
8. Luna Llena
El entrenamiento había resultado un poco agotador, el capitán los había hecho entrenar duro, tenían un torneo contra la casa de las serpientes y tenían que obtener la victoria. Cuando terminó miró a Regulus que se acercaba a ella. Sin duda había algo que los hermanos Black compartían y era su atractivo.
— ¿Regulus? — preguntó confundida. ¿Que hacia Regulus allí?
— olvidaste esto — aclaró el pelinegro mostrándole la varita.
Claire la tomó y se sintió tonta por eso. ¿Como había olvidado la varita?
— Gracias nuevamente — sonrió avergonzada — bueno, supongo que ya te debo dos. Todo lo que un Slytherin quiere...tener a un Gryffindor a su merced — bromeó — si que eres afortunado Black
Regulus arqueó la ceja mientras trataba de ocultar la sonrisa.
— En ese caso, los usaré sabiamente
— ¡Enana! ¡tenemos cosas que hacer ¿recuerdas?! ¡deja de coquetear!
El Slytherin y la Gryffindor miraron a James que se había puesto al lado de Sirius que tenía una cara de los mil diablos. Ella se despidió del menor de los Black y corrió hacia sus amigos.
— Sirius dice que lo deshoras al coquetear con su hermano — añadió James mirandola
Claire negó y miró a Sirius que aún estába serio.
— no estaba coqueteando con Regulus...— se volvió hacia Sirius — sólo... Fue bueno conmigo... Supongo
— ¿Amable? — preguntó Sirius con ironía
— Tú eres mi favorito Sirius
La expresión de Sirius cambió, ahora se asomaba una leve sonrisa en la cara.
— oh, lo sé — dijo confiando — por eso no lo dudo — le devolvió el guiñó a Claire
— ¿qué? ¿ahora coqueteas con el otro Black? — habló James riéndose, para luego abrazarla por los hombros.
— deja de decir estupideces James — se soltó de James y se adelantó — vamos... Que el tiempo corre...
Más tarde después de cenar metieron a Claire al dormitorio de chicos sin que los demás se dieran cuenta. Ella rápidamente tomó el pergamino que había guardado en su túnica con la información que había reunido de los libros y lo abrió.
— tengo la respuesta para hacer posible el plan...— dijo la castaña con los ojos brillando de la emoción
— ¿que plan? — preguntó Remus uniéndose a ellos
Después de contarle el plan y todo lo grandioso que sería salir cada luna llena con él y disfrutar de todo su resplandor sólo estaban esperando una palabra proveniente de él.
— no, claro que no — se levantó de la cama y fue al escritorio a seguir con los deberes
— Remus...
— lo siento James, no. No dejaré que hagan eso, no puedo
— ¿por que no?
— vamos... Hombre... — habló Sirius tratando de convencerlo
Remus los miró a los cuatro dejando la pluma al aire. No podía dejar que sus mejores amigos se arriesgaran de tal manera por el, ¿que pasaba si los lastimaba algún día? Ella se puso de pie y se cercó a él. Lupin no hizo más que mirarla y suspirar.
— confía en nosotros ¿de acuerdo? Saldrá bien... — sonrió — menciona un plan que nos haya salido mal...
Remus se lo pensó....
— ninguno.....pero, si se convierten en animagos serán completamente ilegales ¿sabes los problemas que tendrán si los descubren?
— nadie lo tiene por qué saber Remmy
Dejó la pluma en su lugar y se levantó de la silla, estaba claro que no le dejaba de dar vueltas aquella información que sus amigos le había dado a conocer. Lo pensó minuciosamente, por un momento se dijo asi mismo que sería algo divertido y un lindo gesto por parte de ellos pero después algo le preocupó.
— ¿que pasa sí... Yo...
— no lo harás, lo prometo
— ¡por Merlín! — se llevó las manos a la cara — ese proceso es complicado y peligroso
— así es — añadió James. Se había botado en la cama, al parecer el entrenamiento lo había dejado agotado. — pero podemos hacerlo, somos capaces de hacerlo... Por ti amigo
El castaño sonrió levemente aunque se podía ver la preocupación en sus ojos. Claire miró el pergamino nuevamente, sabía que faltaba algo... Y si que ese algo era importante.
