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✦ Segunda parte ✧




Esa tarde, llegó cansado a su casa.

El camino en camión de la estación de policía hasta su conjunto de apartamentos en Geumnam-ro no se le había hecho demasiado largo, pero quedaba esa molestia de lo que pasó en el lugar. Apenas puso un pie en su unidad tras abrir la puerta, saludó desanimado al viejo portero.

"Joven Byun, qué bueno que lo veo, tengo un par de cosas que decirle sobre el mantenimiento de este mes," no estaba para recibir con la mejor de las caras ese tipo de noticias. Ante el camino que hizo del corto pasillo de baldosas grises al ascensor, un suspiro abandonó sus labios, y por necesidad se detuvo para ver al hombre que salía de su escritorio donde recortaba sabría Dios qué cosas de sus miles de periódicos. No quería ser grosero, la verdad, el pobre señor Shim no tenía la culpa del trato recibido hacía unas horas; sin embargo, eso no quitaba que BaekHyun tuviera los peores ánimos para tratar asuntos cuando él tenía sus propios demonios martillando su cabeza. "Que ya toca pagarlo para la semana que viene, ¿lo recuerda?"

"Sí, lo recuerdo, señor Shim, y agradezco que viniera a decirme, pero ¿cree que pudiéramos hablar de eso quizá más tarde?" El ascensor que había pedido apenas abría sus puertas, y por él un viejo matrimonio salió antes, así que dio espacio para que pasaran. Suficiente tuvo el viejo de darle un asentimiento ante aquello, y bajo sus arrugas que tenían sus ojos tan caídos de una piel tostada con frente inmensa por el cabello que ya le hacía falta, él sonrió para agradecer su apoyo, aunque fuera apretado. "Gracias."

"Solo no olvidé educar muy bien a su perrito. Ha estado haciendo mucho ruido, y hay algunos vecinos que se quejan por eso."

BaekHyun rodó la mirada. Dudaba mucho que eso fuera cierto, su bebé no hacía ni un solo ruido. Tal vez un que otro quejo por su ausencia, pero no ladraba ni era revoltoso. Lo tenía bien tratado, era dócil, y si iba un poco más lejos de eso, BaekHyun sabía que las quejas no venían de ningún vecino más que del señor Shim. Ese viejo portero que vivía 24/7 ahí era el único que pudiera escucharlo. BaekHyun no tenía más que un vecino bajo él en ese viejo edificio que se estaba cayendo.

Matrimonios viejos, recién egresados y los pobres que al menos se habían dado el lujo de rentar su propio espacio antes que irse a cualquier gosiwon en los suburbios era todo lo que se encontraba ahí. No mucha gente quería vivir cerca de donde había sido una masacre estudiantil en los 80s y menos con la pobre condición que habían dejado esas antiguas unidades para preservar la historia del país, así que...

Qué más daba.

"Sí, claro que sí, yo cuidaré que bebé no haga mucho ruido, señor Shim. Gracias, que tenga buena tarde," apenas pudo despedirse cuando entró al elevador de un metro cuadrado.

"Aish, estos jóvenes de ahora. Igual que el del 308, siempre haciendo ruidos, martillando y usando herramientas por las noches..."

Entre un traqueteo que hizo el elevador por cerrarse en ese falso piso de madera y encerrarlo en las paredes de metal, BaekHyun suspiró otra vez y se acomodó mejor su bolso al hombro. No hubo más que escuchar de los balbuceos del viejo.

Ya podía irse relajando. Estaba en su casa otra vez, su refugio, no había nada por lo cual preocuparse. Las cosas iban a salir bien, se decía constantemente, porque así eran. Todo eso que había pasado con ChanYeol y la policía, solo...

BaekHyun sacudió la cabeza. No tenía caso torturarse. Se ocuparían de lo que fuera y todo iba a estar bien. A él solo le tocaba deshacerse del estrés que no le permitía continuar como siempre su rutina. Tenía una vida que recuperar después de todo, ¿no?

Sonrió por eso, en su intento por volver a su yo de antes. Cuando salió del ascensor en el cuarto piso, recorrió el angosto pasillo hasta la última puerta. Podría haber gente ocupando el edificio en los pisos de abajo, pero ese por ser el último y quizá el más descuidado, con los techos que se estaban cayendo en un terrible quiebre del yeso, paredes flameadas por un incendio que ocurrió a tantas décadas de aquella (y nunca fueron restauradas, ¿para qué servía el mantenimiento si no era para repintar de menos eso?), hasta puertas que llegaban a atascarse, ¿quién podría querer un lugar así?

El BaekHyun de hace unos cinco años sí, porque apenas estaba iniciando como becario dentro de su trabajo en administración de la escuela de idiomas. El sueldo no era estable, y la verdad tampoco tan decente, pero daba bien para pagar un lugar pequeño como ese. Dañado, sí, mas, BaekHyun creía que estaba en mejor condición que un gosiwon. Y la verdad, la privacidad y el espacio en su zona era agradable. Se había habituado a vivir así solo un poco más tarde en eso.

