11.- Evidencia En La Biblioteca.
Harry James Potter había ido a la biblioteca en busca de su ya no tan despeinada amiga, desde que la chica estaba saliendo con Malfoy oficialmente no era muy fácil dar con ella sin que la desabrida serpiente se la estuviera comiendo a besos.
Por fortuna la biblioteca seguía siendo un lugar sagrado para la chica, de modo que esperaba encontrarla en su lugar habitual ya que normalmente la castaña iba a esas horas a estudiar, pero lo único que Harry encontró ese día fue un lugar vacio, se sentó esperanzado a que la chica no tardara demasiado en aparecer y coloco su mochila en el suelo cuando algo llamo su atención... un pergamino.
Justo al pie de la mesa había un pergamino enrollado con un lazo color violeta, su amiga no solía perder sus trabajos de modo que lo tomo mientras maldecía al rubio desabrido en voz baja, desde que ese par andaba tonteando por ahí la chica ya no les ayudaba en sus deberes.
Así que abrió el pergamino con la esperanza de que fuera de Hermione, con algo de suerte seria la tarea de historia de la magia, pero solo le basto con ver la alargada letra azul plasmada en el papel para saber que ese pergamino no era de su amiga.
"Ya no sé si Morgana me ama y Merlín me odia"
Harry frunció el ceño confundido ¿Quién era Morgana?, el miope Gryffindor se encogió de hombros y en vista de que su amiga aun no llegaba siguió leyendo para matar el tiempo, aunque siendo sinceros esa no era una de sus actividades predilectas, pero ¡hey! Estaba en la biblioteca, no tenía muchas opciones.
"Ya no sé si Morgana me ama y Merlín me odia, lo único que sé es que se unieron para hacer de este un día memorable, incluso más memorable que el día en que descubrí el amorío de mi amado profesor de Runas y de mi nuevo amor el insospechadamente sexy profesor de pociones <3 Severus Snape <3"
Harry parpadeo confundido y tuvo que dejar el pergamino en la mesa para limpiar sus lentes, pero cuando leyó de nuevo el primer párrafo ni una sola letra había cambiado, ni siquiera los pequeños corazones alrededor del nombre de su profesor de pociones habían cambiado de forma.
"Hoy todo se ha salido de control por culpa de los vociferadores y el increíblemente delicioso padre de Draco Malfoy (Uff pero como me gustaría poder llamarlo Papito)"
La quijada de Harry cayo incluso antes de terminar de leer aquella línea, el pergamino no tenia fecha pero estaba claro que lo habían escrito unas dos semanas atrás, cuando todo el colegio descubrió la relación de su padrino y el ex espía.
"Todo fue muy caótico y dramático, el profesor Snape se arrojo a los brazos de Sirius Black frente a todo el colegio y este lo llamo "amor" ¿¡No es lo mas increíblemente adorable del mundo!? Incluso hubo una intensa persecución por todo el castillo y alguien me paso el chisme de que la directora perdió la chaveta y se puso a reír como histérica en su despacho, va Merlín a saber porque, pero en fin, eso es lo de menos. La mejor parte me la he llevado yo, y de eso no me cabe duda."
"La directora nos había ordenado ir a la enfermería, pero a mí no me dio la gana, yo quería saber que pasaría cuando el señor Malfoy y el profesor Lupin alcanzaran a los tortolitos de Hogwarts, los seguí a través de todos los pasajes que pude, pero los perdí en algún lugar y no sé como termine junto al lago negro, como no supe regresarme y me sentía bastante mareada decidí ir al lugar techado más cercano que había, el muelle. Bendito sea el momento en que les perdí la pista y termine ahí. Todo el colegio a estado esperando, atento y vigilante, por una oportunidad, tan solo una, de atrapar al par de amantes con las manos en la masa, un beso, un abrazo, un roce de manos es todo lo que piden... pero Morgana me ha concedido mas."
Harry se sobresalto al escuchar voces cerca de su lugar en la biblioteca, pero antes de que pudieran verlo tomo su mochila y corrió entre los estantes para esconderse, se trataba de Blaise y Ron y por extraño que parezca el par de guardianes venían muy juntitos, literalmente ya que estaban pegados de la cadera, últimamente ese par era víctima de algunas bromas pesadas debido a su supuesta relación.
El niño que vivió y venció no quería saber qué es lo que había pasado, especialmente porque ese par se ponía con un genio de los mil demonios cuando algo así les pasaba, así que los dejo ahí y corrió a la sala de menesteres, estando ahí nadie podría molestarlo.
Tan pronto como cerró la puerta esta se sello, nadie interrumpiría de nuevo su lectura, así que con toda la calma del mundo se sentó en el sillón de la pequeña, pero acogedora, sala que había pedido y reanudo su lectura.
