Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

One-shot

Ambos cubrieron sus cabezas con sus mochilas cuando la lluvia empezó. Los dos adolescentes de catorce años corrieron hasta llegar a la casa de Steve, entraron al patio de atrás por la puerta de la cerca y ambos, con cuidado de no resbalarse por la lluvia, subieron la escalera y entraron a la casa del árbol.

Tony adoraba la casa del árbol de su amigo, era espaciosa por lo que podían reunirse con el resto de su grupo de amigos ahí, también el padre de Steve la había construido muy bien, era resistente y no importaba mucho si habían muchas personas adentro al mismo tiempo, y el techo era resistente a la lluvia, por lo que era un buen refugio para la lluvia, y hasta tenía ventanas cubiertas de cristal en lugar de simplemente agujeros cuadrados en las paredes. Tony sabía que Steve pasaba más tiempo ahí que en su propia habitación, por lo que en la casa del árbol también tenía algunos de los libros que le gustaban leer, las libretas y lápices que usaba para dibujar, una lámpara de pilas para no quedarse a oscuras cuando llegaba la noche y un saco de dormir.

Algunas veces, los chicos—y Natasha—traían sus propios sacos de dormir y hacían pijamadas ahí, pero a Tony le gustaba más cuando eran solamente él y Steve, como en esos momentos. Cuando todos estaban libres se ponían de acuerdo para pasar el rato en la casa del árbol de Steve después de clases, y como todos sus demás amigos habían estado ocupados después de clases aquel día eran solamente Steve y Tony.

—Cielos, creo que es una tormenta.—Dijo Steve asomándose por la ventana de la casa del árbol.

—Estaremos bien aquí, ¿no?—Preguntó Tony sentándose en el suelo y apoyando su espalda contra la pared de madera. Se frotó los brazos por el frío, lo cual Steve notó.

—Sí, por supuesto. ¿Tienes frío? Ten.—Tomó la cobija que estaba encima de su saco de dormir y la puso encima de los hombros de Tony, el cual, sonrojado, le sonrió a Steve a modo de agradecimiento, éste le sonrió de vuelta y Tony sintió su corazón dar un vuelco. Okey, sí, estaba enamorado de Steve, pero de ninguna forma podía dejar que su amigo se enterara. Los Rogers, al igual que sus amigos de toda la vida, los Barnes, eran una familia "tradicional", por así decirlo, hasta parecía que vivían en otra época. Era por eso que Tony no tenía ni idea de cómo reaccionaría Steve si se enterara de que además de gustar se los hombres, gustaba de él.

—¿Tus padres siguen en ese viaje de negocios?—Le preguntó Tony a Steve mientras que el rubio se sentaba a su lado, éste asintió.—¿Y te dejan quedarte en casa solo? Cuando mis padres se van de viaje tengo a Jarvis vigilándome más de lo usual.

Steve rió entre dientes. Pasó su mano por su cabello ligeramente mojado por la lluvia.

—Mis padres confían en mí lo suficiente como para dejarme solo durante unos días, además de que Bucky y sus padres vienen a visitarme y hacerme compañía. Algunas veces hasta él se queda a dormir.

—Oh... ¿Bucky se queda a dormir? ¿Solo tú y él...?—Tony preguntó, sin poder evitar sentirse un poco celoso. Después de todo, Bucky y Steve eran amigos de la infancia, y se conocían desde más tiempo del que Tony conocía a Steve.

—Sí...—Steve miró a Tony un tanto confundido por el el tono de aquella pregunta, pero lo dejó pasar.—¿Tus padres saben que estás aquí?

—Sí, ellos saben que cuando no estoy en casa siempre estoy aquí... contigo... ¡y los demás también!—Tony tragó saliva. Odiaba lo nervioso que Steve lo ponía aveces.—Um, ¿está bien si hacemos una pijamada aquí hoy? No quiero volver a casa. Hoy mis padres se pelearon y papá está insoportable.—Rodó los ojos.

—Claro, por supuesto.—Steve asintió sonriente.—Creo que tengo otra bolsa de dormir adentro. Tendremos que esperar a que pase la lluvia para que vaya a buscarla.

Y eso hicieron, cuando la lluvia se calmó un poco Steve salió, entró a la casa por la puerta de atrás y volvió con una cobija, una almohada y una bolsa de dormir, luego volvió a entrar y trajo unos sándwiches para él y Tony.

