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12. La Nueva Novia

Las instrucciones estaban escritas perfectamente en la pizarra, el profesor Slughorn se paseaba entre los escritorios para ver el avance de cada uno de sus alumnos. Elogiaba a Lily y su excelente desempeño en la materia, y probablemente ya estaba dentro del club de las eminencias que el mismo construía con los alumnos que les parecían más convenientes.

Snape estaba más insoportable que de costumbre, Claire hacia todo lo posible por estar siempre relajada y en paz pero siempre terminaba explotando por él.

- ¡no sabes hacer nada bien! ¿que no lo estás viendo?

- ¡callate!

James y Sirius saltaron una carcajada pero guardaron silencio por que Slughorn avanzó hacia ellos; no tenían ni la menor idea de como proseguir con la poción así que le pidieron ayuda a Remus.

Después de clase de posiciones y obtener un lugar en el club de las eminencias junto a Snape. iba camino al entrenamiento de Quidditch, con el uniforme puesto y su escoba en mano. Se le estaba haciendo tarde y sin pensarlo se subió a la escoba y voló en ella la distancia que le quedaba.

Los demás estudiantes miraban por encima de sus cabezas. Cuando Claire llegó al campo de Quidditch sobre la Nimbus. El equipo ya había iniciado el entrenamiento. El capitán la miró y negó levemente pero luego le dijo que tomara su lugar.

La túnica ondeaba con fuerza mientras volaba en picada, las coletas que se había hecho de manera fugaz habían desaparecido, el aire azotaba contra su cara con furia; y con un ágil movimiento descendió al suelo.

- Pff, yo lo he hecho mejor - Claire reconoció esa voz y lo haría en cualquier parte del mundo mágico, incluso en el muggle.

- vaya, Cornamenta realmente me sorprende tu ego - comentó, acercándose al resto de los Merodeadores

- ¿ego? Oye, vainilla, se llama realidad - Claire soltó una carcajada irónica. - sabes que puedo demostrarte lo bueno que soy - se colocó frente a ella, para apretarle ambas mejillas.

- uhm, ¿que tal una apuesta Cornamenta? tu y yo en un partido de Quiddicth

- ¿cual será mi premio?

- ¿la victoria? - Preguntó ella, James negó con obviedad

- eso no es suficiente para mi, ¿que más tienes?

- vale, el ganador puede pedirle lo que sea al otro, sólo será una oportunidad, sólo una petición - sonrió, agregándole lo interesante

- presiento que vas a perder Cornamenta - añadió Remus disfrutado de aquello. - no. No te conviene

La castaña sonrió al no tener respuesta de James. Miró la Nimbus 1000 y se giró para irse a cambiar. Cuando iba a medio camino escuchó a James gritar.

- ¡cuando gane admitirás que soy el mejor!

Sonrió para sí misma.

- ¡suerte con eso!

La sala común estaba semi desierta, el frío se colaba pero el fuego de la chimenea lo controlaba. Claire saltó de un tirón y empezó a bailar improvisadamente al ganarle a Remus en los naipes explosivos. Los magos que estaban a su alrededor haciendo sus deberes la miraron fugazmente, pero a ella no le pareció importarle.

- por Merlín, estás de buena racha hoy

- gracias Remmy

El pelinegro con anteojos estaba sentado totalmente desparramado en el sofá, mirando a la nada.

- la victoria es dulce, ¿no lo crees James?

- si, si, sigue alardeado Vainilla... No tendré piedad la próxima vez, ya lo verás

- yo lo advertí - habló Lunático con una sonrisa

Sirius se acercó frustrado, miró el lugar que había al lado de James y tomó asiento.

- hombre, ¿y a ti que mierdas te pasa? - preguntó James moviéndose un poco.- sólo relajate estás muy tenso, ¿por que no vas a caminar un rato?

