Se dice que la Madre Luna dará su bendición, para que el Omega encuentre a su Alfa, uniendolos a través del lazo por toda la eternidad.

Se conocerán, el destino los pondrá frente a frente, nada podrá separarlos. Cuándo sus ojos se conecten y sus almas se entreguen, se reencontrarán en todas las vidas siguientes.

Su amor será único y especial en cada vida, la forma en la que se conocerán o tal vez en la que se enamorarán podrá ser distinta, pero el sentimiento que desarrollarán el uno por el otro será el mismo, la misma intensidad con la que decidieron amarse permanecerá en sus caricias.

Taehyung suspiró al leer el último párrafo de su libro favorito, él era un hermoso Omega de 24 años, muchos alfas deseaban enlazarse con él, para mala suerte de muchos desde que nació ya estaba comprometido.

Parecía algo ilógico que las uniones forzadas aún existieran en estos tiempos, sus padres eran los más poderosos de toda Corea y su hijo era un Omega puro, no podían permitir que se uniera a cualquier alfa.

Nadie en realidad era merecedor de ser el alfa de Kim Taehyung pensaba su padre, sin embargo para mantener el linaje puro, hizo un acuerdo con los Park, quienes en su linaje siempre un heredero era alfa puro.

-¿Qué lees hijo?- Preguntó la madre de aquel Omega cuando ingresó a la biblioteca de la casa, lugar favorito de Taehyung.

-Leo sobre la madre luna y los destinados- Dijo sonriente.

-Todo eso son leyendas mi amor, la madre luna nos bendice cuándo nuestro alfa nos marca como suyos, los destinados no existen-

-Si el libro habla sobre ello, es porque existieron alguna vez-

-Solo son ideas fantasiosas de escritores, tal vez ellos sueñan con encontrar a esa persona especial-

-¿Alguna vez has conocido a alguien que haya encontrado a su destinado?-

-Si, he escuchado rumores, pero sigo pensando que son leyendas, nadie asegura que realmente sean destinados-

-El libro dice que...-

-Hijo, el libro puede decir muchas cosas, la realidad es que es casi imposible encontrar tu destinado, puede que exista pero puede que nazca en otra ciudad o inclusive en otro país.. Son cuentos de fantasía-

La mujer acarició el rostro de su hijo, tratando de brindarle soporte pues Taehyung era una persona enamorada del amor, del cortejo romántico y un soñador empedernido en encontrar a su destinado.

-Yo sé que existe, la madre luna me va a bendecir, yo lo sé-

-Estás comprometido y lo sabes.. HyungSik es un alfa puro y está enamorado de ti, sé que será un excelente alfa, el que mereces-

Taehyung dejó el libro encima de la mesa, se levantó de la silla. -Yo merezco ser feliz- Apretó sus puños con fuerza. -Soy el único Omega de mis amigos que está comprometido desde que nació-

-Tu padre es alguien anticuado y aunque hoy en día no se acostumbra a enlazar parejas en uniones arregladas, él no quiere que te unas a cualquier alfa-

-Madre.. conozco a HyungSik y sé que es un excelente alfa, me trata con respeto pero yo lo veo como un amigo-

-Ese alfa será tu pareja, debes aceptarlo-

Taehyung caminó hacia la puerta de la biblioteca. -Seré su pareja pero nunca su Omega, jamás permitiré que me marque- Abrió la puerta y se detuvo a mirar a su madre. -Me retiro, tengo clase de cocina-

-Mi querido hijo rebelde- Susurró para sí misma, aquella mujer sonrió con tristeza al recordar que ella se unió a su alfa amando a otro, entendía completamente a su hijo, pero también sabía que no había nada que hacer, Taehyung se uniría a HyungSik.

El padre de Taehyung, era un hombre anticuado, en su mente los Omegas estaban para servir y complacer a su alfa y aunque en la actualidad no existen jerarquías entre Alfas, Betas y Omegas, obligaba a Taehyung a tomar cursos de cocina, costura, modales y todo lo necesario para ser perfecto.

Ser hermoso y adorado por su belleza no era suficiente, tenía que ser el mejor Omega, perfecto en todo sentido.

Hace un año anunciaron su compromiso en sociedad y desde allí empezó a tomar clases para ser un Omega digno, perfecto y entregado a su alfa.

Debía ser un Omega sumiso, pero al ser un Omega puro lo hacía muy difícil. El no reaccionaba a las voz de mando de ningún alfa, no era para nada sumiso por el contrario era rebelde y siempre decía lo que pensaba sin importar las consecuencias.