— sólo...hay una cosa que no les dije.... — dijo mirándolos
— ¿que? — preguntó Sirius que estaba sentado sobre su cama. — vamos... Sueltalo
— se necesita una poción y... El libro que necesitamos está en la sección prohibida
Hubo silencio por unos cortos momentos. Potter se levantó de la cama y empezó a estirarse para auyentar el sueño que ya se estaba apoderando de él.
— eso es pan comido, enana — agregó. Rápidamente se acercó a su baúl y tomó su capa de invisibilidad, la misma que su padre le había obsequiado — sólo tenemos que usar esto... — sonrió. — ¿quien viene conmigo?
Esperaron la noche para actuar. Claire se había quedado todo ese tiempo en la habitación, sólo cruzaba los dedos para que Lily no le hiciera preguntas después. No quería ni imaginarse la cara de la pelirroja cuando le explicara que todo ese tiempo había estado dentro del dormitorio de varones.
— ¡cara de troll! ¡estás pisándome! — le gritó Claire a Sirius
— ¡callate! — repuso él — ¡solo camina más rápido!
Sirius sacó la mano para alumbrar los pasillos con Lumos y cada vez que escuchaban pizadas decía Nox. Los tres pensaron que sería bueno saber que personas tenían intención de acercarse o quienes estaban próximos a encontrarlos y eso les dió una idea más.
La biblioteca estaba en completo silencio, sin mencionar que la luz era débil y se veía un tanto escalofriante, por una vez agradeció estar dentro de la biblioteca con los bullistas de Sirius y James. Las mesas contrabajo se veían así que tenían que tener cuidado en aquello, alumbrando con sus varitas. Se acercaron a la seccion prohibida. Los tres miraron los demás libros que se encontraban allí y que no les dejaban tomar con facilidad. Claire miraba los títulos de los libros con atención, se había interesado por leer uno de esos libros más de una vez, pero para poder hacerlo tenía que tener el permiso del profesor, ya que a plena luz no los podía tomar así por que sí...como lo iba hacer ahora.
— vamos, enana, tu turno — habló James en susurros deteniéndose frente a la cuerda.
Se inclinó un poco y tomó Moste Potente Potions, lo acercó a su pecho y recorrió el estante una vez más para tomar por último El Libro De Los Hechizos. Sonrió y apoyó ambos libros hacia ella.
— ¿son todos? — susurró James
— así es...
De regreso volvieron a pasar por aquellas mesas que solo buscaban tropezarlos. Una vez fuera de la biblioteca tuvieron que desviarse, la profesora McGonagall había salido de la nada frente a ellos. ¿acaso se había dado cuenta ya?
James apretó los dientes mientras se mantenía totalmente quieto, Claire se mordió el labio con fuerza, cosa que siempre hacia cuando estába nerviosa. McGonagall siguió su camino sin sospechar. Caminaron un buen tramo, sin problemas hasta que Sirius dijo Nox de una forma desesperada.
— ¡allá viene! — susurró Sirius. El aliento del pelinegro retumbó en la oreja de Claire Intentó mirarlo pero se estampó contra la espalda de James con torpeza.
— ¡silencio! — murmuró el pelinegro con gafas.
La profesora McGonagall venía caminando con la varita en mano alumbrando los oscuros pasillos del colegio. Los retratos se quejaban por la luz que emanaba de la varita de la profesora. Los tres se quedaron totalmente quietos, McGonagall se detuvo a su lado, se inclinó un poco. Sirius que estába frente a McGonagall la miró fijamente. McGonagall negó y siguió con su camino a donde sea que fuese.
Los tres al mismo tiempo saltaron un enorme suspiro de alivio. Claro que si McGonagall los encontraba aún así ellos no se iban a rendir, pero obviamente las cosas ya no iban hacer más sencillas.
Dentro de la habitación hicieron aún lado la capa. Claire se acercó al escritorio y dejó allí ambos libros.
