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18

Renuncia de derechos, los personajes que salgan aquí son de sus respectivos autores.

"¿En serio?"

El azabache preguntó con una mueca de aburrimiento mientras veía su reflejo en un espejo estando Mei y Melissa a su lado.

-Oh, pero si te queda bastante bien Goku-san -profirió Melissa con una sonrisa y Mei asintió satisfactoriamente cruzando ambos brazos.

En efecto, le quedaba bien.

-¿A que sí? Pero Goku odia todo lo que no sea su dogi, me costó hacer que vistiera otras cosas diferentes -habló la pelirrosa mirando al chico.

Goku sonrió nerviosamente.

Él estaba vestido con una camisa blanca con corbata, pantalones negros y zapatos mientras su pelo estaba erguido debido a la gomina.

Sí... él odiaba estar vestido así.

Se sentía bastante raro sin su dogi.

-Mi dogi es sagrado -expresó un chibi Goku sacándole la lengua a Mei, quien vio esto con una vena de enfado creciendo en su sien.

-Tu comida también es sagrada, ¿no? ¡¿Qué pasaría si te la quito?! -Mei sonrió al sacar la carta prohibida de su arsenal contra Goku.

Pero aquello no asustó al azabache.

No... ese truco ya no funcionaba con él.

-Pues la compraré con el dinero que gano trabajando -contestó Goku encogiéndose de hombros, después de todo era su dinero.

Y lo ganaba con su sudor.

Mei abrió sus ojos ante aquella respuesta, ¿desde cuándo Goku se había vuelto capaz de refutarla? Esto sin duda era algo inaudito...

Goku había cambiado.

Clap.

Melissa dio entonces una ligera palmada logrando así que los dos que habían estado discutiendo, centraran sus ojos en ella.

Había conseguido su propósito.

Que ambos le prestaran atención.

-¿A qué hora debes irte? -preguntó Melissa mirando al pelinegro, quien se rascó la nuca sonriendo- No me digas que lo olvidaste...

Mei suspiró negando.

Era Goku después de todo.

-No, creo que era... -el chico se llevó la mano a la barbilla pensativo- Zona residencial de Ryōshi, tercer edificio a las nueve... ¡sí, era eso jajaja!

Goku saltó de alegría tras recordar lo que le había dicho Endeavor, Melissa sonrió al verle; Goku era un chico con el corazón de un niño.

Y eso le hacía alguien único.

-Ryōshi... eso es a las afueras de Musufatu según veo -indicó Melissa mirando el mapa desde su teléfono, no parecía estar lejos.

-Entonces tienes que salir ahora, Ryōshi está a media hora de aquí... ¿tienes dinero para taxi? -le preguntó Mei y Goku volvió a rascarse la nuca.

-Lo siento, es que había una oferta de ohagis y no pude resistirme... -habló Goku bajando la mirada y Melissa soltó una ligera carcajada.

Mei negó nuevamente.

Ya sabía que diría eso pues tras ocho meses viviendo con Goku, día tras día, le conocía a la perfección, y seguro que Goku también a ella.

Aunque de eso no estaba segura...

-Ten... pero me lo compensarás más tarde -Mei le entregó dinero sacado de su bolsillo y Goku lo cogió- No hagas nada extraño, que te conozco.

-Pero si yo no soy extraño... -se quejó Goku con una ceja arqueada- Sólo será comer un rato en la casa de Endeavor y tras eso regresaré... ¿no?

No iba a ser nada de otro mundo.

-Sí, pero recuerda que es un héroe y no uno cualquiera... además, lo más probable es que comas junto a su familia -le contestó Mei.

Si fuera posible le habría acompañado a ese sitio, pero no podía ir por dos razones: la primera es debido a que ella no fue invitada a la cena.

Y la segunda... era graciosa.

Endeavor era bastante aterrador.

Le había visto varias veces por la tele y tenía cara de pocos amigos... hasta le extrañaba que él hubiera aceptado su derrota frente a Goku.

Sabía que al lado de Goku no había nada que temer pero no podría comer teniendo delante de ella a un sujeto con aspecto de un malvado.

Irónico, pues él era un héroe.

-Supongo que será divertido -declaró Goku sin preocupación y una duda le surgió- "Si Endeavor tiene hijos... ¡¿serán tan poderosos como él?!"

Esto último le emocionó bastante.

