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18. El Bosque Prohibido

No había otra cosa que pasara por la mente de Claire que no fuera el encuentro que tuvo con Sirius y ese abrazo sorpresa. Llegó a la conclusion que lo raro que sentia por Sirius solo era por el plan, solo eso. No tenia que preocuparse de nada.

Miró la página del libro de cuidado de criaturas mágicas y luego a la pelirroja que iba a su lado, el día de hoy iban a estudiar a los Escarbatos y ya quería iniciar.

— ¿como va todo con Frank? — preguntó Lily evitando la mirada de Snape que estaba unos metros más atrás junto a su grupo de Slytherin. Claire miró hacia esa dirección y su mirada coincidió con la de Regulus quien intentó sonreirle.

— Frank — contestó la castaña, mirando de soslayo a Lily. Hacía unos días que Longbottom había empezado a hablar más con ella debido a un trabajo con la profesora McGonagall — es parecido a Remus en cuanto a los deberes, ambos tienen esa manía de estar recordando las cosas. La diferencia está en que Frank es más tímido que Remus, pero por lo del problema....

Lily la miró cordial. Llevaba los libros pegados al pecho mientras los abrazaba con fuerza, como si temiera que se los quitaran.

— ¿que hay de malo en que te recuerden las cosas, Claire? Aparte, no es bueno comparar a uno de tus amigos con otro.

Claire asintió, dejándole la palabra a Evans.

— pienso que está evitándome Lily, por eso de la pelea con la Serpiente — hizo una mueca, recordando los rasguños y jalones de pelo — han pasado tres días desde aquello y lo único que hace es saludarme con una simple sonrisa y preguntar mi estado de ánimo, solamente eso... Es evidente que el rumor aún sigue y teme que si lo ven conmigo lo involucren también

Lily recogió una flor que estaba tirada en el suelo, la flor era blanca con leves tonos de amarillo en los pétalos. Mostró una sonrisa y la miró con intenciones de olerla.

— bueno, acabas de decir que es más tímido que Lupin, tal vez es por eso. Aunque últimamente haz estado un poco distraída

— no...no... Claro que no... Lily estoy al pendiente de lo que pasa a mi alrededor, por ejemplo que acabas de recoger esa flor del suelo y no sabes quién pasó por encima de ella

Lily miró la flor y la dejó caer.

Ambas magas fueron detenidas por Sirius, que las había apartado para pasar entre ellas.  

— con permiso señoritas, Castaña, pelirroja 

— hay más espacio Sirius — habló Claire tomando los libros para que no cayeran al suelo

Lily y Claire miraron a Sirius que se unía a un grupo de Hufflepuff que habían formado un circulo, en cuanto se percataron de la presencia del pelinegro lo recibieron con sonrisas y buenos comentarios.

— ¿algo que quieras compartir? — empezó a caminar Lily y Claire la siguió. Ya se habían alejado mucho de sus compañeros y no querían llegar tarde a la clase. Su profesor podía ser un poco estricto aveces.

— nada ¿en que estábamos antes que el cara de Troll nos interrumpiera?

— no Claire, no trates de ocultarme que estás distraída por algo o por alguien — dijo la pelirroja, dejando a Claire sin oportunidad de poner una excusa.

— ¡no hay que hablar del tema! — la interrumpió, jalanado a Evans más rápido y mirando preventivamente

— ¡oye! — se quejó Lily entre risas — no es algo malo hablar de tus sentimientos, no te enviarán a Azkaban por eso

— pero es que no tengo nada de que hablar — mintió

Ambas iban a la misma velocidad. Sus compañeros iban unos metros más adelante y en poco tiempo la castaña y la pelirroja los habían alcanzado. Se acomodaron en fila y miraron al profesor que estaba preparando todo para la clase.

Los Escarbatos eran criaturas muy lindas y tiernas, mientras no les enseñaras cosas brillantes. A una chica de Hufflepuff le habían quitado su reloj en cuanto se había acercado a uno de ellos.

— ¿de donde sacaste esto travieso? — le preguntó Claire a su escarbato — se supone que teníamos que reunir monedas ocultas...no — miró el reloj de oro extrañada — ¿relojes?

La Hufflepuff se acercó a Claire tras haber corrido tras el Escarbato. Claire se disculpó y le entregó el reloj a la chica de grandes ojos marrones.

La linda y traviesa criatura se paseaba entre los píes de la castaña; al parecer le había agradado. Abrió el libro y empezó a leer un poco más sobre aquellas criaturas antes de que el profesor llegara a su lugar para hacer las preguntas antes de iniciar con la lección práctica. Después de leer lo suficiente y contestar correctamente las preguntas se agachó para ver más de cerca a su actual compañero de clases.