Sirius asintió y salió a caminar, cosa que no hacia a menudo y que prefería hacerlo en su forma perruna. Claire había salido para ir en buscar galletas a la cocina. Había encontrado un buen libro y se le había antojado leer con galletas. Sirius estaba saliendo de la sala común de los tejones como si fuese un ladrón. Llevaba la túnica sobre el brazo y poco a poco guardaba la varita en uno de los bolsillos.

- ¿que haces? - preguntó Claire llevándole el paso

Canuto se giró al escuchar la voz de la castaña. Su expresión era para morirse de risa, estaba completamente asustado.

- estoy... aah... Yo... ¿Tu que haces aquí? Bueno, no importa.... Hay que alejarnos de los Hufflepuff.... Vamos

Sirius le puso una mano en la espalda y le llevaba a prisa al pasillo para ir a la torre de Gryffindor, pero la voz de una chica los detuvo. Black pareció lamentarse internamente.
Claire lo miró confundida. Una chica de Hufflepuff​, baja de estatura y con unos enormes ojos marrones.

- ¡estuve pensando en nuestra segunda cita! ¡Sirius!

Sirius abrió la boca pero de ella no salió nada. La castaña se cruzó de brazos para disfrutar el espectáculo mientras comía una de la galletas. La chica se acercó a Sirius con intenciónes de abrazarlo. Sirius dió un paso hacia atrás.

- lo siento Sherleen...es qué... Yo.... - Sirius miró a Claire rápidamente - tengo novia

La Hufflepuff se cruzó de brazos con la mirada en los ojos de Sirius. Claire casi se ahoga comiendo la galleta. ¿Sirius diciéndole a otra chica que tiene novia?

- ¿asi? ¿quien? - preguntó la chica con las manos sobre la cintura, como si no le creyera a Sirius

Ese espectáculo iba a tardar demasiado y eso era mucho drama para ella así que la castaña dió media vuelta para marcharse e ir a la sala común a leer. A Sirius no le hacía falta una mano con las chicas y ella sabía que podía arreglárselas solo.

- ¡ella! - gritó Sirius. Claire se giró de golpe. ¿que ella qué? Black caminó hacia ella y le rodeó los hombros - ¿no es así, Claire? - la sacudió leve para que dijera algo.

- ¿que? - preguntó aún sorprendida.

- por favor.... Vainilla... - le susurró al oído

Miró a Canuto. Sirius la miró con esperanzas mientras que la Hufflepuff esperaba la respuesta de Claire.

- ¿es cierto Nclean? - preguntó la Hufflepuff - ¿tu eres la novia de Sirius?

- aah...yo... ¿Sirius podemos hablar un momento?

- claro, amor

La cataña rodó los ojos y se alejaron un poco de la Hufflepuff que aún los esperaba.

- No voy a ser parte de lo que sea que estés haciendo...

Él suspiró.

- vamos, no será nada difícil...sólo necesito quitármela de encima.... Quiere una segunda cita y yo, no doy segundas citas. Aparte está súper obsesionada conmigo.... Lleva tres días persiguiendome

- bueno...pues es momento de que empieces a.... Sabes que no todas la chicas somos iguales - rodó los ojos - haz salido con muchas y aún no te das cuenta

Ella estuvo a punto de irse cuando Sirius le tomó la mano.

- por favor... Vainilla... Nunca te he pedido un favor como éste, sería el primero.

¿fingir ser la novia de Sirius Black?

- y espero que sea el último, después me deberás un enorme favor - sonrió mientras comía otra galleta.

- gracias - besó su mejilla

Se acercaron a la Hufflepuff que los había estado mirando. La castaña no estaba de acuerdo con todo eso, pero supuso que solo era de decir que sí y problema resuelto.

- ¿entonces...son novios?

- Si, Sirius es mi novio....

La chica se mordió el labio y se acercó a Claire lo suficiente como para poder contar sus pestañas.

- No les creo - admitió - Los estaré vigilando

- ¿A que te refieres con vigilar? - preguntó Claire viendo como la Hufflepuff se alejaba de ellos con una sonrisa.