-¡Bien me voy! ¡Nos vemos! -exclamó Goku con una gran sonrisa y se fue corriendo para salir de casa y así pillar un taxi cuanto antes posible.

Melissa sonrió y se volteó hacia Mei, quien tenía una sonrisa mientras sus ojos resplandecían con un sentimiento puro y genuino de su corazón.

Aquel sentimiento era el amor...

Y Melissa se percató fácilmente.

-¿Todavía no han hablando sobre eso...? -le preguntó la chica rubia cruzándose de brazos y Mei suspiró sabiendo bien a qué se refería.

Sin embargo, no le respondió de inmediato a su amiga. Dio unos pasos hasta sentarse en la cama y Melissa la siguió con gran paciencia.

-Todavía no... y dudo mucho que a Goku le interese, quizá se haya olvidado de que yo le besé -contestó Mei perdiendo su sonrisa.

Melissa se compadeció de ella.

Aunque lo hablaron hace horas sabía que era demasiado pronto para que Mei superara que su amor jamás llegaría a ser correspondido...

Pese a haberla animado Melissa conocía a su amiga, ocultó su dolor bajo una sonrisa. La única forma de sanar aquella dolorosa herida...

Sería hablando de ello con Goku.

-No digas eso, quizás si se lo explicas... tal vez lo entienda y puede que también sienta lo mismo que tú por él -profirió intentando animar a Mei.

La chica volvió a negar.

-No quiero obligarle a nada, bastante he hecho con obligarle a trabajar y ser un héroe y eso que por mi culpa está aquí -declaró Mei cabizbaja.

Estaba claro que no se arrepentía de haberle traído, pero si él se quedaba aquí sin opciones de volver a su mundo... eso sería su culpa.

No podría volver a ver a sus amigos y demás por su culpa, no era algo con lo que podía cargar. Por eso quería arreglar el acelerador cuanto antes.

Para poder enmendar su error.

-¡Muy bien! ¡Tenemos que reparar deprisa ese acelerador! Iré a prepararnos unos cafés -habló Mei levantándose y cambió su semblante...

Pero ésa era una sonrisa forzada.

Y otra vez Melissa se percató de ello.

-Mei... haz lo que te dije, ten una cita con él, estoy segura de que pasará algo bueno -habló Melissa recordándole lo que había dicho.

Mei se detuvo entonces.

-Primero reparemos el acelerador de partículas, Goku es más importante que cualquier cosa que yo pueda sentir -se expresó Mei antes de salir.

Mei había antepuesto el deber antes que los sentimientos, algo sin duda digno de admirar... pero en el fondo, eso le dolía bastante a ella.

Y Melissa lo sabía.

En otro lugar.

Shōto estaba sorprendido.

No, estaba muy sorprendido.

Su padre Enji Todoroki, mejor conocido como Endeavor, le había dicho que tendrían un invitado que vendría a cenar dentro de unas horas...

Lo más sorprendente es que dijo que sería alguien de su edad y un futuro alumno de la UA, eso le dio un poco de curiosidad a Shōto.

Generalmente ignoraba a su padre, él era un idiota. Pero esta vez se ganó su atención con eso, quería conocer al chico que vendría.

Y ahora que lo pensaba, su padre se vio muy enojado cuando le dijo aquello. Además, ¿qué razón tenía su padre para hacer algo así?

No tenía ningún sentido.

Eso lo hacía mas intrigante aún.

"¿Estás nervioso Shōto?"

Shōto giró despacio su cabeza y vio cómo una joven mujer de cabello grisáceo con motas rojas, y con los ojos turquesas, se sentaba a su lado.

Sin duda era bastante hermosa,

Su cuerpo, oculto bajo un vestido azul celeste, no se quedaba atrás. No era otra que Fuyumi la hermana mayor de Shōto y la primogénita...

-No... -Shōto contestó desviando su mirada y Fuyumi le miró con curiosidad, su hermano parecía estar más pensativo de lo normal.

-¿Te inquieta el chico que ha invitado Otou-san? Aunque al decir verdad es raro que él haya hecho eso... -habló Fuyumi con la mano en el mentón.

-Eso es lo que me preocupa -dijo Shōto sin mirarla directamente y Fuyumi asintió, pues a ella también le extrañaba eso de su padre.

"....."

