Parte 4 - reto 2
Llegar al centro comercial no fue difícil —finalmente en Ámsterdam como en cualquier otra gran ciudad, es preferible viajar a pie o en bicicleta que en auto— lo realmente complicado fue pasar desapercibido: las chicas más hermosas que he visto en mi vida me miraban decepcionadas y chasqueaban la lengua cuando les pasaba por el lado, y eso no fue lo peor, lo peor fue que parece que todos los gays de la ciudad se pusieron de acuerdo para caminar por donde yo pasaba ese día y... ¡me coquetearon descaradamente! aún siento dolor en el trasero de tantos apretones, pellizcos y nalgadas que recibí a mi paso.
Cuando por fin llegue al dichoso lugar, mi teléfono celular comenzó a sonar, de nuevo el tono del exorcista hizo acto de presencia.
—Hola querida —dijo Agatha riendo— pensé que no llegarías, tenía fe en que seguro habías conseguido novio.
—Pues sí, aquí estoy y créeme que me siento violado, así que si querías hacerme daño, lo lograste, así que ahora... ¡aparece!
—No, no, no querida Nicky, no has entendido nada, yo no quiero hacerte sufrir...
—¿Ah no? —la interrumpí.
—No... Yo lo único que quiero es divertirme a tus expensas.
—Eres... ¡eres una bruja!
—¿Ese es el peor insulto que me puedes dar? ¡Qué original! —ironizó.
—No, no es el peor, pero soy demasiado educado para decirte lo que pienso de ti.
—Uhm... ¿debo agradecerte?
—No, sólo dime dónde estás y así podemos acabar esto.
—No, Nicky, ¡aún te faltan dos retos! ¿No lo habrás olvidado o sí?
Puse los ojos en blanco, conté hasta diez para tranquilizarme y le pregunté qué quería.
—¿Qué quieres que haga? —Pregunté.
—Por ahora... sólo camina y déjate llevar.
El sonido de la línea vacía fue lo siguiente que escuché. Quince minutos después comenzó a sonar una canción a través de las bocinas del centro comercial, al principio no sabía que hacer al ver como las personas que iban caminando dejaron de hacerlo les seguí el juego para segundos después ser llevado casi arrastras a la plazoleta central del lugar: quedé en medio de un movimiento flashmob.
Todas las personas comenzaron a bailar de manera sincronizada, yo solo quería largarme de allí, pero, al ver que era imposible, les seguí la corriente.
No sé muy bien como ocurrió, sólo sé que terminé bailando en el centro del grupo. Justo estaba comenzando a divertirme cuando los gritos histéricos provenientes de una escultural rubia detuvieron la música.
—¡¿Qué significa esto Nicholas Kirby?!
En mi vida había visto a esa chica, por eso la miré, lleno de confusión.
—¿Yo? —pregunté dubitativo.
—Claro que tú, Nicholas, ¿o debo decirte Nichole? —ironizó mientras señalaba la ropa que Agatha me obligó a usar.
—¿Perdón? —dije— ¿nos conocemos?
—¿Y encima finges demencia? —Se acercó hacia donde estaba y me dio una bofetada antes de ponerse a hablar con todos quienes estaban mirando la escena—. ¿Pueden creer que este sujeto de acá y yo estamos casados hace un par de días?
Todos, incluyéndome, la miramos con asombro, claro, mis motivos eran muy diferentes a los del resto de la audiencia.
—Ya veo porque no funcionaste como hombre ni cuando éramos novios ni en nuestro diminuto tiempo de casados.
—¡¿Que?! ¡Oh vamos, ni siquiera te he tocado!
Al decir eso quise cortarme la lengua.
—¡Y encima lo admites! —me abofeteó de nuevo— eres un... eres un... —dio un grito de frustración— ni siquiera sé decir lo que eres...¡¡Te odio Nicholas y, para tu información, no creo que consigas novio porque lo tienes pequeño!! ¡Espera los papeles de divorcio!
Y así, sin más se fue tal y como llegó. Todos los presentes se alejaron de donde estaba e incluso un par de tipos se tropezó conmigo en señal de querer pelear.
Mientras respiraba para tranquilizarme recibí un mensaje de texto en mi celular «¿Qué te pareció el segundo reto Nico?». Ni bien había terminado de leerlo cuando ya estaba llamando a Agatha.
—¿Qué demonios fue eso Agatha?
—¿Te gustó? —dijo fingiendo inocencia, bruja— a mi particularmente me encantó.
—Obviamente —ironice— ¿cuál es el próximo reto? Quiero acabar con esto de una vez.
—Calma pequeño saltamontes, calma... toma un taxi, te diré en el camino cuál es tú próximo reto.
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