Peter saltó del susto cuando Claire abrió la puerta de golpe. Dejó las galletas sobre el escritorio y se giró hacia la puerta.

- ¿que sucedió? - preguntó Colagusano - te vez disgustada Vainilla

Sirius entró y cerró la puerta detrás de él.

- lo estoy

- ¡oh mujer! No es para tanto

- ¿que pasó? - habló James jugando con la Snitch - ¿canuto, ya tiene otra novia? ¿es bonita?

- pasó que ahora soy la novia de Sirius

Los dos se sorprendieron y James casi abrió la boca.

- espera... ¿que tú qué? - preguntó James aún sin comprender nada - ¿qué? No entiendo.. ¿sin uno de mis planes?

- ¿y te molesta ser mi novia? - habló Black poniéndose frente a ella ignorando el comentario de James.

- me molesta que trates a las chicas así Black.... ¿No puedes salir con ellas de una forma normal? - se giró hacia James - es...sólo por un plan de él para safarse de una chica

- ¿te acostaste con ella? - le preguntó James a Sirius

Claire abrió los ojos de la sorpresa. Sirius no dijo nada y para ella eso podía ser un sí.

- Oh, por Merlín - comentó Lunático - dejen de discutir... todos sabemos cómo es Sirius

- ¡¿que?! - preguntó la castaña alzando un poco la voz - maldición chicos... ¿tambien estas de acuerdo Remus?

- oye Vainilla sabemos que eres una chica... Pero calmate - habló Peter - no entiendo por qué arman tanto desastre

- que observador Colagusano - aclaró la castaña rodando los ojos.

Lupin suspiró y miró a James, quien de inmediato miró a Peter y éste miró por último a Sirius. El pelinegro solo se cruzó de brazos.

- sólo fingirá ser mi novia ¡Solo eso!. Esa chica es.... Como un chicle.... ¡Me persigue a todos lados! ¡No me quiere dejar!

Claire negó por lo obvio, pero después se puso en el lugar de Sirus... ¿Que pasaría si la situación fuese alrevez? La respuesta era obvia, claro que alguno de ellos se pasaría como su novio para alejar a ese chico. Aparte no creía que fuese tan difícil, por que pasaba la mayoría del día con ellos, incluyendo a Sirius.

- Está bien... Lo haré....

Sirius se acercó e intentó darle un abrazo.

- sólo hay que planear bien las cosas para que no nos tome por sorpresa

- ¿Que? - preguntó Remus sin entender - ¿Quien? ¿la chica?

Claire asintió.

- pero todo saldrá bien - aclaró James - sólo deben actuar como novios frente a la chica

Claire miró a Sirius que estaba cruzado de brazos frente a ella. Sirius le guiñó un ojo en forma de coqueteo. Claire salió de la habitación de los chicos con las galletas y bajó tan concentrada en ir a leer por fin el libro que no se dió cuenta que Lily había pasado a su lado. La pelirroja le tomó el hombro para llamar su atención.

- Lily... Disculpa... No..no te vi

Evans sonrió.

- como ibas a hacerlo... Si ibas más rápido que encima de la escoba en un partido de Quidditch - bromeó - ¿Estas lista?

- ¿Lista?

- Quedamos en ir a ver las raras flores de invierno ¿Recuerdas?

Claire asintió... Se le había olvidado por completo. Su lectura tendría que esperar. Ambas salieron a los jardines en dirección al sauce boxeador, justo donde se encontraban aquéllas flores de invierno. Se sentaron alrededor de las flores color celestes y aguardaron a que la última de ellas floreciera. Claire dejó el plato de las galletas sobre sus piernas.

- es un lindo día ¿no lo crees?

- así es ¿Quieres? - le ofreció a Lily galletas. Lily asintió y tomó una.

Y ahí estaban esperando a que la última flor de invierno se abriera. La temperatura iba bajando a causa de que ya eran las seis de la tarde. Ambas habían tomado conversación, Lily cómo era costumbre de ella, le empezó a contar a Claire anécdotas de todo tipo y por consiguiente Claire también le contó los suyos.

