9. Quejicus
En el gran comedor habían más de cien mesas, todas estaban ordenadas. Algunos alumnos estában escribiendo en el pergamino con la cabeza gacha. El único sonido que podía escucharse era el raspar de las plumas y el ocasional crujido cuando alguien ajustaba su pergamino. La época de exámenes era estresante.
La mano de la castaña estaba volando a través del pergamino; había escrito por lo menos un pie más que sus vecinos cercanos. Ladeó un poco el cuello al ver que ya le estaba empezando a doler.
- ¡cinco minutos más muchachos!
Claire se puso nerviosa al escuchar la voz del profesor Flitwick que estaba moviéndose entre los escritorios a poca distancia. El profesor Flitwick estaba pasando al lado de James, que hoy tenía el pelo más desordenado de lo habitual. James bostezó ampliamente y se desgreño el pelo dejándoselo más desordenado que antes. cuando el profesor Flitwick se volteó, se dio la vuelta de su asiento y le sonrió a Sirius que estaba cuatro asientos atrás de él, casi cerca de Claire. Black miró a la castaña y ambos le hicieron una señal a James con los pulgares hacia arriba. Sirius no hacia más que haraganear en su silla tranquilamente, recargándola sobre dos patas.
Dos asientos mas después de Sofia Lawrey que atisbaba esperanzadamente a Sirius
( aunque el no parecía notarlo) estaba Remus, sumergido en el examen. Peter estaba un poco más atrás, ansioso; se estaba mordiendo las uñas, mirando fijamente el examen, golpeando el suelo con las puntas de los pies.
- ¡plumas abajo, por favor muchachos! - gritó el profesor Flitwick - ¡por favor permanezcan sentados mientras recojo los pergaminos! ¡Accio!
Los rollos de pergaminos zumbaron en el aire dirigiéndose hacía los brazos extendidos del profesor Flitwick, lanzándolo al suelo. Casi todos se rieron. Unos de Hufflepuf lo sujetaron debajo de los codos y lo levantaron.
- gracias... gracias - dijo el profesor - ¡muy bien, ya se pueden ir todos!
Claire sonrió y negó al ver a James que tachaba precipitadamente la esquina de la hoja, él se puso de pie, metió la pluma y la hoja de preguntas del examen en su mochila, la colgó a su espalda y se quedó parado a que los demás Merodeadores se le unierian.
Los cinco caminaron hacia las puertas del vestíbulo de entrada, unas chicas parlanchinas iban detrás de ellos.
- ¿te gustó la pregunta diez lunático? - preguntó Sirius mientras salían del vestíbulo de entrada.
- me encantó - respondió Lupin - "mencione cinco señales que identifican a un hombre lobo" muy buena pregunta
- Remmy, ¿crees que tengas todas las señales? - interrogó Claire en un tono de falsa preocupación.
- pienso que si - contestó Remus serio mientras se unían a la multitud que se encontraba ansiosa de salir a los soleados terrenos - uno: está sentado en mi silla, Dos: está usando mi ropa, y tres: se llama Remus Lupin....
Se echaron a reír a excepción de Peter.
- yo contesté la forma del hocico, las pupilas y la cola.... Pero no se me ocurrió nada más que eso...
- ¿de verdad eres tan estúpido, Colagusano? - habló James con impaciencia - convives con un hombre lobo una vez al mes...
Claire miró a James frenéticamente.
- baja la voz - imploró Remus
Lily y Marlene que estaban a unos pasos de ellos le hicieron señas a la castaña, ella las saludó con la mano y dió un paso al frente pero con las mismas se giró hacia los muchachos quienes venían hablando sobre las preguntas.
- estaré con las chicas — avisó Claire mientras se acercaba a Marlene y a Lily con una sonrisa.
James bufo.
- por favor.... ¿Extrañarla? — preguntó en broma hacia Remus
La luz se reflejaba sobre la suave superficie del lago, encandilaba la banca en la que estaban sentadas las chicas, sin zapatos ni calcetines, refrescando sus pies en el agua. El día estába tranquilo, apesar de haber sido un día de examen. Claire se sintió libre después de varios días intensos de estudio. Sonrió hacia el cielo y suspiró.
- ¿que tal les pareció el examen? - preguntó Marlene, había salpicado un poco de agua. Sacó rápidamente los pies del lago y se cruzó de piernas.
- estuvo bien, creo que estuvo fácil... - agregó Claire, moviendo levemente los pies. — nos irá bien, lo presiento
Lily las miró a las dos. Asintió segura.
- Que Merlín te escuche — aclaró Marlene con media sonrisa.
La pelirroja sonrió de igual manera.
Detras de ellas, cerca del arbol los cuatro Gryffindor estaban sentados sobre el césped. James no perdía ni un segundo la oportunidad de ver a Lily reír, Sirius que charlaba con Peter miró en dirección hacia aquellas chicas que tenían los pies dentro del lago y miró a Claire por un momento. Y prefirió seguir charlando con Peter que se había entretenido mirando a James jugar con la Snitch que había hurtado, Remus estaba leyendo tranquilamente.
- guarda eso... ¿quieres? - pidió Sirius, mientras James hacia una buena atrapada
James sonrió.