— bien, muchacho... — el escarbato la miró, como si le entendiera — necesitas un nombre... ¿quieres un nombre? — la criatura color café, empezó a olfatear y a enterarrase en la tierra para después acercarse a ella con monedas en su estómago. Claire empezó a hacerle cosquillas para que soltara las monedas. Puesto que la práctica aún no iniciaba  — por Merlín... Si que eres travieso — sonrió divertida — creo que ese será tu nombre... ¿te gusta? — el escarbato la miró — tomaré eso como un si

La práctica al fin había dado inicio. Claire se acercó a Lily. Evans había tomado junto a ella la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas por qué James, Remus, Sirius y Peter no habían querido hacerlo, por más que les había insistido.

Al final de la clase el escarbato de Clarie había encontrado la mayoría de las monedas.

— ¿puedo llevármelo? — preguntó al profesor mientras acariciaba al escarbato

— no lo creo señorita Nclean... Sus compañeras de dormitorio no estarían de acuerdo... Pero puedo permitir que lo visite

— bien — se puso de pie feliz — vendré a visitarlo — le entregó la última moneda al profesor — adiós, travieso — dijo está vez, despidiéndose del Escarbato.

Se alejó mientras el profesor negaba divertido. Intentó sacudirse el uniforme mientras Lily la estaba esperando. Ambas iban charlando sobre la clase de la que habían salido con dirección a la torre de Gryffindor. Claire dijo la contraseña y la señora gorda las miró a ambas.

— ¿pero que clase de estilo es ese? — preguntó, llevando la Copa a una cierta altura y mirando los uniformes de las magas.

— fue en una clase y deseamos pasar para cambiarnos — respondió Lily con su típico tono dulce

Claire volvió a decir la contraseña, está vez un poco más desesperada. Detrás de ella se encontraban más Leones esperando a que la señora gorda los dejara pasar. Lily dijo la contraseña esta vez impaciente por el desorden que se había hecho y siendo una de los prefectos tenía que arreglarlo.

la señora gorda los dejó pasar no sin antes cantar una de sus más altas notas, aunque en realidad siempre rompía la Copa contra algo. Dentro encontró a los Merodeadores en uno de los sofás. Lily le sonrió como despedida y fue en dirección a su dormitorio.

— hola Evans ¿cuando salimos? — la saludó James pero la pelirroja lo ignoró, haciendo como que acomodada sus libros. — ¿por que Evans es así? Yo soy una buena persona, mi titulo de premio Anual lo dice todo

Claire sonrió por la pregunta de Cornamenta y se sentó en el sofá, junto a Peter. Remus estaba sentado en la silla con una barra de chocolate en las manos y Sirius se encontraba sentado en el suelo, mirando a James.

— Cornamenta....tierra llamando a Cornamenta... — Habló Sirius con una sonrisa, colocándose las manos alrededor de los labios para hacer su voz más gruesa.

— ¿hay que llevarlo a San Mungo? — preguntó Remus, siguiendo el juego

— posiblemente, le ha dado de nuevo la fiebre Evans — aclaró Claire

Los demás soltaron una risita. James se había quedado pensando en por que Lily lo ignoraba todo el tiempo.

— ¡Chicos! tengo que darles una excelente noticia — habló Potter feliz con una enorme sonrisa, dejando atrás lo de Lily.

— Hmm... — ella miró a Peter indesisa — ¿al fin admitió que te ama a ti y no a Sirius? — le preguntó. Peter se horrorizó, hizo una mueca y miró a James asustado.

— Haha... Que graciosa Vainilla — añadió James mientras los demás Merodeadores se reían —  en realidad soy el nuevo capitán del equipo de Quidditch de Gryffindor  — dijo orgulloso — ¿Pueden creerlo?

— Oh, rayos.. — dijo la castaña pensativa. James arqueó una ceja por encima de sus gafas — ¡Eso es genial!  — se levantó del sofá y abrazó a James — serás un gran capitán y llevarás al equipo de Gryffindor a la víctoria eso es por seguro

— lo sé — contestó seguro — por cierto, tenemos entrenamiento ahora

— ¿que? ¿ahora? ¿no pudiste decírmelo más temprano? — se quejó la castaña, subiendo un poco el tono de su voz

— lo siento... Es mejor que te vayas a cambiar si no quieres que el nuevo capitán te diga algo

Claire negó mirando a James pero sin perder la expresión divertida de su cara y fue directo a cambiarse. Una vez en el campo se acercó al equipo que ya habian empezado a calentar. El único que faltaba era James.