Un latoso silencio se produjo entre el par de hermanos, Shōto parecía indagador mientras Fuyumi se movía inquieta por el silencio.

Sí, así era su relación.

Un poco distante y seca.

-Natsuo no podrá venir... tiene prácticas hasta tarde -agregó Fuyumi para cambiar de tema con eso romperían el hielo... nunca mejor dicho.

Shōto movió la cabeza asintiendo ligeramente y Fuyumi se levantó, la incomodidad era mucha como para poder aguantarla toda la noche.

Además... estaba nerviosa.

Sería la primera vez en mucho tiempo que alguien vendría a cenar a su casa, ni siquiera ellos cenaban juntos con gran frecuencia.

El ambiente era muy tenso.

Y esperaba que hoy fuera más calmado, debían darle una buena impresión a su invitado. Tal vez, sólo tal vez, Shōto podría conseguir un amigo.

Pero eso parecía imposible.

Shōto Todoroki no tenía amigos.

Ni uno solo...

"Lo necesita, Shōto no puede seguir así para siempre..."- pensó Fuyumi mordiéndose el labio, se preocupaba mucho por su hermano menor.

Y por su familia en general.

Pero tal preocupación era en vano, su familia estaba rota desde que Endeavor decidió traerlos a este mundo junto a su madre Rei Todoroki.

Fuyumi negó con la cabeza intentando alejar aquellos pensamientos, éste no era momento de pensar en lo mal que se hallaba su familia.

PAM.

PAM.

Por suerte la puerta sonó y no tuvo que seguir pensando. La chica respiró hondo para esconder sus nervios y caminó para así abrir la puerta.

Fuyumi salió de casa y caminó por el jardín hasta llegar a la puerta principal del muro que rodeaba su casa. Una vez ahí, abrió la puerta.

Al hacerlo, se sorprendió.

Frente a ella estaba un pelinegro con cabello oscuro y alzado en picos, que vestía una camisa blanca con una corbata y pantalones negros.

Sí, ese debía ser su invitado.

-Hola, me llamo Son Goku... creo que esta es la casa de Endeavor, ¿no? ¡Espero no haberme equivocado! -clamó Goku en tono de súplica.

Fuyumi parpadeó varias veces.

No se esperó que el invitado fuera así... tan espontáneo. Soltó una pequeña risa ocultándola tras su mano izquierda, la había hecho reír.

Y eso que apenas habían hablado.

-Sí, aquí es... soy Fuyumi Todoroki, un gusto en conocerte Son Goku-san -profirió la chica extendiéndole la mano en un gesto cortes.

-Puedes llamarme Goku, es igual jeje -el chico correspondió el saludo con una sonrisa, ya más tranquilo por saber que llegó al sitio correcto.

El taxi dio varias vueltas.

Y temió haberse perdido.

Se percató de que el lugar estaba situado en la misma ciudad donde vivía Izuku, si no recordaba mal se llamaba Musutafu, un nombre extraño.

-Está bien Goku-san, puedes pasar por aquí -habló Fuyumi cediéndole el paso, por dentro estaba muerta de nervios por la situación.

Una situación insólita.

Pero lo estaba llevando bien.

Tras asentir y dar un paso al frente el joven se adentró en la casa del héroe de llamas. Y al decir verdad, se veía más grande lo que se imaginó.

Era una casa tradicional con varios elementos clásicos como el engawa, el suelo formado por tatami y las paredes fusuma junto al shōji.

Un jardín junto con un estanque ocupaban el centro de la mansión, y a su alrededor estaban varios edificios de entre los cuales, viviendas.

-Wooah, es un gran sitio jeje -confesó Goku admirando el lugar con una sonrisa y Fuyumi sonrió, parecía ser un chico agradable.

Y esperaba no equivocarse.

-Bueno... no es para tanto realmente -habló Fuyumi con una sonrisa nerviosa- Es por aquí Goku-san... -añadió ella mientras le guiaba.

Entraron en una vivienda y Fuyumi deslizó el fusuma, dejando ver el interior del cuarto donde había una mesa y sentado había un chico.

No era otro que Shōto.

Goku le observó con curiosidad, era bastante parecido a Fuyumi por lo que seguro debían ser hermanos. Eso le empezó a dar una idea...

Acaso ellos dos...

¡¿Eran los hijos de Endeavor?!

No veía otra opción.

