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42. Desconfianza

Newham era un municipio Muggle, localizado al este de Londres. Era lindo o por lo menos Claire lo veia asi desde los tejados de las casas. La ráfaga de aire le azotaba en la cara cada vez que usaba aparición para correr al siguiente techo de la fila de casas. 

Tomo la varita con fuerza y le lanzó un hechizo al mortifago que aparecía y reaparecía entre la oscuridad. Claire ahogó un grito al encontrase cara a cara con el mortifago, rápidamente desapareció para librarse de el. Habia perdido de vista a Sirius. 

Las solitarias calles de Newham se habían convertido en el lugar perfecto para un juego de corre que te alcanzo, solo que esta vez mucho mas peligroso. Una figura oscura se deslizó entre los tejados de las casas, una luz verde avanzó hacia Claire, ella usó aparición para resguardarse en un callejón que había vislumbrado hacia unos minutos. Se recargo sobre la pared de ladrillos y dejo escapar un suspiro. El callejón era estrecho, dos enormes bolsas de basura bloqueaban la entrada a una puerta de metal, seguramente de una bodega. 

Claire miró hacia arriba, hizo una mueca y desapareció de allí. Nuevamente se encontraba corriendo entre las calles y callejones de Newham. Agachándose tanto como pudo, apuntó en medio de las figuras que se acercaban y grito: 

  — ¡impedimenta!

El maleficio golpeó en medio del pecho de un mortifago. Por un momento el hombre quedó ridículamente estirado en medio de la calle como si hubiera golpeado una barrera invisible. Uno de sus compañeros casi colisiono con el. Los mortifagos que quedaban cerca dispararon una maldición tan cerca que Claire tuvo que agacharse y arrastrarse hasta un auto que estaba aparcado cerca de allí.

— te tengo —  habló el mortifago acercándose a la castaña.    

Claire mordió su labio inferior con fuerza que casi se saca sangre. Aferró sus dedos a la varita y en su mente contó hasta tres para salir a atacar.

  — ¡Expelliarmus! — gritó Sirius desarmando al mortifago, quien en pocos segundos desapareció. 

Al momento siguiente Claire salió detrás del auto y se acercó a Sirius que tenia la respiración acelerada y  gotas de sudor en la frente. 

  —  ¿Estás bien? ¿que ha pasado?

  — estoy bien. — la miró para verificar que ella también se encontraba bien — no se que pasó

Claire miró alrededor, hacia la oscuridad  aparentemente vacía y sintió la amenaza. 

  — se suponía que los sorprenderíamos, no ellos a nosotros — añadió Claire con la respiración acelerada  

  — ¿ahora crees que hay un traidor dentro de la orden?  —  la voz de Sirius mostraba disgusto y enfado 

¿había un traidor dentro de la orden? Claire se preguntó lo mismo una y otra vez. ¿seria cierto? 

Newham habia quedado tranquilo de nuevo, las calles volvieron a estar vacías y silenciosas. Ya en la oficina de Dumbledore, todos se estaban mostrando disgustados por el plan fallido. Claire que estaba curando las heridas de Marlenne y de Fabian Prewett solo se limitaba a escuchar. 

   —  ¡esto es inaceptable! — agregó Dedalus Diggle — ¿como es posible que nuevamente nos lanzaran una emboscada? 

  — lo mismo pienso —  habló Sirius — no es la primera vez que sucede... —  guardó silencio y alzó la mirada con inconformidad —  se que saben la respuesta del por que suceden estas cosas, solo que...

— señor Black, no nos apresuremos a tan compleja conclusión — habló Dumbledore en calma 

Claire que había terminado de curar a Fabian le asintió y le indicó que podía levantarse y continuó con Marlenne.  La rubia se quejó al momento que Claire trató de limpiar la herida de su brazo. Habia recibido un incendio por parte de un mortifago.

  — ¿crees que  haya un traidor? —  preguntó Marlenne con la voz ahogada del ardor 

Claire abrió la boca y después la volvió a cerrar. Mojó el pañuelo una vez con la poción curativa y volvió a ponerlo sobre la herida de Marlene.