Sirius, Remus y Peter habian ido para allá para   presenciar el primer entrenamiento de James como capitán. Tomaron asiento cerca de ellos. James llegó en ese momento con el uniforme puesto listo para iniciar.

Si su antiguo Capitán era verdaderamente fuerte con los entrenamientos, James no se quedaba atrás. Los que sufrian un poco más eran los goleadores, que habian hecho más ejercicios de brazos que nunca. Los demás por otra parte estaban que no aguantaban. Eso que aún faltaban los ejercicios de equilibrio sobre las escobas.

Claire miró a Sirius sentado, mirándola junto a sus amigos y a Regulus yéndose en ese momento.

— ¡Nclean, sin distracciones! — gritó James energético

Claire se agarró fuertemente del palo de la escoba para no caer mientras miraba a James humillada.

— por cierto, se hace tarde para la cena — dijo Sirius poniéndose de pie mientras Remus y Peter estaban embobados viendo como el equipo sufría con el entrenamiento  — ¿acaso no les da hambre?

Pasados unos minutos más al fin el extenuante entrenamiento había terminado. Fue por algo de agua y cuando se acercó a loa chicos sentía que iba a morir.

— te esperaremos en el gran comedor — indicó Sirius, rodeando los hombros de Claire con un brazo y los hombros de Remus con el otro.

— ¿desde cuando seguimos las órdenes de Sirius? — preguntó Claire a Remus

El castaño frunció el ceño y se llevó una mano a la barbilla.

— cierto ¿Sirius desde cuando seguimos tus órdenes? — preguntó Sonriendo

— Lunático es increíble que le siguieras el juego a Claire — dijo, mirando a la castaña a los ojos.

Claire Se alejó de Sirius en el justo momento que sus miradas coincidieron y apresuró el paso.

— iré a cambiarme — anticipó a decir mientras trataba de averiguar por que se sentía nerviosa.

Camino al la sala común de Gryffindor había una pareja, ambos eran de Hufflepuff y caminaban tomados de la mano. La chica con largo pelo rubio sonreía y balanceaba su brazo y por consiguiente el brazo de su novio también se balanceaba hacia adelante y hacia atrás. Los demás los ignoraban, incluso los más pequeños pero Claire no pudo hacerlo.  Algo la hizo sentir extraña.

Cambió de dirección con intenciones de tomar un poco de aire y que lugar más indicado que el bosque prohibido. Por un momento había sentido lo mismo que aquella Hufflepuff, ese sentimiento de comodidad y felicidad. Entonces le vino a la mente el abrazo que le había dado Sirius. Por lo sumergida que estaba en sus pensamientos no se había dado cuenta que había caminado a lo profundo del bosque.

Intentó recordar por donde había caminado y después de unos minutos se dió cuenta que estaba perdida. Se había perdido, así de simple... ¿tan tonta era para perderse?

¡Lumos

Tomó su varita con fuerza mientras alumbraba lo más oscuro del bosque. Sentía alivio al ya no temerle a la oscuridad desde los seis años pero si se estaba empezando a preocupar ¿como iba a salir de aquél bosque? Tenía que pensar en algo. No se detuvo en ningún momento, miraba de vez en cuando a sus espaldas y siempre tomaba la varita fuerte por si algo se le aparecía. De pronto escuchó unos murmullos. Se acercó con cuidado.

nox  — susurró y la luz que salía de su varita se extinguió.

Se ocultó entre uno de los frondosos árboles, desde esa posición miró a los magos que estaban formando un pequeño círculo, algunos tenían la capucha puesta y no logró verles bien el rostro ¿que hacían aquéllos magos en lo profundo el bosque prohibido? Se inclinó un poco más sin hacer algún ruido; frunció el ceño al ver a Bellatrix, Lucius y por último a Regulus... La curiosidad le estaba empezando a ganar... Intentó ver la cara de los demás pero la luz de la luna no era tan fuerte como para alumbrar esos rostros.

— ¡necesitamos ir a verlo! — exclamó Bellatrix desesperada

— Vamos... Voldemort no nos esperará todo lo que resta del día — habló Malfoy con seguridad

Claire dejó de espiar y se escondió contra el robusto árbol, la varita temblaba entre su mano por lo que había oído. Estaba paralizada... Estaban hablando de aquél mago sin alma que en estos días era el centro de conversación del mundo mágico. Los rumores eran ciertos, los mortífagos, como se hacían llamar sus seguidores era algo de que preocuparse, seguidores de la oscuridad, personas sin alma que le eran fieles a Voldemort. En ese momento deseaba tener la capa de invisibilidad de James para irse de ahí con seguridad y sin temor a que la encontraran.