Por más que hubiera escalonado en su puesto y ganara solo unos cuantos wones más, no veía razón de cambiarse. Se encontró amistades por ahí, quedaba cerca a su trabajo, y también tenía un lugar seguro en el que sentirse en paz cada noche. Era su santuario.

Sin contar la disposición que permitía tener más espacio para él y su bebé, que hablando de él...

"¡Bebé! Estoy en casa," tras abrir la puerta, BaekHyun de inmediato se anunció. Como siempre, dejó sus zapatos en la fila junto a lo que ya tenía. Por su piso similar a las baldosas de allá abajo, se despreocupó por quedar solo con sus calcetines puestos. En el recibidor, colgó sus llaves más el bolso, y sin respuesta de aquella criatura que buscaba, BaekHyun miró a la derecha hacia la puerta negra de su habitación cerrada. Estaba un poco hundida esa zona, dos puertas que se enfrentaban con una en el medio le daban la bienvenida en ese mismo espacio, cada una del mismo color y espacio en su interior con usos diferentes, pero todas por igual se hallaban cerradas. Imaginó que su bebé no habría entrado ni salido por ahí, por más que él sabía cómo le era imposible desplazarse sin que él estuviera, mientras siempre esperaba ansioso a su regreso. "¿Dónde te metiste? ¿Vas a querer jugar tan temprano hoy conmigo?"

Bromeó para sí mismo. También sabía que su bebé no podía contestarle, pero esos eran los efectos de algo así en casa. Uno se acostumbraba a hacer conversaciones unilaterales, como si en verdad pudieran contestarlas. Seguramente le entendían, y lo escuchaban, eso era imposible de ignorar cuando eran los únicos.

Las paredes beige y la ligera falta de iluminación por tener cortinas echadas de la única ventana frente a ellos dejaba muy difícil distinguir algunas cosas cuando el sol comenzaba a ponerse, pero eso no quitó que BaekHyun ubicara a su bebé en una de las sillas en el comedor, perfectamente sentado como si ya lo esperara para la comida.

Quieto, sonriente y hasta con las orejitas paradas. A BaekHyun le sacó una sonrisa auténtica.

"Ow, mi bebé, bebé, bebé, todo bonito, conque aquí estabas," comenzó a balbucear entre labios resaltados y vocecillas tontas que también siempre hacía en este tipo de casos. En su rapidez, llegó de inmediato, y al quedarse junto a su comedor circular enfundado en un mantel de cuadros, tomó a su bebé por ambas mejillas para acercar su cara a él y mover su naricita junto a la suya en un saludo infantil que no le hizo más que sacar otra risita de sus labios. "Te extrañé mucho, ¿lo sabías? No aguantaba más estar lejos de ti, con todas estas cosas que han pasado en estos días. ¿Tú me extrañaste igual?"

Siguió sin alguna respuesta, suficiente para que lo mirara. No tenía importancia, aun en sus ojitos tan resplandecientes, BaekHyun le veía su amor, y para él eso era suficiente. Con un besito a su nariz suavecita, lo volvió a mirar, en lo que le decía:

"¿Ya comiste? ¿Tomaste agua?" Una mínima caricia fue lo que él le dio, y cuando otorgó un asentimiento, BaekHyun respondió sus propias preguntas: "¿No? No te preocupes, deja te sirvo entonces, vamos a prepararte algo rico, rico, rico."

Se rio una última vez antes de separarse de su lado. De inmediato, se fue a su cocina. A su izquierda, tras el desayunador que almacenaba en cajones diversas de sus cosas. BaekHyun pasó a su estantería frente a él, y sacó platos, tazones junto a algo de comida congelada en el refrigerador que bien tenía empaquetada en tuppers.

Como cualquier cosa, preparó algo sencillo en su estufa al medio, y ya con la sartén sobre el fuego, revolvió un poco de carne. También se iba a hacer a él, ya pasaba de la hora en su comida, y la verdad estaba hambriento. Agregó unas verduras a la mezcla por lo mismo.

"¿Te gusta cómo huele, mi amor?" Preguntó al aire, por más que siguiera sin respuesta. Como un buen muchacho, su bebé se quedó sentado esperándolo en el comedor. El señor Shim no tenía idea de lo tan educado que era, no había razón para quejarse de sus ruidos, no era como si estuviera tratando a un animal salvaje en su casa. "Ya casi está, espera unos minutos."

Se hizo una sopa al abrir la alacena de arriba, y cuando pasó el tiempo suficiente en su cocción y proceso, asintió gustoso sobre su primera prueba. Eso estaba hecho. Sirvió todo en un tazón para su bebé, y en su plato él se separó lo propio.

