Jennie era más amable de lo que creía, me buscaba conversación cuando estaba callada mucho tiempo, me integraba a ellos realmente, TaeHyung se mantenía atento a ella por si quería algo, me parecía linda esa relación, ambos se complementaban bien, JungKook parecía más relajado con ellos dos, seguía siendo retraído pero no tanto, aun así en todo ese rato en el bar no comentaban nada sobre la vida privada del otro, no quería ser descortés y rechazar los tragos, hace una hora había comenzado a sentirme mareada, nunca tuve soporte con el licor, eso era lo de mi hermano, queriendo ser amable para los amigos de JungKook ignoré ese hecho intentando ser fuerte.

Tae me invita a jugar billar, nunca he jugado eso, ni siquiera le entiendo al juego, junto a Jennie tienen la paciencia de explicarme qué debo hacer, siento que el suelo se mueve bajo mis pies si me muevo mucho, mis mejillas se sienten calientes, voy al baño y compruebo en el espejo que mis mejillas están rojas, debo dejar de beber o tendré una terrible jaqueca mañana.

Me dirijo a la mesa tomando mi pequeño bolso, lo coloco en mi hombro y salgo del bar escuchando mi nombre a lo lejos. Toco mi frente sin ver un taxi cerca, tendré que caminar un poco, alguien toca mi brazo para luego soltarme, JungKook me mira sin entender.

— ¿A dónde vas?

— Voy al departamento—mi voz suena un tanto rara, quiero mantenerme derecha, pero no soy yo la que habla, al menos no lo siento así—Iba a tomar un taxi porque me da miedo que conduzcas ebrio.

JungKook levanta una de sus cejas cruzándose de brazos. Sus mangas están subidas hasta sus codos dejando el tatuaje o parte de éste expuesto en su antebrazo derecho.

— No estoy ebrio, pero veo que tú lo estás.

— Un poco—asiento—Descuida, me iré ahora para evitarte problemas—camino hacia el borde de la acera.

— ¡SoHee! —JungKook me jala hacia atrás en el momento que un auto pasa a velocidad, mi espalda choca con algo duro y es su pecho. Un poco más, estaría tendida en el suelo camino al hospital, su cabello ya no estaba húmedo, ¿Cómo es que alguien luce tan jodidamente bien con cualquier cosa? —Ten cuidado—me suelta alejándome de la acera.

— Lo tendré, ¿Por qué no vas con tus amigos?

— Será mejor entrar—me lleva consigo, de nuevo estoy en la mesa donde están las botellas vacías con algunos bocadillos, pero JungKook no me deja beber.

— Creo que ya has cruzado tu límite, hablaré con Tae y nos iremos...

— ¡No! —lo detengo y jalo de su brazo obligándolo a sentarse a mi lado—Hablemos, ¿Sí? —él se levanta de nuevo y repito la acción de antes—Ya, ¿Por qué siempre huyes de mí? —exijo saber. Quiero callar mi boca, pero todo sale naturalmente—Intento acercarme a ti pero tú, Jeon JungKook, te alejas negándote a cooperar—el chico me mira atentamente— ¿Por qué me miras así? Tienes suerte de que me parezcas atractivo, si fueras otro chico ya me habría mudado.

— ¿Vives en el departamento porque...soy atractivo? —pregunta incrédulo cruzándose de brazos sobre la mesa.

— No—frunzo el ceño—Vivo en ese departamento porque no sé que estoy haciendo con mi vida—me rio un poco de mi desgracia—Fui infantil huyendo así, ¿Acaso está mal ver cómo tu hermano vive su vida mientras es joven?

JungKook ladea su cabeza mirándome, pareciera que está pensando algo, TaeHyung y Jennie siguen jugando en una de las mesas de billar, enserio me agrada esa pareja.

— ¿Envidias a tu hermano?

— Quiero a mi hermano—contesto—En la primaria lo defendía de aquellos que lo acosaban por su peso—sonrío un poco—Él también era víctima de los rumores, por eso intento entenderte—toco su hombro y se tensa retrocediendo un poco— ¿Ves? No puedes hacer eso, ¿Acaso me detestas por insistir contigo?

— Yo no...