Evans dejó de prestarle tanta atención a su alrededor y prestó atención a la última flor que se estaba empezando a abrir. Se alegró y se puso sobre sus rodillas para apreciarla mejor. Claire dejó el plato a un lado y se acercó a la flor. Las dos no se fueron hasta que la flor estuvo abierta completamente.

Claire y Lily fueron al gran comedor que ya estába medio lleno, la pelirroja se sentó al lado de Marlene y la castaña fue respectivamente con los Merodeadores. James estaba que no aguantaba la risa, por poco y se hacia del baño ahí.

- ¿que le pasa? - preguntó a Remus

- ya te imaginarás...

La castaña asintió. ¿que mantenía a James divertido todo el tiempo? Dos palabras, un nombre, un apellido, cuya corbata era de color verde esmeralda; Severus Snape. Dumbledore antes de que hiciera aparecer todo el banquete, dió un leve discurso para los de primer curso que aún no se adaptaban bien... Después de todo el tiempo que había pasado desde el inicio de curso, esa generación había salido más revoltosa que las otras.

Mientras aplaudía la castaña miró hacía la mesa de Slytherin y miró a Regulus que estaba totalmente serio, está vez no tenía puesta la túnica, sólo llevaba la camisa blanca y la corbata verde esmeralda. Sirius se limpió la garganta tal vez por aquello, Claire lo miró y de inmediato apartó la mirada para prestarle atención al profesor Dumbledore.

Al fin el banquete había aparecido, todo se veía delicioso y Claire no dudó en tomar un poco de cada cosa. El pollo frito y las salchichas asadas le habían abierto aún más el apetito.

- Chicos.... - habló Remus en voz baja hacia Claire y Sirius. Cuando obtuvo la atención de ambos prosiguió - La chica a la que tienen que... Bueno... A la que quieren que alejar ¿es... De Hufflepuff y tiene dos enormes ojos color azules? - Ambos asintieron - No se alarmen pero... Está mirando fijamente hacia aquí

- ¿Que? - Claire miró hacia la mesa de Hufflepuff disimuladamente y al encontrarse con los enormes ojos de la chica volvió la mirada hacia la comida.

- bien...bien... ¿Y ahora?

Black rió por lo bajo

- mírame - ordenó vacilante - oh, vamos mírame Vainilla

La castaña lo miró y le embarró un poco de puré de calabaza en la mejilla derecha. Sirius tomó el puré con el dedo y se lo llevó a la boca.

- hey, por lo menos eso tuvo que convencerla. - Black miró a Remus - ¿Sigue mirando?

Remus asintió.

- ¿Es que no se rinde? - preguntó Sirius sin entender a esa chica

- Hombre - habló James - eso no convence a nadie. Vainilla deberías de darle de comer a Sirius

- ¿Que? ¡No voy a hacer eso! - Claire miró de soslayo a la chica y se dió cuenta que aún seguía mirando. Tragó saliva, le echó una mirada al plato de Sirius y con incomodidad tomó la cuchara y la dirigió hacia la boca de Sirius. - Esto es humillante.... - dijo entre dientes - Canuto te odio....

Sirius, James y Remus sonrieron. Sirius abrió la boca y saboreó el puré de papas. Y así pasó, Claire estuvo dándole cucharadas de puré a Sirius. Claire tenía las mejillas rojas de la vergüenza y Sirius no soltaba esa enorme sonrisa de estar disfrutando todo.

- ya no quiero puré - añadió después de tragar - quiero espaguetis

- Bueno Black... ¿Que me crees?

Sirius sonrió, tomó un poco de la salsa de tomate de su plato de espaguetis y se la embarro a Claire en la mejilla. Claire negó, dejó la cuchara a un lado y con cuidado se acercó a Sirius, tomándolo de la cara. James, Remus y Peter los miraban con atención.
Sirius se quedó totalmente quieto y sin entender nada, Claire hizo como que iba darle un beso en la mejilla pero en lugar de eso, lo manchó con la salsa.