Entonces se preguntó ¿Que hacía Regulus ahi?

Retrocedió poco a poco con el más mínimo cuidado, no quería que aquéllos magos la encontraran. Cuando al fin tuvo la oportunidad de alejarse alguien la tomó de la túnica, con valentía tomó más fuerte la varita y se volteó apuntándola hacia el mortífago que la había capturado. Regulus la miraba mientras la varita de la joven maga le apuntaba a la cara.

— baja la varita Claire — dijo en susurro cerca de su oído

—  ¿Regulus? ¿Que estás...?

El pelinegro la tomó de la cintura y la estampó contra uno de los árboles para ocultarla de los demás. Unas pisadas se escuchaban cerca, Regulus silenció a la castaña colocándole una mano sobre la boca. si la veían estába pérdida y la llevarían ante el señor tenebroso.

— ¿Que haces aquí? — preguntó Regulus en susurro, apartando la mano de los fríos labios de Claire

¿que pasaba si confiaba en él? ¿la entregaría? Era el pequeño Regulus... Su amigo... Bajó la varita con lentitud mientras miraba los ojos del pelinegro.

— necesitaba un poco de aire

Regulus la miró a los ojos. Los ojos de la castaña brillaban como dos luceros en el firmamento.

— por su puesto porque no tomaste aire mientras entrenabas — comentó con un poco de sarcasmo

Claire intentó marcharse pero Regulus no la dejó. La sujeto del brazo y la volvió a apoyar contra el árbol. Dudaba que pudieran verla allí,  esa zona no era perfectamente alumbrada por la luna.

—  ¿Que pasa contigo?  — susurró ella, mirándolo a los ojos  — Reg, tú no perteneces ahí, ¿enserio quieres unirte a esos magos sin alma?

Regulus suspiró, mirando la expresión de la castaña.

— Lo lamento... — miró hacia los lados para verificar que nadie estuviese cerca  — vamos, te sacaré de aquí — añadió, caminando

Claire lo siguió sin poder creerlo. ¿que le había pasado por la cabeza a Regulus para aceptar tal cosa? Él de vez en cuando la miraba y ella había comprendido que había perdido a su amigo, recordó que igual había visto a Bellatrix y Lucius Malfoy. Por aquella razón estaba con ellos todo el tiempo, tal vez Snape igual estaba dentro de aquél grupo, aunque solo fuese una suposición por que no tenía como comprobarlo.

— no menciones nada — dijo Regulus una vez que la había llevado fuera del bosque. — si lo haces... Me temo que las consecuencias serán graves... Y.... No quiero que te pase nada

— ¿que hay de ti? ¿no crees que el hecho de qué te alejaras es algo sospechoso? 

A Regulus le dolía ver que ella lo miraba de aquella manera, pero no podía hacer más nada, él había elegido aquello.

— les dije que me encargaría de algunas cosas y que después los alcanzaría

— gracias

— Claire...

Ella se giró para verlo.

— Me enteré por que te peleaste con Anna Caterwole y... Creo que es mejor si... Ambos volvemos a como estábamos antes... Tú una Gryffindor, y yo un Slytherin... Que no....se dirigian la palabra. Eso te iría bien... En muchos aspectos...

Claire bajó la mirada abrumada. Intentó decir algo respecto a eso, pero Regulus se adelantó:

—  Éste sería mi último favor — indicó. Se inclinó hacia ella hasta tener sus labios extremadamente cerca. Era bastante evidente que se sentía atraído hacia ella y en cierto modo no quería alejarla de él, pero por el bien de Claire, tenia que hacerlo, aunque le doliera —  No me arrepiento de haberte hablado Gryffindor — sonrió levemente

Claire alzó la mirada hasta encontrar unos muy profundos ojos grises.

— Tú no eres como ellos — susurró — puedes hacer cosas mejores, serias un buen Auror, un Sanador tal vez... Estás destinado a grandes cosas Reg.

Regulus escuchó cada una de esas palabras con atención, sin despegar la vista de los labios de la castaña.

— no me conoces realmente Claire, no tanto como conoces a mi hermano. Él y yo, somos completamente diferentes — cerró los ojos en el justo momento que deseó besar a la novia de su hermano. Tal vez esa era la única cosa en la que eran completamente iguales, ambos gustaban de la misma chica.