— por Merlín, tenía los nervios de punta cuando encontramos a McGonagall. — suspiró y Remus los miró alerta — Tengo que decir que adoro esa capa
— si adoras mi capa me adoras a mi — dijo Potter, guardándola
— Como dije, adoro esa capa — señaló la capa que ahora ya estaba en el baúl.
James rió y se acercó al escritorio para hojear los libros. Ahora estaban a un paso más de poder convertirse en animagos.
— enana, ¿que sigue?
La leona tomó el pergamino, Lupin se acercó a ella para ponerse al tanto de todo lo que sus amigos tenían en mente. Intentó converserlos que eso era demasiado y que habia la probabilidad de que algo saliera mal, pero ellos ya tenían la decisión tomada.
Las horas habían pasando más rápido que de costumbre, como nunca se pasaban cuando tenían historia de la magia, pero ellos seguían enardecidos por el plan, más ella que se había olvidado que no estaba en la habitación correspondiente. Remus terminó comiendo chocolate a Cada momento y al final los compartió con sus amigos y después Sirius sacó una bolsa de golosinas. Rieron, se tiraron almohadas y usaron uno que otro hechizo uno con el otro, todos inofensivos. James le lanzó un "Cantis" a Claire, obligándola a cantar por un rato; y ella se vengó con un "Crinus Muto" lo había estado perfeccionando últimamente así que el cabello de James se tornó de color rosa chillón.
— ¡oye Potter! Ese color te sienta bien — exclamó de pie sobre la cama de Sirius. Los demás dirigieron la mirada hacia James y estallaron en risas.
La cama de Peter terminó trasformándose en piedra por obra de Sirius, Remus participaba en algunas ocasiones pero la risa lo ganaba.
[....]
La clase de DCAO era últimamente estresante. Hacia unos días que habían empezado con un nuevo tema y no era un simple tema. Los demás parecían interesados por el, menos Claire. Los murmullos en el aula se habían hecho más bulliciosos que hacia unos minutos. El profesor había hablado sobre el encantamiento los primeros quince minutos.
— ¡deben concentrarse en el recuerdo más feliz que tengan! — chilló el profesor mientras los observaba con los brazos detrás de la espalda — recuerden, mis queridos alumnos, mientras más potente en sentimiento sea el recuerdo, mejor funcionará el encantamiento
Los bancos habían desaparecido, dejando suficiente espacio para que todos practicarán el encantamiento Patronus. Todos tomaron un espacio para practicar, Claire sacó la varita de la bota derecha y la apuntó hacia la nada.
— ¡Expecto Patronum!
fruncio los labios al ver que solamente salía de la varita una leve luz plateada. Se mordió el labio por un corto tiempo y volvió.
— ¡Expecto Patronum!
Nuevamente no pasó nada. Bajó la varita y miró a los demás que por lo menos lo habían lanzado de manera incorpórea. Suspiró profundamente y decidió intentarlo de nuevo.
Snape, que estaba a unos pocos centímetros de distancia intentaba conjurar su Patronus, pero a igual que ella sólo lo hacia de manera incorpórea, el Slytherin suspiró y bajó la varita; su expresión cambió al ver que la primera que había lanzado el Patronus con forma corpórea había sido Lily Evans. una cierva plateada corría por los aires de forma alegre, rodeando a la pelirroja; Lily soltó una risita y el profesor aplaudió y el resto de la clase hizo lo mismo. Por un momento Claire sitió algo de envidia.
James, que miraba a Evans extasiado conjuró su Patronus en la décima ocasión y una brillante luz salió disparada de su varita formado un venado plateado que sacudía la cornamenta con elegancia.
— ¡Felicitaciones Señor Potter! ¡bien hecho! — chilló el profesor
Snape mascullo al ver que los Patronus de Lily y James eran parecidos y siguió intentándolo. Claire pensó que el Patronus de Potter y Evans fuesen un Venado y una Cierva era algo interesante.