  — lo piensas ¿cierto?

— solo pienso que... ya van muchas coincidencias con los mortifagos, demasiadas emboscadas —  alejó el pañuelo de la herida de Marlenne para empezar a ponerle la otra poción — ¿como saben los mortifagos en que punto los vamos a sorprender?  

  — eso es lo raro Claire.... pero un... traidor dentro de la orden... se me hace muy complicado.....e imposible

Mas tarde, el ambiente se había relajado, Dumbledore había ofrecido una reunión más, con ayuda de su hermano Aberforth. Claire se acercó a Sirius, el la miró y siguió mirando al viejo profesor que estaba a punto de terminar. 

   —  tal vez si sea cierto.... — mascullo Claire, para luego mirar a Sirius. Una vez que el pelinegro tenia su atención continuó   — puede que haya un traidor entre nosotros

  — claro que es así.... 

—   Sirius, no sabemos con certeza quien pueda ser, por favor... No saques conclusiones.

  —  por favor amor... —  añadió y se alejó de Claire para acercarse a una de las ventanas. Claire lo siguió y trató de abrazarlo, pero Sirius se giró en su lugar para mirarla a los ojos — ¿quien crees que sea? no me digas que no sabes, eres lo bastante brillante como para no sospechar de alguien 

— no lo se... Sirius... no tengo ni la menor idea, solo sé que últimamente los planes no han resultado como esperábamos 

— por el traidor Claire y está claro que lo sabes   

Claire intentó decir algo, pero sus palabras fueron silenciadas, la reunión había terminado y los demás miembros de la orden se habían dispersado por la oficina para charlar entre ellos. Lily se acercó a ellos junto a James y Remus, Peter por su parte se había ido temprano de la reunión por asuntos familiares. 

  — ¿todo está bien? —  preguntó la pelirroja mirándolos a ambos y lo muy tensos que estaban  

— si, todo esta bien Lily  

  — ¿que les parece si vamos a cenar a mi casa? — habló James mirándolos en espera de la respuesta

Claire, Sirius y Remus accedieron. 

— excelente. Vamos entonces 

 Las cosas de Quidditch de James aun seguían apoyadas sobre el sofá mas grande a como las había visto Claire en la ultima visita y las orquídeas de Lily aun no habían florecido, seguían sobre esa mesita de roble cerca de la puerta. Mientras James, Sirius y Remus se habían quedado en la sala de estar, Lily y Claire fueron a la cocina. 

Como era propio de Lily disfrutaba hacer la cena sin magia, Claire no tuvo mas opción que acoplarse al ritmo de la pelirroja. 

  — ¿como van con la casa? 

Claire dejo de remover los cubos de zanahoria y miro hacia Lily. 

— aún está un poco vacía, pero con el tiempo eso ya no será problema. Pueden ir cuando gusten — sonrió — también es su casa

Lily sonrió.

— gracias Claire

Cuando ambas mujeres salieron al comedor había un silencio raro, ambas ex Gryffindor se miraron una a la otra sin entender aquel comportamiento. ¿como era posible que James, Sirius y Remus estuviesen callados estando en una misma habitación? 

  — ¿que pasa aqui? — pregunto Lily con aires de broma mientras dejaba las cosas sobre la mesa

— si... —  hablo Claire —  ¿por que tanto silencio?  

 Sorprendentemente James y Sirius estaban sentados en uno de los lados del sofá absortos en una conversación acerca de los cuidados de la escoba de Quidditch de James, Remus sin embargo estaba al otro lado del mismo sofá, excluido de los temas de aquellos dos.

Todos tomaron lugar en la mesa, Sirius tomó asiento junto a Claire y James junto a Lily. Remus se veía un poco incomodo y contrabajo había tocado la comida. Todo se había tornado extraño, ellos nunca le habían dado oportunidad al silencio en ninguna ocasión, siempre tenían tema para charlar. Claire pensó que tal vez era por la situación en la que se encontraban. 