Shōto le miró vagamente, a simple vista no se veía nada impresionante pero seguro que había algo más, algo más allá de su mera apariencia.

Algo que hizo que su padre lo invitara.

-Éste es mi hermano menor Shōto... anda aa presentarte Shōto -le instó Fuyumi haciendo que el chico bicolor se levantase de mala gana.

-¡Me llamo Son Goku, es un gusto! -se presentó Goku extendiendo su mano, quien le vio por unos segundos antes de corresponder aquel saludo.

-Shōto... -habló el chico y analizó por unos instantes la mirada de Goku, no vio nada más que la mirada de alguien puro y cándido.

Hasta ahora, nada interesante.

Shōto volvió a su lugar y  Fuyumi se paró a su lado mientras que Goku quedó delante de ambos mirando aquel salón, era sumamente bueno.

Pero vio que en la mesa no había comida...

-Oh, pronto estará lista la comida -Fuyumi se percató de la mirada de Goku, y sonrió- Bueno... he oído que vas a estudiar a la UA Goku-san.

Para evitar un silencio pesado Fuyumi planteó un tema cuanto antes, y fue en gran tema pues Shōto también se iría a estudiar en la UA...

-Sí, he oído que es un lugar donde hay gente fuerte y se aprende a ser héroe -contestó Goku con una sonrisa colmada de entusiasmo.

Shōto le miró de reojo.

-Oh... ¿y por qué te gustaría ser un héroe Goku-san? -le preguntó Fuyumi, de momento esta charla estaba yendo a buen puerto.

Deseaba que siguiera así...

-Porque... así podré enfrentarme a personas poderosas y también podré ayudar a quienes no puedan hacerlo por su cuenta -declaró Goku.

"...."

Un silencio cayó ante tales palabras.

-¿Q-quieres ser un héroe para luchar contra oponentes difíciles? -preguntó Fuyumi todavía sin dar crédito a lo escuchado del chico.

Shōto estaba perplejo, pensó que diría que quiere ser héroe por dinero o fama como la mayoría pretendía, pero eso le descolocó.

¿Ser un héroe para tener grandes peleas?

Nunca antes había oído algo parecido a eso.

-Sí jeje, luchando contra oponentes difíciles puedo sacar lo mejor de mí mismo y hacerme más fuerte -respondió el chico sonriendo.

Fuyumi hubiera creído que eso fue una broma, pero viendo el rostro de Goku y escuchando sus palabras, parecía ser verdad su propósito.

-Oh, es una gran meta Goku-san... -declaró Fuyumi con una sonrisa, querer sacar lo mejor de ti mismo siempre era algo muy positivo.

Goku sonrió y se giró hacia Shōto.

-Oye, ¿tu también entrarás en la escuela UA? -preguntó Goku mirando a Shōto, era tiempo de saber de qué estaba hecho el chico bicolor.

-Sí -Shōto le contestó.

Eso fue lo único que le dijo.

Pero Goku quería saber más.

-¿Y por qué quieres ser un héroe? -inquirió a su vez el azabache, emulando la pregunta de Fuyumi quien sudó nerviosamente al oírle.

Esa pregunta era una fibra sensible.

Una de las muchas fibras sensibles...

Shōto consideró ignorarle, pero sería algo maleducado de su parte. Y por otro lado, su objetivo como héroe... no era tan ortodoxo.

No era el más común de todos.

-Quiero ser el mejor... -Shōto respondió, pero sólo dijo una parte de la verdad. La otra parte Goku no tenía razón alguna para conoceerla.

Fuyumi suspiró aliviada, al menos Shōto no dijo nada fuera de lugar y la charla no se había entorpecido, todo seguía yendo muy bien...

-Oh, eso es bastante bueno... -agregó Goku sonriendo, aunque a él no le importaba ser el mejor héroe; ni siquiera se consideraba uno.

Sólo quería ser el más fuerte.

-Oye, ¿tú también quieres ser una heroína? -preguntó Goku mirando a Fuyumi con un poco de curiosidad- Su padre es un gran héroe y...

-Yo no tengo un Quirk como Shōto o tú... soy una maestra -respondió Fuyumi con una sonrisa nerviosa mirando al azabache quien asintió.

"Ella es como Izuku antes de que tuviera el One For All... creo que los llamaban Quirkless"- pensó Goku recordando a su amigo de cabello verde.

-¡¿Cuál es tu Quirk?! -inquirió Goku emocionado viendo a Shōto, quien abrió sus ojos- Me imagino que es como el de Endeavor, uno de fuego...

-No, ese no es mi don -Shōto extendió su mano izquierda y una leve capa de hielo surgió dejando un tanto boquiabierto a Goku por lo que vio.

-Puedes crear hielo, eso es genial -habló el azabache con una sonrisa y Shōto cerró sus ojos- Yo puedo hacer bastante cosas...

Entonces, la sala se llenó de Gokus.

Habían varios por todas partes, pero parecían hologramas en vez de copias... y luego de unos pocos segundos el pelinegro volvió a su lugar.

Fuyumi jadeó asombrada.

-¡Increíble, puedes crear copias de ti mismo! -exclamó ella sorprendida y Goku rascó su nuca.

Shōto por su parte estaba igual de sorprendido, pero su expresión facial no lo demostraba. Ahora empezaba a ver que Goku no era tan ordinario.

-En realidad puedo hacer varias cosas, eso que viste fue una técnica de imágenes falsas llamada Zanzōken -aclaró Goku sonriendo.

-Es la primera vez que oigo sobre un Quirk con múltiples funciones -comentó Shōto mirando de reojo a Goku, quien sonrió lleno de nervios.

-Mi Quirk me permite proyectar mi energía, y gracias a eso puedo realizar múltiples cosas -esclareció, pues aquí nadie manejaba el Ki.

Y nadie lo entendería.

"Es extraño, jamás había oído algo así"- pensó Shōto, más convencido de que Goku no era tan normal- ¿Y qué asuntos te traes con mi viejo?

-¡Oye! -Fuyumi reprendió a su hermano menor por lo directa que había sido aquella pregunta.

Goku iba a preguntarle quién era su viejo pero entonces comprendió que se refería a su padre.

Justo iba a responder cuando...

Flush.

El fusuma del cuarto se deslizó dejando ver a Endeavor, que ahora no estaba rodeado de fuego y vestía una camisa blanca con unos vaqueros.

Ahora era Enji Todoroki.

-¡Otou-san! -Fuyumi exclamó sorprendida, no pensó que su padre vendría a cenar ni mucho menos que aparecería así tan de repente.

-Le invité porque va a ser tu compañero en el curso de héroes, no necesitas saber más Shōto -contestó Enji mientras se cruzaba de brazos.

Si decía que había perdido contra un chico con una edad cercana a la de su hijo menor, perdería cualquier autoridad y respeto como padre.

No sería capaz de mirarles a la cara.

-Tsk, como sea... -Shōto desvió su mirada no queriendo intercambiar ninguna palabra con su padre, y Fuyumi negó con la cabeza ante eso.

La situación se volvió tensa.

-Oye, no sabía que tenías un Quirk de hielo -comentó Goku recordando lo que Shōto hizo con su brazo- Pensé que sólo era fuego jeje.

-Oh, ya viste el Quirk de Shōto... pero no es el único que tiene -Enji comentó mirando a su hijo, quien le encaró con una mirada de puro odio.

-¡Cállate! -le gritó Shōto.

Fuyumi quiso taparse las orejas.

-¿Qué? ¿Hasta cuándo tendrás esa actitud pueril? Tarde o temprano tendrás que usar mi poder -insistió Enji subiendo el tono de voz.

-¡Nunca! ¡Demostraré que puedo ser el mejor sin usar tu estúpido poder! -Shōto no se quedó atrás y habló con la misma intensidad que su padre.

Este era el pan de cada día.

"¡Ya basta!"

Fuyumi exclamó no pudiendo aguantar más la discusión entre padre e hijo, mientras Goku veía todo con cierta confusión respecto al tema.

-¿No ven que tenemos un invitado? -prosiguió Fuyumi mirando a Goku, quien sonrió indicando que no había ningún problema, lo cual era raro.

Cualquiera ya se habría ido de ahí.

Shōto se cruzó de brazos y mientras tanto Enji mantenía una expresión facial llena de seriedad. Goku en cambio permanecía algo confuso...

-Si me disculpan, iré a por la comida -Fuyumi se levantó y se fue de la sala dejando a los tres hombres sentados en profundo silencio.

La tensión en el lugar era palpable.