"Listo, tu comida," al bebé le dejó lo suyo donde estaba. Sin embargo, tarde se dio cuenta de cómo aun cuando él ya estuviera a punto de servirse, su bebé seguía sin comer ni un bocado. Sabía que estaba caliente y quizá no le gustaría probar así las cosas, pero era raro que si habían pasado tanto tiempo desde la mañana, no devorara lo primero que viera. Siempre lo hacía en las otras ocasiones. "¿Qué pasa? ¿Quieres que te dé en la boca?"

Si notó una respuesta o no, BaekHyun chasqueó la lengua, y se volteó en dirección a su bebé sin problemas.

"El día de hoy fue un día difícil, ¿sabes?" Siguió en su charla, mientras servía una amplia cucharada y lo llevaba a su boca. Fue cuidadoso de no derramar, y al limpiar sus labios siempre, entre bocados continuó contando. "No es por el trabajo ni nada de eso, sino por lo que tuve que hacer antes de volver a casa. ¿Recuerdas la llamada que recibí en la mañana? Tuve que ir a este lugar para atender algunas cosas. Y fue horrible, me trataron tan mal, en realidad, me hicieron sentir tan mal, como si yo fuera en verdad una mala persona o..."

Sacudió la cabeza, no tenía caso profundizar en eso, su bebé no lo entendía, después de todo.

"No pude dejar de llorar frente a esta mujer que me interrogó," de cualquiera forma, todavía compartió, y con una sonrisa incómoda, se encogió de hombros. "Eso no importa ahora, quisiera decir, la verdad, pero no puedo porque me trataron como si yo pudiera hacer un semejante daño a lo que... a quien más amo en mi vida. ¿Cómo piensan de ese modo que yo hubiera querido siquiera hacerle daño a mi muñeco? Imposible, Dios, yo jamás... jamás maltrataría a ChanYeol, ¿lo sabes? Tú muy bien lo sabes, lo viste. Yo amo a mi muñeco," en ese momento, el sentimiento le ganó. Por más que no fuera un acto esperado, se inclinó en la frente contraria, y sobre esa suavidad, respiró hondo en su contención de lágrimas al mirarle y decir: "Lo amo. En serio lo hago tanto..."

El gimoteo que vino en respuesta lo dejó sonreír empático. Sabía que su bebé lo entendía, él era capaz de ver su dolor en sus ojitos, en su propia persona. Estaban en un mismo plano, y tal como llegaba a conocerlo, sabía de lo que estaba hablando.

"Lo sé, bebé, sé que es tan triste. Lo sé," acarició su pelo aun en esa posición, y al cerrar los ojos, el gimoteo volvió bajito, en lo que él sacudía la cabeza. "Pero todo va a solucionarse pronto. No tienes nada que temer, nada malo va a pasar."

El llanto fue en aumento con eso no solo de su parte. Entre las ligeras lágrimas que él pudo soltar, BaekHyun notó que esos gimoteos de su bebé se escucharon mucho más fuertes. Por lo mismo, él se alejó, y al ver a su bebé con ese rostro que casi mostraba compungido, frunció el ceño.

"¿Qué ocurre? Ah, ¿ya es hora de tu medicina?" Preguntó, y sobre otro gimoteo de su bebé, asintió. Lo era, tenía que tratar el delicado aspecto de su bebé, después de todo, era su deber. Su dulce criatura la necesitaba para estar bien y mejor. "Tranquilo, no llores. Voy a ponértela ahorita mismo. Tú sigue comiendo."

Regresó rápido a su cocina con aquello dicho, y en los pasos largos, consiguió sacar de su alacena esa medicina especial de su bebé. La jeringa vino después, donde la llenó en la cantidad indicada por su doctor, y al verle, asintió antes de volver donde antes.

"Calma, esto va a doler solo un segundito," aseguró en su siempre voz suave, y al inyectarle su medicamento, el gimoteo se prologó, pero se apagó en los segundos siguientes. "Sh, está bien, todo va a estar bien. Lo estamos."

Siguió acariciándolo en su consuelo, y al ver cómo su bebé se calmaba de a poco, sonrió al inclinarse aun con su mano en ese pelo castaño brillante, suave y lacio entre sus orejitas.

"Oye, ¿quieres hacer algo divertido? Vamos, hay que quitarnos este mal trago. ¿Y si te visto?" Propuso en su intento por recuperar su ánimo. No solo el del bebé, sino el suyo. Asintió enérgico, y en su propia aceptación, continuó el entusiasmo. "Uy, tengo el conjunto perfecto. ¿Recuerdas ese traje de principito que te compré ayer? ¿Y si lo probamos hoy? ¡Sí! Sé que te va a quedar hermoso, y te podré poner más cosas. Vamos a tomarte fotos, a la comunidad va tanto a gustarle verte," se rio, de nuevo animado.