Miró su varita y algo cansada empezó a dibujar círculos con ella para invocar de una vez por todas el hechizo. Cerró los ojos y se centró, recordó las palabras del profesor, tenía que pensar en algo bonito, algo que la hiciera sentir en paz, feliz. Empuñó la varita y pensó en el dia que le había llegado la carta de Hogwarts.
— ¡Expecto Patronum! ¡Expecto Patronum! ¡Expecto Patronum!
— no es necesario que grites ¿sabes? — habló Sirius mientras sonreía y con su típico orgullo. Claire abrió los ojos para poder mirarlo — si fuera así, te hubiera salido desde hace un buen rato
— Haha....¿que hay de ti? ¿ya te ha salido? — preguntó Claire con curiosidad mientras intentaba hacer de nuevo el encantamiento.
— así es... Oye, ¿con quien estás hablando? — abrió los brazos con seguridad de que él era el mejor en todo.
— eres un cuentista Sirius, no he visto que lo intentes si quiera
Otra luz plateada alumbraba el aula, el profesor nuevamente felicitó al responsable, esta vez una rata corría por el aire. Claire y Sirius miraron hacia esa dirección y vieron que el roedor caminaba alrededor de Peter.
— genial, hasta Peter lo ha hecho — dijo exasperada
— tranquila... Intentalo de nuevo... — murmuró Black acercándose a su amiga. Le tomó la mano donde sostenía la varita y con un leve movimiento trazó un círculo. Sirius sonrió al oler el aroma a vainilla de Claire, aroma que últimamente se le había quedado en la cabeza. Ella se había puesto nerviosa al sentir la calida mano de Sirius sobre la suya. Cerró los ojos e intentó pensar en el momento más feliz que había tenido. La tibia mano de Sirius seguía sobre la mano de Claire, empuñando junto a ella la varita. Claire sintió que caía por un precipicio, no sabía si eso era algo buen o malo... Puesto que la sensación se sentía de maravilla.
Abrió los ojos de golpe y se alejó de Sirius.
—¡Sirius! — lo llamó Gisela Otown, la Gryffindor estaba mirándolos mientras fruncía el ceño y se llevaba las manos a la cintura. Toda la clase la miró a ella primero y después a ellos dos — ¿que está pasando?
Sirius rodó los ojos y fue a donde la alterada y celosa Gryffindor que lo fulminaba con la intensa mirada. La castaña soltó un gran suspiro y le deseo suerte a Sirius, aunque ya sabía en qué iba terminar la cosa. Posicionó la varita en modo de defensa y se concentró nuevamente en el recuerdo más hermoso, o por lo menos algo que la hacia Feliz. Sin querer miró a Sirius Black que había empezado calmar a Gisela. Involuntariamente sonrió, miró la varita y soltó de su boca.
— ¡Expecto Patronum!
En ese momento una felicidad la invadió, una felicidad que no sabía de dónde provenía. Una luz plateada salió de su varita, lanzando de manera corpórea a un Perro que empezó a correr a su alrededor. ¿era posible? ¿lo había hecho?
Soltó una risita mientras miraba al Perro plateado corriendo y desaparecer poco a poco.
— ¡muy bien Señorita Nclean! — exclamó el profesor con una sonrisa
— gracias profesor
Se acercó a Sirius que aún estaba hablando con ( en ese momento ) su novia, y de lo tan feliz que estaba lo abrazó, sin pensar. Mientras los brazos de Sirius la rodeaban lentamente ella pensó ¿cual había sido el motivo de su Patronus? Al principio había pensando en su primer dia en Hogwarts, cuándo le había llegado la carta, pero al final.... ¿Que le había provocado tanta felicidad?
Sirius sintió el impulso de apretarla más contra su cuerpo pero no lo hizo. Al momento de separarse de ella, Gisela le dió una bofetada al pelinegro y se fue al otro extremo del aula indignada, pensando que su novio tenía algo que ver con la castaña.
— oh, demonios.... Lo siento — dijo ella mirando la roja mejilla de su amigo — tendré que arreglar eso...
La miró alerta.
— de todas maneras... Iba a terminar con ella esta tarde — se frotó la mejilla adolorida — y bien, ¿cual es su forma?
