No me apetece que mamá venga al departamento, por lo cual decido ir a casa a visitarla. El día ha estado con algo de lluvia, el paraguas me cubre de las gotas que caen, es transparente y puedo ver cómo éstas se deslizan hasta caer al suelo, en casa está mamá sola.

— ¿Y Jimin? —dejo el paraguas a un costado de la puerta siguiéndola a la cocina.

— Salió con un amigo, le dije que este clima era de locos, pero no me escuchó—asiento mirando alrededor— ¿Estás bien?

— Sí—miento forzando una sonrisa—Creo que fue buena idea que haya venido, no puedes mojarte con esta lluvia.

— Aun así, sigue en mente mi plan de ir—indica—Sacaré del refrigerador lo que guardé para ti y tu compañera—comienza a sacar algunos envases colocándolos sobre el mesón.

— ¿Mamá?

— ¿Sí?

— ¿Jimin te contó sobre la reunión con papá?

— Dijo que el resultado fue el mismo de siempre, no debiste haber ido, no soporto escucharlos creerse mejor que ustedes.

Es sencillo crear rumores de alguien y esparcirlos, a las personas no les interesa saber si es cierto o no, ellos simplemente continúan la cadena sin saber que dicen. Me reprocho por pensar en JungKook, está de más decir que casi nunca lo veo...otra vez.

— No creo que se alejen mucho de la realidad.

Mi madre cierra el refrigerador volteando a verme.

— ¿A qué te refieres?

— Si lo piensas bien, no tengo una carrera, no seguí estudiando luego de graduarme en la secundaria—miro mis manos jugando con ellas en el mesón—Estoy...paralizada por completo.

— Claro que no, SoHee. Hija, eres muy joven aún—la escucho decir, me recuerda a JungKook cuando dijo lo mismo—Sólo estás probando cosas antes de centrarte.

— Creo que Jimin está más centrado que yo—sonrío ladinamente—Dijo que el próximo año entraría a la universidad o tomaría algún curso para conseguir un mejor empleo.

— SoHee—la miro—Tú también estás haciendo tu mejor esfuerzo, no te compares con tu hermano, ambos tienen sus propios planes.

Suspiro asintiendo. Últimamente he estado muy pensativa con ese tema, desde las palabras de JungKook no dejo de pensar en mi futuro y lo que quiero, ¿Qué quiero conseguir y cómo lo conseguiré? ¿Por dónde empezar?

— Mmm.

— ¿Sigues buscando empleo?

— Así es—asiento—Siempre dice que me llamarán, pero no lo hacen.

— Alguien te llamará, yo lo sé, ten paciencia, pero...

— No voy a volver, mamá, dejemos ese tema por un día, por favor—suplico sin enojarme.

— Bueno, está bien—guarda los envases de comida en un bolso mediano—Espero que a tu compañera le agrade mi comida.

— Nadie se resistiría a tu comida.

— Por cierto, ¿Cómo se llama la chica?

— Ahh...—pienso que decir viéndome en apuros unos minutos—HamSok, sí.

— HamSok—repite algo dudosa— ¿Está estudiando?

— No.

— ¿Es mayor que tú?

— Sí, sólo por un año—prefería no hablar de ello, pero mi madre quiere saber cosas esenciales y de nuevo prefiero mentirle, sobre todo.

•••

La lluvia sigue cayendo, decido pasar la noche en casa ya que no me apetece empaparme con la lluvia, incluso teniendo paraguas corro el riesgo de hacerlo. Jimin llega casi a las cinco de la tarde, su cabello castaño está húmedo, toda su ropa va mojada, el reproche que se gana por parte de mi madre me causa gracia recordándome cuando éramos niños.

Acostada en la que fue mi cama miro hacia el techo pensando en todo y nada al mismo tiempo, he pensado en escribirle a los amigos del chico, pero no lo hago porque dejó en claro que no necesito meterme en sus problemas, ¿Por qué no puedo tener suficiente con eso? ¿Tan masoquista soy?

— Mamá me dijo que te quedarás esta noche—Jimin se acerca con otra ropa seca. Al estar cerca frunce su ceño mirándome curioso— ¿Qué tienes?

— ¿Tengo algo?

— No lo sé, dímelo tú—se sienta al borde de mi cama—Pareces pensativa, mamá dijo que te siente extraña.

— Mmm—paso mi mano por mi cabello—Tengo crisis existenciales, eso es todo, ¿No te pasa a veces?

— La verdad no—se recuesta a mi lado—Háblame, ¿Qué sucede? ¿Problemas en el trabajo?

— No, bueno, estoy buscando otro empleo, trabajaré medio tiempo en ambos trabajos—miro el techo de nuevo mientras la lluvia afuera sigue cayendo— ¿Dónde estabas? Mamá dijo que saliste con un amigo.

— Necesito socializar a veces.

— Es raro que no estés conquistando chicas.

— ¿Qué te hace pensar que no lo estaba haciendo?

— Hubiera traído alguien a casa—sonríe con picardía—Tranquila, desde que te fuiste no he traído a nadie más—aquello no lo creo—SoHee, una pregunta...

— ¿Qué?

— Dijiste que te habías encontrado con Jeon JungKook.

— Sólo lo vi.

— Es lo mismo—continúa— ¿No lo has vuelto a ver?

"¿Por qué pregunta eso?"

— No—respondo sin mirarlo—Sólo fue casualidad.

— Yo lo vi hace unos días—comenta llamando mi atención—Sigue siendo misterioso, ¿No crees?

— Y tú sigues siendo muy tonto creyendo los rumores, me parece absurdo que hablaran de él sin saber nada.

— ¿Por qué te enojas? Sólo estoy comentándote.

— No estoy enojada.

— Pues tu tono no lo dice, casi pienso que ibas a golpearme—lo fulmino con la mirada empujándolo de mi cama. Él cae al suelo y me río a carcajadas, ambos comenzamos a luchar por empujar al otro de la cama, bueno, Jimin intenta empujarme, pero termina golpeándose el pie.

— ¿Quieres seguir jugando? —bromeo cuando se deja caer en la cama de mamá.

— Eres una...bruja.

— Y tú un idiota—le saco la lengua. Voy eliminando la sonrisa poco a poco hasta preguntar— ¿Dónde viste a JungKook?

— Por la calle—comenta tranquilo—Él...sólo caminaba.

— Ya veo.

— Su rostro estaba golpeado—ladea su cabeza. Sin evitarlo me tenso—Eso fue...raro, no pensé que...

— ¿Qué...? —lo invito a continuar, pero él parece darse cuenta de algo, aclara su garganta y se levanta.

— Olvídalo, estamos hablando de algo sin importancia, será mejor ir con mamá a la cocina, de seguro podremos ayudar en algo.

— Jimin—intento detenerlo, pero sale antes de tiempo de la habitación dejándome sola y curiosa por saber que iba a decir.