Aun habló al alejarse en su caricia, pero lo que dijo ya no importó mucho para su bebé. Después de aquello, estaba un poco adormecido, la medicina lo dejaba medio apagado, mas, estaba siempre listo para seguir a BaekHyun en lo que quisiera.

Era todo lo que podía hacer al verlo salir del comedor a su habitación de la tercera puerta.

『✧✦✧』

En la noche, unos golpes terminaron despertándolo. BaekHyun se paró casi de inmediato, porque el sonido de algo muy pesado que parecía lanzarse contra una pared lo descolocó bastante.

Ese sonido venía de abajo. ¿Qué estaba haciendo su vecino a las...–revisó su reloj de al lado–... cuatro de la mañana?

Al voltear a su derecha en la cama pudo ver que su bebé seguía durmiendo junto a él. Eso era un alivio, pero no creía que pudieran continuar de ese modo si su vecino seguía haciendo aquello de esa forma. Además...

"Va a ser regañado si es que sigue así," se dijo para sí entre un suspiro. Recordaba bien al viejo portero hablando de él y sus molestias por escucharlo trabajar en las noches. Si era así solo iba a tener problemas. "Maldita sea..."

Tomó su celular. Había pensado que podría mandarle un mensaje para decirle que le bajara a eso, pero al oír una sierra, supo que era imposible que lo tuviera cerca de él, y que ni siquiera escucharía una llamada.

Otro suspiro salió de sus labios más como una queja, y se paró al prender su lámpara junto a él. Atravesó su cuarto en diagonal para ir hasta su clóset en la esquina, donde tomó un ligero suéter beige que pudiera cubrirle un poco su simple conjunto de pijama tipo bóxer que traía puesto.

Al voltearse, encontró los ojos de su bebé ya abiertos. Lo estaba mirando, casi como si preguntara mudo a BaekHyun lo que estaba esperando de él.

"Tranquilo, no es nada, solo voy abajo por unos minutitos. Volveré más tarde, intenta dormir de nuevo," con su leve caricia y un beso a su cabeza, BaekHyun lo dejó para salir con sus llaves en la puerta.

En su ausencia, su bebé quiso bajarse de la cama, como si lo pensara seguir, pero fue un poco torpe para moverse en su letargo. Lloró ante el golpe. Eso BaekHyun ya no lo escuchó ni pudo ayudarlo a recuperarse, porque ya iba abajo en el ascensor para hablar con su vecino.

El ruido fue más fuerte en el piso de abajo, y la verdad se preguntó cómo era que sus vecinos de ese piso no lo estaban molestando, con todo eso, cualquiera creería que fuera a tener una fila de personas enojadas que quisieran reclamarle. Tal vez era el hecho de que ya lo conocían.

Siempre trabajaba por las noches, su trabajo era algo especial, y quizá algunos tenían el sueño muy pesado o usaban tapones para evitarse las molestias de hacer una pelea ahí en los pasillos. Debía recordarse que la gente ahí era vieja, tal vez no tenía ganas de pelearse con un joven que bien podría callarlos de un golpe. Claro que no creía que KyungSoo fuera a golpear a unos ancianos, pero bueno...

Se cargaba un humor de perros cuando lo interrumpían en su trabajo, así que no iba a juzgarlos por evitarse la incomodidad. Él, por su parte, era otro caso.

"¡KyungSoo!" Al tocar con palma abierta la puerta del 308, BaekHyun se sumó al escándalo de la sierra. No le preocupó fastidiarlo, no se detuvo hasta conseguir una respuesta. "¡KyungSoo! Por favor, ¡bájale! No dejas dormir, ¿es necesario hacer esto ahora mismo?"

Fue ese el momento en el que, tras un último golpe, la puerta fue abierta. De una, la sierra se apagó y lo siguiente que hizo fue abrirle. BaekHyun vio cómo atascó su puerta con la cadena que le imposibilitó asomar toda su casa de primera mano, pero eso no quitó que apareciera como un fantasma.

"¿Qué?" Cuando KyungSoo habló grave, con el rostro sudado y su cabello negro pegado a sus sienes por lo mismo, BaekHyun suspiró en una mueca. Veía que estaba usando su traje entero rojo, el mismo que era como equipo para su trabajo, y eso claro que le dio la idea de lo que estaba haciendo, si ya lo suponía, pero igual, ¿era necesario responder a esa pregunta cuando estaba claro a lo que venía?

"¿No tienes nada mejor que hacer, maldito mocoso?" BaekHyun regañó, en lo que KyungSoo rodaba los ojos. Al cerrar la puerta de nuevo, bufó. No tardó mucho en abrirle, ya sin la cadena para ver su cuerpo entero. Todavía no le daba imagen de su casa–que en distribución debía ser similar a la suya, después de todo, era un complejo de apartamentos en las mismas dimensiones, sin decoraciones–, sin embargo, indicaba que podía prestarle atención. Recargado en su puerta, con el cabello en punta al revolverlo un poco, BaekHyun vio esa piel tersa arruinada por la suciedad de su trabajo, y los ojos llenos de bolsas por descuidos en sus horas de sueño como ahora estaba demostrando. KyungSoo podía ser tan guapo, pero el solito se arruinaba con su comportamiento. "¿Acaso no te has dado cuenta de lo que haces?"