— ¿que? — preguntó ella aturdida, sin comprender como había resultado aquella felicidad
— tu encantamiento Claire, ¿cual es su forma?
— Ah, es un....
— señor Black, espero que aquél incidente no afecte su encantenimiento — dijo el profesor que estaba pasando a su lado, quién también había presenciado el espectáculo romántico de Sirius.
— claro que no... — Sirius tomó su varita de su túnica y lanzó el encantamiento. Un Perro juguetón plateado corrió al rededor de ellos.— señor... como ve, no me afectó en nada
Claire quedó en Shock.... ¿acaso estaba pasando lo mismo que pasó con Lily y James? ¿como era eso posible? Pero... ¡¿porque?! Recordó su Patronus y el de Black. ¿acaso ignoraba algo? ¿Que pasaba ahí?
Miró a Sirius y luego al profesor que se acercó a Marlene que había conseguido hacer el encantamiento. Sirius guardó la varita y la miró esperando aún la respuesta.
— ¿y bien? — arqueó la ceja, esperando la respuesta de la castaña.
— aah...yo... — en ese momento otra luz plateada alumbró el aula, un lobo corría alrededor de Lupin. «coincidencia» pensó — ¡oh, mira! ¡Remmy a hecho el encantamiento! — exclamó, acercándose al castaño para felicitarlo.
Sirius frunció el ceño y la siguió, no se preocupó tanto por la forma del Patronus de Claire, pues algún día lo iba a ver.
[.....]
Los días pasaban y la poción seguía en curso. Habían devuelto los libros, puesto que ya habían escrito lo más importante y lo más útil. de vez en cuando ella pedia la ayuda o los apuntes de Remus para tener más información. Habían pensado en tomar la forma de su Patronus para su forma animaga. También estaban trabajando en un mapa encantado hecho con pergaminos que tenía como función ver quién estaba cerca de ellos
( profesores sobre todo) y los pasadizos secretos que llevaban a Hogsmeade que ellos mismos habían descubierto.
— ¿que tal si nos ponemos ápodos? — preguntó James pasándose la mano por el alborotado pelo negro. — ¿que tal si alguien lo encuentra algún día? No podemos reverlar nuestros nombres... Aparte, así será más genial
— buen punto....
— vale, vale — añadió Claire tomando una rana de chocolate — tengo uno para Remmy... — Lupin asintió mientras se llevaba a la boca uno de sus chocolates favoritos — "Lunático" ya saben por...
— bien..., Me gusta, me gusta — contestó Remus
— ¿que nombre me darías a mi? — preguntó James curioso
— perfecto tonto cara de troll — sonrió la chica y los demás rieron — está bien... Que te parece Cornamenta... Por tú Patronus..
— ¡bien!, Enana, me gusta.... Es bueno que uses ese cerebro — miró a su izquierda — Peter.... ¿que te parece... Granrata? — dijo James, Peter hizo una mueca y los demás también.
— eres pésimo con los nombres .... Si tienes hijos por favor... Deja que su madre le ponga el nombre — habló la castaña entre risas
— pienso que Colagusano... Es un buen nombre — habló Black
— ese está mejor, gracias Sirius
— ¡Canuto! — exclamó James — ¡Sirius, el tuyo puede ser Canuto!
Black lo pensó, pero al final sonrió.
— ese me gusta... Es mejor que "granrata" — miró a la castaña — sólo faltas tú....
Los miró a los cuatro ¿que nombre le darían? Se levantó del suelo del dormitorio para ir en busca del mapa, que aún necesitaba algunos detalles. Remus tomó sin querer el suéter de Claire y un delicioso olor a vainilla le llegó de pronto.
— vainilla ¿que te parece? — dijo Lupin cuando la chica tomó asiento de nuevo en el suelo.
¿Vainilla? Miró al castaño que estaba levemente sonrojado con su suéter en mano. Era un lindo apodo, algo...dulce para los gustos de ella pero era lindo.