- Eso está mejor - añadió ella con una sonrisa. Nuevamente miró hacia la mesa de Hufflepuff y vió que la chica de los enormes ojos azules se giraba para por fin comer algo.

Después de la cena todos fueron a su respectiva sala común. Claire entró sin problemas pues por fin iba a poder leer su aclamado libro, sólo que está vez ya no había necesidad de las galletas pues ya tenia el estómago lleno. los retratos se movían para charlar entre ellos y el fuego de la chimenea mantenía su llama viva. No le había puesto atención al reloj y tampoco le interesaba saber la hora. Poco a poco la sala común empezó a vaciarse de alumnos a excepción de ella que seguía leyendo cómodamente en el sofá.

Se detuvo al escuchar la voz de Sirius. El pelinegro venía bajando las escaleras que daban a su dormitorio con un libro en la mano. Se acercó a Claire y se sentó junto a ella.

- ya debo estar loca - se dijo a ella misma en susurro - pensé que te había picado algo. Tú aquí, leyendo... Wow...

- que graciosa. En realidad... Encontré esto entre mis cosas y pensé que te interesaría - añadió entregándole un libro. Claire lo tomó y al verlo se dió cuenta que era un libro de cuentos para niños, con las historias del mundo mágico. - eres mestiza, lo sé... Pero creciste escuchando esos cuentos Muggles

- caperucita roja... Y él lobo feroz

- si, a eso me refería... ¿quien se deja engañar por un lobo en medio del bosque?

Claire soltó una risita.

- Canuto... Remmy es prácticamente un lobo...

- si, pero no anda por ahí engañando a niñitas en medio del bosque... Eso es extraño

Ella sonrió al ver como Sirius se enredaba el solo con el cuento que él llamaba Muggle. Era algo cómico, miró el libro y lo abrió. Nunca había tenido la oportunidad de ver un libro de historias infantiles del mundo mágico.

- es un lindo gesto..... - lo miró con el ceño fruncido - ¿Por que tenías este libro en tus cosas?

- No tengo idea - señaló el libro de cuentos - ¿por que no lo lees ahora?

- ¿que? - preguntó entre risas - ¿ahora? Sirius... estoy leyendo.....- Sirius asintió y se acomodó en el sofá, recostando la cabeza en las piernas de la castaña. - ¿seguro que no te mordió un Billiwing?

- que no mujer ¿que hay de malo en escuchar una historia para niños?

Claire le dió la palabra. Miró el primer cuento, El mago y el Cazo saltarín y cerró el libro que antes estaba leyendo. Claire empezó a leer en voz alta mientras que Sirius escuchaba atento, recordándo un poco su niñez, cuando su madre les ordenaba a los elfos domésticos que les leyeran a él y a su hermano Regulús

[...]

Y ahi estaban jugando a ser pareja. Claire estaba sumamente nerviosa pero era obvio que no se lo iba a decir a Sirius. No sabia como convencer a esa chica que eran novios Sirius y ella, aunque fuese mentira. Todo tenia que verse tan real.

- Ya no sé que más hacer.... - dijo quejándose sobre el libro de plantas curativas originarias de Gran Bretaña.

- pero si no hemos hecho nada - aclaró Sirius.

Ambos habían quedado de verse a las afueras del castillo. Claire por supuesto al conocer a Sirius sabia que se iba a demorar unos cuantos minutos y no estuvo equivocada, asi que llevó un libro con ella para hacer algo en la espera.

Claire fingió que lloraba mientras pensaba el porqué era la única chica en el grupo.

- hay que practicar - sugirió, dejando el libro a un lado y tomando a Sirius por la túnica. El pelinegro negó con una sonrisa.

- No, gracias. No necesito practicar Vainilla

- ¡Oye! Estoy metida en este lío por tus cojones Sirius ¡Ayudame!

