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𝑇𝑟𝑒𝑠

 — ¿En serio no quieres que te acompañe a tu nuevo hogar? —mi madre está muy inquieta mientras mis maletas y bolsos en la cajuela del taxi—SoHee, cielo, piénsalo bien, no necesitas irte.

— Ya lo he decidido mamá, además, me ayudará a madurar—chequeo que todo esté en orden cerrando la cajuela, la abrazo dando palmaditas a su espalda—Vendré a visitarte.

— ¿Sólo a mamá? —Jimin aparece sonriendo divertido—Si esa compañera que tendrás es muy problemática siempre puedes volver.

Sí, ellos no sabían quién sería realmente mi "compañero", sé que no me dejarían ir si supieran que compartiré techo con un hombre, especialmente Jimin, puede ser muy sobreprotector cuando se lo propone.

— Cuida de mamá y deja de traer problemas a casa—lo abrazo despidiéndome.

— Si necesitas ayuda con la comida puedo prepararte un poco...

— Estaré bien, mamá—sonrío un poco—No me iré del país, tu hija tendrá su espacio—subo al taxi cerrando la puerta. Me despido de ellos moviendo mi mano por la ventana, debo admitir que verlos quedar atrás me pone un tanto...melancólica y nerviosa.

Puedo sobrevivir, claro que sí.

•••

El departamento está muy silencioso, creo que estoy sola porque no escucho nada, dejo mis cosas en mi nueva habitación, me dejo caer en el colchón de aquella cama algo cansada pero hambrienta. ¿Sería descortés o atrevido si invito al chico a comer algo? Saco mi celular del bolsillo de mi pantalón, reviso los números que tengo guardados escribiendo y enviando un mensaje.

SoHee:

Hola, ya he pasado todas mis cosas a la habitación, ¿Te apetecería comer algo? ¿Te gustaría algo en específico?

— Por Dios, eso suena como si estuviera acosándolo—susurro. Niego con la cabeza mirando mi cuarto, respiro profundo buscando otro nombre en mis contactos, acerco el celular a mi oreja, pero la llamada no cae.

SoHee:

Finalmente me he mudado, doctora Bae. Estoy en mi nuevo hogar.

Apenas envío el mensaje uno nuevo me llega.

JungKook:
No estoy en el departamento, lo siento.

— Bueno, al menos dijo lo siento—me levanto de la cama—Será mejor que vaya al mercado.

•••

El refrigerador estaba literalmente vacío, sólo tenía unas botellas de agua y algunas frutas que ya estaban dañadas. ¿Qué se suponía que comía este chico? Lo que había comprado no era mucho, alcanzaría para una persona, pero viendo la situación podía compartirlo, por la noche preparo algo de comer, sé que JungKook no vendrá ya que él mismo dijo que no estaba en casa por las noches, frente al televisor de la sala hay una mesa de café donde coloco los pequeños platos con porciones de comida, me siento en la alfombra colocando un canal de películas. Tomo mis palillos dando el primer bocado a los rollos de huevo que hice, mi celular vibra en la mesa con un mensaje de mamá.

Mamá:
¿Ya cenaste, cielo? ¿Todo bien con tu compañera? Recuerda mantener tus cosas ordenadas, te quiero.

Sonrío inconscientemente negando con la cabeza, a mi madre le costaba ver que sus hijos habían crecido.

Mientras le respondo escucho el seguro de la puerta, levanto la cabeza sorprendiéndome al ver al dueño del departamento, tiene un cubrebocas negro, viste totalmente de negro, sólo puedo ver sus ojos oscuros. Aquella chaqueta de cuero lo hace ver más musculoso, me levanto de inmediato tragando con dificultad.

— Buenas noches—saludo haciendo una pequeña inclinación de cabeza. JungKook me imita sin decir nada, simplemente va hacia su cuarto cerrando la puerta.

Tomo asiento de nuevo algo incómoda por esa reacción, no puede ser difícil convivir con él, ¿Cierto? El contrato que firmé decía que tenía una duración de seis meses, si luego de eso no estaba a gusto podía irme sin problemas, pero si rompía el contrato tendría que pagarle más dinero de lo acordado al chico, algo así como una multa.

Como en silencio y mastico para luego tragar, miro la televisión sin prestar mucha atención, JungKook sale de su cuarto dirigiéndose al baño con prisa, tiene una toalla en su hombro, cierra la puerta y poco después puedo escuchar la ducha. Me quedo paralizada cuando soy consciente que el chico saldrá en toalla del baño, como lo más rápido que puedo llevando todo al fregador. Me apresuro a limpiar todo, apago el televisor y casi corro a mi cuarto cerrando la puerta.

Sí, sé que debo acostumbrarme, pero...necesito tiempo.

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