En las clases era muy respetuoso, las personas que se dedicaban a enseñarle no tenían la culpa de la mente cerrada de su padre.

La cocina, la costura y los modales eran definitivamente una pérdida de tiempo, Taehyung pensaba que no era necesario saber cocinar para agradar a un Alfa, además atender a HyungSik no le generaba ni pizca de emoción.

En el año que llevaba en la clases, había quemado dos cocinas, sus preparaciones eran simples y sin gusto, realmente odiaba cocinar y agradecía a la madre luna por los domicilios.

No se imagina con cachorros y tener que alimentarlos con comida a domicilio. En su mente pensaba que definitivamente contrataría a alguien que cocine para él y su alfa.

Jeon Jungkook era un alfa solitario, debido a su linaje puro su capacidad de sentir los aromas era más intenso, inclusive su propio aroma era tan fuerte que lograba intimidar a algunos alfas.

Dedica su vida a entrenar como si se preparara para la guerra, su cuerpo es la definición de la perfección masculina, brazos musculosos, abdomen marcado, espalda ancha, muslos fuertes y firmes. El alfa perfecto para muchos Omegas.

Hasta el momento ningún Omega había sido de su agrado, no le gustan sumisos a él, que tengan algo de personalidad desafiante es su placer culposo, ser dominado por su Omega era excitante.

Jungkook pensaba que unirse con un Omega, era algo similar a entregarlo todo, ser sumisos y a la vez dominados, en un juego llamado relación, donde las castas no influyen, dejando al desnudo su ser como humano.

Además Jungkook creía firmemente en que la madre luna lo uniría con su destinado, por eso cuándo cumplió 24 años dejó de cortejar Omegas.

Desde hace dos años pasa el celo sin ayuda de nadie, asiste a los centros especializados para pasar los celos, durante un tiempo buscó el lugar perfecto hasta que encontró el ideal, uno con la capacidad de contener a un alfa puro y cambia formas.

Ningún supresor hace efecto en él, aquellos centros especializados eran administrados por Betas y le garantizaba pasar su celo con naturalidad sin necesidad de químicos.

-Iré a caminar, si necesitas algo me llamas a mi teléfono- Jungkook le habló a su mejor amigo Namjoon

-¿Crees que es seguro salir hoy? Recién pasaste tu celo-

-Me siento perfectamente, lo único que tengo un poco alterado es el sentido del olfato, de resto estoy bien-

-Bueno, ve tranquilo, aquí todo esta en calma-

Jungkook salió al bosque, fue a su lugar especial, se retiró sus prendas y su cuerpo cambió al de un lobo, un hermoso lobo blanco de ojos rojos.

Le gustaba correr para calmar sus energías y reencontrarse con la naturaleza.

Los destinados una vez que se conocen, en sus próximas vidas se reconocerán, experimentando aquel anhelo y alegría de volver a ver a su antiguo amor.

Pero... ¿Qué sucede si está es la primera vida donde se encuentran?

¿Cómo pueden saber si son destinados?

Esa era una pregunta que solo la Madre Luna sabía, pues ella siempre era la encargada de unir a aquellas almas.

Jeon Jungkook y Kim Taehyung estaban destinados a encontrarse, enamorarse y luchar por su amor, y descubrir que fueron bendecidos por la Madre Luna.

Aquella tarde Taehyung salió del curso de Cocina, su chofer lo esperaba como todas las tardes, pero el Omega quiso caminar de regreso a casa.

Tenía prohibido cambiar a su forma lobo, su padre le aseguraba que aquello era peligroso, más aún si no tenía una marca.

Por obvias razones y su rebeldía nunca le hacía caso, a veces regresaba a casa en forma de lobo y antes de ingresar volvía a su forma humana.

Amaba correr y sentir el viento, era uno de los pocos Omegas que podían cambiar, su condición de Omega puro se lo permitía y él lo aprovechaba cada que podía.

Aquella tarde sentía la necesidad de correr, sin tener un rumbo específico, se desvió del camino, quería sentirse libre, quería ser él, no aquel Omega perfecto que su padre quería construir.

Corrió y corrió hasta que su cuerpo se cansó, volvió a su forma humana y se sentó en un parque.

Unas gotas empezaron a manchar su ropa, la lluvia cubrió su llanto, aquel que reflejaba cansancio y agotamiento.

Ser Omega puro era una bendición y le agradecía a la Madre Luna todos los días, pues aquello le permitía ser un poco rebelde y no permitir que los Alfas lo sometieran.