—Eres un anfitrión maravilloso, Rogers.—Dijo Tony riendo. Ambos estaban acostados en las bolsas de dormir cubiertos por las cobijas.

Como a Tony le aburrían los libros que Steve tenía en la casa del árbol y no le apetecía leer, pasó un buen rato observando al rubio dibujar, Steve parecía dibujar lo que sea que tuviera en la mente. Primero era un ave, la cual parecía un azulejo, luego dibujó lo que parecía ser un árbol bonsai, y al darse cuenta de lo que era el tercer dibujo de Steve abrió los ojos con sorpresa.

—¿Ese soy yo?—Preguntó con una sonrisa juguetona. Ambos habían pasado tanto tiempo en silencio, que pareció que, durante un momento, Steve había olvidado que estaba ahí con Tony y se había puesto a dibujarlo. Steve miró sorprendido y sonrojado a Tony, e intentó apartar la libreta, pero Tony la tomó y arrancó el dibujo, viéndolo con una sonrisa.—Nada mal, Rogers. Estuviste cerca de capturar toda mi belleza. ¿Te parece si me lo quedo?

Steve suspiró y asintió. Tony dobló el dibujo y lo guardó en el bolsillo de su chaqueta.

Cuando ambos empezaron a sentirse cansados se metieron dentro de los sacos de dormir, se cubrieron con las cobijas y reposaron sus cabezas en las almohadas. En la oscuridad de la casa del árbol, solo se escuchaban las respiraciones de los dos. Veían el techo sin saber si el otro estaba dormido. Tony se estremeció y sintió su corazón latir como loco cuando se dio cuenta de que ésta era la primera pijamada en la casa del árbol en la que los dos estaban solos, sin Thor o Clint o Bruce o Natasha; solamente ellos dos.

Tal vez fue por los nervios de estar pasando la noche solamente con el chico que le gustaba, que a Tony le fue un poco difícil quedarse dormido. Cuando despertó, sentía todo su cuerpo cálido, y unos fuertes brazos rodeándolo. Steve y él se habían quedado dormidos en lados opuestos de la casa del árbol, pero parecía que Steve en algún momento de la noche, mientras que Tony dormía, había movido su saco de dormir y se había acostado a su lado. Tony tenía la cabeza acostada encima del pecho de Steve, y a ambos les gustaba cómo se sentía estar acurrucados así, ninguno de los dos quería moverse. Solo se veían entre sí sonrojados, y escuchaban sus respiraciones y sus corazones latir como locos.

—Tony...—Steve susurró, acercando su rostro al de Tony.

—Steve...—Éste susurró de vuelta, sintiendo un cosquilleo en su estómago. Steve pasó su mano por el cabello de Tony, acariciándolo, y su mano quedó en la mejilla de Stark, también acariciándola. Sus rostros estaban a centímetros y aquella pequeña distancia fue rota por Tony, quien se acercó aún más a Steve y presionó sus labios contra los del rubio. Era el mejor beso que ambos habían tenido. Y después de aquel beso se dieron otro, y otro, y otro más, y no se hubieran detenido de no ser porque el teléfono de Tony sonó desde su mochila, recibiendo una llamada enojada de su madre preguntándole dónde estaba. Ambos se estremecieron al darse cuenta de que habían faltado a clases por haber pasado toda la mañana besándose.

Mierda.—Susurró bajo para que Steve no lo regañara por su lenguaje como siempre hacía.—Steve, tengo que irme. El director Fury llamó a mi madre para decirle que falté, y ella no está feliz.Steve miró a Tony sonrojado y apenado, como si pensara que fuera su culpa. Tony no pudo evitar sonreír e imaginarse a un perrito (un Golden retriever, para ser más específicos.) el cual acababa de ser regañado. Sorprendiendo a Steve, se acercó, puso su mano detrás del cuello de Rogers y le dio un largo beso para luego levantarse del suelo y tomar su mochila.—Nos vemos cuando mi castigo termine, guapo.—Le sonrió de manera coqueta para luego salir de la casa del árbol bajando por las escaleras.

—Sí...—Steve susurró. Volvió a acostarse, tomó la almohada que Tony había usado, cubrió su rostro con ésta y soltó un enorme grito de emoción.

Después de eso, sin duda empezarían a pasar más tiempo los dos solos en la casa del árbol.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro