capitulo 1
Rengoku se vió así mismo. Cuándo el falleció en los brazos de su discípulo. No tenía ningún arrepentimiento...
Murió con honor y con una dulce sonrisa en su rostro
Sacrificó su vida por la de ellos. Y ese sacrificio le daría una nueva oportunidad a la humanidad.
Aquello para el cielo. El sacrificio era la muestra más grande de amor que podía existir.
Sus pasos alejándose, caminando hacia la luz no tardaron en resonar. Era hora de reunirse con su amada madre. Quién seguramente lo esperaría.
Sin embargo.....
Por capricho del infierno. Su alma fue arrastrada. A un lugar dónde nunca debió ir...un alma pura como la suya. No debería estar en un lugar cómo ese.
El limbo...
-"¿Dónde estoy?"...- Rengoku abrió sus ojos lentamente solo para encontrar. Lo que en vez de causarle la felicidad eterna.
Le causó desesperación....
Aquel lugar era penumbras y oscuridad. Todo a su paso lucía corrompido y envejecido. Habían casas destruidas y edificaciones abandonadas.
Al alzar la mirada. Vio un cielo rojo con un tornado gigantesco en el centro. Absorviendo algo.
..... personas....
La expresión de Rengoku cambió a horror... Ese no era el lugar a dónde el debía haber ido.
-..."e-estoy...en el infierno?..."- pensó el.
Se levantó y camino muy silenciosamente. Sentía cómo si algo fuese a devorarlo por la espalda. Una sensación desagradable en su estómago lo invadió.
Pronto se escuchó el tintinero de una campana en la espesura de la niebla y la oscuridad.
Y cada vez era más fuerte el sonido...
Automáticamente su mano se dirigió a dónde debería haber ido su espada. Pero se miró asi mismo.
No tenía la ropa que usaba cuándo murió. El tenía una especie de bata arrugada y araposa.
Y tampoco tenía su espada o un arma con qué defenderse
Estaba totalmente desprotegido.
Sus ojos se abrieron cuando vió. Una sombra enorme acercarse. Tan alta como un árbol.
Su corazón se congeló. Y su cuerpo no reaccionó...
Sin embargo. Algo se abalanzó sobre el haciendo que cayera en una vieja casa. Rengoku empujó con todas sus fuerzas.
Y vió a una mujer. De cabellos largos y oscuros quien usaba una bata similar a la suya.
Pese a haber sido empujada con considerable fuerza, ella volvió a subirse sobre el. Para cubrir la boca del hombre con sus manos.
Esta vez Rengoku se detuvo de atacarla nuevamente. Pues miró su rostro.
Ella tenía lágrimas en sus ojos. Llenos de terror , completamente aterrorizada. Ella negó con la cabeza cubriéndolo con su cuerpo.
Y llevo su dedo indice a sus labios. Indicándole. Y casi rogándole que sin importar qué.
No debía hacer ruido...ni el más mínimo susurro...
Estaban escondidos en la parte mas oscura de un rincón. Y pudieron sentir cómo aquella cosa. Aquella presencia pasaba por la ventana... Buscándolos....
Rengoku vio a duras penas la sombra se la criatura...pero pudo divisar. Un ser completamente fuera de su comprensión.
Era nada más que huesos.... Y unos arapos encima...
Y esa criatura intentaba encontrarlos. Pero al no hallarlos. Se retiró lentamente....tan lentamente. Que para esas dos pobres almas. Fue un eternidad...
Cuándo finalmente. Tuvieron ese momento de sentirse a salvos. La mujer se levantó de sobre Rengoku. Quien estaba en shock.
Ella seguía poniendo sus manos en su boca. Y con su dedo escribió en la suciedad del frío suelo.
-.no hables, no susurres. No uses tu voz, Sin importar qué...o eso volverá.....- era lo único que sabía escribir en kanjis
Rengoku se mostró desconcertado. Y asintió con obediencia. De esta forma ella retiró su mano de su boca dándole espacio.
Tenía tantas preguntas. Y no poder expresarlo abiertamente. Era difícil para él.
Y de formas bastantes llamativas usando sus manos el intento decir '
MI NOMBRE ES RENGOKU! UN GUSTO!''
Pero claramente ella no le entendió, algo que pudo notarse en su expresión. Así que el ex pilar lo escribió en el suelo.
El kanji fue difícil de entender para ella. Quién en realidad era una muchacha del occidente. Y a penas sabía algunas palabras debido a que lo aprendió en su corto periodo de vida
La comunicación era más difícil de lo que se pensó. Pero por ahora. Su prioridad era esconderse de las helas...y sobrevivir...
Ella lo tomó de la mano y silenciosamente. Gatearon hasta el subterráneo.
Dónde ella cerró una puerta detrás de sí. Asegurándola para que nada entrase....
Una vez allí se miraron. Rengoku se veían desesperado por comunicarse. El no sabía nada del vocabulario extranjero. Por lo que entender sus palabras en español. Fue difícil.
Sin embargo ella intentó hacer memoria de lo poco que sabía de japonés. Y escribió con una vieja rama áspera tirada en el suelo. En la suciedad.
-. "Mi nombre es Nihila-. Rengoku no pudo evitar pensar que era un peculiar nombre para una chica. Sin embargo asintió amablemente y sonrio.
Nihila no pudo evitar Sorprenderse. No había visto a alguien que pudiese sonreír en esa situación.
Rengoku quería sonreír, porqué en el rostro de aquella muchacha sólo podía verse una mirada temerosa, angustiada, triste, y llena de soledad.
No quería que su salvadora se sintiera de esa forma. Y haría su mayor esfuerzo para hacerle sentir aunque sea un segundo de paz.
Rengoku por su parte al no saber escribir nada más que kanjis. Intentó silenciosamente. Con sus labios enseñarle a pronunciar su nombre.
-. Ren...go..ku..- claramente omitiendo cualquier sonido.
Nihila le imitaba lentamente entiendiendo y memorizando su nombre. Para después enseñarle cómo escribirlo en español con aquella ramita en el suelo.
El se mostró sorprendido y sonrio. Pareció agradarle mucho. Y se aseguró de imitar la escritura con su dedo para no olvidarlo.
Y en agradecimiento. De la misma manera que hizo ella.
Él le enseñó a escribir el nombre de ella en Kanjis. Pasaron varias horas. Intentando encontrar la manera de comunicarse. Y lograron hacerlo.
Nihila tomó una lata de comida y se la entregó a Rengoku. Quién no pudo evitar pensar que ¿cómo era posible que las almas errantes comieran?. Pero si. Lo hacían porque sentían hambre y sed.
Pero lo único que verdaderamente podían saciar era el hambre. Porque en el limbo no había agua....
Sin embargo pese a eso. Las almas no morían por eso. Después de todo eran almas.
Solamente era la forma de saciar aquellas necesidades falsas que surgían en ellos. La chica le extendió en un tazón semiroto. El cual contenía en su interior una especie de líquido algo espeso. Que provenía del interior de los árboles fantasma.
Tenía un sabor extraño, sin embargo no sabía mal. Rengoku lo bebió. Porque era lo único que podían beber para saciar momentáneamente la "sed".
El espíritu del pilar se inclinó agradeciéndole con una reverencia por protegerlo y alimentarlo. Aún siendo solo un extraño...
La jovencita de cabellos oscuros le miró con sus ojos verdes, asintiendo. Lo había salvado. Pese a que ella esconfiaba de todos allí.
Porque se dio cuenta que él. Al igual que ella. Era una alma pura arrastrada injustamente a ese infierno.
Las demás almas errantes eran nada más pecadores como asesinos. Violadores, pederastas, genocidas, toda la calaña de la humanidad.
No entendían porqué o qué pecado habían cometido para terminar en aquel lugar salido de la más horrida pesadilla.
Rengoku se acercó a ella. Quien se abrazaba así misma en una posición fetal. El frío de la oscuridad y del suelo. Era tan grande que lo sentía en su cuerpo congelando sus huesos
Para poder soportarlo
Rengoku lentamente la tomó del hombro. Ella se sobresaltó por ello, incluso se asustó, pero Se calmó un momento después. Y permitió que el apegara su hombro al de ella.
poco a poco extendió su brazo en la espalda de ella. Abrazándola ligeramente sin hacer presión. Permitiendo que la cabeza de ella se recostara en su pecho
Pues era la única forma de entrar en calor....y no sentir dolor...
No había ninguna intención detrás de ello. Rengoku quizás se hubiera sentido avergonzado y apenado por abrazar a una jovencita que ni conocía bien. Pero lo hizo por que ambos lo necesitaban.
Nihila cerró sus ojos al igual que él.
Aunque sea por sólo un momento. Pudieron dormír en paz....
¿Las almas errantes sueñan? No..no lo hacen. Solamente descansan un segundo para seguir con su tortura.
Cuándo Rengoku desperto y no vió a Nihila se sobresaltó, sintiendo un amargo sentimiento en su pecho. Apretó los dientes porque no podía gritar su nombre.
Y salió de aquella pequeña guarida intentando encontrarla con la mirada. En aquel lugar nunca amanecía. Siempre era de noche. Y el único momento que podían considerar "amanecer" era cuándo la luna roja ímpia brillaba más dándoles más iluminación.
Era parecido a un rojizo atardecer.
Pero esto no duraba más de 30 minutos. Y luego oscurecia de nuevo. Sin embargo. Esos 30 minutos eran vitales para los errantes para buscar abastecerse y encontrar nuevas formas de esconderse de las helas. Las cuales no aparecían durante este evento.
Rengoku se entristeció...
-."¿Me abandonó?..."-. Pensó él apretando sus puños. Y la verdad era que en ese momento quería romperse a llorar...
No soportaría estar en aquel infierno sólo...
Sin embargo sintió una mano más pequeña que la suya en su espalda. Haciéndo que el se girara saltando hacia atrás en modo de defenderse.
Pero aquel sentimiento lleno de desesperación desapareció. Al ver a Nihila justo allí
Ella solamente había ido a buscar comida y árboles fantasma dónde extraía algo para beber.
Los ojos de Rengoku se iluminaron cuando ella intento preguntarle con señas si se encontraba bien.
Nihila abrió los ojos cuándo el la abrazó fuertemente. Se había asustado de que ella lo abandonara.... Rengoku realmente se había asustado mucho...
El en vida era un cazador, un pilar, un ser que siempre sonreía y brillaba ante la adversidad.pero aquel lugar había sacado lo más frágil de él.
Tenerla era un gran alivio y consuelo para él. Era una pequeñita esperanza. Pero eso era todo lo que necesitaba para sobrevivir.
Y perderla sería devastador. Quizás es verdad que era una extraña todavía. Pero aun asi. El contacto con otro ser igual a él. Con otra alma bondadosa. Era lo que el necesitaba.
Nihila lo empujó pidiendo espacio pues todavía no lo conocía bien. Si bien le permitió abrazarla por el devastador frío.
Pero ahora no había razon para ello.
Rengoku se disculpó por su comportamiento. Pero nadie le quitaba esa sonrisa de alivio....
Nihila le señalo que era hora de regresar a su guarida. Y el asintio siguiéndola. Pero se detuvieron al ver otra alma errante.
Un hombre de un aspecto bastante intimidante. Armado de una hacha con sangre.
Había encontrado el escondite de Nihila. Rengoku intentó acercarse pero ella se lo impidió agarrándolo del brazo. Sólo con su mirada supo que algo realmente malo sucedería si el se acercaba.
Su compañera lo tomó de la mano y se lo llevó corriendo rápidamente alejándose de ése lugar
Lo único que pudo encontrar a tiempo antes de que la luna ímpia bajara su brillo y los cegadores vinieran por sus víctimas.
Era un muy viejo y antiguo árbol hueco, el cuál tenía un tamaño descomunal.
El tronco de este árbol era venenoso. Pero en el interior no era nocivo. Por lo que ambos pudieron caber perfectamente adentro.
Con un trozo de madera grande. Rengoku lo puso como una puerta para que nadie se asomara ni entrara.
Nihila dejó la comida aún lado cubriendo sus oídos aterrorizada, temblando de miedo y llorando.
Rengoku entrecerro los ojos preocupado y la tomó abrazándola de forma protectora. Tenía que ser fuerte...
Podían escucharse los lamentos. Los gritos desgarradores de otros errantes que eran encontrados por los sabuesos infernales. Eran devorados. Partidos a la mitad.
