Día dieciocho

-Elena- Amber me llamó desde mi espalda. Dejé de mirar la pared y gire ml rostro para mirarla- ¿Que pasa?- preguntó

- Nada- susurré volviendo a darle la espalda y centrando mi vista de nuevo en la blanca pared. Suspiró y sentí como mi cama se hundió.

- Iré a comprar un vestido para año nuevo,¿Quieres venir?

- No

-¿Qué te pondrás entonces?

- Tengo algunos vestidos sin usar, elegiré alguno- suspiré.

- Algo te pasa

- No es nada , solo estoy cansada- me viré hacia ella y le regale la mejor sonrisa.

- Bueno- suspiró con cansancio - Cualquier cosa me llamas a mi o a Zayn

- Esta bien- me gire de nuevo cuando ella se puso de pie.

Mi cabeza estaba dando vueltas logrando enloquecerme, en mi estómago podía sentir una constante sensación igual a la que se siente cuando estas nerviosa.

Me puse de pie y camine al baño con rapidez, gire la manilla de agua fría y me introduje en la ducha con todo y ropa.

Cerré los ojos mientras sentía como mi pijama se empapaba al igual que mi cabello, me deje caer contra la pared hasta llegar al suelo.

¿Qué mierda me pasa?

Salí del baño envuelta en un toalla bastante grande que si no me equivocaba era de Harry.

Busque mi ropa interior en la gaveta superior de mi cómoda, unas bragas naranjas al igual que el sujetador .

La puerta se abrió y tape mi cuerpo semi-desnudo con mis brazos.

La cara de Harry se puso roja y rápidamente volvió a cerrar la puerta.

Corrí hasta mi closet, saque unos pantalones de deporte con una sudadera color lila.

Me vestí lo más rápido que pude , tomé un cepillo de cabello y caminé a la puerta.

Harry estaba con los ojos cerrados recostado a las barandas del pequeño porche , cerré la puerta detrás de mí y comencé a peinarme hasta llegar a él.

- Lo siento Lena- abrió los ojos con sus mejillas aún sonrojadas.

- Esta bien- forcé un sonrisa para evitar que él notará que yo también estaba avergonzada. Se aclaró la garganta y me dio el ramo de flores de hoy, todas de colores brillantes y diferentes- Gracias- me puse en puntillas y besé su mejilla.

- No es nada- tomó el cepillo de entre mis manos y comenzó a peinarme él.

Lo hacia tan suave que ni siquiera podía sentirlo.

- Harry tienes que peinarme más fuerte , sino lo haces no se me quitaran los nudos- expliqué.

- Oh, esta bien , lo siento- pasó el cepillo unas cuantas veces más pero con más fuerza causando pequeñas caricias en mi cuero cabelludo.

Nos quedamos en silencio durante todo ese tiempo.

Su mano dejo de moverse y sentí su aliento en mi cuello.

- Ayer.... Dije algo que te molestó- sus dedos de la mano izquierda apretaron con cuidado mi cintura.

- No- dije con voz entre-cortada

- Si, no intentes negarlo, te conozco lo suficiente- dejó el cepillo en la baranda y con su mano derecha acarició mi brazo hasta entrelazar sus dedos con los míos.

Tiró ligeramente de mi haciendo que mi espalda pegará con su pecho, entreabrí los labios y mis ojos comenzaron a cristalizarse, maldición estoy mal.

- Lo juro, solo era tarde, tenía que volver- saqué mis dedos de los suyos y logré avanzar unos pasos lejos de él.

Me abracé a mi misma dejando el ramo de rosas en mi pecho y me gire para enfrentarlo.

- Bien- Levantó sus manos en forma de rendición- ¿Quieres salir conmigo?

- Aja- contesté perdiéndome en la intensidad de sus ojos y el sonrió , se acerco a mi sin despejar sus ojos de los míos.

Miró mis labios y de nuevo mis ojos. Mi pulso estaba fuera de control cuando sus manos encajaron en mi espalda baja.

Cerré los ojos cuando su nariz comenzó a olisquear mi cuello , mordí mis labios para no gemir.

- Hueles tan malditamente bien- beso la base de mi cuello y luego mi barbilla.

Subí la cabeza para que tuviera un mejor acceso a mi cuello.

Sentí un beso suave y la aparición de sus dientes cuando rasguñaron mi piel.

- Joder- dijo él en medio de un gemido , sus manos subieron un poco la sudadera pero nos alejamos cuando el motor de una moto fue apagado en el estacionamiento.

Gire mi rostro y me encontré con Austin sentado en su moto esperando.

- Dile que se vaya- la voz de Harry era fría y distante.

-¿Qué?- logré balbucear.

- Me has escuchado bien Elena- apretó su mandíbula sin dejar de mirarlo.

- No puedo Harry, es mi amigo, veré a que ha venido y luego nos vamos- pasé por su lado pero agarro mi brazo con fuerza haciéndome retroceder.

- Seguro vino a tratar de follarte- me soltó haciendo que me tambaleará.

- ¿No es eso a lo que has venido tú también?- con indignación le pregunté.

- Es diferente

- Oh claro que lo es - Mi voz salió chillona y sarcástica.

- Si lo es, solo que tú si quieres que él te follé es por eso que no me dejas a mí- sus palabras venían con espinas directas a mi corazón.

-Vete- hablé entre dientes.

-¡Bien!- gritó mirándome- Los dejo solos para que se cojan- bajó con rapidez los escalones y acerando todo lo que su camioneta daba salió del estacionamiento.

Cerré los ojos cuando la primera lágrima bajo por mi mejilla y de inmediato sentí unos fuertes brazos rodearme.

- No llores por favor- Austin habló sobre mi cabello y yo solté las flores dejándolas caer al suelo para abrazarlo mejor.

- ¿Por que duele tanto?- hablé entre sollozos.

- Porque si duele quiere decir que vale la pena- Ese era Austin , el ser humano más sabio y dulce del planeta.

*

Fuertes golpes en mi puerta me hicieron despertar a eso de las once de la noche.

Ajusté mi bata color rosado y saque el sueño de mis ojos. Enfoqué la mirada a la manilla de la puerta.

Harry se tambaleó y sonrió cuando me vio.

- Hola nena- soltó una risota luego de hablar pisando las palabras. Estaba ebrio.

- ¿Por que has tomado?

- Yo no tomé- trato de pasar pero puse la mano en la puerta para que no entrara, él casi se cae- Bueno tal vez si bebí, mierda eres hermosa- susurró y luego volvió a reír.

Observe su cabello desordenado, sus ojos ligeramente rojos inyectados por el alcohol, baje hasta su cuello donde había una gran marca roja, mi respiración se corto.

-¿Por que tienes un chupetón?- mi voz salió dolida y sentí como mis ojos se cristalizaron.Harry se llevó la mano a la zona y maldijo

- No es un chupetón

- Claro que es un chupetón

- Me golpee

- ¿En el cuello?

- Mierda Len, estaba bebiendo y Madison se pasó de la raya, juro que no toco mis labios, y como no la deje besó mi cuello, en un punto me imagine que eras tú pero cuando me di cuenta que no , la detuve y ella se cabreó y se fue y, y, y yo estoy tan ebrio que ..- el suspiró y se estregó la cara.

- Esto se acabo- dije señalando entre ambos.- No puedo más- susurré cuando la primera lágrima bajo por mi rostro y lance la puerta en su cara.

- ¡No, Lena, Por favor!- lo sentí como golpeaba la puerta - Lena, Len, Hermosa ábreme- pequeños golpes en la puerta casi ni se escuchaban- No me hagas esto por favor- susurró antes de dejar de tocar.

Me deje caer en la puerta escuchando la respiración irregular de Harry.

Cerré los ojos pero los volví a abrir cuando un fuerte golpe resonó en la habitación.

-¡Ábreme, Maldición!- gritó seguido de muchos golpes. Me puse de pie y me fui a mi cama donde me cubrí hasta la cabeza para tratar de dormir.

Los golpes se acabaron y mire la hora en mi teléfono , las tres de la mañana.

Escuche paso y me alegré de que por fin se fuera.

- Harry, debes irte o llamaremos al guardia de Dalton- esa sin duda era la voz de Kenia Jones mi vecina de habitaciones

- No voy a irme hasta hablar con Lena, ¡Lena!- golpeó la puerta.

-¡Harry!- ella gritó- Necesitamos dormir

- Y yo necesito a Lena.- golpeó la puerta de nuevo.

- ¡Camil llama a John!- Kenia gritó, John es el señor que se encarga de la seguridad en Dalton.

Todo quedo en silencio hasta que escuche más pasos.

- Joven- Mierda John estaba aquí.

- ¡Mierda, no soy un delincuente solo quiero hablar con Lena!- golpeó de nuevo la puerta- No mierda, déjeme, no me ponga eso, ¡Carajo!

- No se mueva

- ¿A donde me lleva? ,¡Mierda!, ¡Lena! , ¡No!- podía escuchar como se alejaban.

Marque el número que me sabia de memoria.

-Hola- su voz sonaba adormilada.

- ¡Zayn!- sollocé

- Mierda Lena,¿Que te pasa?, ¿Por que lloras?- escuche unos pequeños gemidos de sueño y se que era Amber.

- Harry

- ¿Harry que?

- Está ebrio, John se lo llevo- murmuré.

- Ese cabrón va a matarme- escuche como se ponía unos zapatos y tomó las llaves de su auto- Amber volveré pronto- seguido de eso escuche la puerta

-Gracias- susurre mientras sorbía mi nariz.

- Lo arreglaran- el me ánimo.

- No se si sea posible está vez- susurré.

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