Shōto estaba con el ceño fruncido, sin querer saber nada de su padre, mientras éste ultimo se veía con una expresión molesta en su rostro.

Goku sonrió nerviosamente.

"Ellos dos realmente se llevan muy mal... me pregunto porqué"- pensó Goku comenzando a indagar, y se hacía una leve idea al respecto.

Endeavor había fallado en algo...

Y Shōto le empezó a odiar por eso.

Eso tenía sentido.

Más tarde.

La cena... fue silenciosa.

No se podía describir de otra forma.

Nada más acabar de comer Enji se retiró dándole una ultima mirada a Goku, Shōto se marchó y se quedaron ahí Fuyumi y Goku.

Fuyumi decidió no alargar su estancia ahí y decidió acompañarle hasta la salida, la noche empezó bien pero terminó de la peor forma.

-Lamento lo que viste esta noche... yo... de verdad, quería que todo saliera bien -profirió Fuyumi bajando la mirada con gran pesar.

Su familia era un desastre.

-Nah, no te preocupes, me divertí hablando contigo y Shōto... además, la comida estuvo deliciosa -habló Goku enseñando su pulgar.

Aunque no se llenó del todo.

-¿E-en serio te gustó? La hice yo... - Fuyumi comentó con una sonrisa nerviosa y él asintió ferviente- Gracias... no creí que te gustaría...

-¡Claro que me gustó! Doy por hecho que eres una gran cocinera -exclamó Goku sonriendo con sinceridad- Así que no debes sentirte triste.

-Gracias por tus palabras Goku-san... -Fuyumi sonrió cerrando sus ojos, ahora se sentía mucho mejor gracias a esta conversación con Goku.

Anduvieron unos metros hasta que llegaron al portón principal, donde ambos se detuvieron.

-Oh vaya, se hizo bastante tarde, tengo que regresar a mi casa cuanto antes -declaró Goku rascando su nuca mientras alzaba su vista.

El firmamento se llenó de estrellas.

La luna refulgía bañando de luz la zona.

Era un espectáculo digno de ver.

-Sí, será lo mejor, buenas noches Goku-san... espero que si algún día regresas todo pueda salir mejor -agregó Fuyumi mirando al azabache.

Goku sonrió viéndola a los ojos.

-Así será -declaró el pelinegro.

"Nos veremos en la UA"

Estuvo a punto de irse cuando escuchó la voz de Shōto detrás de él. Se giró y vio que el chico bicolor estaba apoyado en un árbol cercano.

Goku no le respondió, esbozó una sonrisa desafiante y luego se marchó de la mansión Endeavor... había sido una noche peculiar.

Pero en el fondo divertida.

Tiempo después.

Goku pov.

Esta vez no hubo ningún rodeo, llegué en cuestión de minutos y el taxi me dejó en casa.

Abrí la puerta y se me hizo extraño no oír la tele, di un par de pasos y vi que Mei estaba recostada en el sofá del salón, totalmente dormida.

¿Ella me estaba esperando?

Sigh... espero que no se enfade al despertar. Tomé su cuerpo entre mis brazos y caminé hasta su habitación para que ella descansara bien.

Y una vez ahí la recosté en su cama, cogí una sábana y la extendí para taparla. Durmiendo Mei se parecía a un hermoso ángel, y despierta...

Ni quería imaginármelo.

Pero ella era importante para mí, ángel o no Mei siempre estuvo ahí cuando la necesitaba. Sin ella lo habría pasado bastante mal en este mundo.

Ella era el pilar de mi vida aquí.

-No sé cómo agradecerte todo lo has hecho por mí estos meses.... ojalá supiera más sobre estas cosas para mostrarte mi agradecimiento -hablé.

Sí, debía agradecérselo.

¿Cómo? No lo sabía... todavía.

Fin del pov.

Tampoco sabía que Mei estaba despierta y que había escuchado sus palabras, que atesoraría en lo más profundo de su corazón por la eternidad.

Por y para siempre.

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¿Qué tal esta vez?

Seis meses decían, quedaron 🤡

No tardé nada en subir este cap y así será mientras más rápido se alcancen las metas como los 4.62k seguidores o 250 votos...

Goku conoció a la familia Todoroki y eso que apenas es el principio, saldrán más adelante... y también se mostró el dilema que sufre Mei...

Sin más se despide su amigo Destroit10K.

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