"¿Qué carajos quieres? ¿Qué no ves que estoy ocupado?" El trato no parecía ser el más amable entre ellos si alguien escuchaba, sin embargo, eso era algo usual. BaekHyun había dominado el arte de tratar en un mismo nivel a KyungSoo. La verdad, eran buenos amigos desde hace tiempo, se habían mudado casi el mismo día y como los únicos dos chicos más jóvenes que se habían quedado por más años por ahí, había sido casi imposible que llegaran a perderse del otro cuando bien pudieron encontrar algo que compartir en gustos entre ellos. Ese tipo de eventos habían hecho justo que se conocieran tan bien, y después de hacerlo, las dinámicas solo se habían aprendido.

Si KyungSoo era grosero con él solo por interrumpirle en su trabajo, entonces, BaekHyun debía contestarle de un mismo modo. No iba a rebajarlo ni hacerlo creer que podía estar encima cuando él era su mayor, y también el que tenía más por quejarse. No eran siempre así, se querían mucho, eran casi como hermanos, pero bueno... los hermanos también llegaban a pelearse a veces.

"¿Ocupado en qué?"

"Trabajo."

"Siempre dices lo mismo," KyungSoo puso otra vez sus grandes ojos en blanco, y con lo expresivo que llegaba a ser, a BaekHyun llegaba a fastidiarle. No importó, no iba a dañar con un golpe esa bonita cara, y si era sincero, le daba un poquito de asco tocar a KyungSoo en ese estado. Con todos esos fluidos en su piel era... solo no. Mejor usaba sus palabras. "Trabajo, trabajo. ¿Es que no puedes trabajar en otra hora?"

"No podía dormir, tenía que entretenerme en algo," KyungSoo se encogió, lo que le hizo abrir la boca con una queja atorada que solo no salió. No tenía caso ahora discutir, en ocasiones KyungSoo era imposible.

"Bueno, a diferencia de otros, algunos sí tenemos un horario y trabajamos. Queremos dormir suficientes horas para no desperdiciar maquillaje en ojeras," KyungSoo suspiró, mas, al aceptar en un asentimiento muy renuente, terminó por verlo cambiar un peso de un pie a otro en lo que parecía cruzarse de brazos para ir por otro lado en su conversación.

"¿Cómo te ha estado yendo?" Lo que fue extraño si pensaba que solo había venido ahí para apagar ese ruido. No negó el escucharlo, en realidad, todavía no esperaba irse; no obstante, su curiosidad en ese inesperado giro le trajo un ceño que KyungSoo calmó al explicarle: "Escuché que te llamaron a la estación de policía. ¿Fue para...?"

"Una interrogación por lo de ChanYeol," KyungSoo asintió, y en sus labios apretados, BaekHyun no tuvo mucho qué decirle. Aún le era incómodo tratar ese asunto y más en voz alta a plena vista, con cualquier persona que pudiera escucharlos, así que, no dio muchos detalles. Solo fue su turno de encogerse y responder de esa forma.

"Tranquilo, BaekHyun, todo va a estar bien, ya sabes cómo es esto."

"¿En serio lo sé?" BaekHyun dijo ahora al morderse el labio. Casi que lo estaba masticando por sus emociones al límite con ese tema que llegaba a ponerlo ansioso y había intentado ignorar al enfocarse en otras cosas dentro de su casa–de su refugio solo para él–, y seguro debió reflejarse en todo su rostro hasta arrugado, porque KyungSoo asintió al colocarle una mano enguantada en cuero en su hombro.

"Sí, lo sabes porque así es."

"No lo sé, KyungSoo, el asunto con ChanYeol es..."

"¿Qué te dijo la policía?"

"Ellos no tienen ni la más mínima idea de lo que le ha sucedido. No hay datos ni nada con lo que puedan empezar la investigación. Cero registros. Sin contactos ni algo que lo relacione... ¿es posible que en verdad lo encuentren?"

"¿No dicen que si no hay noticias significan buenas noticias?"

"No cuando eso puede indicarte como el mayor sospechoso. Aparentemente soy el único relacionado a ChanYeol aquí. Ellos," sorbió ruidosamente su nariz al pasarse el dorso. "Creen que yo lo hice."

"BaekHyun..."

"Me están culpando a mí, KyungSoo."

"Tranquilo."