No quería verlo como una maldición, en el fondo ser Omega puro era el principal motivo por el cuál su padre lo comprometió con aquel alfa.

Con dolor se arrodilló en el suelo, su ropa estaba pegada a su cuerpo totalmente empapado por la lluvia.

-¡Solo quiero ser un Omega normal!- Gritó y su voz se perdió en el sonido de la lluvia. -Solo quiero poder elegir mi vida- Susurró para el mismo.

De pronto, la lluvia cesó y Taehyung pensó que la Madre Luna lo había escuchado, estaba equivocado y se sobresaltó al escuchar una voz.

-No deberías estar bajo la lluvia, puedes enfermarte- Jungkook cubrió su cuerpo con una gran sombrilla, protegiéndolo de la lluvia.

Su voz le causó escalofríos al Omega, quien al alzar la vista no pudo ver con claridad aquel rostro.

-Tal vez es lo que necesito, eso me dará una pausa a mi "perfecta vida"-

Las palabras le calaron en el alma, Jungkook se sentía igual, ser alfa puro era una gran responsabilidad, tanto a nivel individual como para su manada.

Jungkook le ofreció la mano para levantarse, Taehyung la recibió y aquel contacto de piel a piel envió electricidad a sus cuerpos.

En el exterior llovía, pero la tormenta estaba en ellos, todo en el interior era un caos de emociones.

-¿Vives por aquí? No te había visto antes- Dijo tratando de controlar sus impulsos por acercarse más, sentir más.

Taehyung sacudió su ropa, aquella aún pegada a su cuerpo, miró a Jungkook. -No, no vivo por aquí-

Dicen que cuando encuentras el amor de tu vida, lo reconoces cuando lo miras a los ojos. Aquel cruce de miradas generó una explosión en ambos cuerpos, una calidez los cubrió.

Aquellos ojos hicieron click, se perdieron en la mirada sin decir palabra, aquel silencio duró algunos minutos, hasta que ambos apartaron la vista.

-¿Estás muy lejos de casa?- Jungkook quería saber más de aquel hermoso Omega.

-Creo que si- Taehyung buscó su celular. -Llamaré a mi chofer-

-Yo puedo llevarte ¿Si eso está bien para ti?-

Taehyung debería sentir miedo de aquel Alfa, por el olor sabía que era un Alfa dominante. Él odiaba a los Alfas dominantes, aquellos que creían que con su voz de mando podían hacerlo sumiso.

Jungkook no generaba eso en él, por el contrario se sentía cómodo. -Gracias, pero no creo que a mi padre le agrade verme llegar con un alfa-

-Entonces ¿Puedo hacerte compañía mientras llega tu chofer?-

-Si, no tengo problema con eso-

Taehyung llamó a su chofer, le envió la ubicación y se sentó en aquella banca a esperar, Jungkook se sentó a su lado.

Seguía lloviendo y por cortos minutos era lo único que se escuchaba, hasta que Taehyung rompió el silencio.

-¿Eres un alfa puro?-

Jungkook lo observó en silencio, aquel Omega le generaba intriga. -Si, lo soy.. así cómo tú un Omega puro- Le contestó.

-¿Cómo lo sabes?- Preguntó Taehyung mirándolo con burla.

-De la misma forma que tú- Le sonrió. -Por el aroma-

Jungkook tenía su olfato más sensible de lo normal y podía oler aquel aroma a vainilla, tan delicioso que su lobo se movía inquieto.

-Me llamo Taehyung, Kim Taehyung- Dijo mirando hacia el frente.

-Jeon Jungkook- Le contestó sin dejar de mirar aquel rostro, no perdió detalle cómo el cabello rubio caía por la frente y ojos.

El vehículo llegó y los alumbró. El chofer anunció su llegada con el claxon. -Un placer conocerte Jungkook- Taehyung se levantó, fue hacia el vehículo, se subió y se fue.

-El placer es mío Taehyung, todo mío- Sonrió

Aquel día lluvioso, el destino los hizo encontrarse, pasarían pocos días en que la necesidad de volver a verse, hiciera querer repetir el encuentro.

Pero... ¿Cómo?

Ninguno sabía nada del otro más allá del nombre.

Holis... Esta nueva historia se podría decir que es la primera en la que me enfocó en el mundo del Omegaverse..

No soy experta, pero creo que cada escritora puede recrear sus propias reglas de este mundo, sin embargo investigue para por lo menos conservar lo básico.

Los quiero, espero les guste la historia..

Lore