— me gusta — sonrió — es lindo, gracias Lunático
James pidió el mapa y lo colocó en el centro de los cinco junto con una pluma. Firmando con sus ya respectivos nombres, esforzándose en una cosa en especial ( por si Snape se volvía profesor)
«El señor Lunático presenta sus respetos al profesor Snape y le pide que mantenga su nariz anormalmente grande alejada de los asuntos de los demás. El señor Cornamenta está de acuerdo con el señor Lunático y le gustaría añadir que el profesor Snape es feo e imbécil. El señor Canuto quisiera registrar su asombro de que un idiota como él se haya convertido en profesor. El señor Colagusano le desea al Profesor Snape un buen día, y le aconseja lavarse el pelo, porque está asqueroso. La señorita vainilla concuerda con los comentarios de los caballeros y le aconseja al profesor Snape que mantenga tanto su nariz como su trasero fuera de lo que no le incumbe »
Cada uno le lanzó un hechizo al mapa por si alguien más lo tomaba ( Snape principalmente ) el mapa mostraba todo el colegio Hogwarts al igual que los siete pasadizos que llevaban del colegio a Hogsmeade y lo más importante mostraba a todas las personas que estában en el castillo.
— travesura realizada — dijo James apuntando la varita hacía el mapa y todo lo que había en el desapareció, dejando a la vista solamente un pergamino vacío.
[....]
La biblioteca era un lugar relajante quizás para sentarse y escuchar las plumas raspando los pergaminos y escuchar el voltear de las hojas de los libros. Claire terminó de hacer sus ensayos de transformaciones; McGonagall siempre le dejaba deberes que hacer. Enrolló los pergaminos y apiló los libros que había usado para devolver algunos que había prestado de la biblioteca.
Los pasillos del colegio estaban tranquilos, el sol se colaba por las ventanas y alumbraba el claro cabello de la chica. Claire miró a James que estaba coqueteando con una Gryffindor, él tenía la mano sobre la pared y la chica le sonreía nerviosa; seguramente le estaba pidiendo una cita. Más adelante, casi cerca de la sala común estaba Sirius con dos chicas, una en cada lado. No vió exactamente de qué casa eran y la verdad no le interesaba, pero sentía cierto disgusto de que sus amigos fuesen tan coquetos.
Después de decir la contraseña la señora gorda la dejó pasar. Encontró a Remus sentado en el sofá mirando un punto fijo. Claire se acercó a él, Lupin aún seguía mirando al frente y no se había dado cuenta que la castaña estaba sentada a su lado con sus cosas sobre las piernas.
— ¿sabes donde está Colagusano? Le traje los libros, me prometió que haría los ensayos por él mismo
Remus no contestó. Estaba un poco pálido y se veía debil. Claire sabía el por qué, así que le frotó el hombro con delicadeza para darle ánimos.
— ¿quieres jugar naipes explosivos? Me debes una partida Lunático. Apuesto un pudin de chocolate
Lupin la miró y se apoyó de los ojos de la chica, su mejor amiga. Asintió con una sonrisa.
— me has convencido por el Pudin — Claire sonrió — apostaré....Uhmm... — se levantó para tomar los naipes que gracias a Merlín no estaban ocupados — apostaré la mitad de mi baúl
— ¿la mitad de tú baúl? — preguntó Claire frunciendo el ceño sin entender
— si, está lleno de chocolates
— eso si que es mucho chocolate Lunático ¿estás seguro?
— muy seguro — afirmó
Claire asintió y empezaron la partida. En un día casual, a cualquier hora se podía encontrar a Lupin con un chocolate en la mano o, ocultos en los bolsillos de su túnica.
Lupin disfrutaba la compañía de Claire, ambos reían de vez en cuando. Estaban tan enfrascados jugando que no se percataban de los que salían y entraban de la sala común. En una ocasión había volado el rumor de que Lupin y Nclean tenían una relación amorosa, por su puesto que eso no era cierto, hasta los mismos Merodeadores se habían sorprendido de eso.