— dejalos, abandona ese puesto

— no puedo hacerlo. Porfavor, no insistas más — agregó serio, separándose de ella para volver con los demás  — no te preocupes por mi y de verdad lo siento si tenias otras expectativas

Claire miró como Regulus se perdía entre aquella oscuridad. Dentro del colegio tenía unas enormes ganas de llorar. Fue directamente al gran comedor. Sabía que no podía contar aquello y que cargaría con eso y sin poder hacer nada. Miró a Sirius, él no tenía ni idea en lo que su hermano se había convertido y en quién estaba su lealtad, recordó las veces que intentó que ambos se hablaran y que no había resultado como ella esperaba, tenía esa intención, sin embargo esa intención ya se había extinguido.

— hola — dijo, sentándose en el lugar de siempre tratando de sonar alegre

— hey... ¿donde estuviste? — preguntó James preocupado, sacando su instinto de protector.

— me dormí... Lo siento — fingió una sonrisa  — el entrenamiento es el culpable. Aun me duele todo el cuerpo — tomó una manzana de muchas que habían en medio de la mesa. — demonios James ¿De donde sacas esos entrenamientos?

James sonrió por lo bajo.

— de mi mente maestra, solo de ahí

Claire miró discretamente la mesa de Slytherin y los lugares desocupados. Buscó a Snape con la mirada y al no encontrarlo se tensó ¿estaria allí también?  Claire no había podido cenar a gusto, tenía el nombre de Voldemort en la mente y también a sus seguidores, principalmente a Regulus. Miró a los profesores que charlaban entre ellos y después miró a sus amigos. Deseó no haber ido al bosque prohibido pero se dijo a si misma que ya era tarde para eso.

Ya en la torre de Gryffindor Claire acompañó a los chicos en el dormitorio. Los cinco habían tomado lugar en las camas y estaban muy entretenidos jugando "verdad o reto" cuando llegó el turno de Claire, las miradas estuvieron sobre ella.

— Vainilla ¿"Verdad o reto"? — preguntó James con la ceja arqueada al verla un poco distraída

— Reto — habló sin siquiera pensarlo

James se llevó las manos a la nuca mientras pensaba que reto ponerle a Claire. Después de mirarlos a todos en la habitación se le ocurrió una idea.

— besa al más atractivo de este dormitorio

Claire miró vivazmente a James que cargaba una sonrisa en la cara. Al momento que Claire se llevó las manos a la cara lamentando no haber pensado antes de hablar, James miró de reojo a Sirius.

— Vale... — habló ella perpleja al verlos a todos — solo es un juego...

— así es — añadió James asintiendo

Claire se levantó de la cama y caminó al centro de la habitación. Sirius se levantó de igual forma, caminando como si fuese un modelo. Claire sonrió y colocó sus manos sobre los hombros de Sirius.

Sirius se inclinó hacia ella para que lo besara. Claire rápidamente avanzó hacía Remus y lo besó de una forma distraída. Remus no hizo más que ponerse colorado como si fuese un tomate. James soltó una carcajada.

— lo siento Canuto — se disculpó Claire encogida de hombros.

— Esa si que estuvo buena Claire — aclaró James aun riéndose — Oye, Sirius.... ¿Quieres decir algo? No sé.... ¿Admitir algunas cosas?

— ¿Admitir? — preguntó Claire con el ceño fruncido. ¿Que cosa tenia que admitir Sirius?

— ¡No! Por supuesto que no... Sigamos con el juego ¿Quien sigue? 

James asintió y miró cómplice a Remus que aún trataba de volver a su color normal.  Mientras los chicos seguían jugando (y que Sirius evitara verdad a toda costa) Claire quedó dormida. No había dudas que había sido un dia bastante largo.

Sirius aún tenia en la mente la escena de Claire besando a Remus.

— ¿Por que te besó Lunático? — preguntó malhumorado

— solo fue un juego Sirius — contestó con las mejillas coloradas nuevamente — una broma.... No lo tomes tan a pecho

— es que está celoso — aclaró James

— vuelves a lo mismo hombre... Que no me gusta

— ¿De quien hablan? — preguntó Peter distraído

— de nadie  — contestó Sirius rápidamente

James le echó un vistazo a Claire y sonrió pícaro. La castaña había tomado una almohada, aún dormida para abrazarla.

— Canuto parece que se durmió en tu cama. Tendrás que compartirla con ella 

— ¿Que? — preguntó alarmado

James y Remus rieron de la situación de Sirius y luego pidieron disculpas, aparte de mencionarle que era gracioso verlo asi.






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