"¿Cómo quieres que me tranquilice? No puedo tranquilizarme, ¡no con ChanYeol!" Ante ese grito inesperado, KyungSoo lo atrajo para un abrazo. Entonces, BaekHyun quizá hubiera dicho que podía desagradarle el aspecto que mostraba de su cuerpo en su cara, pero esa reacción fue sumamente necesaria. La quería, y la aceptó casi con gusto en un llanto suave que correspondió sobre su hombro al ocultar su rostro en las prendas sucias del vecino.

"Todo va a salir bien, no estás solo en esto."

Asintió, porque eso era cierto. BaekHyun tenía a KyungSoo con él para ayudarlo. Siempre había sido de ese modo.

De alguna forma, ellos se entendían tan bien justo por eso. No era como si fueran mejores amigos, pero podían comprenderse, y se habían apoyado en más de una ocasión que era difícil pensar se pudiera romper ese lazo que se había estrechado sobre hierro en su relación.

KyungSoo lo había salvado más de una vez, con su trabajo en la informática, como un doctor de la tecnología, lo cierto era que lo había auxiliado en tanto que él apenas entendía y le era a veces necesario en lo suyo. Algo simple, sí, quizá, pero el apoyo era recíproco cuando luego llegaba BaekHyun para ayudarlo como en ese tipo de situaciones.

En momentos tan desesperados como eran esos, donde uno podía pender de un hilo por un mal manejo de lo suyo, se volvían un equipo. De mundos diferentes, con gustos en común.

La de veces que había cubierto a KyungSoo en ese tipo de casos lo avalaba.

"Todo va a solucionarse pronto, BaekHyun, ya descubrirán las cosas que ellos deben. Y tú y ChanYeol estarán bien, juntos como siempre," BaekHyun asintió otra vez ante sus palabras, y al separarse por sentir que ya era tiempo, lo agradeció.

"Debo regresar a casa," al final, no podía olvidarse de eso. Ya era tarde, mañana él tenía trabajo, y así como KyungSoo, necesitaba recuperar unas cuantas horas de sueño que esperaba no dañar su cutis sobre todo tras el llanto. "Por favor, deja lo que estás haciendo, mañana puedes seguir con lo que sea que hagas, sin hacer tanto ruido."

"Está bien, usaré la próxima vez el cuarto insonorizado cuando trabaje en estas horas," eso estaba bien, al menos era un cambio. Sabía que a KyungSoo le gustaba a veces llamar un poco la atención, pero vamos, ese no era el modo. "Descansa, BaekHyun."

"Y tú," se despidieron solo así, y al irse, BaekHyun ya no dijo mucho.

También había que mantener ciertos límites. Por más que pudieran apoyarse y conocer, BaekHyun entendía que adentrarse mucho a los asuntos del otro podía involucrar problemas en un futuro, y él no estaba esperando deshacer su relación con KyungSoo solo por descuidos.

Abandonó ese piso y volvió al suyo en un toque. Tras entrar a su apartamento, quiso tanto solo ir a dormir por el desgaste emocional que había pasado en tan poco tiempo, pero no esperó que a la puerta fuera a encontrar a su bebé en el suelo, con una extremidad estirada como si intentara alcanzar la chapa.

BaekHyun fue sorprendido por eso, tal vez se había ido más tiempo del que esperaba, y su bebé lo había extrañado. Vaya, qué descuido, justo lo que estaba hablando, esto era lo que menos esperaba en su vida. No podía tener ese tipo de descuidos sabiendo el momento de su vida ante el que estaba pasando.

"Oh, por Dios, bebé, ¿estás bien? Pero ¿qué haces aquí, fuera del cuarto? ¿Acaso me tardé mucho?" El lloriqueo de su bebé fue lo único que lo recibió, y ante su mal gesto, BaekHyun se agachó para tomarlo por su pequeño rostro, entre caricias que le sacaron una sonrisa por la ternura que le daba ahora el gesto. Había vuelto a su santuario, su casa, como siempre, era su pequeño refugio donde podía fingir que nada de lo que afuera ocurría llegaba a afectarlo. "Lo siento, no me di cuenta de lo mucho que tardé. Debí ser más atento, ¿no? ¿Estabas preocupado de que no volviera?"

Entre gimoteos inentendibles y lágrimas que no podían soltarse, BaekHyun lo entendió para pedirle otras disculpas que vinieron de la mano con su:

"Está bien, no me voy a ir, bebé. Estoy aquí, y ya es hora de que vayamos a la cama de nuevo."

Como pudo, cargó a su bebé para volver juntos a lo mencionado. Su bebé era de una talla grande, pero eso no quitó que pudiera llevarlo entre sus brazos y diera otro beso en su frente que le trajo la sonrisa más brillante de la noche en la que tranquilizó todos sus malestares al reposarlo bien entre sus sábanas como antes.

"Tranquilo, ya no hay que preocuparnos. Todo va a estar bien, siempre."