— iré por algo de comer ¿quieres algo? — preguntó la castaña — tanto jugar me está dando hambre
— iré contigo
Ella se levantó y Remus hizo lo mismo pero una chica lo detuvo cuando estaban a punto de salir. La chica miraba a Remus con las mejillas rosadas y no apartaba la vista de el. ¿acaso Lupin no se daba cuenta de que esa chica moría por estar con él? Claire se hizo a un lado para dejar pasar a Black con sus dos chicas.
— Nclean — dijo él con una sonrisa
— Black, vaya... ¿dia de suerte? — soltó una risita y se cruzó de brazos
Canuto le guiñó el ojo y fue a tomar asiento al sofá con las chicas.
[...]
Se encontraban reunidos en la sala común un poco más de la hora permitida. Claire le había dicho a Lily que mandaría a los chicos a su respectivo dormitorio a tiempo y que no se preocupara; la pelirroja había aceptado y se fue al dormitorio, hoy no le tocaba ayudar con las rondas así que no había problema. Remus ya se había ido a la enfermería. Claire estaba un poco nerviosa y caminaba de un lado a otro de la sala común, decir Amato animo animato animagus cada amanecer y anochecer de cada dia era algo totalmente diferente a por fin transformase.
Un rato después escucharon el aullido. James tomó la capa de invisibilidad y los miró a los tres. Filch se encontraba patrullando en los pasillos junto a esa desgraciada gata. Caminaron hasta el sauce boxeador, ocultándo la capa en un lugar donde James sólo sabía. Ya habían explorado el terreno antes, así que sabían por donde entrar.
Claire miró a los demás que estaban listos y empezó a escuchar un intenso latido doble de corazón y empezo a sentir un agudo dolor. Los demás también sentían lo mismo puesto que tenían la misma expresión. En la mente tenía la imagen de la forma de un Perro hembra color café claro. Pasaron un par de largos y dolorosos minutos para la trasformación.
Junto a ella había un Perro negro que la miraba a los ojos, eran los cautivadores ojos grises de Sirius. ¿habia funcionado? Si sus amigos eran ahora animales, entonces ella igual. El Venado que estaba frente a ella igual la miraba, aún en su forma animaga James no perdía lo vanidoso.
Veía las cosas de una perspectiva diferente, claro ahora era un Perro ¿que esperaba? James y Sirius la miraban a ella fijamente, era la primera vez que sabían la forma de su Patronus, ella había estado evitando el tema pero sabía que algún dia lo iban a averiguar.
Peter ya convertido en una rata se escabulló por el Sauce Boxeador para paralizarlo . Cuando estuvo totalmente quieto volvieron a su forma humana.
— ¡wow! — exclamó James sorprendido — ¡eso si que es simplemente increíble! — se acercó a Vainilla — lindo perrito — añadió sonriente dándole unos leves golpes en la cabeza
— ¿por que no habías mencionado la forma de tu Patronus? — preguntó Sirius, sorprendido que fuera el mismo que el de él, solo que en forma femenina y de color más claro.
— por qué....
— ¿eres igual a Sirius? — preguntó Peter
Un segundo aullido los puso alerta, probablemente Lunático iba a querer salir a correr por allí.
— el tema sigue Vainilla — dijo James cerrando los ojos, concentrándose para volver a trasformase
— ¿aun no me salvo? Pensé que ya era todo
— aún no... — habló Sirius imitando a James y a Peter.
Cerró los ojos y pensó en su ya ahora forma animaga. Apretó los dientes al sentir el leve dolor y el latido doble.
Los cuatro entraron por el hueco que de seguro los llevaría a la casa de los gritos. La entrada era un poco estrecha, pero por la adrenalina que sentían no les importó.
Claire sabía que aún que Remus fuera en esos momentos aquella criatura, aún seguía siendo su amigo. Se acercó un poco, James que ahora era un Venado hizo lo mismo para protegerla por si pasaba algo. Remus no hizo nada, solamente aulló. Era totalmente extraño estar en cuatro patas, a Sirius parecía gustarle y. James también. Peter se encontraba escabulléndose entre las cosas. Remus se encontraba más activo en algunos momentos y ellos cuidaban de que no fuera hacer alguna locura, pero sobre todo se divertían con él.
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