- si esto te molesta... - metió finalmente la Snitch a su bolsillo.
- estoy aburrido - mascullo Sirius
- pensé que te estabas divirtiendo mientras mirabas a las chicas - agregó Potter con una sonrisa aún más amplia que la anterior
- deja Cornamenta - se quedó en silencio y sus ojos la buscaron a las chicas que soltaban carcajadas. La castaña estaba diciéndole algo a Lily al oído, la pelirroja soltó una linda carcajada y a James le brillaron los ojos al escucharla.
- ese silencio dice muchas cosas - agregó Remus - pero... Si estás aburrido puedes ponerme a prueba... aquí tienes - le tendió el libro
Sirius resoplo.
- no necesito eso... Yo lo sé todo
- esto te despertará, Canuto - susurró James quedamente - mira quién es...
Black giró la cabeza. Se quedó quieto, como un perro que acaba de oler a un conejo
- excelente - dijo suavemente
Se había formado un alboroto. Claire, Lily y Marlene se habían puesto de pie y de inmediato se calzaron los zapatos para ir a ver que sucedía. Claire pensó inmediatamente en sus amigos, pues les encantaba hacer bullicio. Al acercarse lo suficiente se dio cuenta que efectivamente eran ellos; James estaba usando su varita contra Snape con Sirius como respaldo a su derecha ambos no paraban de hacer bromas sobre la situación en la que aquél Slytherin se encontraba.
Varios espectadores rieron, el Slytherin era definitivamente y claramente impopular. Peter rió disimuladamente. Snape soltó unas cuantas cosas que a los Merodeadores no les gustaron tanto.
- ¡Scourgify! - ordenó James.
Burbujas rosas de jabón fluyeron de la boca de Snape; la espuma estaba cubriendo sus labios, silenciandolo, ahogándolo...
- James - lo habló entre la multitud, pero James pareció no escuchar, así que se adentró a la multitud entre empujones y disculpas.
Lily se paró de puntas, apoyándose en los hombros de un chico, al momento que vió que Claire iba hacia el centro de todo, decidió ir también.
- James.... ¡Potter! - James la volteó a ver. La mano libre de Potter fue directamente a su pelo.
- ¿Que tal?
- oh, todo tranquilo mientras atacas a Snape ¿vamos? ¿Que pasa? — se cruzó de brazos un poco disgustada.
Lily llegó a donde Claire, la pelirroja miró los ojos verdes grisáceos de su amiga y después miró a James. Snape no hizo más que palidecer.
- ¡dejalo en paz! - habló Lily - ¿que te ha hecho?
- es más el hecho de que existe... A eso me refiero Evans. Sabes, tal vez lo dejé en paz si sales conmigo
Lily lo miró extremadamente seria y se colocó frente a James como si fuese a discutir.
— ¡Eres un tonto arrogante Potter! ¡Y es obvio que no saldré contigo! ¡Deja a Severus en paz!
- Por Merlín... - susurró la castaña por el estúpido comportamiento de James. - ¿puedes parar? Esto ya no es gracioso James
Snape dirigió la varita hacía James; hubo un rayo de luz y una cortada apareció en un lado de la cara de Potter, salpicando su túnica de sangre. Claire miró a Snape al instante, era la primera vez que se defendía de tal manera. James giró; otro rayo de luz, entonces Snape se encontró flotando de cabeza en el aire, su túnica cayendo sobre su cabeza, revelando sus flacas y pálidas piernas y un par de grises calzoncillos.
Muchas personas de la multitud vitorearon, Sirius, James y Peter estallaron de risa. Claire miró en la cara de James que mostraba abiertamente que ese solo era el comienzo. Lily estaba seria, pero había cambiado la expresión de que fuera a sonreír.
- ¡ya fue suficiente! - ordenó Claire antes de que James hiciera el siguiente movimiento. Sacó la varita de su túnica y la agitó bruscamente hacía arriba. Snape cayó en un arrugado montón sobre el suelo, desenredandose de su túnica. Se enderezó rápidamente, varita lista para atacar...
- ¡Expelliarmus! - gritó ella y la varita de Snape salió volando y cayó con un pequeño ruido en el pasto detrás de él. - ¡han ido demasiado lejos esta vez!
James y Sirius la observaron con cautela. James se acercó sigilosamente y le dijo:
- ¿desde cuando defiendes a Snape? No me obligues a hechizarte - pidió James serio. Claire alzó la mirada para ver el color de los ojos de James atravez de las gafas.
— No te atreverías
James sostuvo con más fuerza la varita y miró a Claire disgustado. Era evidente que no le gustaba la idea de que su mejor amiga defendiera a la persona que los odiaba.
- Es mejor que te vayas Nclean
James suspiró profundamente y luego volteó hacia Snape.
— me iré si eso quieres. Pero... Están pasando la raya... Y es lo último que los voy a decir — habló dirigiéndose a Peter, Sirius y Remus que estaban detrás de James.
Ya habían ido demasiado lejos, pintarle el cabello, escoderle algunas de sus pertenencias era algo, pero... ¿bajarle los calzoncillos enfrente de todos? Eso era demasiado. Dió media vuelta y se marchó. Esperaba que Lily se quedara a defender a su amigo.
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