  — que cosa con las emboscadas ¿no? — habló James tras dejar el vaso de limonada a un lado de su plato 

— si — contesto Sirius disgustado —   y todas seguidas. Tengo dos conclusiones, una, los mortifagos son demasiado inteligentes  o dos,  hay un traidor 

Lily tragó rápidamente y los miró a todos con preocupación. 

  — Sirius... — lo llamo Claire con voz ligera 

—   es la verdad amor

  — no es una conclusión tan.. fuera de lugar, de hecho tiene concordancia Canuto, pero, ¿quien? ¿quien seria tan desgraciado para ser un doble espía?   

Sirius se encogió de hombros y miró a Remus quien en ese instante alzo la mirada. 

  — Remus, ¿que han estado haciendo los licantropos últimamente? ¿Sabes algo sobre ellos?

  — ¿que? — preguntó Remus sin entender

— Sirius... —  lo llamó Claire nuevamente, pero sabia que era inutil hacerlo, cuando Sirius se encaminaba a algo era difícil detenerlo después  

— ¿piensas que estoy del lado de ellos? — preguntó Remus mirando a Sirius fijamente con algo de disgusto

— nunca dije eso —  alzó las manos y apartó la mirada con expresión de que había encontrado algo valioso 

  — ¡pero lo estas pensado Sirius! ¡Tu mirada lo dice todo!

— bueno... ¿hay alguien mas cercano a los cómplices del que no puede ser nombrado?  

Remus se levantó de la mesa de un tirón. 

  — ¡el hecho que sea un hombre lobo no quiere decir que este del lado de tu ya sabes quien!

James estaba mirando el plato medio vacío, pensando en cada uno de los comentarios, quizás haciendo sus propias conclusiones. 

  — chicos, por favor — hablo Lily — no hay por que alterarnos...

— ¡¿entonces como saben los mortifagos donde encontrarnos, los puntos donde vamos a estar?! —preguntó Sirius poniéndose de pie 

  — ¡no lo sé Sirius y lo mismo trato de averiguar! 

Claire se puso de pie tras averiguar a que punto quería llegar Sirius. James también hizo lo mismo. Lily no tardo en ponerse de pie de igual forma, hasta que todos estaban de pie alrededor de la mesa. 

  — ¡Sirius basta! ¡es nuestro amigo! 

Sirius miró a Claire y sus ojos se suavizaron un poco.  

  — Remus, por favor toma asiento... si quieres puedo ofrecerte mas zanahorias —  hablo Lily tratando de calmar la situación con su dulce voz

Lupin negó. 

— no gracias Lily, no creo que sea buena idea que este mas tiempo aquí

— Remus —  lo llamó James pero Remus pareció no escucharlo y salió de la casa en silencio con James detrás para detenerlo.

El siguiente en abandonar la mesa había sido Sirius y nuevamente el silencio se había apoderado del lugar. Claire se dejó caer sobre la silla y se paso las manos por el cabello. 

  — hablare con el — dijo tras haberse levantado e ir en dirección a donde había ido Sirius.

Encontró a Sirius observando las fotografías mágicas de James y Lily. Habían esmerado en resaltar la fotografía de su boda, una del equipo de Quidditch de Gryffindor, la fotografía de graduación y una donde estaban todos ellos el último dia, con sonrisas resplandecientes pero con algo de melancolía. Claire se acercó a él y le acarició la espalda.

— ¿Por que lo hiciste? — preguntó calmada

Sirius se giró hacia ella y la miró a los ojos

— tenía que hacerlo

— no es bueno sacar conclusiones antes dé... — suspiró — Todos tenemos miedo, no sabemos que va  a pasar y nos aterra ver con nuestros propios ojos los horrores que hace Tu Ya Sabes Quien... Pero.... Porfavor.... No descofies de tus mejores amigos, lo son por algo

Sirius medito cada una de aquellas palabras, pero aún tenia esa teoría y conclusión en mente. Lily habia soltado un grito de alegría y dentro de cinco minutos Claire se enteró que las flores al fin habían florecido.

 

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