"Morgana me ha concedido mas. Por un momento creí que el extraño mareo que tenía desde que salí del comedor empezó a hacerme creer que escuchaba cosas, pero cuando rodé sobre el suelo junto a los cachivaches donde me había dejado caer me di cuenta de que no eran imaginaciones mías."
"El profesor de runas estaba sobre Snape y debo decirlo... jamás creí que llegaría el día en que escucharía a el temible profesor suplicar. ¡Por Merlín! Si fuera hombre habría tenido una erección, justo como la que tenía el sabrosísimo de Sirius Black."
Harry se puso tan pálido como un Malfoy al leer eso, pero sus ojos no se detuvieron ahí.
"No tengo idea de cuánto tiempo llevaban ahí mientras yo vegetaba como idiota, pero sin duda era algo ya que el candente de Black ya tenía a mi nuevo amor desnudo y jadeante, por un momento me parecieron exagerados los jadeos y resuellos de profesor de pociones ya que desde donde estaba solo parecía que Black (completamente desnudo y empalmado) lo estaba mirando, pero al moverme un poco a la derecha lo entendí todo."
"¡Oh, por Circe, si lo estaba preparando!"
Harry frunció el seño confundido preguntándose qué es lo que su tío estaba preparando, pero la duda no le duro mucho.
"Y les aseguro que no estoy especulando, podía ver claramente como los dedos del animago entraban y salían rítmicamente del dulce traserito de Severus Snape"
La vista de Harry se puso borrosa por lo mucho que abrió los ojos y tuvo que sacudir la cabeza un par de veces antes de poder seguir leyendo, se estaba poniendo azul pero estaba muerto de curiosidad ¿Para qué carajo iba Sirius a meter sus dedos ahí?
"El profesor Snape no tardo mucho en gemir y jadear extasiado, y con esa voz de pecado le exigió al chucho pulgoso (palabras de Snape) que dejara de jugar con su culo y se la metiera de una vez (también palabras de Snape), por un momento tuve miedo de que aquel pedazo de... de... de... ¿virilidad?... oh al carajo, nadie leerá esto, ¡me asusto que ese tamaño pollón le partiera el culo al profesor! pero de solo escucharlo gemir estaba claro que había disfrutado la forma tan bruta en la que el profesor Black se la ensarto en el culo de un solo golpe"
Harry abrió la boca en un grito mudo y alejo el pergamino de su cara todo lo que pudo como si se tratara de un dementor intentando besarlo, el pobre león se hundió en el sillón mientras seguía leyendo.
"El vaivén de caderas no tardo en empezar, y ahora entiendo porque el profesor de pociones lo llamo "chucho", ¡ese pedazo de hombre es todo un animal! El embarcadero se lleno con los gemidos mas eróticos que he escuchado, voy a tener problemas para concentrarme en clase de pociones cada que escuche la voz del profesor Snape, sorprendentemente sus gemidos son más candentes que los del increíblemente sensual Sirius Black."
Harry se paro abruptamente y arrojo el pergamino al suelo mientras daba un par de vueltas como un león enjaulado, él no tenia porque estar leyendo eso ya había aceptado que su padrino saliera con el profesor de pociones e incluso les había ofrecido su apoyo incondicional, sin mencionar que con tanta gente husmeando en la relación de esos dos el pocionista ya estaba poniéndose bastante arisco, por Merlín si hasta Sirius estaba bastante irritable.
Harry miro el pergamino completamente decidido, si alguien se enteraba de la existencia del dichoso papel se haría aun mas revuelo en torno a su padrino... o padrinos, porque ese par va que vuela para el altar... o la unión libre, eso va mas con Sirius, aunque conociendo a Remus y por lo que dicen del señor Malfoy es casi seguro que los obliguen a casarse.
Pero estaba desvariando el punto importante en ese momento era la evidencia en papel de lo que todo el colegio quería ver y por supuesto, por lealtad a Sirius y auto preservación (porque si Snape se enteraba lo mataba como mínimo) no podía dejar que ese pergamino llegara a ojos curiosos así que lo miro como si de un Horrocrux se tratara, desenvaino su varita con decisión e invoco un hechizo incendio que hizo cenizas al pobre trozo de papel sin siquiera terminar de leerlo... y seguramente era lo mejor para su paz mental.
El no quería saber cómo su padrino entraba una y otra vez en el severo profesor de pociones hasta llegar al clímax, ni como Severus se arqueaba al sentir como el animago se corría en su interior y manchaba el abdomen de ambos con su propia semilla, definitivamente dormiría mejor si nunca se enteraba de cómo el ex convicto se acurrucaba en los brazos del que una vez fue su peor enemigo y le decía en susurros lo mucho que lo amaba o de cómo el ex espía lo mimaba repartiendo besos en la frente y hombro de merodeador mientras acariciaba su cabello.
Harry respiro hondo, intentando olvidar lo que había leído, e ignorando el sonrojo de sus mejillas salió del lugar sin mirar atrás.
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