— Todos envidiamos a alguien en esta vida—doy un ligero golpe a la mesa—Todos odiamos a alguien, así son los humanos, cuando deseamos algo que otra persona lo tiene...podemos hacer cualquier cosa para conseguirlo, un ejemplo es mi madre, ella se rindió y dejó de luchar por papá, alguien más deseaba lo que tenía logrando quitárselo—niego con la cabeza chasqueando la lengua—Pero...esa persona sólo se robó algo.

— No creo que tu padre sea un objeto para ser robado.

— No lo sé, nunca me he enamorado—me encojo de hombros—Eso también le preocupa a mi hermano y mi madre—suspiro—Mi padre tiene falsas esperanzas en mí, ¿Sabes? Todos lo tienen, esperan que sea algo, pero no soy nadie.

JungKook me mira en silencio unos minutos, no sé qué está pensando, pero parece analizarme. Un sentimiento de tristeza me invade repentinamente.

— Eres importante para ellos, estoy seguro.

— ¿Sabes qué quieres hacer en tu vida, Jeon JungKook? —cuestiono—He tenido diferentes sueños desde niña, pero con veintidós años no sé a dónde ir—sonrío tristemente—Me fui de casa porque quería probarme a mí misma, quería...ser independiente, ser adulta, alejarme de los mimos de mi madre, no me molesta, pero...cuando no conoces a nadie y estás en tu habitación...

— Te das cuenta que siempre has estado solo toda tu vida, ¿No?

Lo miro ante su interrupción, ambos nos miramos fijamente, mis ojos pican un poco, parpadeo varias veces asintiendo.

— Esta mañana cuando Irene dijo que no trabajaría pensé en eso.

— ¿Por eso estabas decaída?

— Sí—suspiro—No tengo amigas de la escuela, ni siquiera tengo a ningún chico que esté luchando por mí—algunas lágrimas salen de mis ojos. Llevo mis manos a mi cabeza apoyando los codos en la mesa—Soy un fracaso, JungKook—sollozo de repente como una bebé, sollozo porque no sé a dónde ir en mi camino, no sé qué quiero ser ni a donde quiero llegar, no tengo un trabajo que sea del todo...estable y que me permita vivir bien, ser independiente apesta.

Quizás deba regresar a casa y dejar de jugar a ser adulta.

— Somos dos fracasos—mi llanto se interrumpe ante sus palabras—Somos jóvenes, podemos equivocarnos e intentarlo de nuevo—me mira, sus ojos son más bonitos de cerca—El fracaso puede cambiar cuando sigues intentando, quizás sólo debas seguir intentando hasta que consigas tu lugar, SoHee.

Esas palabras me causan una especie de confort extraña, es primera vez que hablo de esto con alguien.

— Seguiré fallando.

— De eso se trata la vida—indica—Fallar, intentar y luchar.

Sonrío un poco limpiando mis mejillas.

— ¿Eso haces siempre? —su rostro cambia un poco, respira profundo respondiendo.

— Lo intento.

— Eres una buena persona—toco su brazo y esta vez no se aleja, con mi pulgar acaricio el tatuaje que tiene en su antebrazo—Tienes amigos, me gustaría tener esa clase de amigos que te llaman para beber algo—comento. JungKook mira lo que estoy haciendo, pero no me aleja—Me gusta tu tatuaje—digo de repente—Quiero hacerme uno, a mi padre nunca le han gustado.

— Eres mayor de edad, puedes hacértelo.

— Me da algo de miedo—admito avergonzada.

— ¿Por el qué dirán?

— No, por la aguja—rio un poco—Mi hermano tiene uno por sus costillas, son unas letras, a mamá no le importó que marcara su piel—acaricio la flor en su piel—Me gustaría escribirme una frase que al verla me recuerde que no debo rendirme.

— SoHee.

— ¿Mmm? —dirijo la vista a él.

— Eres una buena persona—susurra y sonrío tontamente. Él sonríe un poco, me encanta esa sonrisa, es primera vez que sonríe de esa manera, no es arrogante ni nerviosa, es sincera. Apoyo mi cabeza en su hombro y siento como recarga su cabeza de la mía, cierro mis ojos al sentirlos pesados en medio de esta comodidad.

Somos buenas personas que fracasamos y luchamos esperando no fallar en el intento.

Una seguidora de la historia me envió esta portada que hizo :3