- ¿Que no has tenido novio acaso?

Claire rodó los ojos. Giró para recoger el libro e ir al castillo. Se sentía mal, no por que no tuviera un novio, si no por que sentía que había fracasado con el plan. Sirius caminó hacía ella hasta alcanzarla. Notó que Claire se había puesto seria.

- No quise ofenderte. Es solo que es fácil...

- ¡Se que es fácil! - de giró hacia Sirius - lo difícil es hacer que se vea real

Sirius asistió.

- de acuerdo... Te daré unos cuantos consejos, los ponemos en practica y ya. Todo resuelto

Ese mismo dia le contó el plan a Lily y a Marlene. Como era de esperarse no lo tomaron tan bien, sobre todo Lily que no quería verla fingir con Sirius, por otro lado Marlene se quejó por que Claire no iba a tener esa libertad de salir con el que ella quisiera. El chisme se extendió, en cada clase alguien más se enteraba que Claire y Sirius andaban. Para que Claire eso no era tan genial, ahora le preocupaba más ese torpe plan.

Apenas entró a la sala común Sirius la hizo sentarse en el sofá y le mostró la lista de consejos.

1. Tomarse de las manos todo el tiempo que se pueda

2. Bromear libremente

3. Hacer demostraciones de afecto en publico

4. Besarse en las aulas vacías

5. Hacer algo mas si se da la oportunidad

- ¿Que? - preguntó Claire alejando la lista - ¿Estos son tus sabios consejos Sirius?

- A mi me funcionan - se encogió de hombros

- No voy a besarte

- ¿y quien dijo que yo también quiero besarte?

- bien. Evitamos eso y el ultimo punto

Sirius asintió.

- si. Ese igual no lo practico todo el tiempo

Una vez ajustado todo empezó el verdadero juego. James había aportado unos cuantos consejos más, asi que con la mente fuerte y seria Claire miró a Sirius que iba caminando a su lado y después de suspirar le tomó la mano. Ambos iban al gran comedor tomados de la mano.

Al parecer no era tan malo como parecía. Al llegar al gran comedor tomaron asiento uno al lado del otro, solo esperaba que Sherleen se tragara todo o por lo menos un poco.

El dia estaba trascurriendo de manera tranquila. Charló un rato con Regulus y esa charla término en un muy animado juego de ajedrez mágico. No tenia pendientes de deberes y se sentía relajada por eso. Sirius por otro lado se la había pasado con James y Remus. Hasta ese punto ambos se olvidaron de aquel plan, si no fue hasta que se encontraron con Sherleen.

— Rayos... — mascullo Claire y rápidamente se escondió en un aula segundos después de que Regulus se había despedido. Para suerte de ella Sherleen había pasado cuál rayo que no miró a las personas que estaban a su alrededor.

Cada vez que Claire veía a esa chica se le ponían los nervios de punta. Salió de aquella aula y fue directo a los jardines en busca de sus amigos y por suerte los encontró allí.

— Hey... ¿Que tal?

— hola Vainilla — contestó Remus con una sonrisa.

Los cuatro se habían puesto a charlar sobre música y bandas. Claire estaba tan enfrascada en el tema que el besó que le había dado Sirius en la mejilla la sorprendió por completo. James sonrió hacia sus dos amigos mientras que Remus miró con atención la expresión de Claire.

— ¿Que fue eso? — preguntó ella con la mirada puesta en Sirius

— oh, Sherleen pasó por aquí

Claire asintió y dejó que James continuara.

Bastaron solamente unas cuantas horas para que nuevamente pasara algo, pero esta vez había sido el turno de Claire. Estaba en medio pasillo cuando sintió que la seguían, evidentemente era Sherleen así que fue hacia donde estaba Sirius y lo abrazó, para luego decirle que lo estaba buscando.

— esa chica es impredecible

— ni que lo menciones Canuto — añadieron mientras veian como se alejaba entre los demás magos.
























































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