En la imitación del consejo de KyungSoo, BaekHyun se metió junto a su bebé en la cama, y lo abrazó para asegurar lo mismo. No había razón para creer de otra forma, era todo lo que había.

Iba a estar bien. Tenía que serlo.

『✧✦✧』

Había llegado el viernes finalmente a ellos. BaekHyun se alegraba más que nadie, no solo porque eso significaba descansar de su trabajo, sino porque podía darse unos días de relajación a su gusto. Eran días sagrados ya que aparte de despertar o despreocuparse de sus labores diarias y las angustias que lo habían estado persiguiendo al salir cada día de su casa, él podía encerrarse en su refugio y encontrar todo aquello que le trajeran la alegría en las cosas más simples.

Los comentarios de lo que había subido en sus redes con las comunidades era algo de eso. Se alegraba de ver cómo la gente le alababa lo que había hecho con su bebé, lo adorable que estaba y el tan bien cuidado que lo tenía. A él le gustaba que pudieran compartir su pensar, porque su bebé era hermoso, era la cosa más bella y perfecta en su vida. Se había esforzado en hacer esto y conseguir algo similar, así que no había más que la alegría de ver cómo era tan aclamado por lo suyo.

El problema fue que esa alegría de saber que era viernes, su casi fin de semana de relajación y de ver los comentarios en sus redes por las fotos subidas de su bebé en trajecitos se le había arruinado por una simple situación.

La detective Nam JiHyun le había mandado un mensaje. Le estaba informando que habían obtenido el permiso de hacer un registro a su casa, y ahora... prácticamente le estaba avisando que irían mañana para verlo.

Eso le movió todo el piso. Cuando recibió tal mensaje en el camión de regreso a su casa, no hizo más que desesperarse. Casi lloró en el transporte, pero su contuvo. Cuando sí lo hizo fue cuando llegó a su unidad. Al bajarse casi en trote, sin preocuparse por empujar a gente que pasara junto a él o ser grosero tras ignorar el saludo del viejo portero, subió desesperado en el elevador al piso 3. Tanto quiso encontrar algo de consuelo en KyungSoo por ese derrumbe, pero el malnacido no estaba en su casa esa tarde.

Por más que tocó, nunca le abrió. En cambio, BaekHyun escribió como loco tantos mensajes que de alguna u otra forma debieron preocuparlo. Porque cuando recibió una llamada a su celular de este, ya en su casa y con la puerta cerrada, no le importó ignorar a su bebé que lo esperaba como todos los días en su casa para soltar el llanto que se le había acumulado de caminar de un lado a otro en su entrada como si cavara un hoyo en ese espacio.

"¿Qué sucede?" KyungSoo preguntó tan alterado en la línea. Su llanto no lo hizo mejor, BaekHyun se detuvo a mitad del recibidor con una mano en su cabeza en su semijaleo a su cabello que lo retuvo de hacer cualquier otra cosa impulsiva. "BaekHyun."

"Ellos van a venir. Van a venir aquí, KyungSoo," fue difícil decirle eso, en realidad, a KyungSoo también le fue casi imposible entenderlo. Entre llanto, gimoteos, sollozos, una nariz roja y congestionada que no paraba de afectarse por la fuerza con la que traía ese sentimiento, BaekHyun dijo las cosas de una manera incomprensible. Sin embargo, esas fueron sus palabras, en su cabeza se escucharon de ese modo, y de alguna forma, KyungSoo pudo descifrarlas en lo que le seguía diciendo: "Dijeron que tenían una orden, que debía cooperar, porque si no lo hacía, se consideraba obstaculizar una investigación, y eso es un delito. ¡Pueden meterme a la cárcel si me niego! Tengo que apoyarlos, pero yo... yo... yo... ¡no puedo!"

"BaekHyun, por favor, cálmate. Dime, ¿dónde estás en este momento? ¿Estás con alguien?"

"KyungSoo, ¡ellos van a venir aquí! Aquí, a mi refugio, ¡a mi casa! Mi casa de muñecas..."

"Ellos no van a hacerte daño."

"Pero mi bebé–"

"BaekHyun, escúchame bien, tienes que tranquilizarte ahora mismo. Si sigues de ese modo, vas a asustar a tu bebé, ¿eso es lo que quieres? ¿Quieres asustarlo?"

BaekHyun dio una mirada a su lateral. Su bebé estaba sentado como siempre en el comedor, sin moverse, y tan bello como solo él, no pudo hacer más que retirar la mirada para que no lo viera de esa forma. Estaba hecho un asco, se veía horrible. Había arruinado su maquillaje, y más allá de eso, entendió las palabras de KyungSoo.

No quería asustarlo. Él era perfecto.

"Pero, KyungSoo..."

"¿No les dijiste que vinieran a tu casa cuando ellos quisieran hacerlo?"

"Sí, sí lo dije, pero..." sorbió al restregarse la mitad de su rostro. "No creí que de verdad fueran a hacerlo. ¿Acaso hice algo mal en el cuestionario?"

