalos, salidas a comer, tal vez un café por la mañana en fin de semana, una golosina, un beso en la mano o la frente, una caminada agradable por el parque, aquellos dulces y sencillos detalles que enamoran aún más.

Justo como esperaba, tuvo el tiempo suficiente para comprar flores y dulces de sabores frutales. Jisung caminaba algo lejos del edificio de la agencia cuando vio a Minho mirando a su dirección, caminó disimuladamente y trató de ser discreto al notar que el jovencito escondía algo en su espalda.

Tal vez el alfa no calculó bien el tamaño del ramo de flores que compró, porque no podía esconderlo del todo, Jisung reía para sus adentros al verlo tan risueño, todo parece un sueño del que espera no despertar pronto.

—Hola, —dijo Jisung al llegar junto a él, —¿Saliste temprano hoy?

El joven alfa asintió, —te compre un regalo, —informó sonriendo.

Jisung simuló sorpresa elevando un poco las cejas, después sonrió y llevó su mano derecha al cabello oscuro del menor.

—¿Chocolates? —bromeó sonriendo para después señalar que podía ver el ramo de flores

Minho cerró los ojos como reprendiéndose por ser tan indiscreto, regresó su mirada al omega y se acercó rápido para robarle un pequeño beso en los labios que aturdió un poco a este, miró a todos lados algo paranoico, pero se relajó al ver a Minho mostrar el ramo de flores.

—¿Te gustan los lirios? —preguntaba el joven Lee dejando ver el lindo ramo de lirios blancos.

—Me gustas más tú —respondió con atrevimiento, la valentía para decir tal declaración se fue al ver la reacción tan honesta del joven alfa.

Minho se sintió de pronto algo tímido, sus mejillas se sentían calientitas dejando ver un leve color cereza en ellas, tuvo que desviar la mirada unos segundos conteniendo las ganas que sentía de besar a Jisung sin contenerse, de llevarlo a su departamento y embriagarlo con su aroma, besarle el cuerpo entero.

—Hyung, a veces es bastante atrevido, —comentó aún sin mirar a Jisung que no estaba muy tranquilo, no sabía de donde había sacado tal pensamiento solo salió de sus labios y ya, pero no se arrepiente, la reacción de Minho la ha grabado perfectamente en su memoria.

Minho recuperó su postura y entregó a Jisung el ramo de flores, también se acercó a dejar un beso en la mejilla de este.

Caminaron un rato por el parque hasta llegar a un supermercado donde compraron lo necesario para preparar la cena juntos.

Jisung dijo que no podría quedarse por mucho, porque debía volver a casa y hablar con sus padres.

Minho le da ánimo, también le ofreció acompañarlo para que no estuviera solo frente a sus padres al momento de decir algo tan importante para ellos como el hecho de que Jisung ahora tiene un alfa.

Pero Jisung tuvo que negar alegando que es algo debe hacer él solo, Minho aceptó diciendo que su novio es muy valiente.

De camino al departamento, Minho se mostraba atento y protector, Jisung podía sentir como Minho hacia pequeñas cosas para cuidarlo, como no dejar que camine del lado de la carretera, tomar su mano discretamente sabiendo que el mayor es algo paranoico, abrir las puertas y dejarlo pasar primero, no es como si antes no las hiciera, es solo que Jisung no notaba que las hacía.

Al llegar al hogar del joven Lee, Minho se dedicó a prepara la cena, decía que debía reponer aquella cena fallida de la otra noche, y Jisung terminó disculpándose de nuevo.

—Hyung, ¿sabes porque elegí los lirios blancos? —preguntó Min desde la cocina.

Jisung lo pensó unos segundos antes de decir: —no, en realidad no sé por qué, pero me gustan mucho, son lindos, —Jisung caminó a la puerta de la cocina y preguntó. —¿Por qué lirios blancos?

—Te lo diré después, un día, el día en el que necesites escucharlo, así que no pienses en buscar el significado, ¿Está bien?

Jisung asintió aceptando la petición del jovencito, se dedicó a mirarlo mientras este cocinaba, de pronto se preguntó como debía hablar con sus padres, imagina como podrían tomarlo estos ya que son muy apegado a él como el omega de la familia y además de que ha vivido con ello por treinta y dos largos años.

Ruega a la Luna que sus padres sepan comprender, porque de no ser así no tienen muchas opciones, solo dos.

Perder a sus padres o perder a Minho.

No tiene idea que cual podría ser más dolorosa, no sabría cómo lidiar con cualquiera de estas y esa idea comienza a asustarlo.

Su teléfono vibró en su bolsillo izquierdo sacándolo así de su mundo de pensamientos, miró la notificación encontrando un mensaje de Jihyo, una invitación a una cena, al parecer sus padres y su hermano mellizo también están invitados, Chan seguramente rechazará con cualquier excusa mientras que sus padres estarán rebosando de emoción, siempre decía que personas como Jihyo eran buenas para hacer amigos.

Tecleó una respuesta afirmativa para Jihyo y justo al enviar el texto su cuerpo sintió un escalofrío que le recorrió completo, Minho le abrazó por la espalda pegándose completamente a él, podía sentir la dureza del juvenil cuerpo del alfa, debe admitir que un par de pensamientos indecentes cruzan su mente al tener a Minho tan cerca y de esa forma, el joven alfa es atrevido y juguetón.

—¿Pasa algo? —preguntó en un susurro antes de deslizar sus labios en una caricia delicada por el cuello del mayor, Jisung inclinó su cabeza ligeramente permitiendo al joven seguir con sus deseos. —Hyung tienes que dejar de hacer esto, —susurraba en joven, —si sigues siendo tan dócil y sumiso no puedo contenerme.