Se escuchaba el sonido de los huesos siendo triturados por las fauses de las bestias.
Ellos encontrarían miles de formas diferentes de destrozarlos.
Nihila correspondió al abrazo buscando protección. Rengoku cerró los ojos dándole un leve consuelo a su tormento.
Ella había soportado ese infierno por tan sólo una semana...pero la cual eran 10 años en la vida real...
-....te protegeré...- pensó él.
Debía dejar de temer....
Tenía que ser fuerte. O sería realmente el final para ambos...
Cuándo los gritos cesaron....y el silencio predominó nuevamente. Nihila y Rengoku se miraron más tranquilos, cómo siempre el irradiaba luz con su sonrisa. Algo que ella agradecía profundamente..
Comieron y bebieron para sentirse mejor. Y decidieron quedarse juntos en aquel árbol hueco hasta la nueva luna ímpia.
Tenian suficiente comida para no sufrir de hambre.
Y para pasar el tiempo. Y conocerse mejor. Ambos inventaron un lenguaje de señas que fuera más sencillo y fácil de usar. Y tardaron un tiempo en aprenderlo. Pero lo lograron
Se quedaron varias noches enteras esperando la nueva Luna ímpia. Y durante ese tiempo. Se conocieron mejor. Allí Rengoku entendió porqué no podían hablar ni susurrar en el limbo.
Debido a que. Las voces de las almas causaban un eco que era escuchado por los celadores y por ende. Eran encontrados inmediatamente.
Aquello Nihila lo aprendió de una mala manera. Pues cuando recién llego por primera vez. Con un pecador. El mismo cometió el error de llamarla con un " oye espera"
Aquellas dos palabras fueron suficientes para que una hela lo encontrara y lo cortara por la mitad. Llevando los restos al infierno.
La chica ha tenido que vérselas de las peores formas para sobrevivir..
Se contaron sus historias mediante este nuevo lenguaje de señas.
Así ella supo muchas cosas sobre él. Lo que fue en vida. Su familia. Sus amigos..los demonios.... y cómo murió protegiendo a los suyos...
Por su parte Nihila Provino de un mundo diferen. Así es. Habían almas de otros mundos allí también. Su mundo era caótico.
Y Sufrió una infancia solitaria, ella murió de un terrible cáncer terminal a tan solo sus 16 años.
No había hecho malas acciones en su vida. Por lo que todavía no podían entender porqué ella estaba allí. Y tampoco podía entender porqué él estaba en aquel limbo.
Ambos ansiaban respuestas...y lastimosamente no había quién se las pudiese otorgar.
-. Rengoku. No debes confiar en los demás. Las otras almas errantes. Son malvadas. Traicioneras. Intentarán hacerse tus amigos para luego traicionarte y lanzarte a las helas si eso significa para ellos escapar.-. advirtió ella mientras hablaban en señas
Ella una vez también cometió el error de confíar en un alma errante. Pensando que era un tipo triste y débil. Pero sólo intentó violarla y lanzarla a los sabuesos cuándo ella no quiso estar con él.
Salió "viva" gracias a su habilidad de supervivencia. Desde ese momento. Ella nunca más confío en nadie más.
Sin embargo. Sólo confiaba en Rengoku. Porque con sólo ver sus ojos. Supo que era su igual. Que era bondadoso y generoso. Y no merecía estar allí.
Ambas almas inocentes resonaron juntas y supieron que se necesitaban para sobrevivir.
-. Gracias por confiar en mi...¡¡ahora yo te protegeré!!..- respondió Rengoku con sus manos
Nihila era muy buena buscando escondites y siendo sigilosa, pero Rengoku era fuerte y sabía luchar contra otros que quisieran atacarla.
Como almas errantes más fuertes que ellos.
Se necesitaban el uno al otro. Aquello pronto se convertiría en un fuerte lazo de amistad y compañerismo.
Rengoku y Nihila juntaron sus dedos meñiques entrelazandolos
Se juraron que sin importar qué sucediera. No abandonarían al otro. Y permanecerían juntos hasta desaparecer...
Y se juraron también. Encontrar la forma de salir de allí. Sin importar qué...
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