"No, ellos solo están haciendo su trabajo. Y al igual que tú, deben actuar de la mejor manera. Así que, ponte recto en esto y acepta como se debe esa petición, que esto solo es el inicio del asunto. Si quieres que todo vaya bien, debes fortalecerte, BaekHyun, debes ser rudo, soportar y dar la cara en lo que corresponde. ¿Me entendiste?"

"Quiero hacerlo, pero... no puedo dejarlos entrar a mi casa. ¿Qué voy a hacer ahora?"

"Reúnete conmigo hoy por la noche. Hablaremos de eso en cuanto sea posible. Estoy ocupado en estos instantes, mientras solo cálmate, ¿ok? Tu bebé va a necesitarlo," asintió, cierto. Eso era cierto. Su bebé lo necesitaba siempre. "No hagas más escenas. Solo cálmate e intenta relajarte con lo que haces."

"¿Puedo jugar mientras te espero?" KyungSoo asintió, y sobre sus lágrimas secas, BaekHyun sonrió tenso. "Ok, llámame cuando llegues. Gracias, KyungSoo."

La despedida fue rápida al terminar aquello. Tan pronto BaekHyun pudo limpiarse el rostro en la segunda puerta al medio de su habitación y cuarto de servicio, en lo que respiraba un buen par de veces para eliminar el rastro de esas emociones negativas que buscaban consumirlo, salió de ahí y se reunió de nuevo con su lindo bebé en el centro de su comedor.

Ese mismo hombre que lo estaba esperando, inmóvil, sentado en una de las sillas de su comedor y tan bellamente arreglado con su traje azul que solo un rey podía portar tan bien como él lo estaba haciendo. Pero claro que lo hacía, si ChanYeol era hermoso por donde sea que lo mirara.

BaekHyun no había encontrado espécimen similar a este. Era la pieza que estaba buscando, lo que deseaba con todo su ser, en toda su vida que había estado esperando para armar su casa de muñecas, como él gustaba de llamar a su refugio.

Eso era, después de todo. Era su casa donde él podía jugar con su bebé, donde lo iba a mantener siempre consigo, cuidado y protegido de todo ese mundo que quería alejarlo de él, y que podía hacerle daño en su perfección que solo hallaba en él porque sus características las había marcado bien desde el primer momento en el que pudo poner manos en su rostro al maquillarlo.

ChanYeol tenía la cara de un rey, y más que eso, era todo lo que deseaba conservar a su lado.

Nadie iba a quitarle a su tesoro. Ni siquiera esa policía que lo estaba investigando.

"Tranquilo, está bien, vamos a estar bien," se lo dijo justo de esa misma forma que KyungSoo le aseguró, y al acariciarle el rostro congelado en una misma expresión sonriente que él había maquillado, apenas lo tocó para no arruinarlo, en lo que llegaba a acercarse por completo a su lado. "Nadie va a separarnos. KyungSoo dijo que nos ayudaría. Nosotros estaremos juntos por siempre, mi bebé," resonó abrazado ahora a él, aun de pie y con sus brazos amarrados al nivel de su nuca, en lo que prefería llamarlo: "Mi hermoso muñeco."














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Y la verdad se ha develado con eso... en realidad, no sé si ya lo estaban esperando, con lo raro que tal vez fue todo este capítulo en lo que hablaba BaekHyun, describiendo situaciones en su casa y con su "bebé", bueno, supongo que pudimos dejar demasiadas pistas, pero...

Si igual se sorprendieron, de cierta forma, me alegro. Esta parte era la completa revelación de lo que está pasando en esta historia y de lo que va en sí, si lo supieron desde un inicio o solo hasta que se dijo con todas las palabras, no importa, porque eso era lo que debía saberse en cualquier momento por aquí~

Yo solo espero de menos puedan ver lo que el panorama trae con eso. Es aquí cuando la historia escalona, y si ya se estaban asustando en el comportamiento de nuestros personajes sobre esta parte, déjenme decirles, se va a poner más grave 💀

¿Qué les parece eso? ¿Ya se prepararon para sufrirle en lo que sigue?

Es terror, después de todo, y no hay que olvidar que tenemos ciertas advertencias especificadas desde la sinopsis 😬

¿Algo que decir sobre el descubrimiento de lo que ha hecho BaekHyun? ¿Qué piensan que sucede en esa pobre mente retorcida?

¿Y qué me dicen de los otros personajes? Con KyungSoo... y nuestra víctima ChanYeol :'v

Hasta aquí les dejo. Las respuestas de esta última pregunta seguro van a darse en la siguiente parte, así que aguanten para cuando pueda leerse, va a estar muuuuy interesante. ¡Muchas gracias por leer hasta aquí! Espero leerles en lo que se viene, ¡hasta entonces! 💙💀

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