—Es tu culpa, —respondió como reclamo, —eres tú quien viene a provocarme, —dio la vuelta para enfrentar al jovencito.

Minho sonrió coqueto y seductor.

Jisung llevó su mano derecha a la mejilla del jovencito y jaló fuerte de esta.

—Mocoso atrevido, vuelve a la cocina, —decía mientras arrastraba a Minho devuelta a la cocina jalando su mejilla.

—Ahhh, hyung eso duele, —se quejó riendo, cuando finalmente Jisung soltó su mejilla Minho se inclinó rápido robándole un beso, —la cena casi está lista.

Jisung solo pudo elevar una media sonrisa con una mirada entre acusadora y divertida.

Pasaron la cena conversando sobre sus días, Minho hablaba sobre el cliente difícil que le toco visitar y Jisung lo halagaba por su paciencia, la terminar lavaron los platos usados mientras escuchaban algo de música para finalmente despedirse con un cortó beso debido a que Jisung aún es un poco tímido e inexperto.

...

Al llegar al complejo de departamentos donde se encuentra su hogar miró el estacionamiento al frente para saber si su mellizo ya había llegado, necesitaba el apoyo de Chan, aunque no sabía cómo tomaría la noticia. Tuvo la intensión de esperar un poco, pero su madre le envió un texto preguntando si demoraría mucho en llegar.

Respirando profundo decidió tomar camino para llegar a su piso, sus manos se mueven inquietas mientras presiona los botone del elevador, practica sus palabras e imagina la reacción de sus padres.

Finalmente llega a su hogar, abre la puerta y su padre lo recibe.

—Oh cariño, ya estás aquí, justo pensábamos en llamarte, ayer tu hermano solo dijo que no llegarías a dormir, —comentó el hombre.

—Hola papá, si bueno, ayer yo... estuve con una subordinada del trabajo, quería ayuda con algunos temas y se me hizo demasiado tarde, —mintió tan mal que su madre simuló su sonrisa para no hacerlo sentir incómodo, su padre si le creía.

—Está bien, ya eres mayor e independiente, —quitó importancia su padre, la situación podría ponerse algo incómoda si Jisung se daba cuenta de que sus padres sospechan algo. —¿Ya cenaste? Tu madre preparó algo de ramen.

El menor de los mellizos prefirió mentir de nuevo diciendo que no había cenado, pero que tenía poca hambre y que solo comería un poco. También comentó que tenía algo que decirles, pero que lo haría después de la cena.

Así que los tres se sentaron a la mesa.

—Tu hermano dijo que no vendrá a cenar con nosotros hoy, —dijo su madre mientras servía los tazones, —Chan siempre tan irresponsable con la familia, —criticó.

—No es así, Chan solo es un poco más independiente, —trató de defender a su mellizo, pero sus padres siempre eran más duros con él, tal vez porque es un alfa.

—Por cierto, me encontré a la madre de tu excompañero de clase, ¿Cómo era su nombre? —comentaba Tzuyu mientras comenzaban a comer, —ha sí, Kang Taehyun.

—Oh ¿Y cómo están ellos? Hace mucho que no nos reunimos con Tae, tiene un trabajo algo pesado.

—Su madre me contó que apenas se reconciliaron de una pelea terrible, —Jisung se sorprendió puesto que su ex compañero de universidad, Kang Taehyun siempre fue un alfa muy apegado a su familia, —sí, al parecer Taehyun se enamoró de un omega de su trabajo, pero este es quince años mayor que él, —Jisung casi escupe su sopa.

—¿Y qué paso? —quiso simular curiosidad, pero expresión es de miedo y sorpresa.

—Bueno su madre me contó que Tae enloqueció por el omega, que juraba amarlo y darlo todo por él lo que lo llevó a alejarse de su familia, pero terminaron separándose y hasta hace poco Tae finalmente se disculpó con sus padres por alejarse por culpa de ese omega. —Terminó de comentar Tzuyu.

—¿Y ustedes que piensan de este tema? —al terminar la pregunta bajó sus manos a sus piernas, trataba de no verse sospechoso, pero el posible futuro de su relación con el joven Lee depende mucho de esta respuesta.

Su padre miró a su madre, su nerviosismo aumentando a cada segundo.

—Bueno hijo, creo que depende de las personas involucradas, una pareja de ese tipo no es bien vista en estos tiempos, —empezó Jinyoung.

—Yo pienso que ese omega debería tener vergüenza, —habló Tzuyu sin saber que tal comentario herirá su hijo, —mira que andar coqueteando con jovencitos es de gente sin valores, sin respeto a la familia.

—Pero... ¿Y si se quieren de verdad? —trató de defender con el corazón en las manos y aguantando las ganas de llorar.

—Cariño no caigas en esas falsas declaraciones, lo que sea que sientan no es tan serio, son sentimientos pasajeros que nacen con la intensidad de hacer algo incorrecto, algo que se acaba cuando el peligro de una relación no aprobada deja de ser agradable, solo mira a Tae, ahora está comprometido con un omega de verdad bueno para él, con principios y valores de familia, alguien que será un buen acompañante.

—Si, tienes razón, —dejó ir la respiración contenida en su pecho. Cambió de tema drásticamente y al parecer sus padres no notaron su incomodidad y nostalgia, tal vez sus feromonas han perdido efecto con el paso del tiempo.

Al terminar la cena su padre preguntó que si que era eso que quería decirles.

Jisung tragó con fuerza el nudo de su garganta, no sabe cómo empezar, pero tomó una respiración profunda y se preparó mentalmente.

—Bueno, mamá... papá —dio una mirada a cada uno, —yo-